Sobre la personalidad jurídica del embrión (Aborto, tercero y último)

Para cerrar un ciclo de artículos sobre el espinoso tema del aborto (ver los otros dos aquí y aquí) y los interesantísimos hilos de discusión que de ellos surgieron escribo esta tercera y última entrega sobre el asunto.

Si seguimos esos hilos de discusión podremos observar cómo se argumenta de forma reticente y notoria que el embrión -preferiblemente desde el mimo momento de la concepción- posee una cualidad que limita  la esfera de acción de la madre (incluso del padre o de los médicos en último caso); dicho de otro modo, el embrión transmite -qua existencia- a terceros, la necesidad de ser protegido en esa su existencia. El razonamiento en que se basa esta afrimación es que se trata de un «ser humano» -qua herencia genética, qua potencialmente humano- per se, o que obtiene su cualidad humana por la pertenencia a la especie.  El embrión tendría un derecho absoluto a la vida; nadie puede conculcarlo, y desde luego en ningún caso la madre. Él (el embrión) no puede defenderse ni es responsable de su existencia en el útero materno o en la placa de Petri.

Cuáles son realmente las verdaderas cuestiones de fondo?

Para empezar (primera): Abortar es un acto de la madre o de quien en ella delega. La cuestión sobre si es persimible semejante acto puede valorarse desde el punto de vista ético (puede abortar la madre/ puede el investigador «utilizar» células fecundadas?) o desde el punto de vista jurídico -de derecho- (se debe sancionar el aborto?)

Segunda: cambia el estatus ético/jurídico de una mujer con la concepción?

Tercera: Es el embrión un ser humano, mejor, portador de derechos hacia terceros que pudiesen limitar la libertad de acción de la madre y/o los médicos?

Quisiera intentar, basándome en los escritos de Julius Ebbinghaus y Georg Geismann, ambos kantianos, esbozar los motivos por los que considero que estas tres cuestiones son las únicas verdaderamente relevantes. Tal vez así, eso espero, encuentren también solución alguna de las cuestiones planteadas por los comentaristas del blog, y encuentren apoyo algunas de las tesis por mí planteadas y no del todo desarrolladas.

La reclamación mutua de medidas limitantes de la libertad, es consecuencia de la concurrencia en tiempo y espacio de dos o más seres plenos. Sólo quien tiene la capacidad de llevar a cabo un acto consciente  puede «querer». Para realizar lo que se quiere (el objeto de una acción), incluso para decidirse a una acción, se necesita la capacidad de diferenciar el provecho (esto es necesario, aquello no). Los conflictos surgidos de esta forma de actuar sólo pueden ser resueltos, una vez más, por la voluntad: la condición de la libertad es la adopción (común, es decir, positiva) de fronteras comunes a la libertad de todos. Y ese condicionamiento de la libertad es, al tiempo, su propia frontera.

La diferencia entre embrión y bebé es abrumadoramente natural: el bebé existe por sí mismo, el embrión en absoluta dependencia de la madre. Pero el ser humano, como «persona jurídica con derecho a algo» no es en absoluto algo natural. El ser humano como persona jurídica es pura metafísica. Por ello mismo, cuando concedemos al embrión los rasgos metafísicos de una persona jurídica estamos negando lo que realmente es: un embrión.

No me olvido mencionar que la condición para que alguien sea persona jurídica es la plena consciencia y el pleno uso de sus facultades mentales (condición que nosotros mismos nos hemos impuesto para que un acto sea jurídicamente tal). Los embriones tienen una limitación fundamental en su capacidad del uso de una posible consciencia: la absoluta dependencia de la madre. Si muere la madre, muere el embrión. Llegados a este punto, aparecerán de nuevo las comparaciones con los enfermos mentales, los pacientes en coma y los bebés en una bañera. Y llegados a ese punto sólo se me ocurre plantearles una cuestión: si usted fuera un enfermo mental, un paciente en coma o un bebé en una bañera, quién debería asumir la responsabilidad de (por ese orden) vender o comprar propiedades, mantener o apagar las máquinas médicas, sostener la cabeza fuera del agua? La ley? El estado? no habrán pensado en «familia»? Incluso en «uno mismo» antes de la demencia/enfermedad?  La ley protege a los sujetos de derecho de los actos (o ausencia de ellos) alevosos de terceros contra sus intereses, los expresados por voluntad. Afirmar que un embrión tiene per se derecho a la vida supondría poner en duda el derecho de sus progenitores a concebirlo, pues el embrión no habría dado su permiso voluntario para hacerlo. Afirmar que un embrión tiene derecho a la vida es lo mismo que afirmar que una pareja durante el coito atenta contra la libertad del posible embrión, pues es posible que éste no desee ser concebido. Es absurdo, como todo el mundo puede ver.

Resumiendo: desde el punto de vista puramente metafísico-jurídico, no existe ninguna razón que permita prohibir a una madre interrumpir su embarazo, o que permita castigarla si lo ha hecho. El embrión no es una persona jurídica que establezca ningún tipo de voluntad frente a la madre. Jurídicamente esto es así (en Alemania seguro… en España no lo sé) hasta el momento del nacimiento y su posterior inscripción en el registro civil.

Completamente diferente es el caso en el que el feto (nótese que ya no hablo de embrión) sí es capaz de vivir por sí mismo. En ese caso, en el segundo de la separación del feto de su madre nos encontramos ante una persona jurídica qua independiente de la vida (nótese, de la vida, no de los actos) de otra. Vive! En este caso sí es posible exigir del legislador la protección de esa vida. Y creo que esta es la mejor razón para, desde un punto de vista puramente profesional-científico, limitar el plazo durante el que se puede realizar un aborto.

Pero no olvido el aspecto ético de la discusión. Creo que es perfectamente ético (y en absaoluto contradictorio con lo que expongo) considerar al embrión -dado que «puede llegar a ser humano»- no como una cosa sin derechos, sino como el resultado del acto responsable de dos personas. Si yo fuese una mujer, consideraría mi obligación moral -haciendo uso de mi responsabilidad- llevar a buen término mi embarazo, así como hacer partícipe de él al progenitor, esperando de éste el mismo grado de interés -y de responsabilidad- que el mío. Concebir es un acto de responsabilidad individual (estamos en el siglo XXI, aquí nadie se queda embarazo «por casualidad»). Pero lo que la embarazada decida hacer con su embrión es, y deberá seguir siendo, una decisión «propia».

A modo de resumen, mis respuestas a las preguntas más arriba formuladas:

Para empezar (primera): Abortar es un acto de la madre o de quien en ella delega. La cuestión sobre si es persimible semejante acto puede valorarse desde el punto de vista ético (puede abortar la madre/ puede el investigador «utilizar» células fecundadas?) o desde el punto de vista jurídico -de derecho- (se debe sancionar el aborto?)

Desde e lpunto de vista ético pueden, yo no lo haría; desde el punto de vista jurídico no se debe sancionar, porque no se puede.

Segunda: cambia el estatus ético/jurídico de una mujer con la concepción?

No. Sigue siendo la única persona jurídica en su ámbito de propiedad, sigue teniendo los principios éticos que antes de la concepción.

Tercera: Es el embrión un ser humano, mejor, portador de derechos hacia terceros que pudiesen limitar la libertad de acción de la madre y/o los médicos?

No, el embrión no es persona jurídica pues no es vivo sin la vida de un tercero.

Evidentemente, y dado que la consideración de persona jurídica es, como decía, pura metafísica, nada de lo dicho en este artículo tiene que ser válido en 10, 50 ó 100 años. Del mismo modo que la metafísica nos ha movido durante los últimos… 5.000 años hasta donde estamos ahora. Una cosa tengo, pero, muy clara: no porque yo crea -y tenga argumentos para ello, aunque sólo fuesen emocionales- que (si fuese mujer) debería llevar adelante mi embarazo, opino que pueda obligar por ley a todas las demás mujeres a hacer lo mismo que yo. Es su decisión, no la mía.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

Artículos: 3201

55 comentarios

  1. Pero creo que la ley debe inhibirse de juzgar y castigar lo que una mujer hace con su embrión mientras éste no sea científicamente (médicamente) viable como individuo.

    Me gustaría extenderme algo más, pero como la falta de tiempo me lo impide, me conformaré con suscribir este comentario de Luis, que considero la clave del asunto.

  2. Luis, un embarazo es como una caja negra donde, como inputs tenemos un óvulo y un espermatozoide que se unen. Y tras nueve meses, obtenemos como ouput una persona. Por ende, toda intervención destructiva que hagamos en esa caja estará eliminando una persona.
    Gracias a la ciencia podemos conocer la descripción del proceso que se realiza en el interior. Pero la ciencia no dictamina en ningún caso la naturaleza del ser que ahí se desarrolla. Simplemente da fe de la evolución que experimenta esa persona desde el momento de la concepción.
    Por otro lado independiente, la ciencia, con el fin de ayudar y salvar vidas, ha avanzado para ayudar a sobrevivir a todo aquel ser en desarrollo que se vea forzado a abandonar su entorno natural antes del tiempo establecido por la naturaleza. Gracias a ello con bastante menos de nueve meses el output es igual de válido.

    Para justificar el aborto, o en tu caso, la permisividad en según qué casos, vemos cómo se toma la descripción científica y arbitrariamente se marca una línea en ese proceso a partir de la cual el ser que se desarrolla es persona, no antes. Y para reforzar tal línea arbitraria se recurre a los avances científicos. Ya una vez establecida y reforzada la línea, se propone como fundamento para establecer la ley.

    No ha ningún otro caso en todo el universo legal en que la ciencia sea utilizada de tal manera. Ni uno solo. Para empezar, porque no es la ciencia la que establece el límite, sino quienes de ella se valen para, exprimiendo más de lo que hay, defender su postura. Por ello no es un procedimiento objetivo válido para fundamentar ningún derecho.
    Y para acabar, porque la relación de la ciencia con la ley jamás es para justificar un hecho. Pues la ciencia sólo puede describir y explicar procedimientos o hechos, nunca argumentarlos y dotarlos de trascendencia.

    Además, otro motivo por el que tal mecanismo no es aceptable es porque todo avance científico en el campo en cuestión desmorona el planteamiento anterior: Si podemos mantener con vida y desarrollar a ese ser con menos de 12 semanas, hay que mover la línea. Si se demuestra que la secuencia de memoria que está en nuestro cerebro tiene sus primeros registros a partir, pongamos, de la segunda semana, hay que mover la línea. Si se demuestra que las células que van conformando el cerebro ya realizan funciones primigenias del mismo, hay que mover la línea.

    Hablamos de la naturaleza humana, de lo que nos define. Y en el caso del embarazo, de donde todos venimos, sólo sabemos a ciencia cierta que desde que se realiza el input, comienza un proceso que no para hasta que el individuo muere con 90 años, pongamos por caso. Ese proceso ininterrumpido es la vida. Y utilizar la ciencia y el conocimiento de una manera que no se emplea para absolutamente nada más, para justificar que una parte de ese proceso no tiene nada que ver con el resto del mismo proceso, no tiene lógica ni fundamento alguno.

    Como ya hemos indicado más de una vez, de hacer uso de la ciencia de esa manera pare defender otras posiciones, nos encontraremos a más de uno privando de la condición de ser humano a los negros, a los tarados, o a quien le de la real gana. Es una técnica que nos repugna si la usan nazis contra judíos o comunistas contra enfermos mentales. Pero que se emplea tranquilamente con el aborto…

  3. ¿Luis realmente crees que alguien tiene el derecho y la capacidad de decidir eliminar la futura vida de cualquier ser humano?

    De hecho ocurre millones de veces al día, que son las veces que se usa un preservativo o un producto contraceptivo. y nos parece lo más normal, pues es lo más normal.

    La solución que propones ya la propuse yo. Exactamente igual. Yo propongo que se realice por iniciativa privada, por supuesto. Ello no quita, pero, para que siga considerando imposible (desde el punto de vista legal y de derecho) prohibir el aborto hasta las doce semanas.

  4. ¿Luis realmente crees que alguien tiene el derecho y la capacidad de decidir eliminar la futura vida de cualquier ser humano?.
    El problema es que la gente no es consciente de que cada acto que cometemos tiene una consecuencia.
    Al quedarse embarazada tiene ya que cargar con la responsabilidad de tener en su interior otro ser humano, por lo que yo propondria como solucion que en caso de no querer el bebe esperen al parto y despues lo den en adopcion de esa manera quedaria libre de supuestas ataduras y no quebrantaria la libertad innata que tiene el ser humano de que su vida sea defendida.

  5. A parte de lo meridianamente claro que ha expuesto Juano…. lo que surge dentro del vientre materno, es, ha sido y siempre será…. un ser humano… no una tostadora

  6. Luis, dices que el embrión no es persona porque son pocas células, porque es muy pequeño. Así pues, según tú lo que define a la persona es el tamaño y el número de células. Por lo tanto, si cada cual puede trazar la línea donde le parezca, se puede llegar a determinar que los enanos no son personas….

    Aquí no se ha dicho que la persona sea el ADN. Se ha dicho que el embrión no es parte de la madre por tener otro ADN. Un trozo de piel es un trozo de piel. Un embrión es una persona en desarrollo, pues lo único que le diferencia de un bebé es el tiempo, nada más.

    Insisto, que nuestra postura contraria al aborto se basa en la duda al reconocer nuestras limitaciones. Pues tomar cualquier otra determinación en el caso del aborto, produce un error terrorífico: el asesinato de inocentes. Y no hay ni una sola prueba objetiva que demuestre que no lo es hasta el día de hoy. Sólo planteamientos subjetivos que trazan una línea arbitraria. Líneas que, de ser erróneas como los antiabortistas suponemos, dan cobijo a un crimen atroz. Y no sólo atroz en lo individual, sino enormemente pernicioso en lo colectivo.

    De extrapolar esa manera de actuar con el aborto por parte de los que lo amparan, se puede llegar a minar el estado de derecho. Pues si empezamos a trazar líneas arbitrarias en todos los campos que pueden resultar en perjuicios para inocentes, todo dependerá de la tiranía de la mayoría. El planteamiento ha de ser universal. Si no protegemos a la minoría más indefensa, todas las demás están en riesgo. Pues con la misma arbitrariedad que se niega la condición de ser humano a los embriones, se podrán desarrollar planteamientos para negar la ciudadanía a los diferentes…

    Fíjate como vuelves a ser incongruente: si el embrión no es nada más que cuatro células, ¿en base a qué podrá la madre reclamar nada si alguien le hace perderlo contra su voluntad? O es o no es, la gradación del delito no puede estar en manos de la víctima (directa o indirecta).
    Y como ya expuse, o la concepción genera derechos y obligaciones (maternidad, paternidad), o si es la madre quien decide en exclusiva, nada se puede reclamar al padre. Si exportáramos las incongruencias que hay en torno al aborto, maternidad y paternidad dentro de la ley a otros campos, el sistema sería insostenible.

    Lo único que blandes contra nuestro planteamiento es la contraposición de tu convencimiento subjetivo. Mas no expones nada que demuestre error en lo que exponemos. Poco consenso puede haber cuando se oponen subjetividad a razonamiento. ¿Qué utilidad tendría teorizar sobre la libertad y la propiedad privada si se torna aceptable limitarlas arbitrariamente sin fundamento lógico alguno?¿Por qué lo que no es válido con libertad y propiedad privada sí lo es con el derecho absoluto a la vida?

  7. Dan claro que puedes tutearme 🙂

    No está clara la pregunta: era un feto (principio del párrafo) o un embrión (final) De todos modos es la madre atacada la que decide (debería poder decicdir) qué ha de resarcirse. Depende de si sabía si estaba embarazada o no. Depende de si la caída supone el desprendimiento de un embrión o la muerte por contusiones de un feto …. ya te digo, la pregunta no está formulada con precisión.
    (*) nuestro amigo Juano no es nunca inoportuno. Nunca. Y, como los demás, aporta siempre un cachito de verdad en lo que dice.

  8. Yo creo que habría que plantearse la verdad de las palabras de Juano, y no su oportunidad. Como dices tú, Luis, el pensamiento es libre.

  9. Luis (permiteme el tuteo) te propongo otra reflexion:
    Una mujer embarazada es empujada por las escaleras por un delicuente tras robarle el bolso y el feto muere sin sufrir ningun daño de consideracion la madre. Segun tu ese delincuente solo deberia pagar por las heridas leves sufridas por la madre y teniendo en cuenta nuestro actual codigo penal saldria impune, ya que ese embrion carece de defensa juridica segun tu punta vista.

  10. Los derechos individuales son absolutos. ¿Si o no? El respeto de esos derechos es relativo a los derechos de los demás ¿Si o no? El limite a mi libertad está dónde empieza la libertad del otro. No hay ley, que es una construcción arbitraria puesto que en muchas ocasiones es contrario a la ética, y uso tu termino, ética, y lo digo porque lo que defendemos es la ética, los principios éticos. Libertad, propiedad y vida…

    Por supuesto! Pero en este caso no hay «otro», hay «algo».
    Bastiat, creo que me he explicado sobradamente. Yo siemrpe seré un defensor de la vida de las personas. Si de peces se trata, la cosa cambia. De todos modos repito, para que mi postura quede clara: tres células no son un ser humano vivo (no son «otro»). Estarán vivas (las hormigas también), pero no son un ser humano. Respeto profundamente, pero, a quien cree que es así. Pero de las creencias no nace la ley. No la ley para todos ante la que todos somos iguales. Sigo animándoos desde aqui a organizar asociaciones y fundaciones privadas que convenzan a las embarazadas para que no aborten y entregen el fruto de sus embarazos. Pero creo que la ley debe inhibirse de juzgar y castigar lo que una mujer hace con su embrión mientras éste no sea científicamente (médicamente) viable como individuo.

  11. Vida, Luis, Vida…. ¿se defiende la vida o no se defiende la vida? Si o no, blanco o negro, 0 o 1…. parezco iracundo solo que al revés…. sin emoticones…

    Los derechos individuales son absolutos. ¿Si o no? El respeto de esos derechos es relativo a los derechos de los demás ¿Si o no? El limite a mi libertad está dónde empieza la libertad del otro. No hay ley, que es una construcción arbitraria puesto que en muchas ocasiones es contrario a la ética, y uso tu termino, ética, y lo digo porque lo que defendemos es la ética, los principios éticos. Libertad, propiedad y vida… ¿Si decidimos donde empieza la defensa «legal» de esos derechos no estamos limitando el absoluto de los derechos dejándolos al arbitrio de las mayorías?

    ¿Cuándo empieza la vida, cuando? ¿El zigoto está vivo o no lo está?

    Y esto es lógica simple, si no lo está, no hay problema, si lo está mientras siga estando vivo tiene derecho a la vida, independientemente de si está vivo de manera autónoma o parasitaria, si quieres llamarlo así. La cuestión es que está vivo. Y a efectos éticos, de ética humana, la única ética y sobre el único objeto de la ética, el hombre, es un ser vivo humano. Es un Humano.

    Está vivo y matarlo va contra la ética.

  12. Pero sigo opinando, como ya he argumentado, que tu explicación es endeble por subjetiva

    Tan subjetiva como afirmar que un montoncito de células, por tener un DNA determinado son sujeto de derecho? 😉 El DNA de mi piel no sirve? es diferente del de un embrión? Si no lo es, cómo diablos está permitido hacerse un peeling?
    Creo que ahí se encuentran nuestras posiciones claramente enfrentadas. Yo no considero a un embrión humano más sujeto de derecho que un embrión de pez.
    El ejemplo que nos trae Dan es útil sólo en un caso: si el «hermano» que carece de órganos vitales tiene voluntad propia u órgano que le capacite para ello (cerebro) en tal caso, es obvio que lo lógico es intentar mantener a los dos con vida. En los otros casos será la vida del primero la que prime siempre. Gracias Dan por comentar 🙂
    El DNA no es la marca personal e inmutable, es una de ellas. DNA a secas, sin sistemas que permitan a los diferentes órganos tomar conciencia de sí mismo, no capacita para nada. Un ser humano es mucho más que un grupito de cromosomas, y lo sabeis.

  13. Lo primero un saludo y felicitarte por tu web.
    Entrando directamente al grano mostrarte mi más enérgica discrepancia.
    Tus argumentos son bastante pobres si solo se cimientan en la falta de consciencia del feto para negarle los derechos que como cualquier otro ser humano debe tener.
    Mis argumentos se pueden apoyar primero en la ciencia: te redcuerdo que desde que se crea el embrion ya llevamos nuestra marca personal e inmutable de por vida que es el ADN.Ya es un ser humano aunque sea en fase embrionaria.
    El argumentar que como vive en el vientre de la madre le da ya plena facultad para asesinarlo es algo bastante triste teniendo en cuenta que no somos nosotros quien elegimos¨´nuestra primera vivienda¨`.
    Es como justificar el asesinato de un bebe por que su madre no le de de comer.
    Por ultimo y despues del parrafon te propongo que reflexiones sobre esto:
    El caso de unos hermanos uno de ellos con todos sus organos y extremidades y el otro unido a el pero al faltarle organos y piernas es totalmente dependiente del otro, de forma que si su hermano no quisiera darle de comer se moriria. ¿Segun tu punto de vista tiene derecho a asesinarlo?
    Perdon de antemano si no me expreso muy claramente.
    Un saludo

  14. Ruego ante todo noten los emoticoms de mi último comentario.

    Luis, dialogamos para intercambiar pareceres y no tienen que acabar las contraposiciones con un acuerdo. Pero sí me gustaría hicieras pasar tu argumentación por algunos de los filtros propuestos por mi y por otros. El resultado podrá ser una reformulación de tu posición, podrá ser una evolución hacia un punto más próximo, lo que sea. Pero sigo opinando, como ya he argumentado, que tu explicación es endeble por subjetiva…

    ¿Debe la tenia considerarse como órgano humano cuando invade a una persona?¿Es la manera en la que se recibe alimento, calor y protección la que define la naturaleza humana?¿La humanidad está en el cerebro?…

    En fin, ruego disculpas si el comentario incomodó de alguna manera. Pero como el artículo va apellidado «… y último», no quería quedarme con las ganas… 😀

    Saludos y gracias a todos.

  15. Juano… tío, tu queja es improcedente. Si algo agradezco es poder leerte. Lo que no puedo nunca es contradecirte de manera cotidiana porque cuando se está de acuerdo lo de aparecer para aplaudir me parece…. impropio.

    En mi caso ni tan siquiera me he asomado a los hilos de Luis sobre el particular porque, como bien dices, es dar vueltas y vueltas a un intento de justificar el que se haga legal el tomar la vida de otro ser humano.

    Lo puede aceptar un socialista, un fanático religioso, un miembro de una sociedad tribal, pero un liberal no.

    Luis, piensa: no hay mayor tiranía, mayor ataque a la libertad de las personas que el tener el poder legal de matarlas.

    Todo lo demás sobra.

  16. No debes, Juano…. no ando sobrado de tiempo, y no creo tampoco que por mucho que sigamos dicutiendo llegemos a un «acuerdo». No sólo de consensos vive el hombre y, quien venga a quí y lea, nos lea, obtendrá un magnífico mosaico de lo que pensamos sobre el tema… y podrá tomar una decisión más fácil, sea esta cual sea.

    GRACIAS 🙂

  17. A veces me siento ignorado como un «iracundo» cualquiera… 😉 No sé si debería preocuparme… 😀

  18. Así es. Son los derechos civiles del «nasciturus» y proceden ya de la prudente legislación romana.

  19. También lo de centrarte en la ley es falaz, pues la ley es mutable. Pero ya que te pones, si aplicamos el Código Civil español, el aborto no podría practicarse, pues se recogen y defienden explícitamente los derechos de los no nacidos… Sin hablar de semanas, ni plazos, ni nada de eso… Una vez concebido ya tiene derechos reconocidos civilmente…

  20. Luis, imagina un matrimonio que lleva años intentando tener un hijo. Imagina que el médico de ella piensa que no es una buena idea pues puede poner en peligro la vida de la madre. Imagina que la pareja se queda embarazada y lo celebra. Imagina que en la primera semana de embarazo el médico suministra a la paciente una medicina que mata al embrión, ningún efecto secundario.
    Ahora vete y dile a esa pareja que a qué tanto llanto y tanto espectáculo por ocho células de nada. Y diles que a qué piden prisión para el médico si lo que ha hecho éste es eliminar unas células probablemente perjudiciales para la mujer, que mientras estaba siendo atendida también le quitaron un callo sin preguntarle y de eso no dicen nada…

    Según tus planteamientos no deberías tener problema en soltarles eso a la cara sin inmutarte…

  21. A ver Luis, si yo te invito a mi casa, según entras en ella no tengo ningún derecho a pegarte un tiro por invadir mi propiedad privada. El embrión es ubicado en la madre, normalmente, por voluntad de la madre. No es que el embrión pasara por allí y le diera por meterse entre las piernas de la primera que le llame la atención. Y si no es la madre quien realiza la invitación, de meterle un tiro a alguien ha de ser al que forzó la situación, no al que nada decidió.

    Como aquí se ha dicho, una sanguijuela o una tenia no es parte del cuerpo que los aloja. Distinto adn, distintos órganos, distinta evolución… El mismo criterio se ha de usar con el embrión y feto. Además, si se considera que el embrión es parte del cuerpo de la madre, cualquiera que lo mate habría de recibir el mismo castigo que el que le corte una uña en contra de su voluntad, dado que no hablamos de un órgano vital.

    Si sólo es la madre la que decide si el embrión o feto vive o no, ¿en base a qué podrá luego exigir nada al padre de la criatura?¿Cómo puede la decisión de una persona sobre lo que supuestamente sólo a ella concierne vincular a un tercero? Tal vínculo sólo puede darse por válido bajo la responsabilidad paternal que emana del momento de la concepción. Por lo que no se puede defender una cosa y la contraria.

    Que el embrión se desarrolle dentro del cuerpo de la madre es un «capricho» de la naturaleza. El mismo proceso se desarrolla en otras especies mediante la puesta de huevos. Así que, si fuéramos ovíparos todo el desarrollo en defensa del aborto sería totalmente distinto. Lo cual es incongruente, pues independientemente de dónde ocurra el hecho, el proceso y todo lo que ocurre es exactamente lo mismo.

    Se confunde la definición de persona jurídica con la delimitación de sus capacidades. Una persona incapacitada tiene temporalmente suspendidos ciertos derechos y obligaciones, que se subrogan a un tercero, normalmente familiar o quien el colectivo decida en mejor interés del sujeto. Por lo tanto, la persona jurídica lo es independientemente de que sienta, padezca, piense, razone o respire por su cuenta. Una persona en coma no pierde en ningún momento sus derechos ni su condición de persona. Así pues el argumento es falaz en insostenible. Que el embrión o feto no tenga capacidades no afecta en nada para su clasificación como persona con todos los derechos y obligaciones. Derechos y obligaciones que por norma, hasta que pasen los años y pueda asumirlos, serán tutelados por sus progenitores. O por quien el colectivo, por interés del mismo colectivo y del nuevo ciudadano, decida.

    Pongamos encima de una mesa un embrión, un feto y un bebé. Los tres morirán, es sólo y exclusivamente cuestión de tiempo. Pues tanto en cuanto alguien no les provea de lo necesario para subsistir, fenecerán irremisiblemente. ¿En base a qué algunas cosas necesarias para sobrevivir generan un vínculo de pertenencia y propiedad y otras no generan nada? El embrión depende de su madre en la misma medida que un recién nacido en medio de la selva de la suya. ¿Por qué la forma de dar calor y alimento definen la naturaleza de quien lo recibe?

    Si la madre muere y podemos mantener las constantes vitales para que el embrión o feto se desarrolle plenamente, ¿dónde queda el vínculo vital en que te basas?

    Una vez más nos encontramos ante argumentos proabortistas que de fundamentan en arbitrariedades y que no soportan el más mínimo paralelismo ni extrapolación. Razonamientos ad-hoc que no sirven para nada más que para justificar el quitar la vida a los no nacidos. Y razonamientos que hacen gala de una soberbia ciega que da por sentado como verdades respuestas que no se fundamentan en ningún factor objetivo.
    Mientras tanto, los argumentos contrarios al aborto vienen de planteamientos generales y razonables. Y más que en certezas, se fundamentan en la imposibilidad que tenemos para indicar objetivamente las respuestas necesarias. Y dado que estamos hablando de la vida de personas, optamos por la solución menos arriesgada, de manera razonada, objetiva y extrapolable a cualquier situación que se quiera presentar. No nos basamos en el convencimiento de que tenemos razón, sino en la imposibilidad de demostrar que lo contrario es lo cierto.

    Luis, que no lleguemos a un acuerdo vale. No tenemos que pensar lo mismo. Pero tu argumentación en este punto sigue siendo arbitraria e incompleta. No razonas, buscas justificaciones haciendo malabarismos… Y te recuerdo una vez más que una sociedad que no respeta la vida, no puede respetar la libertad de nadie. Sin garantizar lo primigenio, lo derivado no tiene en qué fundamentarse.

  22. En el tema del aborto unos decimos que se despenalice en según qué circunstancias y otros que por está muy bien hecho porque, total, la criatura era del tamaño de un nevus, no roncaba y bla, bla. Hace veinticinco años las posiciones eran otras y tal vez los que pedían besos y abrazos eran los “progres”. Hace veinticinco años, quizá, España era demográficamente viable.

    Ha habido, como diría Vico una heterogenesia de los fines evidente y en estos momentos nos falta el mapa total de nuestro itinerario para apreciar lo que nos está sucediendo; hay victorias “pírricas”, otro día hablo de Pirro, que nos hunden bajo su peso y suponen un fracaso moral, quizá definitivo (aunque tal vez no, pues tras un periodo de catarsis colectiva como el que se inaugura, muchos van a reaccionar).

    No se puede por lo tanto, ser ni declaradamente giliprogre como si vivir fuese defender la alegría ni cerradamente conservador: hasta ese punto llega la ambivalencia de las cosas. Muchos confunden el acierto con el acceso a cotas de poder y otros, más benignos, se conforman con tirarse el pegote; pero el poder, también los dineros, pero especialmente el poder es más bien una estafa legal tipo bingo o tragaperras, que más acucia cuanto más adquieres. Y además, la afirmación políticosocial y el “ésito” son la peor amenaza a los pretendidamente incondicionales e incondicionados “reflesionadores” filosóficos, científicos, poéticos, antropológios o rodentológicos.

    En realidad (aquí prescindo del tema del hilo otra vez) nunca hemos podido juzgar definitivamente ni valorar adecuadamente nuestra trayectoria (a no ser que una conciencia lúcida, sana y desinteresada no nos acusase muy concretamente de injusticia y de traición a uno mismo). Sin embargo, nos dejamos comer el coco y esclavizar por lógicas racionalistas y angostas. Después la vida, con sus reveses, sus angustias y sus travesías del desierto (de final “imprevisible”) ya se encarga de quitarnos las ganas de juzgar a nadie.

    A este respecto me viene a la cabeza uno de esos acertijos zen que tanto disgustan a César Vidal: “La diferencia entre lo mejor y lo peor de nosotros no tiene más espesor que un nevus y en este minúsculo intervalo está el todo y la nada”. Ahí queda eso.

  23. Falacia de la verdad irrelevante:

    «El límite no lo pongo yo, lo pone la naturaleza: un embrión fuera de la madre muere, un feto no necesariamente.»

    Que hila, se supone, con: «ergo, la vida del embrión no es de la misma naturaleza que la del ser humano nacido, mientras que la del feto sí lo es»

    A mí se me ocurre otra verdad irrelevante que muchos han pretendido revestir de consecuencias éticas:

    El límite no lo pongo yo, lo pone la naturaleza: los negros son de color negro y los hombres somos de color blanco.

    ¿Es la capacidad para subsistir de forma independiente una característica consustancial (digo más, la única consustancial) a la vida humana que construye el orbe ético llamado «derechos»? En ese caso, ¿por qué? ¿Por qué escoger un criterio epistemológicamente no consistente, que varía en función de los avances de la eugenesia y la medicina? ¿Quiere decir el autor que el feto de 22 semanas es un ser humano hoy día porque la medicina puede mantenerlo con vida independiente, mientras que en 1850 el feto de 22 semanas no era un ser humano? ¿Realmente cree el autor del artículo que los principios fundamentales de la ética pueden ser así de caprichosos y mudables? Por todo lo dicho; siendo así que un perrito vive con independencia de su madre, ¿es más semejante a un ser humano que un embrión de seis semanas? Si el autor cree que no, le ruego que me explique el por qué, ya que su criterio taxonómico fundamental apunta a la capacidad para tener una vida independiente.

    Existe otro criterio natural que el moderno conocimiento nos ha traído; ese criterio es la existencia de un código genético que determina la forma de la existencia de los seres vivos. Si la elección de un criterio es siempre un acto de voluntad, el punto inicial de un proyecto humano (como lo es, de hecho, afirmar que la vida humana ha de ser protegida por un derecho universal a la vida) ¿qué arcano epistemológico nos impide adoptar el criterio del genoma (que es natural, fijo e inmudable) para preferir el criterio de la vida independiente (que, siendo natural, es mutable y caprichoso)?

    Las personas civilizadas vivimos embarcadas en un proyecto basado en la construcción y sostenimiento de un orbe ético llamado «derechos humanos». Lo hemos creado gracias a la observación de lo que es mejor para nosotros y gracias a la deducción racional de qué cosa somos «nosotros» y, así, hemos hallado que los leones, los monos o los peces no somos «nosotros» mientras que los negros, los judíos o los indios sí somos «nosotros», cosa que no estuvo nada clara para muchos durante milenios. Ahora tenemos un criterio fijo epistemológcamente válidable que nos permite incluir al embrión en la categoría «nosotros», pero en general se prefiere un criterio mudable y francamente acientífico como la capacidad para vivir fuera de la madre. Creo que tanto el autor de este artículo como yo viviremos para ver cómo el avance de la ciencia capacita al ser humano para salvaguardar las espectativas de vida de embriones recién concebidos. Ese será el momento de volver a hablar sobre el asunto.

  24. Pero si no soy yo! es la ley! Vete a abrir una cuenta corriente a nombre de un embrión…. el derecho a la vida lo tienen los vivos. Y un embrión no es, jurídicamente hablando, un ser vivo.

    Bueno, pues precisamente de eso trata la discusión: de que la ley no reconoce que un no nacido sea una persona. Comprenderás que es una petición de principio argumentar que no se es persona porque jurídicamente no se es y continuar que no se puede ser persona jurídica porque no se es persona.

    Y entiendo que tu argumento se basaba en que es correcto no considerar al no nacido como persona puesto que existe una diferencia abrumadora basada en la total dependencia de la madre en el no nacido. Una dependencia que evitaría que pudiésemos considerar al no nacido como ser humano. Cuando dices eso, haces bien yendo al meollo de la cuestión, aunque estés equivocado en el criterio que aplicas (la dependencia). Pero efectivamente la clave es si es una persona (= ser humano) o no porque si lo es tiene derecho a la vida.

    Normalmente los defensores del aborto no quieren entrar en la discusión de si un no nacido es una persona y desde qué momento. Y no entran porque, como mínimo, tendrían que reconocer que, de la misma forma que un recién nacido es un ser humano, un no nacido en las últimas semanas de gestacion es sustancialmente lo mismo. Así que tendrían que pararse a pensar a partir de qué momento se puede considerar que un feto es una persona … y como mínimo tendrían dudas.

    Y no se me escapa cómo se ignora contínuamente la diferencia entre embrión y feto, algo que yo no ignoro. Pero que es fundamental en la argumentación antiabortista.

    Depende de qué antiabortista. En mi caso tengo claro que no hay diferencia entre el embrión y el feto. No es cierto que el embrión no tenga cabeza, o no tenga sistema nervioso, o no tenga corazón. Los tiene, pero no están desarrollados de la misma forma que un recién nacido o un niño de cualquier edad no tiene desarrollado su cuerpo.

    Hay otros criterios que se pueden discutir. Pero el que tú utilizas no tiene pies ni cabeza, valga la metáfora, porque no existe la menor relación entre ser dependiente y ser humano.

    Sigo pensando que malgastais las energías y los empeños: si realmente creeis que un embrión es un ser humano, deberíais concentraros en buscar soluciones a la vialbilidad in vitro y en proporcionar alternativas a las madres, en lugar de intentar imponerles vuestra idea de “ser humano”. Para protestar contra asesinatos a cuchilladas de fetos sietemesinos podeis contar conmigo. Para humanizar ocho células en un útero vía persecución legal de una mujer, no.

    Pues también habría que trabajar en eso, naturalmente. Y creo que de hecho las ciencias avanzan que es una barbaridad y ahora un niño con 5 meses de gestación podría sobrevivir. Pero no se a cuento de qué dices esto.

    Perdona que me alargue pero no puedo evitar una coda: ¿un sietemesino no tiene una dependencia abrumadora y total de la madre?

  25. También ocurre otra cosa, que ante la autoridad o en ambientes de poder o sencillamente por respeto a los demás apenas sea posible nombrar las cuestiones y los intereses en directo, sino en metáfora y por parábolas, para dejar siempre una puerta abierta a la retirada decorosa. Lo que nadie te va a perdonar es que lo acorrales como un pocero a una rata y lo dejes en evidencia, y si esa persona tiene poder en tu lugar de trabajo o en tu carrera resultará irremisiblemente peligrosa para el vencedor de la dialéctica, precisamente por hallarse éste cargado de razón. Ya sí que lo dejo.

  26. El conceto de lo impresentable o del escándalo público resulta bastante elástico y no se utiliza en otras materias económicas y sociales que escandalizan más a la gente, además de suscitar el resentimiento social y la demagogia a lo «Público», y en los que se cometen actos y prácticas bastante más perjudiciales para la sociedad.

    En nuestro exangüe mundo occidental, que regresa, desdentado, a los terribles dos añitos, se da la circunstancia de que el amor se halla mucho más reprimido que la agresividad (siendo ámbos ingredientes básicos del potaje humano): los actos agresivos perjudican considerablemente menos la imagen pública y la reputación de un sujeto que los espontáneamente afectuosos o «eróticos» (si no se atienen a ciertas pautas rígidamente convencionales y un poco de colegio de pago: «le puedes dar un abrazo, Teresita, pero saca la pelvis hacia atrás»).

    En no pocas ocasiones la violencia da prestigio: volver violentamente por tu honor, sacar la katana ante un insulto o a una broma, denigrar y menospreciar al que no ha leído o no ha estudiado tanto como nosotros o, simplemente, confesar la antipatía y hasta el odio que se siente por álguien es más «correcto» que observar que álguien le cae a uno bien, lo cual, si se trata de álguien de sexo contrario, puede hacernos pasar por impertinentes o personajillos a lo Woody Allen, y si se trata del mismo sexo, por necios e incluso por julandrones, y eso, no: «¡odoroita!», «¡ojoshiro!», etc (decapitado). Todo depende la malicia o de las intenciones del interlocutor.

  27. Sólo un detalle que pasé por alto la otra vez y casi hago ahora:

    regresamos a la consideración que ya hice en el post: acaso no es entonces el coito un atentado contra el derecho del concebido a elegir libremente si quiere o no vivir?

    Si esto es un argumento contra el derecho a la vida del embrión, también debe serlo contra el derecho del feto, o del bebé, o del chaval. Ellos tampoco eligieron vivir.

    Un saludo

  28. Hemos dejado de reconocerle a la vida humana un valor en sí misma. Y cuando un ratón aparece en la celda, en vez de compartir el mendrugo de pan, lo envenenamos.

  29. D. Luis, no creo que nadie pretenda la persecución judicial de la dueña de los seis células sin cerebro porque, hablando claro, no existe un consenso social generalizado contra eso pero si los problemas son difíciles habrá que reconocerlo.

  30. Es posible que alguno haya sospechado impostura por mi parte con lo del ratón. Y es que como dice Ignacio Peyró, el gatuno Ignacio, algunos (cristianos) se han creído la miel de la tierra. Y no es eso.

    En gentes como el fallecido alcalde Tierno, esa víbora con gafas, los aires calmos, mansurrones, toda la comedia de bonachonería, cubría una incitación transgresiva y «sentaban bien», mientras que en los devotos institucionales esos mismos aires, al pretender expresar la bondad y mansedumbre patafísicas de “los de siempre”, más bien suscitan desapego.

    Uno también quisiera ver cristianos mucho más sinceros, más dignificados y más virilmente enérgicos, hasta llegar a convencer por su propia hombría de bien. Un aire sencillo y franco como el que nos ganó a muchos para esta causa perdida; de caballeros, por tanto. Pero, sea por falta de voluntad o por falta de cerebro, voy a dejar la discusión aquí.

  31. Yo no considero humano nada que carezca de cerebro

    Ya está :D… el embrión no merece derechos porque no merece derechos pues no tiene cerebro. ¡¡Entonces es el cerebro!!

    ¿Por qué tanta historia sobre la dependencia y lo demás? Si bastaba con decir que no tiene cerebro…

    Ya te dije en el primer comentario. A mí no me molesta racionalmente que estés en contra del aborto. Eso sí, lucharé por ser yo quien imponga la ley. Lo que me molesta es ese conjunto de argumentaciones vacías, arbitrarias, en muchos casos contradictorias que pretenden hacerse pasar por racionales.

    Yo también te ayudo: puedes decir: “embrión es lo que yo quiero que sea embrión, y tiene derecho a la vida.” ¿Por qué? “Porque así lo digo yo” ¿Y que lo digas tú es un argumento? “Por supuesto”

    Nunca he justificado mi posición en este debate. Eras tú el que intentabas hacerlo. Eso sí, por supuesto que los derechos, en la legislación, siempre parten de la voluntad de los que lo generan (y no de los que los padecen).

    Mi voluntad me lleva a repudiar el aborto como un atentado contra la vida, del mismo modo que repudio hasta hacerlo prohibir si de mí depende cualquier limitación del derecho a la vida por razón de situación, raza, credo o nacionalidad.

    Pero no hay razón última para justificar nada de ello. Sólo la propia voluntad. Si hay voluntades enfrentadas, tendremos que buscar la forma de enfrentarnos. Y que gane el mejor. Pero no intentes justificar racionalmente lo que no es más que voluntad, que para colmo siempre quedará tamizada por la ignorancia.

    El derecho está para regular la competencia

    No sólo. Está para regular toda relación humana con su entorno. Está para prohibir y castigar todo acto que consideremos reprobable o que atenta contra el fin buscado de manera «universal».

    No hay hombre sin autonomía, no hay autonomía sin sistema respiratorio.
    Hay muchos hombres sin autonomía o sin capacidad cerebral que poseen derechos. A mí no me parece que esa sea la definición de hombre, que no deja de ser arbitraria, como para afirmarla categóricamente.

    el embrión es parte de la madre.

    Es que yo lo niego. Del mismo modo que un huevo no forma parte de la madre el embrión tampoco. Es un ser independiente, del mismo modo que lo es la tenia o una sanguijuela, con la diferencia de que el embrión es humano, es responsabilidad de la madre y el resto son parásitos. Afirmar lo contrario es pretender jugar con los términos, y no con los conceptos, para hacer pasar lo que es un ser vivo por otra cosa. Volvemos al ejemplo del útero artificial… ¿sería el embrión el útero, en ese caso?

    Un saludo

  32. Fanciscorl:

    ¿de verdad te parece razonable que sea la existencia de esa dependencia el criterio para reconocer a alguien como persona y, a la postre, otorgarle derecho a la vida?

    Pero si no soy yo! es la ley! Vete a abrir una cuenta corriente a nombre de un embrión…. el derecho a la vida lo tienen los vivos. Y un embrión no es, jurídicamente hablando, un ser vivo. Y no se me escapa cómo se ignora contínuamente la diferencia entre embrión y feto, algo que yo no ignoro. Pero que es fundamental en la argumentación antiabortista.
    Sigo pensando que malgastais las energías y los empeños: si realmente creeis que un embrión es un ser humano, deberíais concentraros en buscar soluciones a la vialbilidad in vitro y en proporcionar alternativas a las madres, en lugar de intentar imponerles vuestra idea de «ser humano». Para protestar contra asesinatos a cuchilladas de fetos sietemesinos podeis contar conmigo. Para humanizar ocho células en un útero vía persecución legal de una mujer, no.

  33. Iván… 🙂 Por partes:

    La decisión última corresponde al “dueño” del útero artificial.

    ¿Carece de derecho entonces un sietemesino en una incubadora? ¿Puede decidir matarle el dueño de la incubadora?

    Pero.. no hablábamos de embriones? Ah, claro, que tú no haces esa diferenciación arbitraria que hago yo. Pues no me parece arbitraria, ni baladí. Yo no considero humano nada que carezca de cerebro y que nunca lo haya tenido. Si en el útero artificail, o en la palca Petri, hay un embrión, obviamente es el dueño de esa placa Petri o ese útero artificial quien decide qué pasa con el montoncito de células.

    Tu percepción de lo que he escrito no es correcta. Puede ser que se deba a mi incapacidad para expresarlo con más concrección. Tal vez. Te ruego no pierdas de vista el hecho de que «derecho» tal y como se usa para definir «persona jurídica» es una invención, metafísica. Conceder metafísicamente derechos a un embrión no cambia nada en lo que por naturaleza es: un grupo de células parte de una mujer. Es lo mismo que si mañana decidimos conceder una carta de derechos civiles a los monos, o a los ratones de (*) Es posible, pero es sensato?
    El derecho está para regular la competencia, necesita personas que quieren algo, tal vez lo mismo, y el derecho dirime quién puede hacer valer su apetencia y quién no. En este caso discutimos quienes estais por prohibir el aborto (en cualquier caso?) y quienes estamos en contra de esa prohibición (en mi caso hasta las 12 semanas). Es decir, se necesita «querer», una voluntad. Si no abandonamos esta línea argumentativa, regresamos a la consideración que ya hice en el post: acaso no es entonces el coito un atentado contra el derecho del concebido a elegir libremente si quiere o no vivir? El mero hecho de la vida biológica concede derechos? No aceptas mi frontera embrión-feto, ni aceptas el hecho del corte del cordón umbilical como momento de aparición de dos personas jurídicas (que es lo que hoy hay, no otra cosa), pero al tiempo pretendes que sea el momento de la concepción el de la aparición de un ser humano con derechos…. por mor de qué voluntad? Para que algo sea objeto de derechos ha de ser persona jurídica, y el embrión no lo es. El feto tampoco, por cierto.
    La dependencia de la que aquí hablamos no es la que tu experimentas abandonado a un cirujano. es dependencia biológoca vital: el embrión es parte de la madre.

    La siguiente consideración es la de la viabilidad sin la madre. Pero aquí tampoco cabe la moral particular, sólo la ciencia: desde el momento en que un feto es viable fuera de la madre (órganos repiratorios, circulatorios, cerebro que le permita expresar una voluntad), no veo motivo para que la interrupción del embarazo conlleve la muerte del nonacido. Ergo, no estamos hablando de aborto.

    Luis, no sé si te das cuenta, pero estás únicamente intentando encontrar aquello que hace al embrión diferente del feto para ponerlo como límite

    No, no lo busco, la línea existe: no hay hombre sin voluntad, y no hay voluntad sin cerebro. No hay hombre sin autonomía, no hay autonomía sin sistema respiratorio.
    El argumento de la dependencia es el único válido para explicar por qué el embrión no es un ser independiente: es parte de otro ser. Y es este último, por tanto, quien tiene la potestad sobre aquel. Asimilar la dependencia de un embrión respecto a la madre con la de un bebé es puro artificio. Atiende únicamente al convencimiento (legítimo, no lo dudo, pero no lo comparto) de que ese montoncito de células es lo mismo que un bebé….y no lo es.

    Yo si quieres te ayudo: puedes decir: “embrión es lo que yo quiero que se embrión, y no tiene derecho a la vida.” ¿Por qué? “Porque así lo digo yo” ¿Y que lo digas tú es un argumento? “Por supuesto”

    Yo también te ayudo: puedes decir: “embrión es lo que yo quiero que sea embrión, y tiene derecho a la vida.” ¿Por qué? “Porque así lo digo yo” ¿Y que lo digas tú es un argumento? “Por supuesto”

    😉

  34. La diferencia entre embrión y bebé es abrumadoramente natural: el bebé existe por sí mismo, el embrión en absoluta dependencia de la madre.

    Evidentemente, tal y como señalan muchos de los que están posteando, esto no tiene sentido. Si el criterio para afirmar que alguien es persona es la dependencia, el recién nacido también depende absolutamente de otro. Por eso es un crimen abandonar a su suerte (= a la muerte) a un recién nacido. Sustancialmente no hay diferencia entre un no nacido y un nacido, que es de lo que se trata. O por lo menos reconoce que lo de la abrumadora diferencia natural no es un argumento muy sólido. Pero aunque existiese esa diferencia ¿de verdad te parece razonable que sea la existencia de esa dependencia el criterio para reconocer a alguien como persona y, a la postre, otorgarle derecho a la vida?

    Pero el ser humano, como “persona jurídica con derecho a algo” no es en absoluto algo natural. El ser humano como persona jurídica es pura metafísica. Por ello mismo, cuando concedemos al embrión los rasgos metafísicos de una persona jurídica estamos negando lo que realmente es: un embrión.

    Un argumento un poco rocambolesco para no decir directamente que no crees que un no nacido sea una persona y por tanto no se le aplican derechos humanos. Para ese viaje no hacen falta esas alforjas. ¿Y por qué no es humano? ¿Por que depende de otro? Volvemos al párrafo anterior.: ¿y eso es un argumento?

  35. La semana pasada maté un ratón en mi cuarto y ahora me siento como Virata, el protagonista de «Los ojos del hermano eterno» (Y si no arreglan el pozo los albañiles, me veo matando cocodrilos con un cuchillo de cocina…).

    El ratón es un bicho que me suscita empatía. El complejo ese giving up/given up se describió por primera vez en roedores. Al parecer, si a un ratón encerrado en un laberinto le ofreces una salida pero se la cierras ante sus hocicos cada vez que intenta huir por ella, termina por morirse, pero ojo, el pobre bicho se muere de desesperación sin que el hambre o el cansancio tengan nada que ver

    Eso si no sale novelista, como el “Firmin” de Sam Savage

    Claro, esos son los ratones de laboratorio, unos bichitos sensibles, vulnerables, muy civilizados. Luego están las ratas de alcantarilla, unas bolcheviques que roen la mano que les da de comer (generalmente guarrerías). Cuando las arrincona en una alcantarilla, abren un túnel a mordiscos y pueden aparecer en tu sótano a travez de la pared. Las aguas fecales deben ser como la poción mágica de Asterix, o no me lo explico. Contra ellas venden un pegamento que las inmoviliza en el suelo. Y se mueren chillando, las muy histéricas.

    Yo definiría la humildad no como despersonalización ni pérdida de conciencia de sí, sino como la llaneza y la convicción de la dependencia radical y hasta de la vulgaridad. No sobrevalorararse pero tampoco devaluarse, más bien pasar bastante de evaluaciones. Me gustaría vivir en una sociedad donde el ser humano fuese respetado en cuanto tal, y no por sus atributos: sentir, pensar, amar, o esperar. Este comentario puede borrarse. Un saludo, Luis.

  36. Luis, no sé si te das cuenta, pero estás únicamente intentando encontrar aquello que hace al embrión diferente del feto para ponerlo como límite. Te ha gustado así la palabra dependencia, que suena elegante, aunque existan millones de tipos de dependencia que no merecen reflejo en el derecho a la vida. Hablas de consciencia, o pleno uso de facultades mentales, pero por lo bajo, pues hay multitud de casos donde no existe consciencia o pleno uso de facultades mentales a los que eres incapaz de quitar el derecho a la vida.

    Yo si quieres te ayudo: puedes decir: «embrión es lo que yo quiero que se embrión, y no tiene derecho a la vida.» ¿Por qué? «Porque así lo digo yo» ¿Y que lo digas tú es un argumento? «Por supuesto»

    Y ya está. Nadie te podrá rebatir.

  37. Ufff, qué última afirmación.

    La decisión última corresponde al “dueño” del útero artificial.

    ¿Carece de derecho entonces un sietemesino en una incubadora? ¿Puede decidir matarle el dueño de la incubadora?

    Seguimos: yo atropello a alguien y hago que pase a estar en coma dependiente de una máquina para su curación. ¿Carece de derechos? ¿Tengo yo responsabilidad sobre él? ¿Puedo matarle cuando quiera si soy el dueño de la máquina?

    No, lo que creo es que un paquete de x células no es un ser humano

    Seguimos jugando con los términos. Científicamente por supuesto que es un ser vivo, y por supuesto que es humano. Otra cosa es que sea persona jurídica, que es de lo que se trata. Pero das vueltas en círculo para intentar esquivar los argumentos:

    Este es el flujo:

    1.- Afirmas que el embrión no es persona jurídica pues depende directamente e intrínsecamente (sea esto lo que sea) de la vida de la madre.

    2.- Te pregunto si realmente la dependencia otorga o quita derechos

    3.- Me dices que no que lo relevante es aquello que caracteriza a la persona jurídica.

    ¿Pero no era eso la dependencia de la madre?

    No me olvido mencionar que la condición para que alguien sea persona jurídica es la plena consciencia y el pleno uso de sus facultades mentales

    Y yo me autocito:

    ¿tiene el feto plena consciencia y el pleno uso de sus facultades mentales?

    Y añado: ¿y el bebé?

  38. ¿Es persona jurídica por tanto?

    Me autocito:

    No me olvido mencionar que la condición para que alguien sea persona jurídica es la plena consciencia y el pleno uso de sus facultades mentales

    Es decir, un útero artificial sólo facilita el argumento ético que expongo (el embrión vive entonces por acción de terceros y no gracias a la vida de la madre, y como queremos que pueda llegar a ser lo que creemos que llegará a ser, podemos hacernos nosotros cargo de él, no esperar a que otros lo hagan por nosotros), nunca anula el jurídico: sigue sin ser una persona jurídica objeto de derecho. La decisión última corresponde al «dueño» del útero artificial. Lo ideal sería convertirnos en accionistas de la empresa de úteros artificiales.

    ¿Pero realmente crees que existe un límite de dependencia que nos hace merecedores de derechos?

    No, lo que creo es que un paquete de x células no es un ser humano, es parte del organismo en el que se encuentra y carece de aquello que caracteriza a una persona jurídica. Tu vida no depende de «este» cirujano, la del embrión sí depende de la vida de «su» madre.

  39. No, la dependencia de la vida de la madre es la que le priva de ser persona jurídica

    Pero si existe un útero artificial… ¡¡ya no depende de la madre!! ¿Es persona jurídica por tanto?

    Un saludo

  40. La pregunta es irónica, pues no entiendo cómo tú, un adulto, podría pasar a depender de la vida de otro….

    Te puse un ejemplo, y te puedo poner más. Dependo de la vida del cirujano que me opera si no hay otro cerca, de la del piloto de mi avioneta, de la vida del único hombre que sabe mi tratamiento… ¡¡Claro que existen dependencias!!

    ¿Pero realmente crees que existe un límite de dependencia que nos hace merecedores de derechos? ¿Realmente ves alguna razón para relacionar el derecho a la vida con la dependencia?

    A mí es que me parece tan arbitrario como decir que el derecho a la vida depende de tener las uñas más largas de 1 cm.

    Un saludo

  41. ¿No era la dependencia la que hacía al embrión un ser no vivo?

    No, la dependencia de la vida de la madre es la que le priva de ser persona jurídica. La preferencia sigue siendo de la madre. Y tu opción legítima, pues opinas que se trata de un ente con derechos, facilitar que se mantenga con vida.
    No veo el problema.

  42. nos esforzásemos porque las mujeres que desean interrumpir su embarazo optasen preferiblemente por someter su embrión a los cuidados de un útero artificial o una incubadora avanzadísima.

    ¿Preferiblemente? ¿podrían seguir abortando, por lo tanto? ¿No era la dependencia la que hacía al embrión un ser no vivo?

    Un saludo

  43. Es decir, que si yo paso a depender de la vida de un trercero, pierdo mi derecho a la vida

    🙂 Cómo? De otra manera, matarías al único donante de corazón compatible contigo? Todo sea por conservar tu decho a la vida, no? La pregunta es irónica, pues no entiendo cómo tú, un adulto, podría pasar a depender de la vida de otro….

    Pues yo lo niego

    Pues no hay más que discutir 🙂 y lo digo muy cordialmente.

  44. (*) ???? cómo llegas a esa conclusión? en esos casos estaríamos en dos supuestos diferentes:
    Supuesto vivo por la vida de otro:
    – si la madre biológica ya no soporta al embrión, no tiene capacidad de acción sobre él.
    – si se reimplanta en una madre distinta, es ésta la que tiene dicha capacidad.

    Los otros dos casos entran el lo de «vivo por acción» (no por vida) de otro, lo cual nos devuelve al otro argumento: si eso exisitiese, lo normal sería que en lugar de esforzarnos por una ley que prohibiese el aborto (algo que, como ya explico, se me antoja imposible en el caso de los embriones) nos esforzásemos porque las mujeres que desean interrumpir su embarazo optasen preferiblemente por someter su embrión a los cuidados de un útero artificial o una incubadora avanzadísima. Más o menos lo que argumentaba yo en el primer artículo: menos prohibir y más acción privada para defender la vida de los nonatos, si eso es lo que se quiere.

  45. No, precisamente lo anula, y es lo que digo.

    Puedes rehacer la pregunta a:

    ¿Realmente crees que la falta de dependencia es alguna base del derecho?

    Es decir, que si yo paso a depender de la vida de un trercero, pierdo mi derecho a la vida… ¿no?

    Parte intrínseca de la madre.

    Pues yo lo niego. ¿Acaso depender de alguien te hace ser parte intrínseca de él? ¿Acaso la sanguijuela que depende de mi vida pasa a ser yo?

    Sinceramente me sorprende la facilidad para jugar con los términos.

    Un saludo

  46. Leo ahora tu respuesta:

    Ais, Iván, por qué no lees?: Completamente diferente es el caso en el que el feto…

    ¿tiene el feto plena consciencia y el pleno uso de sus facultades mentales? Me gustaría que me aclararas ese punto.

    Gracias por la explicación del ¡Vive!. Aunque sigue siendo una búsqueda de justificar mediante el lenguaje lo que no puede alcanzarse mediante la razón.

    Un saludo

  47. ¿Entonces si la ciencia hiciese viable la pervivencia de un embrión en otra mujer distinta a la que lo engendró, o un útero artificial o en una incubadora avanzadísima, seguiría existiendo el derecho de su madre biológica a destruirlo? Sinceramente no lo entiendo.

  48. ¿Realmente crees que la dependencia es alguna base del derecho?

    No, precisamente lo anula, y es lo que digo.

    ¿Y antes de ese segundo qué era?

    Parte intrínseca de la madre.

  49. Un par de detalles más:

    Los embriones tienen una limitación fundamental en su capacidad del uso de una posible consciencia: la absoluta dependencia de la madre.

    ¿Qué tendrá que ver la dependencia con la consciencia? Hay saltos en el vacío realmente sorprendentes. Sobre todo la definición del nivel de dependencia en el «si la madre se muere el embrión se muere». ¿Por qué ese límite? Yo me sé muchos límites más: Si la madre quiere, el embrión (o el feto o el bebé o el niño de 5 años) se muere (asesinado, por ejemplo). Si se muere el médico que me está operando a corazón abierto, yo me muero. Si sobrevive el único donante de última hora posible a su accidente, yo me muero. Si a un loco le da el venazo y me dispara desde un balcón, yo me muero. Si lanzan armamento nuclear en medio de Madrid, morimos unos cuantos. ¿Mi vida carece de derechos por ser dependiente de la actuación o de lo que le suceda a un tercero? ¿Realmente crees que la dependencia es alguna base del derecho?

    en el segundo de la separación del feto de su madre nos encontramos ante una persona jurídica qua independiente de la vida (nótese, de la vida, no de los actos) de otra. Vive!

    ¿Y antes de ese segundo qué era? ¿Una piedra? ¿Un tejido inerte? ¿No vivía?

    Un saludo

  50. (*), no creo que tú me hayas malinterpretado, pero comparto tu preocupación: hay quien malinterpreta maliciosamente para justificar expúreas intenciones.
    Digo que un embrión no es vivo sin la vida de la madre, un bebé sí, un anciano también, un emfermo, un …. darle la vuelta a ese molino no sube agua. Y menos cuando la conditio queda puesta ahí: vivo por la vida de otro, que no por la acción de otro. Creo que hay una «ligera» diferencia.

  51. Condición que luego no tienes en cuenta para el caso del feto

    Ais, Iván, por qué no lees?:

    Completamente diferente es el caso en el que el feto…

    El límite no lo pongo yo, lo pone la naturaleza: un embrión fuera de la madre muere, un feto no necesariamente.
    Efectivamente, la validez de un criterio metafísico debe estar siempre puesta en tela de juicio. La potestad de la madre sobre su embrión no.

    Por poner un ejemplo: Yo hago un avión de papel muy chulo. ¿Estoy moralmente obligado a cuidarlo? No. Es más, puedo tirarlo a la basura cuando me plazca. ¿Responsabilidad? Ninguna. ¿Por qué con el embrión sí?

    Por la misma razón por la que cuido mi hígado y no lo tiro al barril de cerveza: responsabilidad sobre mi propio cuerpo, que no es de papel, ni me lo he fabricado yo. Pero como ese argumento sólo vale para mí, no me parece de recibo que sea fuente de ley para todos. Respondiendo a tu pregunta: puedes ser responsable o no , es tu libre decisión. Yo he tomado la mía. Y te he dado mis razones, que no te gustan. Lógico, son las mías, no las tuyas.

    Del deseo de no abortar al deseo de ser responsable con el embrión

    Es el mismo deseo, mejor dicho, lo segundo -en mi caso- define lo primero.

    Si el embrión carece de derechos, no existe ningún imperativo moral que lleve a preferir ser responsable con respecto a dicho ser

    Falso, véase el hígado en el barril de cerveza.
    Saludos.

  52. Don Luis, he llegado a donde distingue usted bebés y embriones y debo decir a vuelapluma que el ser humano nace en un estado de dependencia total, se reproduce en un estado larvario, lo que denominan «neotenia», y sus supervivencia depende del entorno humano, desde los primeros minutos de su existencia. Más tarde el niño pequeño sigue siendo muy dependiente no sólo para su pervivencia biológica sino para su desarrollo psicológico. No digamos el ancianito. Si mañana quiero matar a diez no necesito una escopeta ni un tirachinas. Tenga cuidado con lo que desea, no vaya a conseguirlo.

  53. a condición para que alguien sea persona jurídica es la plena consciencia y el pleno uso de sus facultades mentales

    Condición que luego no tienes en cuenta para el caso del feto.

    Si hay algo que me incomoda en el debate son las incongruencias. Los argumentos que los proabortistas utilizáis para el embrión no aplican a ningún otra esfera del ser humano, ni siquiera para vosotros mismos. Son exclusivos para el embrión (para otros para el no nacido) y son por lo tanto completamente falaces.

    El límite lo pones de antemano, y después buscas excusas. Y encima intentas hacerlo pasar por racional. No cuela.

    dado que la consideración de persona jurídica es, como decía, pura metafísica, nada de lo dicho en este artículo tiene que ser válido en 10, 50 ó 100 años

    Dado que la consideración de persona jurídica es pura metafísica, ni siquiera tiene por qué ser válido ahora.

    Por lo demás, ya te dejé un comentario en el post anterior sobre lo absurdo que me parece apelar a la responsabilidad sobre entes carentes de derechos como regla moral. Si el embrión carece de derechos, no existe ningún imperativo moral que lleve a preferir ser responsable con respecto a dicho ser. Salvo que realmente estés intentando autoengañarte.

    Por poner un ejemplo: Yo hago un avión de papel muy chulo. ¿Estoy moralmente obligado a cuidarlo? No. Es más, puedo tirarlo a la basura cuando me plazca. ¿Responsabilidad? Ninguna. ¿Por qué con el embrión sí?

    Me encantaría que sin dar muchos rodeos contestaras directamente a la pregunta. Por ahora, cuando te la he planteado, la has derivado a nuevas situaciones indefinidas. Del deseo de no abortar al deseo de ser responsable con el embrión. ¿Pero por qué debemos ser responsables?

    Un saludo

Los comentarios están cerrados.