Mi amigo (que lo sigue siendo) Judas tiene un cabreo considerable. Ignoro qué o quién le ha pasado por encima de la corbata y me atrevo a pensar que mis «generalizaciones» no son la causa (principal) de su cabreo. El caso es que arremete a diestro y siniestro, intentando no dejarse nada en el tintero y cayendo justamente en la colectivización de la que a mí me acusa.
Querido Judas, son tantas las veces que me han colocado en el cajón fascista, neocon o anarquista que ya no las cuento. Y son tantas las veces que han generalizado a los fascistas, neocones y anarquistas como asesinos, ladrones, mataniñas y comesuegras que si yo fuese la mitad de sensible que tú te muestras ahora, a estas alturas sólo me saldría bilis por la boca.
No voy a entrar en discusiones sobre creacionismo (estoy más cerca de los pastafaris) o sobre robos agoristas, liberales losantianos o escalvos voluntarios. Que cada palo atienda su vela. Sí te voy a decir un par de cosas sobre mi forma de escribir:
– toda la prensa europea (tal vez con la excepción de PRISA) habla de «nueva izquierda europea» al referirse al partido aleman «Die Linken» y sus socios polacos, checos, holandeses … Incluso desde los medios de izquierda alemanes se recoge con regocijo el giro izquierdista dado por las izquierdas europeas (valga la redundancia). Yo me limito a usar la terminología al uso, cuando de denunciar las barbaridades desmemoriadas de la señora Schott y colegas se trata.
– mi uso generalista del concepto «izquierdas» asociado a cualquier aspecto negativo propio de las izquierdas no siempre es un descuido. En no pocas ocasiones es premeditado. Siento mucho que te des por aludido, Judas, pero no voy a dejar de hacerlo. Motivos? Hmmm … la movilización de la izquierda anoche frente a la fosa común de Alcalá de Henares ha sido multitudinaria. El eco en los medios espectacular. Las duras palabras de condena a los crímenes y asesinatos cometidos por el ejército rojo antes y durante la Guerra Civil Española retumban en nuestros oídos. El Gobierno, diligente, ha hecho pública una nota oficial al respecto. Es un ejemplo, no digo que los otros sean mejores. Ni peores.
Termino. Me he tomado la molestia de escribir estas líneas únicamente porque se trata de responder a alguien a quien aprecio. Yo no entiendo de proverbios chinos pero sí soy capaz de ver una incongruencia (que no es lo mismo que una rectificación, o un cambio de parecer) allí donde se encuentre. Dices al principio de tu post:
El caso es que sigo el esquema marcado y no me meto con los liberales en su generalidad, ni con Red Liberal (pero sí con su promotor que cobija estas cosas)
y terminas el mismo post:
Nada, chicos de Red Liberal, vosotros a lo vuestro, que aquí no pasa nada. Un miembro defiende la «ocupación» de la propiedad privada de otros: yo de vosotros cambiaba la contraseña de vuestro blog. Recuerdos al amigo Daniel Rodriguez Herrera. Que no, que no es vuestra culpa tener a semejante semejante en vuestras filas, que vuestra única culpa es… soportarlo precisamente por el apaciguamiento (huy lo que he dicho) con el que tratáis todo lo que le atice a la Izquierda, aunque sea con caca culo pedo y pis.
Menos mal que los liberales en general, y los chicos de Red Liberal en particular, no somos objeto de tus iras …
A mi me parece que parte de su cabreo es razonable, pero cae en la generalización. Es un tipo que me cae bien. Le he dejado un comentario.
Gracias por traerlo, Luis!
También pensó Jesucristo que judas era su amigo. : )
Tampoco es para tanto, la verdad. El señor judas vende el producto como sus “maestros de ceremonias”. Y ya sabes!! Hasta el domingo, dramatizar.
El que con infantes se acuesta mingitado alborea.
A mi lo que me hace gracia es, que cuestiones que están exclusivamente en la esfera del ámbito privado, y que nada tienen que ver como el liberalismo, y que entran en el area de una discusión entre posturas, se pretenda abrir una especie de caza de brujas «liberal»(por alguien que no lo es). De hecho se puede ser creacionista y de izquierdas, sin ningún tipo de contradicción.
La tragedía de nuestro tiempo…, pensar que aún pueden existir ideologías políticas que lo expliquen todo y obliguen a tener posiciones específicas en cuestiones que nada tienen que ver con la política.