«Si su uso fuera voluntario, el catalán se habría convertido en algo folclórico, atávico y colorista, pero no en una lengua de uso diario» (declaraciones de un nazi-onanista).
El lenguaje es un vehículo de comunicación que la gente se da a si misma. No conozco mejor ejemplo de orden espontáneo. Es cierto que las conquistas han supuesto muchas veces la imposición de un idioma, de forma correlativa, pero dejándolos libres los lenguajes evolucionan, se diversifican, y algunos, pues eso, se extinguen.
El idioma de los “opresores”, el castellano, ha variado desde sus orígenes latinos. No es el mismo castellano el del siglo XVI que el del XXI. Dos castellano-hablantes que pudieran saltar la barrera temporal que les separa y hacer un ademán comunicarse, tendrían problemas para lograr un correcto entendimiento. Y estamos hablando de un mismo idioma. Si un emperador romano hubiera decidido conservar el latín no sabemos que resultados hubiera obtenido, pero lo que si podemos asegurar es que tanto español como catalán vienen del latín, y que, a día de hoy, el latín no se habla y, sin embargo, la vida sigue igual.
Las lenguas, como decía, evolucionan, no son un fenómeno estrictamente sincrónico, tienen un fuerte componente diacrónico. Los lenguajes perdidos puede que interesen a algún etnolinguista o a algún historiador, pero no interesan a los hablantes, que son los que dan vida y sentido a un idioma, además de transformarlo gradualmente.
¿Qué es exactamente lo que pretenden estos políticuchos conservadores (sí, conservadores) de los idiomas? ¿Qué es lo que quieren preservar? ¿unas tradiciones mejores, más nobles, un estilo de vida original? ¿la identidad de un pueblo? No. Lo que quieren conservar y perpetuar es el poder. Pretenden levantar un Muro lingüístico entre su rebaño y los otros rebaños, para tener un mejor dominio sobre su terruño y las gentes que lo habitan. Si no se pueden comunicar bien con otros son un mejor endogrupo, y los otros un mejor exogrupo: propios y ajenos, auténticos y bárbaros, buenos y malos . Hay que diferenciarse por oposición. La lengua –es lo de menos.
Así que no importa si el catalán se convierte en algo folclórico, atávico y colorista. Lo mismo cabe decir del castellano y de cualquier otro idioma, o de cualquier tradición. Lo que la gente necesita es comunicarse, y que nadie ni nada interfiera en la comunicación. A ver si se enteran estos déspotas incultos. Pero creo que –no hablamos el mismo idioma.
Cree el ladrón….
No sé de qué hablas
¿Por qué habéis censurado mi comentario?
Se veía como publicado y ahora ya no está. Mucho fallo internetero o muy poca vergüenza.
Estos con tal de no aprender el español se hacen anglófilos.
Germánico, la respuesta es simple: porque si se lo permiten, muchos querrán hacerlo, ya que con el catalán te quedas en Cataluña, y con el español/castellano te mueves por medio mundo.
Hale, te pones en el lugar de los padres, echas cuentas de que le merece más la pena a sus hijos aprender, y la respuesta está clara, me da la impresión…
Además, se me olvidaba, tenemos que distinguir entre una imposición de no hablar una lengua y otra de hablarla. En la constitución, si no recuerdo mal, se habla del derecho y el deber de conocer el castellano. La cosa está en no excluir, así que yo atiendo más al derecho que al deber. ¿Por qué no iba a poder un padre escolarizar a sus hijos en castellano en Cataluña?
Jaim, francamente, a mi me preocupan poco las imposiciones hechas a lo largo de los últimos 300 años que no permanecen, y me preocupan más las vigentes y las proyectadas. Me preocupan poco los liberticidas y los totalitarios del pasado, y denuncio siempre que puedo a los del presente.
A ti parece preocuparte en cambio una supuesta imposición constitucional. No te preocupes, hoy todo el mundo se pasa la Constitución Española por el forro, empezando por el Tribunal Constitucional. Pero me alegro que te hayas dirigido a nosotros en castellano. Supongo que esto se debe a que te lo impusieron de chiquitín.
😉
El problema es cuando esa evolución no es natural sinó forzada. Te invito a publicar las leyes para imponer la castellanización de Cataluña en los ultimos 300 años. Me hace gracia los que se las dan de liberales y obvian la mitad de la historia. Com si una empresa quema la sede de la competencia y encima exige que no haya penalización, que eso es ir contra las «libertaz de mercado».
Los catalanes a lo mejor nos creemos vuestro universalismo-cosmopolita-liberal el dia en que os lo apliqueis a vosotros: cuando elimineis la imposicion constitucional a conocer el español, la obligación al etiquetaje en castellano, financiar con dinero publico insituciones y programas de fomento del castellano, o garantizeis el derecho de los no castellano-hablantes a recibir la educación en lengua materna en toda España.
Me imagino un lenguaje matematizado para explicar literatura, y un relato histórico para desarrollar un teorema y me entra la risa floja. Perdón.
Escolarizar a los niños en catalán es obligarles a hablar en catalán. El catalán no es sólo una asignatura sino el medio de comunicación obligado para la transmisión de todas las asignaturas.
¿Pero quien coño obliga a hablar catalán? Se obliga a aprender, al igual que se obliga a aprender matemáticas o historia.
Yo me perdí el lamentable espectáculo.
Por cierto, supongo que no veríais ayer a Cayo lara en «Tengo un pregunta para usted no», no?
Como una peli de miedo: La Momia… Menudo discurso. Y los realizadores podían intentar dorar un poquitín menos la píldora, o que al menos se notara menos el sesgo que le dan…
Tremendo que semejante partido y persona vayan a vivir de mi dinero…
PD: Lo único acertado que dijo es que a ver si cambian ya la ley electoral para que los votos de todos valgan lo mismo.
Juano, sí, en eso se concreta, en el chollo.
Minneconjou, has dado en el clavo: salvar especies, salvar tradiciones, salvar idiomas…..¿y a nosotros quién nos salva? No, a nosotros nos esquilman en nombre de las múltiples causas que nos son ajenas.
De todas formas yo me siento inclinado a un conservacionismo moderado, al menos en lo que a naturaleza se refiere. Es cuestión de, como decía Lomborg, el ecologista escéptico, de valorarlo todo y establer nuestras prioridades. No estoy dispuesto a asumir elevados costes por exiguos o nulos beneficios.
Miguel, a esos talibanes la Historia les importa bien poco. La reescriben y se quedan tan anchos.
Cataluña En El Renacimiento: Libros y Lenguas
Manuel Peña Díaz (Editorial Milenio. S.L.)
ISBN: 8492150262. ISBN-13: 9788492150267
Antes de los maléficos Borbones, antes de la Guerra de los Segadores, antes del Conde Duque de Olivares… el idioma mayoritario en los libros poseídos en Cataluña era el castellano, como todo el mundo se podía imaginar.
Su entrada, dedicada a un pobre talibán lingüístico, es excesiva No le parece suficiente que el tal talibán admita públicamente que el catalán es, si atendemos a la voluntad de sus hablantes, una lengua muerta?
A mí ya me parece suficientemente patético y que mueve a conmiseración la afirmación del burócrata que sostiene que el catalán vive por la respiración asistida que burócratas como él proporcionan.
¿No le parece a usted un tanto esperpéntico que se me a usar catalán por pena, que ése sea el mejor argumento que encuentren
Salvaremos a las lenguas de su natural extinción.
Recuperaremos especies extinguidas.
Salvaremos al planeta de sí mismo.
Salvaremos a las personas de sí mismas (cerdos comedores de comida basura y bebedores de vinos y cervezas).
La ciencia es aquello que confirma lo que dice el Partido. Ignorancia es Fuerza.
Lo mejor de todo, esa respuesta, clara, concisa, sencilla, extraterrestre ¿Y qué?
No me quito el cráneo porque me coge frío, que si no…
Amén de lo expuesto correctamente en el artículo, la vaina del idioma es también un chollo como excusa para dilapidar recursos públicos, beneficiar a empresas afines, etc, etc…
Que si subvenciono las clases del idioma, que si los libros de texto impresos aquí por la editorial que yo diga, que si multas por no hablar como yo digo, que si cursos para que los profesionales del rama que me de la gana puedan mantener su puesto de trabajo, que si congresos para justificar todo lo dicho anteriormente, que si televisiones, radios, periódicos…
No es sólo una herramienta nacional-socialista para someter al pueblo y generar una identidad frente al enemigo externo del que hay que salvar al pueblo. Es un gran negocio. Grandísimo. Pagado con el dinero que le toman por la fuerza a los «defendidos» sin que estos siquiera se planteen la idoneidad de tanto gasto.
Estoy de acuerdo, Alberto: que cada cual hable lo que le venga en gana.
No sería fusilado porque eso no se estila en estos tiempos
Durante el franquismo estaban prohinidos los diarios en catalán pero no las revistas en catalán.
Una lengua no es sólo comunicación, tambien es pensamiento. Me encantaría que mi lengua materna hubiera sido el inglés porque me podria comunicar mejor. No sé si pensaría mejor, pero pensaría distinto. Una lengua concreta no es una herramienta multiuso: sugiere, permite o impone ciertos usos.
Desde ese punto de vista está bien conservar las lenguas, porque son riqueza, pero no a costa de perder capacidad de comunicación. Resumiendo, que cada cual hable lo que le venga en gana.
Sé que no era tan horrible, era una pregunta retórica. Mis familiares de Lérida (no los de Barcelona) hablaban catalán con toda la pachorra del mundo, yo les oí, y nunca les detuvieron.
Evidentemente no había libertad, no les detuvieron porque jamás entraron en el gobierno civil al grito de «Visca catalunya lliure», que tampoco eran tontos. Me pregunto que pasaría si en el patio de un colegio de Badalona, pongamos por caso, entrara un padre desgañitandose diciendo «Libertad para los castellanohablantes». Retirada de patria potestad por perturbaciones graves, mínimo.
Lo primero proscrito es la objetividad, añado
No, no era tan horrible. Pero entra dentro de la demonización nazi-onanista.
Las declaraciones de este dictadorzuelo tienen la ventaja de dejar negro sobre blanco lo que casi todos sabíamos.
Que les importan una mierda las personas, que los indivíduos, para ellos, no tienen derechos, que el derecho es suyo (del dictador) y de la lengua, que como todos sabemos, una lengua es sujeto de derecho.
Aún así, sabemos que no tiene razón, otra dictadura proscribió el uso del catalán, eso dicen, y la gente, los indivíduos, siguieron usándolo.
Lo que me encaja mal en esta historia que nos han contado es cómo, en un papel de 1963 que tengo delante (un currículum de mi padre, madrileño él) dice: «Varios: …/… Habla la lengua catalana …/…» Tan horrible no debía ser.
Saludos.
Y más que me voy a poner esta semana, Hiel…..
¿Más religión? Pues sí que estás hoy trascendental… 😉
Saludos.
YO NO LE VOTÉ: ^^
Estoy de acuerdo, JL,
Pero digo: Es cierto que las conquistas han supuesto muchas veces la imposición de un idioma, de forma correlativa
Es cierto que las conquistas han supuesto muchas veces la imposición de un idioma
No, no es cierto. Las personas siempre eligen el idioma que les propociona más ventajas. Lo que pasa es que cuando se producen las conquistas el conquistador suele ser más fuerte que el conquistado no sólo militar sino también culturalmente. Diría incluso que lo primero es consecuencia de lo segundo. Una excepción a esta regla de que el más fuerte es culturalmente superior sería el mediterraneo oriental, que, al ser dominado por los romanos, no necesita abandonar el idioma griego, mientras que los pueblos del mediterráneo occidental sí adoptan el latín al aportar los romanos un acervo muy superior. En ambos casos el idioma hablado es el elegido por las personas, siendo el latín el idioma de la administración en ambos lados del mediterráneo.
Al final, Carlos, la supervivencia -del más fuerte (o el más malo). O, al menos, la perpetuación en el poder de quien lo detenta.
De acuerdo al 100 %. La mayor prueba de que el peor enemigo del nacionalismo es la libertad individual, es este argumento: el de la supervivencia de la lengua. Lo mismo podrían hablar de la supervivencia del paisaje (bueno, creo que el nuevo estatut ya lo hace) o de la raza (eso ya lo hace Heribert Barrera y otros nacional-socialistas del independentismo).