El Gobierno de ZP quiere regir nuestras vidas de ciudadanos, desde la cuna a la tumba. Quiere crear, además sus propios sacramentos, en su línea laicista que resulta más bien antirreligiosa, o, para ser precisos, anticristiana. Empezando por el aborto, pasando por la Educación para la Ciudadanía, siguiendo con el matrimonio gay y el divorcio libre y terminando sedados por el Doctor Montes en algún Hospital Público, «eutanasiados» por el bien común. No hay proyecto más totalitario.
Cuando Losantos dice que lo que quieren es atacar los valores tradicionales, refrendados por numerosas generaciones; cambiar nuestras ideas de lo que es bueno y malo, de lo que es bien y es mal, no se equivoca en absoluto. El ataque a la Iglesia Cristiana es un ataque al símbolo de la moral occidental, igual que el ataque a las torres gemelas de New York lo fue a un símbolo del poder económico, de ahí que debamos considerar dicho ataque, como antes señalaba, no como antirreligioso en sí, sino como anticristiano. No va dirigido ni al Islam ni al Budismo, y, en última instancia, antimoral. Se trata de «Si no hay Dios todo vale». Relativismo puro, búsqueda descarnada de poder, librándose de las ataduras del bien y del mal.
Los totalitarios gustan de jugar con el lenguaje, invirtiendo –y con ello pervirtiendo- los significados. Lo hacen especialmente con las palabras abstractas, que son, como es natural, las que más se prestan a ello y las más vinculadas a la política, que es el abordaje de los asuntos de la Polis, los asuntos «generales».
De la cuna a la tumba, el ciudadano de ZP vivirá una vida mísera o formará parte del reducido grupo de privilegiados por y para el pueblo. O amo o esclavo. Pero en la línea de perversión de valores y lenguajes, podríamos decir que podrá ser «servidor» de los demás, o de los intereses generales, o dueño del poder legítimo, pueblo «soberano».
Amén.
Jesús, a ver…
«Para mí una persona no es simplemente vida, sino una serie de vivencias, relaciones, memoria, emociones, etc. » Con este criterio estás dejando fuera a todo recién nacido hasta que tenga x días o meses. Por lo que si nace con taras podría ser asesinado por motivos «humanitarios».
No estamos en absoluto de acuerdo. La naturaleza del ser es lo que lo define, no su situación, condición, vivencia o circunstancias. Así que para mi es igual de grave asesinar a un enfermo de síndrome de Down que tenga 15 años que tenga 15 minutos de gestación. Son personas y no pueden ser asesinadas bajo ningún pretexto dado que tienen el mismo derecho a la vida que yo. ¿Por qué un enfermo tiene menos derecho a la vida que un sano?¿Dónde está la humanidad en esa manera de ver las cosas que condena a la muerte al menos afortunado? Entonces si yo estimo que tu vida es inferior a la mía y te mato, lo hago por amor…, pobrecito, como no va a disfrutar nunca de la vida como yo, para eso mejor que no respire…
Es de locos lo que propones.
No me baso en la antigüedad como argumento de autoridad, sino como ejemplo del largo desarrollo que ha llevado la perfección de una institución de OBLIGACIONES. El matrimonio se crea y se regula, principalmente, por la aparición de hijos en su seno. Hijos que hay que educar y hacer útiles para la sociedad. Así pues no me refería a que sea una institución para que sus miembros progresen socialmente, sino que es pilar sobre el que se desarrolla la sociedad. Es el núcleo básico en torno al que todo se construye: familia, municipio, ciudad, provincia…
En la Iglesia católica la primera gran transformación, hace siglos, mucho más de dos, que sufre la regulación del sacramento, se hace para salvaguardar los DERECHOS de la mujer ante los abusos del hombre. Así que tu análisis es un tanto inexacto. También el derecho de «propiedad» que se reconoce a cada contrayente sobre el otro, es un elemento de paz social. En la medida en que se respete la norma, menos conflicto hay.
A los derechos que me refiero que aparecen a finales del XX son las ayudas por hijos en forma de desgravaciones, mejoras fiscales, derechos de sucesión… Todos pensados para facilitar el cumplimiento de las obligaciones, principalmente para con los hijos, y en segundo plano para con el cónyuge que sobreviviera al otro. El que haya matrimonios que no den descendencia es, creo, anecdótico frente a la norma y según el entorno recibe regulación diferenciada (según los católicos, no puede haber matrimonio si hay imposibilidad para procrear probada). Amén de que una sociedad democrática que busque descendencia sólo puede hacerlo con incentivos, jamás coercitivamente…
El «matrimonio» gay sólo se centra en parte de esos derechos: sucesión y fiscales. Todo lo demás desaparece. Así que para regular una situación, nos cargamos otra dando lugar a algo que no es lo que pretende ser.
Así pues, el esquema de jerarquía social que emanaba de la familia, desaparece. Los hijos desaparecen del esquema. Ahora el matrimonio es un contrato de convivencia entre adultos. Y un contrato estúpido y marginador: ¿Por qué dos hombres que viven juntos pueden heredarse porque se supone que practican sexo y dos hermanos que viven juntos no? ¿Tienen los hermanos que fornicar para ganarse ese derecho? ¿Por qué hay que ser gay y vivir juntos para que alguien pueda legar sus bienes a quien quiere?¿En base a qué yo no puedo legar mis bienes a un amigo que vive en Sevilla?¿Tenemos que acostarnos de vez en cuando y formalizarlo?
Al dar derechos a un colectivo de manera arbitraria sin contrapartida ninguna, se comete una injusticia. Y aquí, además, se hace cargándose una institución que ha sido hasta ahora con gran éxito, piedra angular de la sociedad. Así pues, sí me afecta. Primero, porque rompe la estructura social que creo adecuada y eso conlleva consecuencias. Y segundo, porque puestos a dar derechos, se me margina por motivos sexuales. ¿Qué aporta una pareja homosexual por norma que yo no aporte? NADA. Y aún así ellos reciben más derechos que yo. ¿POR QUÉ?
Una cosa es que decidamos que el estado no tiene que regular las relaciones entre adultos. OK, no regules ninguna. Pero creo que es necesario regular cuando de elementos esenciales y definitorios de la sociedad estamos hablando. Así, si en el modelo de sociedad que yo deseo la familia es núcleo principal para estructurarnos, regularé sobre ella y la protegeré. Insisto, porque es algo que considero fundamental y definitorio.
Y ya he dicho que no tengo nada en contra de que surjan alternativas de convivencia siempre que no supongan una amenaza clara. Y que si se estima oportuno, no veo inconveniente para regular y reconocer dichas alternativas si así se desea y se ve adecuado. Pero no a costa de cargarse la institución básica.
Es como con la propiedad privada. La considero esencial y la regulo. Pero no niego a que se de el cooperativismo, las comunas y otras alternativas al modelo de propiedad. Lo que sería estúpido es regularlo todo como cooperativas, anulando la propiedad privada y decir que es lo mismo…
OK, para ti no es una institución básica y en tu modelo social la organización y responsabilidad parental importa un pimiento. Vale. Pero permite que yo defienda mi modelo democráticamente. Lo que es ridículo es decir que la elección de modelo social no determina nada en la evolución de la sociedad. Eso es relativismo moral puro y las conclusiones que da son falsas.
Vuelvo al ejemplo de los impuestos, cambia el sistema, y en lugar de que sean algo obligatorio tórnalos en algo voluntario (de obligación a derecho). Según tú da igual, es lo mismo… No creo yo…
O imagina al soldado que ha ganado una medalla por cumplir una misión arriesgada. Imagina que el gobierno decide que esa medalla se la van a dar a todo el que ingrese en el ejército. Según tú el condecorado por honor no puede quejarse porque no le están quitando nada. Pero amigo, al darle la misma medalla al resto, la suya pierde todo su valor. Pues de esa manera te estás cargando todos los incentivos para fomentar la natalidad, ya que los derechos creados con ese fin se tornan accesibles a gente que no tiene nada que ver son el asunto… Pero no, según tú es lo mismo vivir en una sociedad con una pirámide de crecimiento sostenible que otra que, por ejemplo, dependa de inmigrantes con otras culturas y valores tal vez, contrarios a los nuestros. Da igual, es lo mismo…
Respecto al divorcio, he puntualizado que era el exprés, pero bueno… El fondo del asunto es que dado que el matrimonio debe de ser institución básica, debe contar con estabilidad. Pero no obligo a nadie a seguirlo. No he propuesto que se meta en la cárcel al que viva en pecado. No he negado reconocimiento de ciertos derechos a otras alternativas que cumplan ciertas obligaciones. Sólo digo que los que elijan ese camino se someten voluntariamente a unas normas que conllevarán obligaciones y derechos. Y una de esas obligaciones, entiendo que por lógica, debe de ser dotar de un mínimo de estabilidad a la institución. Por que si puede hacerse y deshacerse a voluntad, nada podrás desarrollar en torno al matrimonio.
Como verás, tiene mucha menos lógica la defensa del «matrimonio» gay que la del matrimonio tradicional. Porque si das derechos sin contraprestación, ¿en base a qué se lo niegas a los demás?
En el matrimonio tradicional hay un balance que justifica su existencia y regulación. En el gay NO. Así que dar derechos por motivos sexuales me parece discriminación pura y dura (una cosa es dar derechos para fomentar que se tengan niños y se críen con responsabilidad y otra dar derechos por practicar sexo sin más). Y si me discriminas, claro que me afecta. Amén de romper el modelo de sociedad en el que creo, que tampoco es poco…
Ruego disculpes si en algún momento puedo sonar grosero o irrespetuoso, no es en absoluto mi objetivo.
Saludos.
A Juano:
Para mí una persona no es simplemente vida, sino una serie de vivencias, relaciones, memoria, emociones, etc. Un feto no es una persona, un negro sí, así que no es lo mismo. Ya que un feto no es una persona, su muerte no es un asesinato, pero ya que es una persona en potencia, no podemos disponer de su vida como de la de un animal cualquiera (de la que, añado, tampoco creo que podamos disponer con demasiada libertad). Si a una pareja no le apetece usar condón, sale cruz, y ella se queda embarazada y aborta porque no le apetece tener un hijo, ese aborto no debería permitirse. Si se descubre que un feto ha heredado una enfermedad grave, degenerativa, o que va a llenar su vida de dolor físico y, casi con toda seguridad, psicológico, no permitir que ese feto nazca es, en mi opinión, un gesto de amor. ¿No estamos de acuerdo en todo esto?
En cuanto al matrimonio, para empezar, que sea milenario no quiere decir absolutamente nada. La monarquía absoluta también tiene decenas de miles de años de antigüedad, y nos ha conducido a las sociedades tan avanzadas en las que vivimos. La tradición puede explicar, pero nunca puede justificar.
Es más, repites la misma salmodia de todos los tradicionalistas,
Te cito: «Es a finales del siglo veinte cuando aparecen algunos derechos añadidos para los participantes en la institución buscando fomentarla frente a otros modelos incipientes.»
¡No digas tonterías (con cariño)! Los «derechos añadidos» existen desde siempre, y siempre cayendo del lado del varón. Es más, el matrimonio como contrato en igualdad no tiene ni 150 años. Osea, que no puedes defender el matrimonio como intitución milenaria que ha degenerado en los últimos tiempos. Más bien al contrario. Sólo tienes que cogerte alguna ley matrimonial de hace unos 2 siglos (que no es nada para una institución milenaria), y me dices si el matrimonio ha degenerado o no.
«Así pues, para empezar, estamos convirtiendo algo en otra cosa que jamás ha sido.»
¿Y qué?
A ver, afirmas que el matrimonio posee un contenido del que es inseparable: establecer un marco para la crianza de los hijos y un apoyo para el ascenso social. Muchos matrimonios ni tienen hijos, ni prosperan socialmente. Si el contrato legal y el contenido son indisolubles, ese matrimonio es nulo, puesto que carace de la mitad de las obligaciones: el contenido. De hecho, el repudio de la mujer que no concibe ha sido siempre un derecho concedido al varón. La solución que se adoptó hace bastante tiempo: el matrimonio es el contrato, y el contenido lo aporta, o no, la pareja. Según tú, esto es un retroceso, si te he entendido bien.
Desde que el matrimonio, legalmente, es un contrato, nada impide que, si la sociedad así lo desea, se le permita firmar el mismo contrato a una pareja homosexual.
(Lo de los impuestos y el derecho no lo he pillado, perdón).
«Por lo tanto sí hay afección a la sociedad y a los demás individuos.»
No. A ti no se te despoja de nada. Tu matrimonio no vale menos. Ese «por tanto» no está justificado.
Sobre tu crítica al divorcio, así estás mostrando quién es el que quiere regir las vidas de los demás: ¿acaso debe ser la ley la que regule si el matrimonio aporta o no algo? Eso es algo personal. La ley no debe meterse.
En cuanto al quinto párrafo, vuelves a hablar como si el matrimonio y la familia hubiera sido desde hace siglos como es hoy (o como era ayer, antes del matrimonio gay), y sabes que no es así. El matrimonio fue, durante la mayoría de los siglos a los que te refieres, básicamente un contrato de propiedad del hombre sobre la mujer; y un buen día, esa institución tan bien asentada y tan histórica, cambió (creo que estamos de acuerdo en que para bien). Así que no me hables de defender una institución histórica.
En el penúltimo párrafo estamos de acuerdo: el gobierno actual es blandísimo legislando sobre obligaciones.
¡Un saludo!
Jesús, si ahora aprueban una ley que permite matar negros, ¿te quedarás impasible porque tú eres blanco? Yo desde luego que no, y por eso haré todo lo que esté en mi mano para que no se produzca ningún aborto.
En lo que respecta al matrimonio, estamos hablando de una institución milenaria de OBLIGACIONES. Y su razón de ser así era para estipular un marco estable y sólido tanto para el desarrollo de los hijos engendrados como primer escalón del desarrollo social. Es a finales del siglo veinte cuando aparecen algunos derechos añadidos para los participantes en la institución buscando fomentarla frente a otros modelos incipientes. Y este gobierno, fijándose sólo en esos últimos derechos añadidos, coge el rábano por la hojas y se carga todo lo demás.
El «matrimonio» gay lo que hace es tomar la institución, vaciarla de contenido y convertirla en un compendio de DERECHOS (además los añadidos, no los fundamentales). Sin ninguna obligación. Así pues, para empezar, estamos convirtiendo algo en otra cosa que jamás ha sido. De esa manera nos cargamos la razón de ser y los objetivos del matrimonio. Por lo tanto sí hay afección a la sociedad y a los demás individuos. Venga, coge una obligación como pagar impuestos y conviértelo en derecho. ¿A que no es lo mismo?
La crítica al divorcio exprés va por esa línea. Si al matrimonio le quitas también el componente de permanencia y estabilidad, ¿para qué coño te casas?. Una institución que no impone obligaciones, que regala derechos y que puede hacerse y deshacerse a voluntad, ¿qué aporta a la sociedad aparte de papeleo y empleo en los juzgados?
Si alguien quiere iniciar una relación flexible, perfecto. que se vaya a vivir con quien quiera y que lo deje con quien quiera. Y si hay que dar alguna facilidad a ese tipo de relaciones, perfecto. Pero no entiendo por qué para eso hay que eliminar y arrasar la razón de ser y la utilidad de una institución que funciona y ha demostrado su validez durante siglos. Una sociedad con familias estables es más estructurada y próspera. Así que sí, el pasar a una sociedad donde el concepto de familia abarca todo y las responsabilidades se diluyen, claro que me afecta.
Un sistema que no equilibra derechos y obligaciones, no funciona. Y este gobierno, como todos los políticos actuales del país, nos embauca con derechos y «derechos» que lo único que hacen es romper ese equilibrio y conducirnos a una sociedad más problemática y pobre. Todo compendio de derechos precisa un contrapeso de un compendio de obligaciones. Si te fijas sólo en lo primero sin tener en cuenta de lo segundo, el análisis además de ser inválido, te dará conclusiones falsas.
Así que o presentas un esquema de derechos-obligaciones para cada caso, o no estás jugando limpio para empezar…
¡Qué gilipoyas soy! Perdón, que no había visto lo de «Tu comentario está esperando moderación».
¡Anda, mi comentario ha desaparecido! ¿Será que aquí no se es tan amante de la libertad como se dice?
Lo veo y no lo creo. ¿Estás diciendo que conceder derechos es «regir nuestras vidas»? ¿Te privan a ti de algo por aprobar el matrimonio gay, la ley de plazos para el aborto o el divorcio libre? ¿Ves mermados algunos de tus derechos? ¿O más bien piensas que esos no son derechos, y que los demás no deberían tenerlos? ¿Sabes qué significa ser liberal?
El día que alguien me consiga explicar cómo amenaza el matrimonio gay a la familia tradicional (o heterosexual, o cristiana, o como quiera ser llamada), seré muy, muy feliz, porque hasta ahora sólo he visto gemidos y ningún argumento real.
¡Un saludo!
«z» es un angelito. ¿contento?
quiero opinar sobre el spot que el zetagobierno (el moncloviche -primaveras) ha puesto en circulacion. y quiero hacerlo porque estoy montando un reportaje sobre los nadadores paralimpicos.hace unos dias pude entrevistarlos y me contaron cosa muy curiosas sobre el «apoyo» y sensibilidad que el «angelito» les procura.
cuando veo el spot que han montado (ado) no dejo de pensar en la mugre mental que los anima.su pedagogia o mensaje es el siguiente: trabajador@s proleprogres, grasientos, agotados y explotados que ya tienen bastante con currar como para pagarse el lujo del deporte. esto es celestial.
a mi mas bien me recuerda a aquellos calendarios que los mecanicos colgaban en las paredes grasientas de los garajes de los setenta. solo que en vez de tias en pelotas (lo siento, no me van los gays) aqui se muestra a un ave raris hispana(por lo demás de lo más común) : «el currito escaqueatus», que encuentra en el deporte la salvacion ante la deportacion al gulag de doñana.
no te lo tomes asi, proleprogre. esta es una pagina para exiliados. tu ya tienes bastante con el boletin oficial del estado.
pregunta para el comisario politico. si proletario viene de prole (vamos que tiene muchos hijos), como se puede llamar a un proletario que folla con condón?.
¡Te habrás quedado a gusto!.
Hala, a seguir durmiendo…..
¿Cuidado con el bolchevique de zapatero? ¿Un día toma el palacio de invierno y os corta el cuello? Superáis a Stalin en paranoia. Pagar impuestos, que quien roba a explotador tiene cien años de perdón.
Individualismo, dividir a la sociedad y ya la has derrotado. Le encanta a los lobos humanos, que tanto admiran en este blog. ¿A quién caza primero la leona? ¿El pez grande? ¿Milagro alemán o el Jueves milagro? 270000 billones de ayuda estadounidense a la RFA, según wikipedia. ¡Milagro! gritan ignorantes y superficiales.
Yo, Neike, preferiría que no tuviéramos que obedecer ni a Rouco ni a ningún otro.
Es un parecer.
Ijon, es cierto, hoy por hoy obedecer a la cabeza de la Iglesia en nuestro país es totalmente voluntario. De hecho te puedes meter con ella todo lo que quieras que no sólo nadie te lo echará en cara, sino que «to cristo» te aplaudirá (si se saca los clavos, claro).
Ahora, como no obedezcas a ZP y sus secesionistas-secuaces-……¡¡¡que Dios te pille confesado!!!. Al calvario.
Con su propio cuerpo neike, no con los ajenos. Obedecer o no a Rouco es voluntario.Caer en las garras de Montes y que decida por ti, no es ejemplo de libertad. Es ejemplo de totalitario que decide por ti.
Que uno pueda hacer lo que quiera con su cuerpo, que se pueda casar con quien quiera y divorciarse cuando quiera, que pueda terminar su vida cuando quiera… vamos, no hay proyecto más «totalitario». Si queremos libertad tenemos que obedecer a Rouco.
Drizzt, he visto tu apunte sobre el bloguer condenado a indemnizar a la SGAE. No sé si es que he andado un poco desconectado últimamente o es que no ha generado el revuelo que merecía.
Poco a poco van levantando el Muro. La caída del de Berlín fue una ilusión pasajera.
Veremos, en no mucho tiempo, acusar de insolidarios a quien tiene más de una cierta edad por ser una carga para la Seguridad Social y el mantenimiento del planeta, y por tanto, que habría que darles pasaporte (como en la Fuga de Logan)
Lo que habría que abortar, Ijon, es el discurso demagógico y falaz de ZP. Pero en democracia la única interrupción posible de ese discurso es una interrupción voluntaria de su escucha en televisión, como haces tú, un malestar orgánico que lleve a la gente a huir de sus disarmónicos «cantos de sirena».
Guillermo, dices lo que Rajoy, lo cual es cierto, pero también lo es que todos esos temas que sacan a la palestra son mucho más que meras distracciones. Destruyendo el tejido social se destruye también la economía, y la destrucción de la economía es, en última instancia, destrucción del tejido social.
Mario, algunos creéis que con estas cosas aumenta la libertad. Pero la libertad no se puede asentar en las arenas movedizas del relativismo.
¿No sería justo al revés? Lo que hace el Gobierno de Zapatero es eliminar los sacramentos obligatorios que están relfejados en la ley.
Ha empezado la maquinaria de ZP a distraer la atención sobre los temas mas espinosos de esta legislatura. Que son la economía, la economía y la economía.
Pondrán las trampas de la legislatura pasada (Matrimonio gay…) pero esta vez en forma de eutanasia y aborto. Alguien tendrá que tener cuidado para no caer en la trampa de centrar los debates en esos temas muy poco rentables políticamente y muy fáciles de «demagogizar» para que nos olvidemos de lo jodidos que estamos y de que no llegamos a fin de mes y así ZP pueda ganar las próximas elecciones.
Saludos
Que si juegan con el lenguaje, ya te digo.
Ayer vi un par de minutos a ZP en la tele (más tiempo mi organismo se resiente) y dijo 4 ó 5 veces «interrupción voluntaria del embarazo». Eso del aborto que dices arriba, es tabú.