Sobre la imaginación de los políticos a la hora de presentar bajo formulaciones altisonantes políticas irreales y demagogias deslumbrantes está casi todo escrito. Sobre los frutos de ese poder creativo del político profesional, especie en claro proceso de crecimiento, evidentemente no.
Don Javier Solana, alto representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, nos ofrece una breve muestra de simpleza demagoga en su último artículo (es de pago, no lo traigo entero) aparecido en La Vanguardia, un intento de explicar al lector las implicaciones político-sociales del, ya definitivamente grabado a fuego en nuestras carnes culpables, cambio climático. Comienza su perorata con la clara intención de engañar desde el primer momento:
Los riesgos que plantea el cambio climático son reales y ya se están materializando. Este año, la gran mayoría de peticiones de ayuda humanitaria de urgencia están relacionadas con el clima.
Estimado señor Solana, eso que pretende subrayar, hablando de «este año» es justamente lo que lleva ocurriendo desde que el hombre está sobre el planeta. Las sequías, las inundaciones, las tormentas de nieve, los huracanes, los deslizamientos de tierras tras lluvias torrenciales llevan cobrándose vidas humanas desde que decidimos bajar de los árboles y empezamos a ser «homo loquesea». Es más, no sólo es incierta la relación directa «cambio climático-catástrofes humanitarias», insinuar que pueda aumentar el número de víctimas y solicitudes de ayuda humanitaria en general es también falaz. Lógicamente, a mayor población, mayor es el riesgo de que posibles desastres naturales afecten a un número mayor de personas. La curva de crecimiento que podríamos aventurar sumando a la demografía los presuntos efectos del cambio climático sería espectacular. Pero falsa:
While the number of natural disasters worldwide is increasing, the number of deaths associated with natural disasters is decreasing. For the purpose of this analysis, we restrict the use of “natural disaster” to droughts, earthquakes, floods, landslides, volcanoes, wave/surges, wildfires and wind storms (including hurricanes, cyclones, typhoons, tornadoes and winter storms). Natural disaster data is from the Emergency Disaster Database (EM-DAT), maintained by the World Health Organization’s Collaborating Centre for Research on the Epidemiology of Disasters. The disaster value plotted is the annual total of EM-DAT-recorded disasters from 1964 to 2004. The normalized global disaster death plotted is the number of EM-DAT-recorded disaster deaths divided by the annual global population values provided by the World Bank’s World Development Indicators.
Han sido la globalización, la economía de mercado y la democracia los pricipales culpables de que las nefastas previsiones que una mente simple pudiese perpetrar no se cumplan.
Permítanme que no entre a valorar los argumentos pseudocientíficos utilizados por este político profesional en su artículo (aumento de los niveles del mar, desaparición de costas, deshielo de los casquetes polares, …). Sobre las negativas consecuencias de las políticas basadas única y exclusivamente en el miedo ya hemos hablado aquí largo y tendido (1, 2, 3, 4). El paréntesis nos lleva a la parte final del artículo de Don Javier Solana, donde nos declara abiertamente sus propuestas:
1. Primero, desarrollar las capacidades de la UE en todos los aspectos: desde la vigilancia y la alerta rápida hasta la prevención de conflictos, pasando por la gestión de crisis y la respuesta a catástrofes
Absolutamente nada que decir. Loable desde cualquier punto de vista. Independientemente de si existe el calentamiento global, el enfriamiento o el aburrimiento, lo menos que podemos esperar de nuestros empleados en los servicios de administración es efectividad en la protección de nuestras vidas. Pero:
2. También deberíamos desarrollar una «diplomacia del CO » . Con nuestros socios ² tenemos que llevar a cabo una investigación más selectiva para determinar los puntos críticos en términos de seguridad y cómo afrontarlos juntos.
3. En tercer lugar, hay que plantearse si las actuales reglas del juego siguen siendo válidas para un nuevo contexto climático. Al elevarse el nivel del mar y fundirse los casquetes de hielo, el debate sobre reivindicaciones territoriales, zonas económicas exclusivas y acceso a nuevas rutas comerciales es cada vez más acuciante
Trampa y soledad. Trampa porque en ningún momento de la historia de la Unión Europea ha quedado demostrado que los gobiernos que la amamantan sean capaces de llegar a consensos, sin antes haber protegido convenientemente sus propios intereses. Podría hacer un chiste fácil sobre la expresión «diplomacia del CO2», pero no es necesario. Ya se ha encargado ayer mismo la Canciller alemana, Angela Merkel, de poner esa intención dilomática en su sitio:
Bundeskanzlerin Angela Merkel will beim Streit in der Europäischen Union um den Abbau des Kohlendioxyd-Ausstoßes von Autos hart bleiben. “Ich setze mich ganz speziell für Arbeitsplätze in der Automobilindustrie in Deutschland ein”, betonte Merkel am Donnerstag in Brüssel kurz vor Beginn des EU-Gipfels.
Traducción: La Canciller Federal Angela Merkel quiere mantenerse firme en la disputa dentro de la Unión Europea sobre la reducción de emisiones de CO2 en los vehículos de motor. «Me esfuerzo de manera especial por conservar los puestos de trabajo en la industria automovilística alemana».
Nota: La reducción prevista por la UE supondría una clara desventaja de los fabricantes alemanes frente a los italianos o franceses, amén de serias consecuencias en el mercado laboral: 20.000 puestos de trabajo.
Las espadas están en alto y no parece que la «diplomacia del CO2» esté asentada sobre los principios del realismo y la cooperación.
Mi recomendación al señor Solana (y a mis lectores) es la lectura detenida del trabajo de Fredriksson, Neumayer y Ujhely, «Kyoto Protocol cooperation: Does government corruption facilitate environmental lobbying?» en el que queda al descubierto la trama del lobby ecologista y sus repercusiones en las tomas de decisión políticas.
No me sorprende en absoluto, es lógico pensar que un lobby tiene más posibilidades allí donde los gobiernos son «comprables». Y alguien tiene dudas sobre lo corruptible de nuestros políticos?
Actualización: Europa pasa de Solana. La economía (influenciable) es más importante que el clima (no influenciable)
Gracias Ángel por señalarme vía e-mail el texto de Solana. Lo pueden leer entero aquí.
Luis, sobre el post alarmista del ex de la administración Clinton, Joe Romm, en Climate Progress, que me dejaste. Lo he leído con atención y no puedo dejar de admirar la sutileza (i.e mentira) de Joe.
«Confunde» deliberadamente los datos de GISS de Febrero 2007 y 2008. Dice que Febrero 2007 estuvo 0,26 C por encima de la media y que Febrero 2008 ha estado 0,63 C por encima de la media. Concluye que Febrero 2008 ha sido,(0,63-0,26), 0,37 C más caliente que Febrero 2007 y habla de un calentamiento «extremo».
Los datos indican que es justo al revés. Me pregunto si escribirá que se ha equivocado y quelo que ha ocurrido es un frío «extremo». 🙂
Pilla un pantallazo antes de que lo borre 😉
b.
Gracias Balsero, me has leído el pensamiento… lo estaba buscando 🙂
Ángel, no sabes lo que cuestas mantener el tono educado ante semejantes despropósitos. No por despropósitos, por lo caros que nos salen.
Luis, tienes este artículo del año pasado, a modode ejemplo, en Science Daily, en el que se menciona a dos sociólogos noruegos que tras estudiar el asunto concluyen que
«No hay conexión alguna entre crisis medioambientales y conflictos armados»
saludos
y… gracias a ti, Luis I. por tu comentario en el que muestras tu comedimiento pues no lo puedo calificar de ‘cáustico’ que es lo que se merece tanto miedosillo o tramposillo; ¡a saber!.
Seamos conscientes y repasemos un poco la escasa geología de nuestro bachillerato o lo que sea; podemos recordar por ejemplo la movida que se marcó la tierra en la era mesozoica -(que trancurrió hace entre 225 y 65 millones de años de nuestro tiempo)en la que explosionó la vida vegetal, aparecieron las primeras aves y también los primeros mamíferos y el gran dominio de los reptiles.
A pesar de que el hombre ni existía ni se le esperaba pronto -tardaría unos cuantos millones de años en aparecer- al final de ese período es cuando se produce la mayor crisis o convulsión biológicade la historia paleontológica; desaparecieron los grandes reptiles y hasta invertebrados como el amnomites.
La tierra se lo pasó en grande bailando sus placas tectónicas y formando una montañita por aquí, una cordillera por allá cuando no era un nuevo continente terráqueo.
No sé; igual alguien piensa que algún perverso homínido debió existir en esa era pues no se posible que lo hiciera sin su concurso.
¡Hay gente pa to!; pero me parece que son demasiados los que piensan en que la prepotencia del hombre es tal que es capaz de derretir nuestros hielos y hacer subir el nivel del mar, haciendolo en función de decisiones geoestratégicas.
En fin; que el hombre es la caraba.
Saludos