Ya he escrito con anterioridad sobre las miserables condiciones en que viven los coptos en Egipto. Pero no sobre lo que ocurre con los eremitas coptos en el desierto:
El pacífico monasterio del siglo IV de Deir Abu-Fana (San Epifanio) fue el objetivo de un ataque atroz por un grupo de unos 70 árabes (que es como se denomina a las comunidades tribales que viven en el desierto) armados con armas automáticas, el sábado 31 de mayo. El ataque empezó a las 5 de la tarde. Las plantas y los campos que lo rodeaban fueron destrozados y los monjes y los trabajadores azotados. Rompieron las bombas de irrigación usadas para las plantas y el gas que contenían usado para quemar el monasterio y las celdas. El ataque acabó en el complejo central; tres celdas fueron quemadas y las setas que produce el monasterio destrozadas, así como el tractor propiedad del monasterio. El tractor es el medio de transporte principal para los monjes por las dunas de arena.
Los atacantes prendieron fuego a la Iglesia del Papa Kyrillos, destruyeron el altar, rajaron y quemaron las Biblias y los icones y arruinaron la valla eléctrica que habían colocado recientemente para proteger el monasterio.
El Padre Bakhoum, de 35 años, recibió un tiro en el hombro y otro en la pierna, el Padre Fini fue herido en un brazo y dos novicios, el Hermano Sawiris, de 30, y del Hermano Michael, de 25, fueron heridos en brazos y piernas. Unos de los atacantes, Khalil Ibrahim Mohammed, de 39 años, murió en el ataque.
Cuando finalmente se fueron, los atacantes secuestraron a tres monjes, los Padres Youa’nnis, Maximous, and Andrawes, así como a Ibrahim Taqqi, hermano de uno de los monjes que estaba en ese momento visitándole en el monasterio.
Los heridos -dos de ellos en condición crítica- fueron trasladados al hospital Minya en un camión pequeño usado por el monasterio para trasladar a los animales de la granja, a pesar de repetidas llamadas a la policía y a una ambulancia, ninguna de las cuáles apareció en la escena del ataque antes de las 8 y media de la tarde. La comisaría de policía de Qasr Hur está a sólo tres kilómetros del monasterio.
(…) El pasado enero el monasterio fue ya la escena de un ataque por el mismo grupo de hombres, quien dicen tener derechos sobre una parte de las tierras del monasterio. Ninguno de los atacantes fueron procesados. E incluso después de que se aprobó un decreto por el Gobernador Fouad Saad Eddin para construir una pared alrededor de las tierras del monasterio, no se les ha permitido a los monjes construirla.
Los monjes son eremitas, de tal modo que dentro de los campos circundantes y en el desierto de alrededor hay pequeñas celdas para que los monjes mediten.
Podeis seguir leyendo, pero creo que con lo anterior ya se hace uno una idea.
Que estas salvajadas ocurran te pone un nudo en el estómago.
Pero me resulta mucho más preocupante la ley del silencio impuesta para evitar su divulgación.
Podían acercarse por allí algunos de los ideólogos laicistas que tanto florecen en esta parte del mundo.
La entrada la he escrito yo, Mujerárbol… jejeje
Ahora te paso los vídeos de la entrada original.
Comento la noticia en mi bitácora una vez leído el enlace original que das, Luis. A mi estilo, you know, no soy tan combativa. También se la he pasado a gente que espero le de más difusión.
Me resulta imposible entrar en las notas de Nora, que me traban el navegador y tengo que re-conectar cada vez. 🙁 🙁 🙁
Yo a los premios Darwin no. Yo lo nominaría a los premios gamberro violento con mala suerte… Porque es que resultar muerto en un ataque contra los monjes eremitas (que no tienen armas, mientras tú o los que van contigo llevan armas automáticas)….
¿El asaltante que resultó muerto está debidamente nominado a los Premios Darwin?
Cuando leí esto, casi me echo a llorar. Esto ha pasado hace menos de tres días y ningún gran medio de comunicación ha dicho nada.
En fin, tampoco creo que le varíe mucho la vida a nadie… pero creo que debía postear sobre ello.
Gracias por comentar.
Sí, son símbolo de paz, de la paz perpetua de los cementerios, más concretamente…
El Islam es paz, sobre todo para los infieles, en el sentido de D.E.P.