Las noticias en Alemania hablan de más de 22.000 muertos en Birmania. Si realmente quieren ayudar a las personas en ese país, hagan todo lo posible por apoyar el derrocamiento del régimen dictatorial. La democracia y el libre mercado van siempre acompañados de menos víctimas por catástrofes naturales. Benny Preiser nos trae desde Die Achse des Guten un artículo publicado en 2007 en la revista GeoTimes (que parece no estar más online) donde se nos muestra con precisión la veracidad de la afirmación. Cuanta más libertad, más democracia y más mercado libre, menor es el impacto de las catástrofes naturales:
Amartya Sen won the Nobel Prize in economics in 1998 with the observation that there has never been a famine in a nation that has a democratic form of government and a free press. A similar relationship exists for natural disasters: Deaths associated with natural disasters are lower for nations with democratic forms of government and the associated higher national income, or Gross Domestic Product (GDP). In general, the World Bank’s Democracy Index, a measure of how strong a democracy is, and a nation’s GDP are stronger predictors of a natural disaster’s humanitarian impact (as measured by deaths) than either the size of the event or the population density in the area of the disaster. Global increases in democracy and GDP may therefore partially explain the apparent paradox of the generally decreasing death toll associated with natural disasters despite the increased population density in high-risk areas.
(…)
Que se haga una mala gestión de la democracia no quiere decir que siempre sea mala, Ismael. Si les dejas a los birmanos una traducción de las discusiones que tenemos por aqui (donde se note bien el tono que empleamos a veces) igual hasta prefieren quedarse como están. Pero no, incluso nuestra defectuosa democracia es mejor y da mas frutos que cualquier otro régimen que me pongas (que exista, claro 😛 )
Veo que al final vas a acabar aceptando Democracia como animal de compañía. La democracia fomenta cosas la FEMA y todas esas agencias que funcionan precisamente al margen del mercado, y con las que, en caso de desastre, terminas prácticamente igual que si vivieras en un país tercermundista. Pregúntale a los del Katrina, por ejemplo.