El personaje en el que se inspiró Rain Man es uno de estos savants. Dispone de un saber enciclopédico sobre temas muy variados, pero no entiende su saber. Faltan, digamos, los significados, que son los que hacen que los datos adquieran vida. Hay un Savant, por ejemplo, que se sabe de memoria la obra completa de la Decadencia y Caída del Imperio Romano, de Gibbon, sin entender una palabra de lo que dice.
El lenguaje es un producto evolutivo que sirve a la comunicación, a la sociedad. Quitado el cimiento de significados el edificio del conocimiento se derrumba sobre su propio peso.
Las habilidades aparentemente imposibles de los savants son, sin embargo, algo mucho menos depurado y mucho más simple que nuestro más elemental ritual social. Al no ser conscientes de ello no advertimos su complejidad. Nos asombra que alguien nos pueda decir el día de la semana que será nuestra jubilación en menos de medio minuto, pero no que nosotros seamos capaces de interpretar el gesto de otra persona en una reunión social y figurarnos que estará enfadada por algo que sucedió dos días atrás.
La IA (Inteligencia Artificial) trata de fabricar un robot pensante. Tras muchos esfuerzos, los múltiples sabios consagrados a ello han empezado a comprender el papel fundamental desarrollado por las emociones en la construcción de un Yo, de cualquier yo. Una máquina capaz de ganar al ajedrez a Kasparov o de realizar cálculos en milésimas de segundo se parece mucho a un idiot savant, y aunque le gane en rapidez ni siquiera al savant le ganará en sensibilidad. Es un aparato incapaz de percibir significados, de sentir. La relación entre significado y sentimiento es clara. Dotamos de significado a aquellas cosas que, por una u otra razón, nos importan, y nos importan aquellas cosas que nos hacen sentir. Vivimos en un mundo de símbolos creados por y para nuestra supervivencia.
¿Puede un robot pensar, es decir, decidir? Decidir implica inclinarse por una u otra opción de acuerdo a un fin, y en medio de la ambigüedad de la mayoría de las circunstancias el fin dependerá de lo que sintamos. Sería preciso crear un robot con receptores del dolor, así como dependiente del entorno en un alto grado. Haría falta un robot que sufriese y dejase de hacerlo tras moverse en algún sentido y realizar alguna determinada acción. Pero para eso queda mucho, si es que es posible llegar a crear algo semejante por otro medio distinto del sexo (o la ingeniería genética).
Tienes razón con el si debemos por ahora no hemos llegado a un punto que plantee tal dilema, pero recorde esa frase y me pareció graciosa ^^, por que muchas veces los problemas solo se pueden ver despues, no antes, jajajaja si que divago, pero recuerdo tambien que me molesta un poco los prejuicios y las paranoias, prefiero descubrir como funcionan las cosas sin aventurarme a hacer juicios de ideas preconcebidas de lo que no se, si no contrariamente describiendo lo que descubro pero tambien es divertido plantearse contras de vez en cuando para realizar analisis criticos sobre consecuencias de nuestros actos, jajaja, volvi a divagar ^^.
Bueno, en Inteligencia Artificial creo que aún no se ha llegado al punto -corrígeme si me equivoco- de que se planteen importantes dilemas éticos del tipo: «si debemos»…
El campo debe de ser apasionante, y espero que obtengáis grandes resultados. Y creo que el camino a seguir es ese que dices: ver cómo se comportan los distintos organismos y copiar lo mejor posible los mecanismos que les hacen ser así y su evolución.
El tratamiento mas adecuado me parece un desarrollo evolutivo que se puede simular paso a paso, descubriendo como funciona la evolución con lo que conocemos, no tiene sentido «decir» que un robot es artista por que lo programamos para repetir las pinceladas de Da Vinci, pero analizando el porque del comportamiento animal, y logrando simularlo, luego identificando el por que del «Yo», la metafora y la trasendencia pero cuando tengamos relativamente claro como aparece en el animal, y como aplican las diferentes variables podriamos acercarnos mas correctamente al desarrollo de este descubrimiento que tanto anelamos… jeje no se por que se me vino a la mente una frase que no recuerdo quien me la dijo que decia: «estabamos tan emocionados buscando si podiamos hacerlo, que no nos detuvimos a pensar si debiamos» creo que es de Jurasic Park pero no estoy seguro.
Tengo experiencia con algo del trabajo sobre inteligencia artificial, y ciertamente es interesante y espero logremos descubrir algunas caracteristicas para ese «robot pensante», por ahora no tiene sentido buscar un filosofo robotico, e intentamos analizar por medio de teoria de decisión, lógica difusa, matematicas y teorias del caos, asi como diferentes modelos, el comportamiento de los seres vivos mas simples intentando simularlo (microorganismos y a nivel avanzado insectos), teniendo en cuenta la tendencia economica de los seres vivos, las limitaciones sensoriales, tiempos de respuesta biologica, reacciones quimicas, memoria, morfologia, etc. Creo que a nivel «decisión de una bacteria», y algunos insectos vamos por buen camino, aun es pronto para aventurarse a niveles mas complejos por que falta mucho para simular el comportamiento animal de manera imparcial, aunque existan otros enfoques de IA, muchas veces se desvian a buscar las respuestas que esperamos (o queremos), que a descubrir como funciona, pero aun asi vamos por muy buen camino y creo que llegaremos a descubrir ese robot pensante algun dia ^^.