Simplemente, porque no está cumpliendo con su deber como oposición. No sé si es una decisión deliberada que responde a algún tipo de estrategia (el típico equipo de tercera que juega a no perder, renunciando al ataque y esperando un rebote afortunado o el simple transcurso del tiempo reglamentario) o se debe a la pura incompetencia.
Si es estrategia, es suicida: al equipo que juega a no perder siempre le acaban colando un gol en el último minuto; y el PSOE es especialista en jugadas marrulleras. Y si es incompetencia, es peor. Parece imposible que Blanco, De la Vega o Zapatero puedan transmitir al inefable electorado español más credibilidad que Soraya, Cospedal o Rajoy, pero es así. Cierto que buena parte de la culpa es del nulo criterio intelectual de la mayor parte de ese electorado, pero no lo es menos que si alguien consigue que determinados mensajes calen, no ha de ser imposible lograr que otros también dejen un sedimento.
Son tantas las mentiras que pueden explotarse para minar la credibilidad del partido en el gobierno que resulta inconcebible que no se esté haciendo más y mejor. Aquella lapidaria frase de Zapatero de que la peor tasa de paro de sus gobiernos sería siempre mejor que la de los gobiernos Aznar ha saltado en mil pedazos; son hechos objetivos, números fríos e incontestables, y no veo que nadie se los esté restregando por la cara. Ayer, sin ir más lejos, afirmó que trabajaban en España 20 millones de personas, y son casi 1.200.000 menos. Vuelven a ser simples números, contundentes muestras de ignorancia o falacia, o de ambas cosas, y no se usan. El gobierno alardea del sistema financiero más sólido del mundo, y al día siguiente decide inyectarle la monstruosa cantidad del 15 % del PIB. No se trata ya de discutir si eso es bueno o malo, que también, sino de demostrar incansablemente que el lema «España no se merece un gobierno que mienta» es más cierto que nunca.
Y Solbes, en cuántas mentiras no se puede pillar a Solbes, que ha cambiado de criterio 35 veces en los últimos siete meses. Un hombre que ya arruinó la economía española bajo el gobierno González debería estar recibiendo bofetadas día sí, día también, valiéndose tan solo de hechos comprobables.
Qué decir de las reiteradas negativas del presidente a admitir que en Cataluña, Euskadi y Galicia existen problemas lingüísticos, discriminación flagrante de ciudadanos. Es tan simple como pedir a las respectivas sedes del PP que recopilen la información, documentada y corroborada, para volcarla después en la tribuna del Congreso y dejar nuevamente en evidencia la mentira constante que constituye el modus vivendi del presidente.
Ponga además el PP sobre la mesa el tema tabú por excelencia, y sáquelo cada día en los periódicos hasta que se convierta en tema de tertulia tabernaria, a saber: ¿cuánto nos cuesta el capricho del estado de las autonomías? Nuevamente números fríos y eficaces, incontestables, que no haría falta ni adornar con los abusos de esas autonomías con los dineros públicos, el mal uso que de él hacen para labrarse algunas su futuro como estado independiente. Esto también daría de sí, y debe usarse, pero la enorme facilidad que supone poder hablar con datos en la mano, irrebatibles e irrefutables, sobre la ruina económica que nos reporta el estado de las autonomías haría que el tema del abuso acabase surgiendo por sí solo. ¿Alguien se quiere limitar a calcular, por no ir más allá y como mero ejemplo, lo que suponen los 17 parlamentos autonómicos, con su centenar de diputados cada uno y su personal directo? Explíquenles esto a los ciudadanos en tiempos de crisis, y a ver cómo reaccionan.
Hoy en la radio han calificado a Rajoy de «aparatoso inútil que preside el PP». Me encanta la definición. Él es la explicación fundamental de por qué el PP no supera en 20 puntos al PSOE.
Autor: Germont
Sobre CDL. Encuentro en un escrito suyo sobre Estado y Sociedad:
El problema esencial, no es el de más o menos Estado. El problema es de una parte cuánto Estado es necesario para el cumplimiento de una determinada función en relación con la sociedad o los individuos […] Se trata por tanto, de definir un nuevo modelo de desarrollo social que, aprendiendo la lección de los excesos burocráticos e intervencionistas del Estado Providencia, combine de distinta manera y con diferentes métodos de gestión la solidaridad social y la eficacia económica.
[voy a opinar al respecto, pero vaya por delante que es juicio apresurado]
Es interesante, Ángel lo ha clavado en su comentario. Yo no estoy de acuerdo con este enunciado de CDL, no veo bien qué tienen de liberales. Quieren hacer la cosa eficaz, democrática, transparente, no excesiva, etc. Lo mismo podría decir cualquiera. ¿Somos liberales porque está todo hecho cisco o porque realmente creemos que el Estado debería disminuir incluso en aquellas cosas que hace bien? Yo creo que cuanto menos, mejor, la cuestión del tamaño me parece muy importante. Dado que el Estado es el único legítimo usuario de la violencia, me gustaría que cada gramo de coacción y cada miligramo de violencia esté totalmente justificado. Creo que no es suficiente con no ser corrupto, administrar eficientemente, aligerar la burocracia, ser efectivo y ofrecer un buen servicio. Eso es lo mínimo exigible a cualquier gobierno, y son cuestiones de tecnócratas que poco tienen que ver con la ideología de fondo.
Creo yo…
Gracias a Dios y a la previsión del prestidigitador, no hace falta recurrir a revoluciones ni a pronunciamientos. Si alguien está interesado en el procedimiento legalmente establecido para modificar el sistema representativo puede leer el artº 168 en relación con el artº 23 de la Constitución vigente.
Ángel me envía este comentario por e-mail:
¿Cómo se cambia una Constitución? Pues convocando Cortes Constituyentes, lo que, por cierto, ya se cuidaron los políticos – por las razones que expuse antes – de no hacerlo, para, mediante prestidigitación, sacar de la chistera de una Ley para la Reforma política el gazapo de una Constitución.
Yo centraría el debate en dos cuestiones:
1) ¿cuáles son los valores comunes a los liberales? Los básicos, que pudieran aglutinar a liberales que tienen diferentes opiniones al respecto de muchas cosas. Este sería un trabajo de liberalismo ideológico, o clásico. Una vez más o menos encauzado:
2) ¿cuáles son los principales temas que se podrían tocar en España desde una óptica liberal? Autonomías, competencias educativas, legislación lingüística, una persona=un voto, libertad de horarios, competencias administrativas abusivas, etc… Esto sería un trabajo de liberalismo aplicado, para la sociedad real en la que vivimos (que no es América). Una idea sería ir discutiendo los puntos que a la ciudadanía le importan más (hay muchas estadísticas y encuestas al respecto), porque al fin y al cabo del debate debería salir esbozado un programa claro en ciertos aspectos aplicados, no solo una mera «declaración de principios».
Tuve examen hoy y tengo otro mañana, así que seré (más o menos) breve y me dejaré cosas atrás:
1.-Normalmente la diversión, el apasionamiento y el disfrutar del lujo del debate es porque nos centramos en las diferencias. Ese juego nos engancha, nos reclama a venir al encuentro. Y con él no buscamos la victoria, disfrutamos el hecho en sí, disfrutamos el encontrar puntos comunes que no veíamos antes, disfrutamos ver otros razonamientos y premisas. Si la mayoría del tiempo nos lo pasáramos hablando de lo que estamos de acuerdo esto sería un soberano coñazo.
Pero el caso es que tenemos muchísimo en común. Y dado que por norma no buscamos elaborar un Corán que regule cada aspecto de la vida y de la sociedad, es enorme el campo que no hay que tocar (¿en cuantos segundos nos cepillaríamos la ley antitabaco o la regulación de la apertura de farmacias?).
Así que sin prisa pero sin pausa, trabajando bastante (que obstáculos y matices abundarán), no debería ser complicado ir elaborando una plataforma de consenso. Hasta que logremos el poder, si ese día llega, es fácil que nos conformemos con ir luchando por esos puntos comunes. Al golpito. Y si llega el momento en el que tengamos que consensuar sobre nuestras diferencias, seríamos estúpidos si nos sentáramos con planteamientos de o todo o nada. Siempre que la linde ensanche nuestra finca ganamos todos, aunque no llegue donde pensemos que debería.
2.-Aquí no vale el «yo no que estoy liado». Con ese espíritu Nueva York sería todavía una provincia inglesa. Dar de alta a un partido es un simple trámite burocrático. A partir de ahí es todo trabajo en equipo. A unos les tocará pegar sellos y a otros utilizar su labia en la radio. Nadie va a venir a hacernos el trabajo. Y más de uno se verá solicitado por el grupo para que asuma más responsabilidades.
Y una vez más creo que, si bien habrá discusiones acaloradas, en lo esencial estamos enfilados: listas abiertas, libertad de voto, compromiso con el programa, valores sobre intereses…
3.-Visto lo visto en este foro, no creo exagerado afirmar que la inmensa mayoría de los que aquí coincidimos pondríamos dinero de nuestro bolsillo para apoyar y mantener un partido liberal en nuestro país. Señores, en los días que corren eso no es poco.
Pues bien, les lanzo un reto: organicemos grupos de trabajo y marquemos un plazo: Agosto, por ejemplo. Que los miembros de cada grupo interactúen en este fantástico medio y unos vayan elaborando un ideario, otros unos estatutos, otros un reglamento, otros un programa, otros estrategia, otros plan de marketing (ojalá hubiera para tanto grupo, pero bueno, trabajo hay). En el proceso, que se vaya publicando lo consensuado y se expongan al grupo los escollos difíciles.
Como poco este ejercicio nos obligará a dar forma a las ideas que nos llenan la boca de una manera constructiva. Sólo por eso vale el esfuerzo. De repente en el camino encontramos quien se una. Y con suerte y un par de lo que hay que tener, organizamos un encuentro fundacional y la liamos (como mínimo esa noche;)…
Ah, y dado que se ve venir que dentro del partido tendrán que convivir dos corrientes diferenciadas (los ACDC y los Alan Parsons) sería deseable que ningún grupo fuera monocolor. Eso no vale 😉
Menos mal que iba a ser breve. Bueno, un saludo y salgo pitando que tengo que asimilar eso de las modulaciones de onda y demás brujería hertziana…
Mala pasada del cabronazo de Gates y su Windows Vista; estoy de viaje y he escrito un largo comentario que ha desaparecido en esa inmensidad de ceros y unos del disco duro.
Resumo:
-Gracias Juano
-UPyD es socialista, más que el PSOE.
-Existe desde 2006 el CDL (Centro Democrático Liberal); nació con una aguda ‘progresitis’, no sé si es porque hubo problemas en el embarazo- Tras su II congreso ha disminuido la -itis, pero sigue con su Progresía como canción para cualquier hora; estuve tentado de afiliarme pero me molesta lo políticamente correcto, y estos lo son un rato largo; pero…podría ser un punto de contacto-
-Yo, desde mi senectud, estoy por la labor de una nueva alternativa liberal que jamás piense en más corrección que la de la buena educación y el trabajo bien hecho-
-José Antonio Segurado renunció a la presidencia del partido Liberal (el que fue de Joaquín Garrigues), pero sigue detentando ‘la marca’- Tiene blog personal; nos podemos poner en contacto con él, aunque me imagino que más que un buen discurso nos harán falta muchos euros.
-Luis I,. Bastiat y Germont me conocen y saben que soy ya un ancianito con achaques pero que me preocupo más que por mi salud, por la España que estoy/estamos dejando a mis/nuestros nietos; se los debo,
Contad conmigo
Ángel
Qué horror! ¿Qué hacemos?¿ Un estado centralista es lo más parecido a un régimen despótico, pero efectivamente un estado de autonomías como el actual es el perfecto hervidero para que críe toda la corruptela que desangra a este país cual ladillas en las partes bajas.
Que petazetas es un presidente bastante incompetentote, aun cuando ha hecho importantes avances en materia social, ha quedado patente con la «crisis». Y que Rajoy es un absoluto inútil y, encima, grosero, manipulador (y manipulado) y mentiroso, también.
Mi conclusión: los dos partidos apestan a podrido. Mientras sigamos teniendo el actual sistema electoral (que beneficia a los dos grandes partidos, que en el fondo son idénticos, y a los nacionalistas) seguiremos igual. Ése es el quid de la cuestión. Todo lo demás («discriminación» lingüística en Catalunya, nación de naciones de nacioncillas, educación para la ciudadanía, etc) no es más que paja para que la gente no se ocupe de lo que se tiene que ocupar, que es de echar a esos dos bloques negros de nuestro gobierno. Un saludo.
«»»»»»»»»»»»»Gracias Luis, no me habré explicado bien. Si efectivamente estamos hartos de partidos y partitocracia, ¿Por qué la discusión se centra en otro partido más, llámese liberal, jacobino, o lo que sea, en lugar del cambio del sistema representativo, es decir, de la reforma de la Constitución?»»»»»»»»»»»»»»
¿Quizás porque no hay otra forma de cambiarla más que teniendo representación en el parlamento con la Constitución actual?
«»»»»»»»»»»»»»enseñanza pública: solo para los pobres o en los lugares donde no llegaría la privada (como un pueblecito en mitad del monte). Y cheque escolar, cero trabas al homeschooling. Esto serían los primeros pasos. Por supuesto instrucción, y la mínima educación: ni EpC, ni religión, ni nada que se le parezca.»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»»
Hablé de la enseñanza pública porque el tema de la EpC sí que me ha mostrado a algunos que rechazan eso pero dejando la religión.
Pero bueno, desde luego el objetivo es la privada o, por lo menos, el cheque escolar.
Creo que lo que se podría pensar como prioritario en educación y sanidad es el cheque escolar y sanitario, antes de meternos en camisas de ocho varas como las privatizaciones, que esas parece que las mentas y se te levanta en contra el mundo entero.
En cuanto la gente probara los beneficios de la competetitividad creo que ya estarían más predispuestos a oír hablar de privatización. Pero, desde luego, si vamos con las privatizaciones de primeras no nos comeríamos un rosco.
«»»»»»»autodeterminación: es un derecho colectivo, justificada si y solo si protege los derechos individuales SIEMPRE. Cosa muy discutible en un lugar donde la razones son “derechos históricos”, donde ETA busca una nación socialista, donde se multa a quien no rotula en catalán su establecimiento, o donde se insultan a representantes de Galicia Bilingüe, o el poder público discrimina contrataciones por conocimiento de idiomas que añaden CERO a conocer castellano. En un Estado pequeño la autodeterminación o no sería bastante irrelevante, pero eso está muy lejos y lo que hay es lo que hay.»»»»»»»»»»»
No es un derecho colectivo, a mí me parece que no es más que otra forma del derecho individual a la asociación.
«»»»»»»»»»»»»»aborto – perseguido a partir de la 12. semana salvo casos a decidir por la medicina
matrimonios gays – el estado no tiene nada que decir sobre matrimonios, ni gays ni no gays
república – sí
nueva Constitución – por supuesto
derecho de autodeterminación para los vascos, catalanes … – siempre
laicismo total y radical en la enseñanza pública y las administraciones – yo estoy por la voluntariedad y la escuela privada
legalización de las drogas – sí
de la prostitución – claro
eliminación de un idioma “oficial” – obvio»»»»»»»»»»»»»»»»»»»
En lo de los matrimonios, toda la razón. Pero creo que se entiende lo que quería decir.
Sobre la enseñanza pública, lo que comento arriba.
«»»»»»»»»eliminar “idioma oficial”: imposible de hacer mientras que las administraciones públicas necesiten idioma. «»»»»»»»»»»»
Pues a mí me parece muy fácil. A los Ayuntamientos los escogen los ciudadanos. Si los ciudadanos ven que el Ayuntamiento no se comunica con ellos, ya escogerán a otro para que se encargue.
P. ej; un alcalde pone todos los carteles y toda la comunicación en su municipio en árabe y no hay ni uno solo que lo entienda en el lugar. Pues nada, a escoger otro que recoja las necesidades reales de comunicación de la gente.
¿Es relevante centrar el debate en la creación/existencia de un nuevo partido liberal? Creo que sí:
¿cómo se cambia el sistema representativo? ¿cómo se reforma la Constitución? Hombre, se puede dar un golpe de Estado, o movilizar a las masas, etc. Pero, pies en tierra, el modo menos malo de hacerlo es utilizando la democracia. Y aquí tenemos una democracia que nos da unas herramientas determinadas, nos gusten o no. Y por eso hace falta un partido político.
En este país hay muchas cosas que pueden y deben cambiar. No creo que la existencia de partidos sea criticable desde el punto de vista liberal. Desde luego ahora mismo cómo están conformados y cómo funcionan, sí es muy criticable. Pero en Cuba no hay partidos políticos, el Partido Comunista no se presenta a las elecciones, solamente se presentan personas individuales, los partidos políticos están prohibidos. Dudo que eso haya llevado a más libertad. Además, en un sistema liberal puro, es imposible evitar la aparición espontánea de partidos ideológicos que en la práctica serían políticos y que tomen las decisiones que quieran respecto a cómo votan cada uno de sus componentes. El paso de partido ideológico a partido político es de facto, porque es imposible saber si alguien ha votado en conciencia o por directrices de partido. Así que… ajo y agua.
Yo no puedo cambiar la Constitución, pero puedo votar cada 4 años.
Se puede decir: si, siempre alimentando al sistema, siempre entrando al juego, siempre entrando al trapo, así no se va a cambiar nada. Discrepo: estamos en unos niveles de liberalismo tan alejados de un mundo liberalmente óptimo, que cualquier cosa sería un avance.
Gracias Luis, no me habré explicado bien. Si efectivamente estamos hartos de partidos y partitocracia, ¿Por qué la discusión se centra en otro partido más, llámese liberal, jacobino, o lo que sea, en lugar del cambio del sistema representativo, es decir, de la reforma de la Constitución?
Vale, como yo he inducido imprudentemente el debate, aclararé que pensaba en principios de momento más genéricos o digamos elevados. O sea, que no me refería de entrada a temas como la legalización de la prostitución. Pero tampoco a otros que, siendo cruciales, no tiene carácter fundamental. Me explico: monarquía o república es un interesantísimo debate, pero entiendo que todos podemos sentirnos razonablemente cómodos en uno u otro sistema. Yo por ejemplo soy tirando a monárquico, pero más por pragmatismo que por otra cosa: ¿imagináis añadir a nuestras desdichas unas elecciones presidenciales y una cohabitación? Cielos…
A lo que iba: uno de los principios podría ser la recuperación para el Estado de ciertas competencias que nunca debieron transferirse. O la garantía absoluta de que todos los ciudadanos españoles dispondrán de los mismos derechos en todos los rincones del país. O la recuperación de la propiedad privada como derecho fundamental, tan amenazada hoy por su «función social». O la mencionada libertad de voto de los parlamentarios. Etc, etc., etc
En fin, era por centrar un poco el tema, ustedes perdonen la intromisión.
Y sobre el debate de qué es el liberalismo:
autodeterminación: es un derecho colectivo, justificada si y solo si protege los derechos individuales SIEMPRE. Cosa muy discutible en un lugar donde la razones son «derechos históricos», donde ETA busca una nación socialista, donde se multa a quien no rotula en catalán su establecimiento, o donde se insultan a representantes de Galicia Bilingüe, o el poder público discrimina contrataciones por conocimiento de idiomas que añaden CERO a conocer castellano. En un Estado pequeño la autodeterminación o no sería bastante irrelevante, pero eso está muy lejos y lo que hay es lo que hay.
drogas, prostitución, república: sí. Además es bien fácil de hacer, se legalizan todas y se elimina la monarquía. Ya está.
eliminar «idioma oficial»: imposible de hacer mientras que las administraciones públicas necesiten idioma. De nuevo en un Estado pequeño daría prácticamente igual o sería fácil de solventar. Hoy y con pies en tierra: se tendría que hacer un referendum en cada acta en cada ayuntamiento y cada administración o cada formulario para cada persona en el idioma que esa persona quisiera. En la práctica, millones de traductores multibilingües, multiplicación infinita del papeleo y del sistema burocrático. No funcionalidad. Ahora: todo el mundo habla español en España: comunicación del Estado hacia el ciudadano en español toda. Comunicación del ciudadano al Estado, tela marinera, ni idea.
enseñanza pública: solo para los pobres o en los lugares donde no llegaría la privada (como un pueblecito en mitad del monte). Y cheque escolar, cero trabas al homeschooling. Esto serían los primeros pasos. Por supuesto instrucción, y la mínima educación: ni EpC, ni religión, ni nada que se le parezca.
El liberalismo puro está muy bien para oponerse al poder establecido, pero la verdad es que es complicadillo para manejar un país. Afortunada o desgraciadamente no nos veremos en esa tesitura hasta dentro de muchos muchos años, juajuajua.
Sigo con lo del partido liberal.
1) creo que mi propuesta de empezar a poner nombres y tener referencias claras no es «con prisa», ni «para obtener el poder». Yo sinceramente creo que es el momento. «¿A qué coño estamos esperando?» Dijo Juano. Y yo me pregunto lo mismo.
2) desde luego yo no creo que un partido liberal vaya a gobernar en España. Efectivamente bastaría con una representación política, unos senadorcitos, algo de voz. Por tanto y para empezar creo que no debería meterse en asuntos muy discutibles como el aborto, autodeterminación, o cosas en las que pueden discrepar diferentes liberales. El primer paso sería defender muy poquitas cosas, las primeras creo yo garantizar derechos individuales y disminuir el tamaño del Estado. Quitar subvenciones a cosas «deseables» pero no básicas como festivales de danza oriental, iluminación navideña, exposiciones sobre la pesca a mosca, asociaciones gastronómicas (peñas de fútbol, vaya) y fomento de cosas no básicas en general [más información enlace de Bastiat de comentario anterior]. Hay muchísimas cosas por hacer, no creo que fuera necesario tener un programa ideológico completo y detallado. Sino uno que permitiera aglutinar y representar mejor a los liberales, con unos candidatos que compartan unas ideas básicas, y que pudieran abrir el camino a otros.
3) sigo creyendo que el primer paso sería identificar a las personas que podrían servir de representantes políticos, y que los liberales «en general» podamos ir compartiendo ese conocimiento. «Evangelizar» en el día a día, con blogs, con movimientos ciudadanos, con plataformas, con periódicos, artículos, etc, está muy bien. Aprender de los liberales del pasado, también. Pero yo, y mucha gente, queremos también tener representantes políticos liberales. Y cuando queremos eso…
4) …y alguien pregunta: «¿fundarías tú un partido liberal?» Mi respuesta es «no». Porque no soy político, porque tengo otras ocupaciones, otro trabajo, no tengo conocidos, ni contactos, ni madurez, ni mi voz se levantaría un milímetro del suelo. Y si eso nos pasa a muchos de los que deseamos un partido liberal… ¿qué hacer? Pues preguntarse: ¿y entonces quién? A mi la única alternativa que se me ocurre al «yo no», «yo no puedo», «yo no sé» es decir: ¿quién? ¿quién puede? ¿quién sabe? Una cosa es predicar la palabra del liberalismo (que está muy bien) y otra es meterse en arenas políticas.
Mucha gente tiene ideas (¡o quizá no!) de quién, quién podría ser, quién podría saber cómo, qué organización podría parirlo, etc. No digo fundar una academia de liberales encauzados a la política. Solo propongo poner las cosas en común, hablando de gente viva y con potencial. Y para eso hacen falta herramientas…
?? no entiendo bien, Iñigo. Lo que nos comentas más arriba es algo que está clarísimo para la mayoría de los que aquí escribimos. Estamos tan cansados de denunciar la partidocracia que sufrimos, que ya no nos quedan fuerzas para seguir repitiéndolo. Si lees lo que escribe Jonsy, verás cómo se encuentra en la misma onda que tú.
¡Qué pena! No me equivoco en mis apreciaciones. En todos los comentarios de aspirantes a políticos parece que su función no es representar a otros sino a sí mismos, el elector no existe. Claro, ¡Lo que ven!
No se os puede dejar solos, en menos de un día habéis iniciado una revuelta liberal en la búsqueda de un partido que nos represente…. ¿a que me suena eso’ ¿Cuántas veces lo llevo diciendo? Si leéis este enlace, creo que ya doy algunas pistas de lo que creo debe ser una acción política de un partido liberal.
¿Qué tenemos muchas dificultades según está establecido el sistema electoral, la propia Constitución, las circunscripciones provinciales, el poder autonómico…? bien… Nadie dijo que fuera fácil luchar por la libertad.
Por lo pronto, como apunta Folken la primera cuestión es debatir qué es el liberalismo…… Majo, donde quieras y cuanto quieras, y a pesar de mis discrepancias con Luis en temas como el aborto, en líneas generales estoy de acuerdo con él. Aunque siempre estará la cuestión del cómo, cómo permitir la secesión, cómo permitir las drogas libres, cómo comunicarse el Estado con el pueblo…. Y de eso es de lo que debemos hablar los liberales pero para llegar a consensos, no para descalificar al que no nos da la razón.
Y, Juano, después de leerte…. Majo…. Un día deberíamos de quedar a tomar café…. He encontrado a poca gente con la que esté tan de acuerdo, no total, como contigo.
Un Saludo.
Folken, sólo puedo responder por mí:
aborto – perseguido a partir de la 12. semana salvo casos a decidir por la medicina
matrimonios gays – el estado no tiene nada que decir sobre matrimonios, ni gays ni no gays
república – sí
nueva Constitución – por supuesto
derecho de autodeterminación para los vascos, catalanes … – siempre
laicismo total y radical en la enseñanza pública y las administraciones – yo estoy por la voluntariedad y la escuela privada
legalización de las drogas – sí
de la prostitución – claro
eliminación de un idioma “oficial” – obvio
Pero son muchos más los mimbres con que se construye un partido o una ideología. Tal vez si se respetase la absoluta libertad de conciencia (lo que apunta Germont sobre ausencia de disciplina de partido) sería más fácil encontrar puntos comunes.
Jonsy, tienes más razón que un santo!
Leo muy interesado el debate que ha surgido aquí con la creación de un partido liberal. Me afiliaría sin pensarlo dos veces a cualquier partido que represente al liberalismo.
El problema es, ¿qué es el liberalismo?
Para mí, el liberalismo incluye aborto, matrimonios gays, república, nueva Constitución, derecho de autodeterminación para los vascos, catalanes y todo el que lo pida, laicismo total y radical en la enseñanza pública y las administraciones, legalización de las drogas, de la prostitución, eliminación de un idioma «oficial» etc. (cada cosa a un diferente ritmo y nivel e incluyendo, por supuesto, todo el temario económico que ya todos conocemos, y bastantes cosas más)
¿Y para vosotros? He leído en Red Liberal muchos comentarios y blogs, desde españolistas empedernidos que obvian el derecho de autodeterminación hasta ultracatólicos que rechazan EpC, pero no tienen problema con la religión en las escuelas o la financiación de la Iglesia.
Y todos decían ser liberales.
¿Puede hacerse un partido que nos aglutine a ellos y a mí? No estamos hablando de discrepancias marginales, si no de discrepancias en la raíz de las cosas. Para mí libertad económica va unida a libertad civil. No votaría a un partido que propusiera no cobrarme impuestos o flexibilizar el mercado laboral a cambio de restringirme todas mis libertades civiles.
«añado, por si alguna duda cabía: sin sujeción a disciplina de partido alguna»
¿Partido?, ¿qué partido?. Yo concibo lo partidos como una plataforma de lanzamiento de candidatos. Una vez que el candidato es elegido, sólo debe responder ante sus electores. Digamos que el partido es el «agente» o «representante» del diputado, que puede influír más o menos en la actuación de éste, pero que en modo alguno lo dirige… hasta tal punto que el diputado pueda cambiar de agente si le interesa.
En nuestro sistema actual, el político no es sino el «triunfito» de turno: el que manda es el director de la discográfica, no el cantante. Ya sé que hay muchos fans incondicionales, pero muchos otros no estamos por la labor de agachar la cabeza al dictado de la discográfica, y preferimos cantantes marginales, e incluso a veces anti-sistema.
Sería curioso un sistema en que las leyes del mercado guiaran tambien las relaciones entre políticos y partidos …
Y añado, por si alguna duda cabía: sin sujeción a disciplina de partido alguna a la hora de emitir su voto en el hemiciclo.
Pues gracias a todos por los comentarios. Omitiendo injustamente a los demás, destaco el de Gabriel: «¿qué más da lo que le pase al PP? Solo es importante si el votante no encuentra alternativas». Toda la razón. No tengo aún claro que UPyD sea una alternativa, pero habrá que valorarlo. Entre tanto, el PP haría bien en estudiar a fondo la encuesta del CIS, que es demoledora y que si Rajoy tuviera un gramo de dignidad debería empujarle a dimitir.
En otro comentario, alguien habla de la posibilidad de crear un nuevo partido. Creo más bien, idealista que soy, en un grupo de «algunos hombres buenos», que pudiesen concertarse en torno a unos principios elementales e irrenunciables, una especie de diez mandamientos del sentido común y la ética política. Intelectuales, profesionales, artistas, comunicadores, empresarios, y por supuesto también personas anónimas, capaces de darle al concepto «ciudadanía» el valor que tiene. Gente sin necesidad de un escaño para ganarse la vida, sin ánimo, me atrevo a decir, de gobernar, sino con la simple aspiración de ser, con un puñado de diputados, la voz del sentido común, de la honestidad.
Algo así empezó siendo en Cataluña Ciutadans, con Arcadi Espada, Francesc de Carreras, Boadella,… Pero la cosa se desinfló pronto (el peso de la atmósfera en el oasis es sofocante), y finalmente ha quedado en un portavoz que pasó de un cartel en porretas a coche oficial (sí, no es coña: lo veo cada tarde al salir de mi despacho. Tiene coche oficial por ser jefe de grupo parlamentario) y un voluntarioso Antonio Robles que clama en el desierto.
En fin, soñar es gratis, pero ¿a que suena bien? ¿Quién se atreve a iniciar la lista, como simple ejercicio de política ficción? Yo sugiero, aunque con seguridad no aceptaría, como hombre inteligente que es, a Gabriel Albiac.
Saludos a todos.
En mi modesta opinión, no podemos hablar de democracia sin hablar de responsabilidad, lo que implica modificar el sistema representativo actual, que es totalmente «endogámico». El problema está en que los políticos, o sea, aquellos cuya economía está en el cargo político, jamás lo han consentido en las sucesivas Constituciones que ha tenido España, que han montado en su propio beneficio, y me temo que nunca lo permitirán porque se les acabaría el «chollo».
¿Cuando hemos visto los españolitos que nuestros políticos sean responsables de prevaricación, cohecho, o malversación? Pero si no existen, jurídicamente sólo existe «el partido», porque los electores no les votan a ellos, sino a unas listas que llevan las siglas X, Y o Z. Y ¿Quién es el partido? Pues, todos … y ninguno. Y vaya Vd. a pedirle responsabilides al partido, que le darán con la puerta en las narices.
Todo esto les convierte en una casta, la «nomenklatura», y con el cuento que podemos «votarles», pero botarles con b, o sea meterles y sacarles del banquillo, mantienen el engañabobos de que esto es una «democracia». En un palabra, confunden elecciones con democracia, cuando todos sabemos que en la famosa democracia ateniense, paradigma de todas las democracias, no había elecciones sino una «auditoría» al final del mandato anual, en la que el cargo de turno respondía del empleo dado al dinero de los ciudadanos – hombres libres – atenienses, que con la «ostraca» aprobaban o reprobaban su gestión.
Y aquí, los presupuestos del Estado para el comienzo del ejercicio, pasan año tras año por el Congreso sin pena ni gloria. Pero ¿Hay algún político que pida las cuentas a su vencimiento? Pues no, porque todos los partidos están pringados con malversaciones, cohechos y prevaricaciones.
En resumen, creo que lo que más se aproxima a una democracia es el sistema sajón de diputación personal, que luego se acomoda según las circunstancias en distintos partidos, en el que cada congresista debe RESPONDER personalmente ante sus electores, sean o no sus votantes (distrito electoral), y mantiene su independencia frente a directrices contrarias a sus propios compromisos electorales.
Perdón, solamente un aclaración. Cuando hablo de políticos, entran todos: nacionales, autonómicos y locales. Es decir, no sólo me refiero a los presupuestos del Estado, sino de las Autonomías y Ayuntamientos. Gracias.
Muy interesante….
recojo el guante de Gabriel. Pienso como Juano, las cosas que han de surgir lo harán con naturalidad y no a golpe de «tengoprisa». Canalizar esa presencia de la que Juano habla, parle publicidad, estar presentes ya seria una gran victoria. El Instituto Juan de Mariana (doy fe de que no son ciertas las acusaciones de anarcocapitalismo, en esa casa hay de todo) ya ha logrado cierta relevancia mediática, que seguro merece más apoyos de los que ahora tiene.
Esta bitácora no es lo bastante relevante como para ser foro referencial de tal «movimiento». Eso no quita para que podamos usarla si nos decidimos a ello. Abrir un debate (un apartado especial en el blog) para buscar nombres, documentación, generarla, etc… no es un problema. Lo que no sé yo es si será efectivo. Mi experiencia de los últimos años me dice que los experimentos virtuales son de corto alcance salvo contadas excepciones.
En fin, escribiré un post resumiendo vuestras posturas y propuestas y vemos qué pasa.
Gabriel, voy con prisas y no puedo responderte como me gustaría, pero dos pinceladas sí te lanzo:
1.-No existe una fábrica o academia de políticos como para ponernos a esperar que saquen el modelo que nos gusta. No es esa, ni puede ser, la dinámica.
2.-Que surja un líder es bueno, pero no necesario para empezar a movernos. Somos ya un colectivo con un clamor sordo que debe empezar a movilizarse de manera lo más organizada posible. Y dado que el objetivo es cambiar la sociedad para defender una escala de valores determinadas, no debería haber prisa por llegar al poder. La mera presencia de nuestra alternativa en los medios y en los foros políticos ya significaría un cambio radical. Plantear esto como una carrera urgente por el poder es el peor error que se puede cometer.
dijo Juano:
Todos ansiamos la aparición de una opción a la que sumarnos para que el esfuerzo sea útil y relevante. ¿A qué coño estamos esperando? ¿A que los Reyes Magos nos traigan empaquetado un partido político liberal con un candidato carismático y una línea de crédito ilimitada en el Santander?
Pero, ¿qué hace falta para fundar un partido político? ¿quién lo votaría si no incluye a alguna «cara conocida»? Lo que un liberal de a pie puede hacer es:
1) identificar los foros de pensamiento de los cuales puede salir algún político liberal (supongo que alguno habrá escondido por ahí, ¿no? Hacer una lista de políticos o liberales medio importantes con opciones de entrar en polñitica, saberse sus nombres, saber dónde están.
2) compartir esos nombres y esos centros de pensamiento liberal con potencial político efectivo. Difundir por el cibermundo esa lista de potenciales, para que a la de trés todos los liberales tengamos claro lo qué hacer (si nos convence)
3) Cuando esté claro quiénes pueden ser, preguntar. Yo no conozco personalmente a, por ejemplo, ninguno de los sesudos colaboradores de Libertad Digital, gente que me parece de enjundia. Pero, ¿son solamente periodistas? ¿existiría la posibilidad de que alguno de ellos entrara en política? ¿ha estado en política alguno de ellos alguna vez? ¿cuáles de ellos podrían tener esa vocación?
4) Cuando se haya preguntado, hay que presionar orquestadamente. Por eso es importante una lista con nombres y apellidos, un enlace a wikipedia con la biografía y a través de qué medio se puede contactar con él (si periódico, si blog, si email). Tras conocer quiénes estarían dispuestos a empezar a mover el asunto, presionar para que actúe y cree algún tipo de personalidad jurídica capaz de abrir una cuenta bancaria, etc, etc.
En mi opinión: para que nazca un partido liberal en este país lo primero que hay que hacer es poner nombres y apellidos a aquellas personas que sean referente y que podrían formar parte de él. Esta lista podría irse elaborando en un esfuerzo colaborativo por parte de tanto liberal que día y noche rastrea periódicos, blogs y páginas web buscando una luz. Desconozco los mecanismos de internet, pero quizás esta misma bitácora podría abrir una sección donde pudieran irse anotando nombres y apellidos, dando la posibilidad de someterlos a debate.
Y si no es esta, ¿cuál?
Si me lee por ahí alguno de los administradores, yo sugeriría un artículo especial para discutir este tema. Hablamos mucho del pasado, se habla mucho del presente. ¿Por qué no también del futuro?
Angel, todo lo que aquí digo entiendo que es público, así que no problemo.
Esporádico, tomo nota, buscaré tu correo.
El fin no justifica los medios, pero la prudencia según la escuela de Gracian marca un camino inteligente y válido que no es juego sucio. El truco tal vez esté en no ir de frente, tan simple como eso…
Pues porque se puede estar en contra del modelo de autonomías y apoyar, a la vez, un modelo de distribución de la riqueza pública a nivel territorial más justo y, por lo tanto, menos solidario. Porque aunque los sentimientos identitarios tendrían que pesar menos a la hora de dar un voto, la realidad es que pesan y, por lo tanto, hay que mimarlos en tus discursos incluyendo (que se puede) la españolidad con otras identidades como la catalana.
Porque se puede apostar por una gestión más centralizada, sin tantas competencias autonómicas, sin necesidad de promover un boicot a los productos y servicios generados en una comunidad autónoma concreta. Porque se puede apostar por un sistema de bienestar, sin dejar de creer y apoyar el mercado (no sólo por su eficiencia sino también por su valor democrático); y todo esto plasmarlo en tus discursos.
Porque se puede apostar por integrar más a la inmigración (por ejemplo, a través del conocimiento del idioma español), sin necesidad de salir diciendo frases demagógicas y xenófovas.
Porque aunque los medios digan lo contrario, en España somos más gente de la que parece que estamos en contra del aborto, y a diferencia de otros, no nos importa decirlo..
Porque el sistema educativo y la reorganización energética son los TEMAS URGENTES que tiene España.
Porque se puede apostar por más democracia, y no por eso perder poder.
Porque se puede demostrar a la opinión pública, que los pijos, son los socialistas.
Básicamente, porque todo esto, no lo tienen claro. Y por supuesto, porque los medios de comunicación son radicalmente opuestos a este partido, que esto es lo más importante. xDDDDDDD
Juano, ¿por «ponernos las pilas» puedo entender «ponerse manos a la obra»?
Si es que sí, creo que por algún sitio anda mi mail. Por aquí ando.
¿Tú crees que hay sitio para alguien que pretende imponer juego limpio?
¿Tendríamos que jugar sucio?
A Juano: como amigo de Germont también publicamos su artículo en Aragón Liberal; está feo copiar, por eso te pido permiso para incluir tu comentario en AL, con la aquiescencia de Luis I. «naturaca».
Tal vez, puede, quizás en algún momento pretérito el PP cuando se fundó asimilando a los liberales, tal vez, puede, quizás, fuera la opción más próxima que representara las ideas y principios que hoy compartimos en este foro.
Por los motivos que sea, la evolución del partido y la nuestra propia ha hecho desaparecer esa intersección de ideas y valores. El PP no tiene nada de liberal y muy, muy poco que pueda definirse de derechas. Así que desgraciadamente el PP se ha ubicado en el pelotón que tenemos que combatir quedándonos sin opción política que nos represente.
Con tal escenario, ponernos ahora a analizar lo que hace el PP viene a ser lo mismo que si nos ponemos a analizar lo que hace el PSOE, el PNV o cualquier otra opción política del escenario nacional. Puede ser un ejercicio entretenido y constructivo, pero nada tiene que ver con nosotros.
Asirse a UPyD porque defienda con congruencia sólo una de las concepciones que podemos compartir me parece una solución de lo más pobre e inútil. Años de conformarnos con lo menos malo nos han traídos estos lodos…
Quedarnos sentados esperando que venga alguien a montarnos un partido a nuestra medida se puede calificar de veinte mil maneras, ninguna positiva. Lo más generoso que podría indicarse de tal actitud es que nos haría unos perfectos argentinos en lo político.
Damas y caballeros, o nos ponemos las pilas nosotros o ningún argumento tendremos para quejarnos. La fuerza se nos va por la boca. El increíble potencial intelectual liberal que destila la blogosfera y el nivel de actividad social que en varios es notorio es del todo vano e inútil si no fructifica en opción política. Así de simple y así de duro. Nadie va a venir a salvarnos. Nadie.
Desconozco las motivaciones de cada uno. Pero a mi no me basta con cargarme de razones sólo para machacar a quien políticamente se me enfrente en una tertulia de sobremesa.
Ninguno aquí es Quijote para salir a la calle enseñando pecho legionario solo ante el peligro progre. Todos ansiamos la aparición de una opción a la que sumarnos para que el esfuerzo sea útil y relevante.
¿A qué coño estamos esperando? ¿A que los Reyes Magos nos traigan empaquetado un partido político liberal con un candidato carismático y una línea de crédito ilimitada en el Santander?
Carbón nos van a traer, para hacer una fantástica parrillada argentina… 😛
Pues yo Germont, estoy esperando que pinten bastos, por lo del garrotazo que se merecen
los políticos a diestro y siniestro. Tienes toda la razón pero lamentablemente, como muy bien decía mi abuelo, «La Humanidad siempre será menor de edad». Saludos.
Pues ahí echo mi cuarto a espadas. Saludos, Germont.
¿Que no entiendes por qué el PP no hace oposición al PSOE? Pues por la ley de la «omertá» (silencio obligatorio : hoy por tí mañana por mí), y a los gilipollas de los españoles que todavía creen que este bodrio es una democracia, que les vayan dando ….
Iljon también invitó a marcharse a los conservadores y dijo que cabían hasta los «socialdemócratas»…
Yo creo que es un problema de principios: al PSOE lo votan porque es el PSOE. Leí una vez lo que contaba un sevillano: estaba un día en un bar con su padre y en el bar la tele estaba puesta. Sale Monteseirín con traje y corbata y ponía debajo «Monteseirín, alcalde de Sevilla». El señor que tenían al lado le dice al compañero: «¿Ves? Por eso no voto al PP, porque son todos unos señoritos de traje y corbata». Entonces, el chico que lo contaba se volvió y le dijo que Monteseirín era del PSOE. Y el interpelado contestó: «Qué va, hombre, los del PSOE son pobres, están con el obrero y no llevan corbata».
El grupo sociológico del PP son personas con valores, de modo que si les hacen una verónica y se los cambian dejan de votar. Y esa diferencia es la que NO ven los del PP Zen…
Se puede hacer otra pregunta: ¿qué más da lo que le pase al PP? Solo es importante si el votante no encuentra alternativas. Me imagino que un votante medianamente inteligente no se tiene que sentir triste si los valores que defiende el PP los defienden otros partidos. Esa fidelidad a un partido, como si fuera una manada y el lobo alfa, es más propio de los populismos.
Yo lo tengo claro, el PP se ha hundido pero a mí me da igual, porque hay otro partido que recoge los valores que me parecen buenos, y ese es UPyD. Se le pongan las siglas que se le pongan, habrá que votar al que nos represente.
Entonces te pregunto a ti ¿y para que querrían demostrar la existencia de un poso liberal en sus entresijos si el líder del partido invito en su momento a los liberales a marcharse del mismo? 😉
Jejeje, en realidad la respuesta a ambas preguntas está en un banner aquí a la derecha, entre los de Blogbis y el Juan de Mariana.
Luis…. majo…. lo de ir de inocente por la vida te mola… ¿no?
Tu como yo tenemos clara cual debería ser la organización territorial del Estado, uno fuerte pero pequeño que se ocupe de la legislación básica sobre derechos y deberes, y luego ayuntamientos, limitados en su acción por lo anterior pero libres en sus tomas de decisiones sobre aquello que les sea propio….
Qué ocurre con las administraciones intermedias???? Que son un refugio insondable de personajillos y vividores militantes para el atraco al personal cuya fundamental misión es nutrir de ingresos a cargos y partidos para seguir viviendo de la mamandurria.
¿Y el PP está ajeno a todo eso? Desde el momento en el que intentaron integrar a partidos regionalistas en sus filas, de ahí algunos de sus tics nacionalistas en algunas comunidades, y el que ahora deseen acercarse a los partidos separatistas se puede decir que el asunto les gusta. Para nada es eso liberal, para nada puedes esperarlo del PP.
Ignoro la respuesta que te daría Germont, Ijon, pero yo te doy la mía:
porque así demostrarían que, efectivamente, existe un poso liberal en sus entresijos.
No caerá esa breva 😛
Hombre, ¿y por qué iba a hacer el PP tal cosa con la de gente del PP que hay trincando pasta a mansalva (legalmente o no) gracias al sistema de taifas autonómicas?