Hace unos 20.000 años el continente europeo mostraba este aspecto:
Como pueden ver si amplían la imagen, en la Península Ibérica los Pirineos, gran parte de Picos de Europa, los Montes de León, los sistemas Central, Ibérico y Bético se encontraban bajo inmensas masas de hielo. De forma natural, y durante el período interglacial al que asistimos, esas masas glaciares han ido desapareciendo de las latitudes más bajas hasta quedar reducidas a la presencia testimonial de varios glaciares menores en los Pirineos.
Está perfectamente documentada, mediante estudios paleoclimáticos, el registro fósil y geológico, la no constancia en el tiempo de las condiciones ambientales tal como hoy las conocemos, aceptándose su posible causalidad al cambio cíclico que sufre el eje de rotación de la tierra, aproximadamente cada 25.000 años, en el que éste se desplaza formando una suerte de doble cono, de modo que los polos describen un giro completo alrededor de la perpendicular al plano de la órbita provocando un cambio de la latitud climática de los círculos tropicales y polares y con ellos las consiguientes alteraciones ambientales.
Como puede verse el fenómeno ha sido estudiado, incluso se sabe que las variaciones de la polaridad terrestre con la erección del eje de la Tierra respecto a la eclíptica son de unas 468 centésimas de segundo cada decenio o su equivalente a 47 segundos cada siglo. Un simple cálculo indica que si contabilizásemos, solamente, los últimos dos mil años de nuestro calendario el eje hubiera variado, en su inclinación, algo más de 15 minutos por lo cual no sería nada sorprendente su influencia en los fenómenos que hoy día estamos viviendo. Por si algún posible lector le entusiasma el tema y quiere hacer unos números, diríamos que también se sabe que el último período de glaciación comenzó hace tres millones de años, prolongándose hasta el presente, y que en él se han distinguido épocas frías, denominadas períodos glaciales, y épocas más cálidas, llamadas períodos interglaciales, en uno de los cuales, comenzado hace unos 10.000 años, se enmarca la historia reciente de las civilizaciones humanas.
M.F.Loutre y A.Berger publicaron en 2000 su trabajo «Future Climate Changes: Are we entering an exceptionally long interglacial?«, Climatic Change 46, 61-90 del que les traigo esta gráfica:
Apoyándose en los datos de excentricidad, oblicuidad y precesión de la órbita terrestre, Berger ha logrado reconstruir una aceptable correlación entre la insolación del planeta y los cambios experimentados por el clima durante el cuaternario (ver A.L.Berger, 1978, Long Term Variations of Daily Insolation and Quaternary Climatic Changes, Journal of the Atmospheric Sciences, volume 35 (12), 2362-2367.) Si observan la gráfica, y partiendo de los datos del pasado, Berger intenta un modelo de «futuro». No voy a entrar en él. Los modelos, modelos son y ya saben que la predicción de lo que ocurrirá más allá de pasado mañana es cosa de Nostradamus y Jim Hansen. Lo que sí parece claro es que durante el presente período interglaciar las masas heladas se han ido retirando de las latitudes más próximas al ecuador, respondiendo así a un proceso natural de recuperación de temperatura atmosférica.
Les cuento todo esto porque me parece, a la luz de los datos palaeoclimatólógicos, completamente absurdo el uso que algunos alarmistas están haciendo del artículo publicado ayer en el diario «El Mundo» sobre el retroceso de los glaciares en los Pirineos. Por supuesto que se retiran los glaciares de los Pirineos! En latitudes de 42° es lo normal! Por qué la desaparición de los glaciares pirenaicos ha de ser explicada con un modelo diferente que para la desaparición de los glaciares de los Montes de León? o de Picos de Europa?
Y si los glaciares volviesen a crecer (algo que nosotros -efímeros- tal vez no lleguemos a ver), qué explicación darían?
Reflexionemos: Por qué el 99,999% de las especies que han existido se han extinguido ya? Recordemos que los fenómenos naturales suelen ser más drásticos y letales que la acción propia del hombre. Que, en los periodos geológicos, cuando los grandes saurios dominaban la Tierra, no existía la especie Homo sapiens y sin embargo, desaparecieron. Finalmente sólo resta señalar que, dado un tiempo suficiente, la probabilidad de extinción de una especie alcanza la unidad, es decir, tarde o temprano todas se van. Es una catástrofe?
Actualizado: Antón Uriarte también nos cuenta detalles importantes al respecto.
Esto no es más que resucitar la opinión de Paul Ehrlich en los 60 y 70: el frío va a llegar!
A ver si me aclaro; según la gráfica de Loutre y Berger es claro que vamos a un aumento del volumen de hielo en Europa, es decir, hacia un clima más frío. ¿Es así o estoy hoy especialmente obtuso?. Si es así, más que sacar CO2 de la atmósfera lo que habrá que hacer es ¡emitirlo y dejarlo para que «modere» la bajada de temperaturas!. No se me había ocurrido, pero si lo del trading de derechos de CO2 funciona para eliminarlos igual también funciona al revés y nos podemos adelantar a Al Gore para pisarle el negocio de los derechos de EMITIR CO2. ¿Cómo lo veis?.¿Voy creando ya la empresa?.¿Os parece bien el lema «Our CO2 keep you warm»?.
Nunca pensé que este engañabobos del CO2 pudiera llegar a ser tan divertido. Lástima que sea tan caro.
Saludos,
😀 Currela.
No he querido decir ni una palabra de los datos «futuros» ni del desarrollo de la gráfica por no caer en los mismos vicios que nuestros calentólogos. Pero sí, lo has visto bien, la previsión es de aumento de la masa de hielo en el hemisferio norte … durante los próximos 20.000 años! No sé que es peor, si dar validez a un modelo calentólogo o a este. Bien es verdad que éstos, por lo menos, extrapolan a un modelo datos que vienen del pasado, no se inventan uno.
Y si cumplimos con Kyoto, los glaciares probablemente desaparecerán igualmente y (casi) todos seremos un poco más pobres.
El (casi) va por los que se están forrando con el trading de los derechos de carbono, los perceptores de jugosas primas por producir kWh solares a 10 veces su valor de mercado y los elaboradores (y revisores) de sesudos estudios sobre la influencia del cambio climático en la reproducción de la sardina abisal indonesia.
Pero Luis, no te das cuenta de que esos papers ya no valen?? Están muy obsoletos!! De 1978 y del año 2000, puaf! 2007 en adelante o no se admite! Ah! Y con pedigrí!
Si no hay un paper nada! ;-P
En fin, una más, pero, ¿para qué? Hasta que no entiendan que no se está negando el calentamiento del planeta, si no que lo que se hace es dudar de que los procedimientos que se están usando para estudiar el proceso de los cambios climáticos (y no digamos ya para extraer conclusiones) sean adecuadosm entonces todo esfuerzo es estéril… Ahora, muy entretenido y gratificante!
Geralt, no te pases! que esta vez cito dos papers (dos), a su vez profusamente citados en publicaciones peer reviewed en revistas indexadas. Para comprender la ineptitud de algunas gentes basta recordar lo que decía César Ceresuela, coordinador de la CHA, allá por el 2006:
Toma ciencia!