Frente a las tendencias generalizadoras en la ciencia el Doctor Sampedro se muestra escéptico. De hecho cree que, dada la actual amplitud del saber humano, solamente podemos aspirar a un conocimiento parcial y especializado, y abandonar toda esperanza de la sapiencia enciclopédica.
1) Cuando comenzó sus estudios de química tenía la inquietud de aprender «cómo funciona un ser vivo, qué hace que un cerebro produzca un alma». El problema de la consciencia, al menos el que el filosofo australiano David Chalmers ha denominado problema duro, continúa sin resolverse. Después de todos estos años, ¿cuál es su hipótesis? ¿qué investigaciones sobre este problema le parecen más prometedoras?
Esta pregunta la tratan de responder muchos filósofos, psicólogos evolutivos, neurocientíficos, etc. No sabemos ni para qué sirve ni cuándo surge la consciencia. Sabemos que, en situaciones de emergencia, el cerebro no confía en la consciencia, sino en reflejos inconscientes. Autoconsciencia, parece que la poseen también chimpancés, delfines, ballenas y elefantes. Su origen no se conoce, pero se sabe que algunas estructuras cerebrales, como la formación reticular, el tálamo y la corteza son necesarias. Se supone que la consciencia está ligada a la actividad de la corteza cerebral, aunque no de toda la corteza. Personalmente, he perdido la urgencia por responder a esta cuestión. Se sabe ya mucho sobre áreas del conocimiento más concretas, como aprendizaje y memoria. Son áreas muy especializadas y publicar hipótesis personales me haría sentirme un charlatan.
2) Las células gliales desempeñan un papel muy importante en el cerebro, que va mucho más allá de la simple función trófica y de soporte, como ponen de manifiesto las investigaciones de, entre otros, R.Douglas Fields y las suyas propias. Le cedo la palabra para que las elogie….
El desarrollo neural, la actividad nerviosa, su mantenimiento y sus manifestaciones patológicas, solo pueden comprenderse desde la perspectiva de conjuntos funcionales de neuronas y glía. Los tipos fundamentales de glía en el SNC son la astroglía, la oligodendroglía y la microglía. De ellos, la astroglía y la microglía son probablemente las clases de glia más directamente relacionadas con la plasticidad neural. Cambios en el número, tipo y función de las conexiones entre las neuronas, en la morfología y función de la glía y en las interacciones neurona-glía, son fundamentales para la adaptación de los organismos. Estos cambios, agrupados colectivamente bajo el epígrafe «plasticidad neural», median fenómenos tan dispares como el aprendizaje, la respuesta a la deshidratación o la reparación de lesiones.
3) Usted combate las enfermedades neurológicas desde el Instituto Cajal, y a un tiempo padece una (EM). ¿Qué esperanzas tenemos de tratarlas con éxito en un futuro, a la luz de los avances en el conocimiento de la estructura y función del sistema nervioso?
4) Las células Madre permiten regenerar tejidos. ¿Qué aplicaciones y qué restricciones cree que debieran tener en la investigación biomédica?
Todos somos conscientes del enorme potencial terapeutico de las células madre. Pero una cosa es reconocer el potencial y otra saber como usar esas células, o sea, conocer las sustancias y procedimientos que las guian a diferenciarse en las células y tejidos deseados. Las células madre embrionarias crecen y se diferencian mejor que las derivadas de tejidos adultos. Sin embargo, creo que se pueden encontrar condiciones que permitan a células madre adultas comportarse similarmente a las embrionarias. Esto obviaría problemas éticos.
5) Como bioquímico que es probablemente se haya preguntado en más de una ocasión por el origen de la vida. ¿Qué cree que sucedió?
Con el origen de la vida pasa como con el origen de la consciencia. Hace 40 años era divertido e incluso irreverente especular . Ahora, el problema se plantea sobre las condiciones y procesos que regularon como ocurrió y hay un buen número de publicaciones especializadas y es un campo de investigación especializado. Al margen de leer la Wikipedia, vería lo que dicen sobre el proceso gentes como Les Orgel y Stephen Jay Gould, que son gente espabilada y llevan años trabajando en el problema.
6) Contextualizando sus investigaciones, ¿cuál es su particular visión de la evolución? ¿y de la evolución humana? ¿Podría hacer de cicerone para nosotros en un breve y esquemático recorrido por la evolución del sistema nervioso, de los primeros metazoos a nosotros y, por ejemplo, los delfines?
De nuevo tenemos una situación como con el origen de la vida o de la consciencia. El problema es que, como muchos, soy consciente de que a principios del siglo XXI uno no ouede ser ommnisciente como Leonardo da Vinci. Si tengo curiosidad, voy a GOOGLE, busco y me encuentro “Becoming Human”, escrito por paleontologos del Institute of Human Origins, incluyendo los trabajos de Donald Johanson.
7) La plasticidad neural es el campo en el que ahora investiga. Al margen de la cuestión de regenerar tejidos dañados está la otra cuestión de hasta qué punto los seres humanos podemos cambiar nuestra psique ante demandas del medio. Es la vieja polémica entre naturaleza y crianza. ¿Qué ideas tiene usted al respecto?
El consenso actual es que tanto los genes como el medio ambiente tienen importancia. Los genes tienen un un peso básico fundamental, marcan mínimo y máximo que ambientes desastrosos u óptimos, respectivamente, pueden permitir.
Ijon, de todas maneras puestos a ser charlatanes mejor serlo con los conocimientos de Sampedro, ¿no te parece? Siempre y cuando hable de lo suyo (y para todo lo demás opinión mejor o peor fundada). Eso es lo que distingue a un buen científico. Sampedro lo es.
¡Hola Jinete!….tengo que leer el artículo de Wolfe, te rogaría que me lo enviases de nuevo porque no sé a dónde carajo ha ido a parar, en la selva de correos que tengo.
Caramba. Me cae bien este tipo. Modesto, sincero y planteando sus ideas sin hacer afirmaciones categóricas ni sentar cátedra. Así son los que saben y no los que simulan saber.
«¿que hace que un cerebro produzca un alma?»
No había leído este post, pero el artículo de Wolfe que te recomendé trata sobre eso precisamente. Hay una serie de lugubres predicciones de un tal Nietzsche realmente desasosegantes.
Felicidades por esta serie, German. Que Dios te lo pague. (Si no te paga ya sabes donde tienes un buen abogado, pero conviene que te firme al menos el albarán, jejeje). Saludos.
Je, Chesco es uno de nuestros ilustres neurobiólogos del futuro, Germánico. Dará que hablar y tendremos que entrevistarle aquí… no tardando mucho.
Y estoy con él en lo que a embrionarias se refiere. De todos modos, se está trabajando mucho y bien en ensayos que permitirían trabajar con celulas madre medulares o de otro tipo (crebro?)… ocurre que a partir de ahí sí empiezan los verdaderos problemas… para hacer que se desarrollen células neuronales funcionales. Tiempo al tiempo… mis vecinos del Fraunhofer están, de momento, con células tanto mesenquimales como hematopoyéticas. No tienen a nadie que trabaje en otros campos… por ahora.
¡Algún día tendrás que contarme más de tu trabajo, Chesco!
Gracias Germanico, esto me toca más de cerca.
Hablando sobre el título, de momento la regeneración neuronal no es más que un futurible dudoso. Las células madre embrionarias son problemáticas, la neuronales existentes en ciertas partes del cerebro no sabemos como movilizarlas o dirigirlas. Veo poco futuro a la regeneración y más esperanzas tengo puestas en la detección precoz y neuroprotección.
Un saludo