La mente a la luz de la evolución (entrevista a David Buss)

Podría considerarse como acto fundacional de la Psicología Evolucionista la publicación, en 1979, del libro Evolution of Human Sexuality, de Donald Symons. Sin embargo no fue hasta 1992, con la publicación de otro libro, The Adapted Mind, de John Tooby, Leda Cosmides y Jerome Barkow, que empezó a postularse la PE como una perspectiva necesaria para entender la mente humana. Diez años después Steven Pinker podía afirmar que se había roto definitivamente con el modelo estándar de las ciencias sociales, con la Tabla Rasa, si bien la victoria sobre el ambientalismo no ha sido completa, ni probablemente pueda serlo nunca, precisamente por tal y como está diseñada por la evolución nuestra mente.

La búsqueda de reconocimiento y estatus hace que muchas personas se inclinen inconsciente e inevitablemente hacia una óptica ambientalista. La resistencia a la PE sigue siendo intensa en círculos intelectuales y políticos estrechamente imbricados.

Dónde acaba la ciencia y empieza la política resulta difícil de evaluar cuando de ambientalismo se trata. Básicamente porque quien adopta esta óptica cree que puede cambiar a los demás de raíz. Trata de proyectar sus miserias en los demás, y acusa a quienes solamente intentan entender porqué somos como somos de seguir un programa ideológico y político conservador. Pero lo que resulta ser conservador no es el observador imparcial del proceso, sino el proceso mismo, la evolución por selección natural.

Dentro de los estudios que siguieron al nacimiento de la PE destaca muy especialmente el que realizó el Profesor David Buss, de la Universidad de Texas, profundizando el trabajo seminal de Symons sobre la sexualidad humana. Al final de un largo trabajo de campo, obteniendo información de personas de ambos sexos de prácticamente todos los lugares y culturas del mundo, Buss publicó sus resultados en su libro La Evolución del Deseo. Ahí ponía de manifiesto cuáles son las preferencias de los sexos y las estrategias usadas por machos y hembras para lograr sus objetivos sexuales y sentimentales.

David Buss ha profundizado en otros muchos aspectos de nuestra psicología ancestral (y presente), tales como la personalidad, el homicidio o las ansias poder. Ha escrito y editado asimismo un libro de texto sobre Psicología Evolucionista en cuyo subtítulo puede leerse lo que esta representa: La nueva ciencia de la mente.

Y sobre esta nueva ciencia de la mente ha tenido el Profesor Buss la cortesía de respondernos unas preguntas. Gracias a Marzo por traducirlas con su habitual circunspección.

En ingles:

1. Since Donald Symons founded EP, how much progress has it made in the explanation of human beings?

There’s been a tremendous volume of research in EP since his book. The field of human mating was virtually non-existent then; now there are hundreds of articles. EP has made important contributions to every branch of psychology, from perception to understanding psychological disorders such as depression and anxiety. There’s been so much progress that there are now three handbooks of evolutionary psychology. The one I edited in 2005 is over 1,000 pages long. That would have been unimaginable a decade ago.

2. On the one side there is the neural hardware, the brain, with the footprints of our past in its structure and function, and on the other there is mind, the spiritual software, with which we operate in the world, generating behavior, and which psychology studies. Will neurosciences and EP tend to merge in explaining our nature?

Yes, neuroscience and EP will indeed merge, and we are seeing signs of that happening already. For example, fMRI methods are now being used to test EP hypotheses about jealousy, sexuality, love, and kinship.

3. How do you think we calculate the costs and benefits in our complex social interactions?

I think humans have evolved dedicated psychological mechanisms for calculating costs and benefits in social interactions. Most of this operates without our awareness. And I think the cost-benefit calculators are domain-specific to some degree. Our cost-benefit calculus of mating, for example, differs from our cost-benefit calculus for friends or kin. For example, people have no problem tolerating failure to reciprocate benefits they provide kin such as children, but do not tolerate failure to reciprocate from friends. Another example: Having sex with someone else is a betrayal of a mateship [high cost], but not of a friendship [unless it is with the friend’s mate!].

4. Is it possible to speak of equality in society when our survival strategies are so different? Don’t you think that EP is finding a lot of resistance in some powerful and influential political and academic circles?

I’m not sure what you mean by «equality in society.» I think that because evolution by selection operates by DIFFERENTIAL reproductive success, some of our adaptations are inherently competitive, which results in inequality.

Yes, there is some resistance to EP. Some people are threatened by it. Many don’t really understand it. And those who have made their careers in pre-EP theoretical frameworks are highly resistant, since they will lose status once it becomes fully recognized that EP provides the only viable metatheory for psychological science.

5. Is social reality essentially conflictive? Are we designed to fight for our lives even when it is not necessary?

Social life does have inherent conflict, but we have adaptations for cooperation and altruism as well. It’s conflictual because desireable resources are always in short supply. Consider attractive potential mates. More people want to mate with them, so one person’s success at attracting a desirable mate inevitably means that others must fail. This applies not just to mates, but to desirable friends, coalitions, etc.

6. Which are the strategies of the sexes, of parents and children, of siblings, tribes, in the struggle for life? What does this translate into in today’s world?

This is too broad a question to answer. Entire books are written about this. I’d refer people to my textbook «Evolutionary Psychology: The New Science of the Mind».

7. How many units of selection does EP consider? How do EP and multilevel selection fit? What importance do you assign at the several levels ranging from the individual, through the nuclear family and groups up to an impersonal society?

EP fully accepts multilevel selection, since selection can occur at different levels. Practically speaking, however, selection at the higher levels such as groups or societies has not really been demonstrated convincingly. It may in the future, but so far it has not led to important discoveries about human adaptations.

8. Recently, in an article in Scientific American, Professor David J Buller attacked the EP calling it «Pop EP», and speaks of the four alleged fallacies incurred. Your name stands out in this tirade along with that of Pinker, Tooby, Cosmides and Symons. Do you think this attack is more political than scientific or vice versa?

I do not know what his motivations are, so can’t speculate on them. I can say that he attacks a «straw-man» version of EP. He grossly distorts what EP’ers actually say; ignored tons of evidence; and so is able to maintain the illusion that he has poked holes in the foundation of EP, whereas in reality he has not dented it at all.

En castellano:

1. Desde que Donald Symons fundara la psicología evolucionista (PE), ¿cuánto ha progresado en la explicación de los seres humanos?

Ha habido una cantidad tremenda de investigación en PE desde su libro. El campo del emparejamiento en humanos era entonces virtualmente inexistente; ahora hay cientos de artículos. La PE ha hecho contribuciones importantes en todas las ramas de la psicología, desde la percepción hasta la comprensión de desórdenes psicológicos como la depresión y la ansiedad. Ha habido tanto progreso que ahora hay tres manuales de psicología evolucionista. El que yo edité en 2005 tiene más de 1.000 páginas. Eso habría sido inimaginable hace una década.

2. Por una parte está el hardware neurológico, el cerebro, con las huellas de nuestro pasado en su estructura y función; por otra la mente, el software espiritual, con el que operamos en el mundo, generando comportamiento, y que la psicología estudia. ¿Tenderán a fusionarse las neurociencias y la PE para explicar nuestra naturaleza?

Sí, ciertamente la neurociencia y la PE se fusionarán, y se ven signos de que está ocurriendo ya. Por ejemplo, se están usando métodos de imaginería de resonancia magnética funcional para poner a prueba hipótesis de la PE sobre los celos, la sexualidad, el amor y el parentesco.

3. ¿Cómo cree que calculamos costes y beneficios en nuestras complejas relaciones sociales?

Creo que en los seres humanos han evolucionado mecanismos psicológicos dedicados en exclusiva al cálculo de costes y beneficios en las interacciones sociales. La mayor parte de esto ocurre sin que seamos conscientes de ello. Y creo que las calculadoras coste-beneficio son especificas de dominio en cierto grado. Nuestro cálculo coste-beneficio para el emparejamiento, por ejemplo, difiere de nuestro cálculo coste-beneficio para amigos o parientes. Por ejemplo, la gente no tiene problemas en tolerar que parientes, como los hijos, dejen de corresponder a beneficios que se les hacen; pero no tolera el fallo en la reciprocidad en el caso de amigos. Otro ejemplo: tener relaciones sexuales con otra persona es una traición en una relación de pareja, pero no en una amistad (¡a menos que sea con la pareja del amigo!).

4. ¿Puede hablarse de igualdad en la sociedad cuando nuestras estrategias de supervivencia son tan distintas? ¿No cree que la psicología evolucionista está encontrando mucha resistencia en ciertos poderosos e influyentes círculos políticos y académicos?

No estoy seguro de qué quiere usted decir con «igualdad en la sociedad». Pienso que, como la evolución por selección opera mediante el éxito reproductivo DIFERENCIAL, algunas de nuestras adaptaciones son inherentemente competitivas, lo que resulta en desigualdad.

Sí, hay alguna resistencia a la psicología evolucionista. Algunas personas se ven amenazadas por ella. Muchas no la entienden realmente. Y quienes han hecho sus carreras en marcos teóricos anteriores a la PE se resisten mucho, pues perderán estatus una vez se reconozca plenamente que la PE proporciona la única metateoría viable para la ciencia psicológica.

5. ¿Es la realidad social esencialmente conflictiva? ¿Estamos diseñados para luchar por nuestras vidas aun cuando no es necesario?

Sí que hay conflicto inherente a la vida social, pero también tenemos adaptaciones para la cooperación y el altruismo. Es conflictiva porque los recursos deseables siempre escasean. Considere las parejas potenciales atractivas. Hay más gente que quiere emparejarse con ellas, así que el éxito de una persona en atraer a una pareja deseable significa inevitablemente que otras deben fracasar. Esto se aplica no sólo a parejas, sino también a amigos, coaliciones, etcétera, deseables.

6. ¿Cuáles son las estrategias de los sexos, de padres e hijos, de hermanos, de tribus, en la lucha por la vida? ¿En qué se traduce todo esto en el mundo de hoy?

Es una pregunta demasiado amplia para contestarla. Sobre esto se han escrito libros enteros. Referiría a las personas interesadas a mi libro de texto «Psicología evolucionista: la nueva ciencia de la mente».

7. ¿Cuántas unidades de selección considera la psicología evolucionista? ¿Cómo encajan la PE y la selección multinivel? ¿Qué importancia atribuye usted a los diversos niveles, desde el individual, pasando por la familia nuclear y grupos más amplios hasta la impersonal sociedad?

La PE acepta plenamente la selección multinivel, ya que puede haber selección a distintos niveles. En la práctica, sin embargo, la selección en los niveles más altos, como grupos o sociedades, no se ha demostrado en realidad convincentemente. Puede suceder en el futuro, pero hasta ahora no ha llevado a descubrimientos importantes sobre adaptaciones humanas.

8. Recientemente, en un artículo en Scientific American, el profesor David J. Buller atacó a la PE llamándola «PE pop», hablando de cuatro supuestas falacias en las que incurre. Su nombre destaca en esta diatriba junto con los de Pinker, Tooby, Cosmides y Symons. ¿Cree usted que este ataque es más político que científico, o viceversa?

No sé cuáles son sus motivaciones, así que no puedo especular sobre ellas. Sí puedo decir que ataca a una versión «hombre de paja» de la PE. Distorsiona groseramente lo que la PE de hecho dice; ha ignorado toneladas de evidencia; y así puede mantener la ilusión de que ha agujereado el fundamento de la PE, cuando en realidad ni lo ha abollado en lo más mínimo.

Germanico
Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

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