Nunca pensé, cuando abría este blog a «los otros», que la cosa iba a suponer también un compromiso. No porque «Desde el exilo» sea tan importante para mí, o para quienes aquí leen. No es cuestión de importancia. Es cuestión de continuidad. Es cuestión de respeto por quienes vienen cada día a leer lo que escribimos. Es cuestión de respeto por el trabajo de los cobloggers. Es cuestión de respetar el acuerdo tácito suscrito por quienes escribimos en el blog y quienes nos leen a diario. Es un problema de responsabilidad.
De acuerdo que bien podría decir aquello de «no tengo tiempo para este divertimento, no vuelvan, que cierro» y santaspascuas. Ya lo hice una vez, aunque no me atreví a cerrar el blog en aquella ocasión. Obviamente, hoy tampoco se me pasa por la cabeza dar cerrojazo a este proyecto que ya no es sólo mío, no es sólo de los autores del mismo, es de todos nosotros … y somos cada vez más. Sí les voy a decir -les voy a dar explicaciones, porque las merecen, porque son mis socios en esto de la blogocosa- que ando mal de tiempo. Que mi trabajo me exige muchísimo en estos momentos. Que mi familia me exige más aún. Es por ello que me ven poco por aquí. Es por ello que les doy las gracias a todos los colaboradores de «Desde el exilio», verdaderos artífices de la continuidad del blog. Y a nuestros lectores, siempre ávidos de nuestras ideas, siempre ávidos por comunicar las suyas.
Somos socios.
El Gobierno del Reino de España también tiene socios. Pero los gobernantes que hoy «disfrutamos» carecen del mínimo sentido del decoro necesario para llevar adelante sus compromisos. La palabra dada no significa nada. La firma en papel, tampoco. Ya no se trata de criticar la retirada de tropas de Kosovo, unilateral y vergonzante. Más vergonzante aún, si cabe, es el cómo. Desde la arrogancia del ignorante (ya hemos discutido aquí cientos de veces sonre la incapacidad intelectual de Moratinos o Zapatero) iluminado -nada de lo que hace este Gobierno es por azar o simplemente por desidia, o ignorancia. Todo está fundamentado en los dogmas de fe neomarxista.
Y es el neomarxismo rampante, con su enorme coste público, el que impide avanzar en la salida de crisis económica … y no dudo que la financiación de las tropas destacadas en los Balcanes ha jugado un papel importante a la hora de decidir su retirada.
Inmadurez e iluminismo. La inmadurez que impide sentarse con los socios y decirles: «nos va mal, no tenemos medios para mantener las tropas en Kosovo. Hemos de buscar vías para solucionar este problema» y el iluminismo que permite hacerlo sin el menor cargo de conciencia: «lo hacemos bien. Sabemos que lo hacemos bien. Los otros son los equivocados».
Un día más, ser español en el extranjero, es motivo de vergüenza. No les traigo los comentarios de la prensa alemana por eso, por vergüenza. Me pongo a trabajar …
Estoy en contra de la pena de muerte, excepto para franceses.
Ya, pues yo estoy en contra de la pena de muerte sin excepciones.
¿Se sabe ya cuando los fanáticos religiosos que van a gobernar Israel comenzarán a colgar homosexuales de las grúas?
¿Han cerrado ya la fábrica de Gottex? ¿La reconvertirán en «burkkax»?
En fin, Luis, a tu aire…
¿Algo que decir en este blog ahora que los propios terroristas israelíes reconocen los crímenes en Gaza que vosotros aplaudíais? ¿Algo que decir en este blog ahora que se sabe que los terroristas israelíes también usaban escudos humanos? ¿Algo que decir en este blog ahora que los fanáticos religiosos formarán parte del gobierno de Israel, cosa que os indigna cuando ocurre en Estados «musulmanes»?
Probablemente no, no habrá por aquí nada que decir… Habrá que esperar a ver si en el futuro este blog abandona el sectarismo.
excursus, yo no fumo nada antes de escribir …
dónde has leído todo eso que nos cuentas? Citas? enlaces? De qué nos hablas?
Ah! espera… has leído el País! (por qué será que nada más leer tu comentario me fuí al diario de PRISA…) Y en El País citan fuentes de la ONU y de dos ONG’s … vale. Es como citar a la Secretaría General del Movimiento, la OJE y la Sección Femenina a la hora de valorar la guerra civil española. En lugar de El País, lo hubiese hecho «Pueblo».
No tienes porque darlas… Tú a tu bola…
Dice psykoaktive:
Sin la menor duda, Luis, sin la menor duda.
Que vaya muy bien.
Saludos
Este gobierno de progreso produce la impresión de un bricolaje chapucero de estrategias de marketing en el que unos sociólogos juegan incorporando toda clase de desechos de tienta y expresando toda clase de payasadas sin obligación ninguna de hacerlo bien.
No tienen que hacer bien nada, todo puede dejarlo inacabado (como su propia vida, la vida de un pueril, reaccionario y desorientado rojo utópico de familia bien, que no acaba de lograrse), nada ha de ser rematado y todo vale porque surge de un dejarse ir, de un haberse puesto definitivamente en bata por la vida y haberse aparcado entre desesperada y protestatariamente en la cuneta de todas las historias, a esperar, a consumir tiempo y recursos, a chupar lo poco que queda en el bote, a procurar pasarlo lo menos mal posible, no ya como una noche en una mala posada, sino como un final de etapa historica, en un desierto donde no se sabe donde acaba el cielo y donde empieza el espejismo. Pero esta vez es un desierto de valores.
Un gobierno para el fin de todas las ilusiones (porque las modernísimas ilusiones ilustradas, positivistas, marxistas eran falaces, venga, a digerirlo, un fuego fatuo que apenas duro lo que un ligue erasmus en tres idiomas, o un pase de modelos en el interior de una discoteca pijita, desde donde no se va la cañada “real”), y, una vez acabada la juerga abrirse los ojos al mundo total de la miseria coming soon to your neighbourhood.
Ningún bobo, por muy solemne o cínico que sea, puede seguir ilusionándose con leyes de dependencia impagables, derechos para centollos y matrimonios continuos y diferenciables, así que se ponen los vaqueros mas gastados que encuentran, beben a morro media botella de lo que sea y se sientan a tomar conciencia de lo que les queda una vez disipada la ilusión de bienestar de una Europa prospera que no era mundo real, saino una realidad virtual pagada a precio de sangre.
Las capulladas de este gobierno son mas un gemido que un exabrupto, no pueden ser otra cosa, puesto que cuando la verdad no importa solo queda la calle, y la calle dice que asi no podemos seguir.
Don Luis,
lo primero siempre es lo primero. Es un placer leerle y si no se puede ahora, ya se podrá en el futuro. Disfute del tiempo ahora en Alemania ahora que todo está floreciendo
A mí, personalmente, me da la impresión que están jugando con fuego y no se dan cuenta del todo…
Cada vez hay más poster de la FE JONS, de AN y cosas del estilo. Lo que se oye a veces a gente de a pie da miedo, y lo que se lee, más…
Esperemos que empiecen a darse cuenta de que deben dejar de tocar el dinero de la gente, porque no está muy claro dónde va a ir a parar esto…
En cuanto a lo que comentáis, dudo que las vías sean tortuosas e indirectas, si no más bien como autopistas subterráneas, que si no te fijas un poco no ves…
Terminan en un no hay café para todos, pero para el politburó a 0,80, oiga.
Cierto, cierto, me olvidaba de los del politburó (y sus amigos). Para ellos siempre habrá café.
Sí hombre! Lo que te faltaba! Rendirnos cuentas!
Anda anda, cuando se pueda se escribe y punto!! Mientras tanto, los que nos beneficiamos de la existencia de este sitio seguiremos expectantes cualquier actualización
Y muchas gracias por este verdadero remanso en medio del maremágnum! Mucho ánimo y adelante: el espectáculo debe continuar.
Se muy bien a quién me debo, estimado Geralt.
Germánico, esa idea que apenas esbozamos, merecería un desarrollo más amplio … algún economista debería darse una vuelta por estos lares y contarnos cómo las políticas de café para todos terminan siempre en un «no hay café».
La conexión es más íntima de lo que parece. La irresponsabilidad total de los gobernantes socialistas lleva a que todo sea más caro, que por las mismas cosas haya que hacer mayores esfuerzos. Es lo de la Reina Roja pero con lastre: tienes que correr cada vez más para permanecer en el mismo sitio. La destrucción de capital y recursos se traduce en eso, a escala social. Al final son los individuos los afectados, por tortuosas e indirectas vías.