Durante los últimos seis años (2003-2008) las mediciones de temperatura global tomadas desde los satélites muestran una clara tendencia a dirminuir, tendencia que no podemos observar en los datos del GISS. Antes de 2003 las tres principales fuentes de datos parecían coincidir con leves variaciones, e manera que resultaba fácil considerar los datos consistentes. Sin embargo, en los últimos seis años la divergencia entre los datos GISS de un lado, y los datos UAH y RSS del otro, son cada vez más dispares, tanto matemática- cmo visualmente:
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