La de la vergüenza:
People who deny the truth about climate change are acting like an Austrian man who locked his daughter in a cellar for 24 years, an Anglican bishop has said. The Bishop of Stafford, Gordon Mursell, wrote in a parish letter that not tackling global warming meant people were «as guilty as» Josef Fritzl. It meant future generations would be left in a futureless world, he said. Mr Mursell added he was not accusing people of being child abusers but shocking analogies were needed.
Comparar a quienes no creemos en el catastrofismo climático con un degenerado mental como es Josef Fritzl sólo es posible desde la retorcida mente de un obispo anglicano. Ya va siendo hora de abandonar las comparaciones absurdas en un debate en el que nos jugamos algo más que los cuartos.
La del miedo:
Wir sind systemkritisch in dem Sinne, dass wir irgendwann einmal den Kapitalismus zugunsten eines demokratischen Sozialismus hinter uns lassen müssen.
Traducción: «somos sistemáticamente críticos en el sentido de que creemos que en un futuro debemos abandonar el capitalismo en favor de un socialismo democrático«
Si la hubiese pronunciado uno de los Castro, no pasaría nada. Si la frase fuese de un Llamazares cualquiera, tampoco. Después de todo, los comunistas de todo pelaje jamás han conseguido engañar a nadie sobre sus verdaderos propósitos totalitarios. Pero cuando la frase nace de los labios de Franziska Drohsel, Secretaria General de las Juventudes socialistas alemanas (sí, leen bien, las del SPD, moderados ellos) la cosa es para tomárselo en serio. Señoras y señores, todos somos socialistas! Antes o después.
Lo dicho: cada vez tengo menos fe en el ser humano o, al menos, en determinados grupos humanos.
De la Iglesia Anglicana mejor no opino… que entre este y el Obispo que considera que Gran Bretaña debe incluir la Sharia, los epítetos que me salen no son nada educados…
Nota costumbrista para el Superviviente liberal:
el otro día, al llegar a casa cansado después de trabajar, me acerqué a la nevera en busca de un helado. Sólo quedaba uno.
Reacción normal: los niños se han comido los helados y no han avisado (carecen de sentido de la previsión) de que hay que reponer. Evidentemente, no se les ocurrió pensar, ni por un momento, que no podían comer todos los helados. Breve charla aclaratoria, proceso educativo, a sabiendas de que no dará resultados mañana, pero seguro que sí pasado mañana.
Reacción histericoclimática: grandes gritos documentales, los niños asustados llorando en una esquina, prohibición de comer helados sin sello oficial de mamá o papá.
En este blog no se ha dicho nunca que no sea necesario un uso responsable de los recursos. Que no sea necesario cuidar el medio ambiente. Ni siquiera se ha dicho que no exista el cambio climático. Lo que aquí se dice es que la represión y el terror sólo generan pathos.
Por otro lado… supervivencia … de la especie? La especie humana tiene los días contados. No sé si son 12 o 30 mil millones de días, pero desde luego, una nadería en comparción con el medio en que nos movemos. No te preocupes demasiado, a todo cerdo le llega su San Martín. Y a nosotros, por supuesto, también. Con o sin socialismo (probablemente antes con)
Saludos cordiales.
Es una idea arraigada en muchos y también demostrada ampliamente por la historia que en épocas de gran escasez se impone el racionamiento. Con o sin cambio climático no faltan demasiadas décadas para que estemos sin recursos suficientes para seguir manteniendo un sistema liberal de libre mercado a nivel global.
Los jóvenes idealistas de izquierdas prefieren socializar democráticamente ese racionamiento. (Eso es una fantasía, pero están en la edad) Los liberales piensan que se impondrá una especie de autarquía tecnológica tutelada por ejércitos privados que mantendrán islas de prosperidad rodeadas de miseria (algo parecido a lo que ya está pasando en el mundo) .
Por último están los negacionistas, que se la llevarán entera en toda la boca. Disminuir el consumo energético y racionalizar ya el uso de las materias primas que nos quedan va mucho más allá del efecto invernadero, No es ecologismo, es supervivencia. la otra opción es que haya un par de guerras de las gordas que nos diezmen y nos hagan avanzar tecnológicamente.O probablemente, hagan falta las dos cosas para que la humanidad tenga opciones a medio plazo. Los liberales del ala cursi pueden tener huertecito. Y que lo rieguen con agua del Ebro. juas.
Pffffffffffff… bueno, vale, de acuerdo… aunque supongo que estaras de acuerdo de que eso es un tema subjetivo de percepcion. Lo que me molesta mas es ese colectivizar al todo con una parte que dice cosas fuera de lugar. Porque… estamos de acuerdo de que el colectivismo es malo, verdad? 😉
Un saludo «gande»!
Saludos Jordi!
bueno, digamos que no he visto (ni leído) a ningún «negacionista » comportarse como Fritzl, y sí a varios, muchos ecologistas, hacerlo como Goebbels. Después de todo, ningún «negacionista» te niega el derecho a la vida, hay movimientos ecologistas que sí lo hacen.
Es, ciertamente una pena, pero lo de fascistas se lo han ganado a pulso.
Con todo carinyo, pero me parece que igualar fascismo a ecologismo asi, a lo bruto, como si uno implicara al otro, tampoco es demasiado afortunado. Por desgracia, se oyen demasiados argumentos gruesos en ambos lados (como odio hablar de lados en estos temas…).
De todas maneras, volver a la economía planificada que tantos éxitos trajo en la Unión Soviética (¿no tuvo EEUU que ayudarles mandando grano?) o en Cuba, es para poner los pelos de punta directamente. Si esta salsa se adereza con un poco de neomaltusianismo y ecologismo, los referentes actuales de la Izquierda tras la caída del Muro de Berlín, mucho me temo que tendremos una nueva guerra fría, pero en este caso será de burócratas y aparato policial intentando ver que consume y gasta cada uno.
A rio revuelto, gananacia de pescadores, Dhavar. De todos modos, al SPD no le queda otra que radicalizar un poco el discurso… se los están comiendo los «Die Linke» (ex-comunistas y nostálgicos de los 60) por la izquierda.
Es de agradecer la claridad, al menos.»Burócratas de la tierra, unámonos, que el patio está de lo más incierto!»(El apocalipsis climático nos va bien.El Islamismo, también.Y lo que se tercie, faltaba más.)