Y yo aguanto la mía.
Nada deseo más que estar equivocado. Pero hay cosas que no se pueden barrer bajo la alfombra. Yo soy también mis visceralidades.
Y yo aguanto la mía.
Nada deseo más que estar equivocado. Pero hay cosas que no se pueden barrer bajo la alfombra. Yo soy también mis visceralidades.
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La conducta idealista, en sentido tanto positifffo como negatifffo, produce fracasos. Uno experimenta que muchas cosas que creía poder, no las puede; que, en cambio, su capacidad real tal vez esté en otras cosas, menos aparentes, menos interesantes, menos subversivas, pero auténticas. Descubre el hecho, tan elemental como selectivamente percibido, de que los demás también tienen sus iniciativas, ideas, sentimientos y propósitos, que incluso resisten y no están dispuestos a plegarse a los suyos, y que por eso no son necesariamente tontos o malos (;-P Nora, este sí soy yo).
Uno se da cuenta de lo complicadas que son las cosas, de lo poco que vale tratarlas con normas simples y de que más bien hay que estar diciendo continuamente “por una parte” esto; “por otra” aquello. Advierte cuán irreales son muchas veces los principios absolutos y que, en cambio, hay que hacer una y otra vez algo que cuesta trabajo: admitir compromisos o, lo que es lo mismo, lograr la realización de algo a cambio de olvidarse del carácter absoluto de la exigencia.
Constata que la realidad de la vida social, política, económica, de la opinión pública, etc., que él pretendía cambiar desde el carácter absoluto de sus razones y desde la pureza de sus sentimientos es mucho más dura de lo que pensaba. Ve lo que es correcto y a Pepiño botando. El egoísmo, la inercia, la idiotez o la parcialidad se demuestran como fuerzas rectoras de la existencia
Intenta influir en las circunstancias, e incluso llega a obtener resultados, pero pronto todo se vuelve atrás.
Experimenta lo poco que da de sí todo. Cada vez con más desánimo toma conciencia de lo que significa la media y el un día a la vez; lo raros que son los Valls, Witness, Yuste, Kantor, lo raros que son los rendimientos importantes, los acontecimientos grandiosos. Mejor no sigo.
Gracias Luis de nuevo por la cobertura de anoche. Ahora a ver si se sigue igual o hay más «caña». Este resultado es una legitimación de lo hecho y de las ideas, con lo que ha pasado esta legislatura….tengo cierta inquietud ante lo que pueda ocurrir. Se piensa que son naturales cosas que degradan la calidad de la democracia (que no antidemocráticas), en mi opinión. Y se ha votado hacia esa dirección (con la quinta marcha y a toda ostia).
Coase, nueva baraja. Hay que jugar esta mano.
Por desgracia, el palo de la reelección de Zapatero lo vamos a tener que aguantar todos.