Dejando aparte el carácter teatral de la representación en la que Dª Maite hace de poli mala que quiere subir el recibo eléctrico un 31% (para beneficio de capitalistas, especuladores, fascistas y demás) y Sebastián y ZP de polis buenos que cuidan que las subidas sean taaaaan moderadas que solo dupliquen (al tiempo) el IPC, no está de más repasar alguna cifra que ya comentábamos hace unos meses:
El RD 661 de junio de 2.007 fijaba una remuneración para la energía solar fotovoltaica de 44 c€/kWh con un límite de 371 MW instalados. A los pocos días, las solicitudes alcanzaban miles de MW y se llegó al compromiso de que las plantas finalizadas y conectadas a red antes del pasado mes de octubre cobrarían todas ellas esa prima (durante los 25 años previstos en el RD) y las siguientes deberían conformarse con una cantidad menor, que finalmente ha sido de unos 30 ó 32 c€/kWh.
Nadie sabe con certeza que potencia instalada ha entrado en el cupo de los 44 céntimos, pero basta darse una vuelta por el campo de cualquier región española para intuir que la cifra será elevada. En algún caso (Andalucía, claro), las administraciones autonómicas están maniobrando para que los amiguetes entren en el cupo si se han quedado colgados de plazo por poco.
Se está hablando de una potencia más de cinco veces superior a la prevista originalmente, esto es, unos 2.000 MW. Con estos datos y alguno más ya citado en las entradas anteriores donde tratábamos el asunto este de las simpáticas placas solares (saber que estas placas producen energía algo menos de la cuarta parte de horas equivalentes al año, que la potencia media consumida en España es de unos 31.000 MW y tomar un precio medio de mercado de la electricidad de 5 c€/kWh), es fácil calcular (para un prelogsiano medio, pepiños abstenerse) que el caprichito de las placas repercutido en los costes de generación iba a suponer un 15% de subida si tal incremento se repercutiera en la tarifa.
Como además de la solar, también generan déficit tarifario (aunque proporcionalmente menos por kWh producido) otras energías, podemos deducir que lo del 31% no es ninguna tontería.
¿No queremos nucleares ni térmicas de carbón? Vale es una opción. Pero una opción que hay que pagar.
La verdad, veo más justo (y más socialista, aunque menos populista) pagar el capricho vía tarifa para que pague más el que más consuma, pero los caprichos hay que pagarlos. Y si no se pagan vía tarifa, se hará con el dinero público, ése que no es de nadie, vía impuestos, pero sin duda, lo pagaremos.
Eso sí, como no subirán la tarifa (al menos no el 31%) el antinuclear Zapatero quedará como un bienhechor de los descamisados, que pagarán con sus impuestos los caprichos del ignorante que nos (des)gobierna. Y como nadie les cuenta estas cosas en los medios de desinformación masiva, lo pagarán a gusto y le seguirán votando.
Es lo que hay.
Muchas gracias a ti María por tus atinados comentarios. El problema de acabar con la tarifa (que por supuesto debe hacerse) es la previsible falta de competencia que tendremos, equiparable a la de los precios de las gasolinas. Se impondrán los acuerdos entre los peces gordos y buscarán el medio de sacar del mercado a los pequeños distribuidores que intenten entrar en el juego.
Ahí entramos en una cuestión más general. Hay quienes desde posturas liberales pensamos que el Estado no debe tener muchas atribuciones, pero unas cuantas sí y entre ellas una de las fundamentales es la vigilancia y defensa de la competencia. Vistos los precedentes, no soy optimista.
Tu visión acerca de la ceguera nacional en cuanto a la política energética y la sensación de que estaremos a la cola en cuanto que se relance la única opción por el momento técnica y económicamente viable (la energía nuclear, claro) es ampliamente compartida entre los profesionales de la Energía (hablo de profesionales, no de especuladores) se dediquen al campo nuclear, al gas, al carbón o incluso a las renovables.
Cordiales saludos, esperamos «verte» por aquí.
Efectivamente, no se habla del efecto en el mercado de electricidad y es muy importante. La Comisión Europea ya ha abierto un procedimiento de infracción para las tarifas a los industriales (por ser consideradas ayudas de estado) y tiene en marcha una sobre la tarifa a consumidores privados.
Las directivas europeas permiten solo la llamada tarifa de ùltimo recurso que está pensada para evitar que zonas aisladas, donde no hay interés económico para las empresas, queden desconectadas. Pero es una excepción con criterios muy definidos.
En España, con un buen par, se está aplicando la tarifa de último recurso a más del 80% de los consumidores.
En Francia tienen tarifa (hasta 2010) por todo lo contrario. Será probablemente el único país donde se incrementen los precios de la energía al crearse el mercado europeo. Ahora el precio de mercado lo marca el mix alemán (70% gas y carbón + renovables) y en francia tienen un 80% de nuclear. El acuerdo tácito entre la sociedad y el gobierno es que aceptan la nuclear porque veían un claro beneficio. Sin embargo ahora, sin tarifa, pagarían su electricidad nuclear a precio de carbón alemán, y por eso han plantado la tarifa. Aunque no esté de acuerdo con esta tarifa tampoco, al menos cubre de sobra los costes de generación.
Cada estado de la UE tiene sus problemas: Francia monopolios públicos, Alemania, gigantes históricos verticalmente integrados, Inglaterra, falta de suministro (gran culpa de francia que bloquea la capacidad para subirles el precio) y España, regulador politizado y nada independiente y la tarifa regulada (sin contar con el mix estúpido que tenemos).
Pero al menos otros países se toman en serio la política energética ya que es un tema estratégico clave para sus economías y seguridad. En España parece que no va con nosotros y eso lo vamos a pagar muy caro. Todo Europa (incluído Italia) relanzando el parque nuclear y nosotros vendiendo «viento» literalmente. Los Estados del Este tienen muy clarito que o nuclear o Rusia. Así que no tienen KWh de izquierdas ni de derechas. Lo mismo para los nórdicos.
Felicidades por el blog. Haces comentarios muy pertinentes e informados sobre un tema que desgraciadamente se trata demasiado poco.
Totalmente de acuerdo María, tú sí que lo ves claro.
Para elegir es básico disponer de información. ¿Queremos renovables? Por supuesto, hay factores positivos como la rebaja de las importaciones energéticas. Pero sin perder de vista los costes, que es de lo que no se informa.
Y luego, como señalas al igual que Manuel, que no tenga uno que pagar la factura del vecino derrochón. Si Gore y alguno como él gastan diez veces más energía de lo normal, que lo paguen. Financiar el déficit vía impuestos fomenta el derroche, eso está claro.
Apuntas otro asunto interesante: Los manejos de las grandes compañías para limitar todo lo posible la competencia (las pequeñas distribuidoras que citas) favorecidas por la legislación. Lo de siempre. Nada asusta más a los ricos y poderosos que la libre competencia. Por suerte (para ellos), ahí tienen al lado al gobierno de turno para echarles una mano.
En efecto, la información es la clave, pero parece que no interesa. En eso estamos.
Muchas gracias Manuel. El buen criterio debería ser independiente de la ideología. Y es que las cifras cantan.
Por un lado, si el coste se reflejara en la tarifa, el ahorrador se beneficiaría mucho más que ahora, cuando por mucho que economice su consumo va a tener que seguir pagando vía impuestos lo que tiran los derrochones.
Por otro, si queremos energía verde, sea vía tarifa o vía impuestos, hay que pagarla. Y esa información es la que se echa de menos en los medios.
Una central nuclear con la inversión amortizada como la de Garoña, tiene un coste de producción del kWh menor que 2 c€/kWh. Habrá quien esté dispuesto a pagar 44 céntimos por el kWh solar fotovoltaico y querrá que cierren Garoña, no lo dudo. Pero si conoce estos dos datos, igual se lo piensa.
Y en cuanto a los riesgos, pues claro que existen, como en toda actividad industrial. Pero si hacemos caso de la estadística y dejamos aparte mitos, la industria nuclear no es precisamente la más insegura.
Pues claro Bastiat que es rentabilísimo. Para el que instala las placas, y para el que fabrica el silicio de las placas, como los dueños ucranianos de la fábrica de Puertollano con quienes los responsables de la Junta se besan y abrazan.
Para los que cotizamos los impuestos que pagan todo eso, ya es algo menos rentable.
Gracias Drizzt. Señalas con acierto lo de las protestas con la rebaja de la prima, pero es que ¡se ha quedado en 30 c€/kWh! que sigue siendo unas 6 veces el precio de mercado. Si hubiera barra libre para las placas fotovoltaicas ¿quien pagaría gustoso 6 veces más en su factura de luz?
Naturalmente, ningún autoproductor se alimenta de su producción, si lo vende a 44 y lo compra a 9, ¡menudo negocio!
El problema de la tarifa es que obligan a las empresas a vender energía un 30% por debajo del coste de generación. Y luego todo el mundo a pagar con sus impuestos la factura del vecino.
En España, como bien dices, la energía es cara. Dependemos en un 70% de las importaciones, cada vez tenemos menos nuclear y las renovables, como sabemos todos, son caras. Ahora bien, si decide el país optar por renovables y gas de argelia, perfecto, pero tiene un precio y lo justo es pagar lo que tú consumes.
Manteniendo la tarifa regulada generalizada (que, por cierto, es ilegal con respecto a las directivas europeas de mercado interior), da lo mismo que yo recorte mi consumo si quiero ahorrar dinero porque me están cobrando con mis impuestos la factura global del país. Ahora bien si cada uno paga lo que consume, a precio real, sí que puedes ahorrar si quieres, o pagar más si quieres tener la casa como Al Gore.
Además, esta tarifa va en contra del mercado interior: sólo se aplica en la parte de distribución al consumidor final. Hay compañías que no generan y compran la electricidad y luego la venden bajo tarifa (recuerdo: 30% por debajo del precio de generación) a pérdida. En resumen: estamos cerrando el mercado a este tipo de compañías ya que sólo los generadores históricos reciben el dinero del déficit.
Lo mires por donde lo mires, no tiene ningún sentido ni económico, ni social, ni medioambiental (ya que supuestamente eso le preocupa a ZP). Sin señal de precios, no hay cambio de costumbres de consumo.
Además, pienso que si la gente supiera lo que le cuesta el KWh, tendería a ver con mejores ojos la energía nuclear.
Lo idóneo sería quitar la tarifa y reducir los impuestos destinados al déficit. Y sobre todo, explicar a la gente que lo que no pagan casa mes a la compañía, lo pagan cada año al gobierno por otro lado.
Saludos
Buen artículo.
Estoy de acuerdo completamente con que es mejor pagar via tarifa (y como socialista que soy así lo creo).
También me parece un despropósito por parte de la mayor parte de la izquierda tanto oficial como extraoficial seguir con las posturas intransigentemente antinucleares. Creo que eso nos está causando mucho daño por mucho que las nucleares tengan sus riesgos. Francia es un país a la izquierda de España en casi todo y tenemos que depender de ellos energéticamente porque allí tienen industria nuclear.
Creo que aunque de momento fuera muy caro tomar todas las medidas preventivas necesarias para que no haya desastres nucleares en nuestro país, dado nuestro fuerte retraso tecnológico respecto a otros paises donde tienen muy bien aprovechada esa energía, a largo plazo iba a ser mejor.
Ayer vi en la tele regional, la de C-LM, un publirreportaje realizado por dicha compañía sobre la «diversificación» que están llevan a cabo las empresas agrícolas en la región. Una de esas diversificaciones es la instalación en los tejados, algo apoyado ni mas ni meno que por la UPA, de placas fotovoltaicas que, como ellos mismos reflejaban son rentables gracias a las subvenciones.
Bueno, pues en el reportaje, el dueño de dicha explotación que había incluido en ella otro de los grandes sumideros de dinero público, el de nadie hasta que llega a manos de alguien, en este caso un empresario afín, cómo no, una casa rural. Dicha casa, de diseño, necesariamente cara de construir, había realizado la construcción para favorecer dicha instalación fotovoltaica, algo que yo haría porque sí creo en la autonomía energética individual, algo de lo que podríamos hablar, pero que sale mucho más barata si se hace con subvenciones.
Pues bien, el señor, delante de las cámaras, y con toda la caradura del mundo dice precisamente eso, es más rentable consumir la energía que viene por la red que la que ellos mismos producen. Y decía eso hablando de las subvenciones y, ójo al dato, con una camiseta de esas que de las que se han hecho decenas de miles, de las del Quixote con el escudito de la Junta de Comunidades de Castilla.-La Mancha en la manga para que se viera bien….
Es una vergüenza que nadie denuncie esto en los parlamentos.
Muy esclarecedor, una vez más, tu artículo. Sirva como ejemplo, que cada vez que salgo por la A-6, y llego a Castilla y León, veo como en vez de cereal se plantan células solares. Gente que trabaja en el sector me lo ha dicho claro: sin las subvenciones que llevan aparejadas, no sería ni rentable. Y sólo hay que ver como se pusieron las empresas que se dedican a fabricar células cuando se habló de cambiar el precio al que pagan el Wp. En un sistema donde es más rentable vender la electricidad que generas a la red y luego comprarla en vez de autoconsumirla, falla todo.