El último informe del IPCC nos enseña que «la mayor parte del aumento medio de temperaturas registrado en el planeta desde mediados del siglo XX es debido» muy probablemente «al aumento observado de gases de efecto invernadero producidos por la actividad humana».
Del Guidance Notes for Lead Authors of the IPCC Fourth Assessment Report on Addressing Uncertainties podemos aprender también que «very likely» se corresponde con una probabilidad mayor que el 90%
Esto no significa que la probabilidad de que los pronósticos del IPCC sean falsos no alcance siquiera el 10%
Lo primero que necesitamos para hacer tal afirmación es conocer el denominado «Power», es decir, la verdadera validez del pronóstico. Y para ello nada mejor que recurrir a un trabajo científico publicado y contrastado, como lo es el análisis sobre el informe IPCC de Scott Armstrong and Kesten C. Green: Global Warming: Scientific Forecasts or Forecasts by Scientists? (que además fué presentado el 13 Sept. 2007 ante el Congreso USA).
De los 140 llamados “forecasting principles” pudieron ser valorados (aplicados) en el 4AR (IPCC Fourth Assessment Report) apenas 89, encontrándose violaciones más o menos severas en 72 de ellos (les recuerdo: principios que DEBEN cumplirse para efectuar una predicción científicamente válida). Esto significa que las predicciones del IPCC cumplen sólo el 12% de las condiciones que han de darse para establecer un pronóstico científicamente fiable. Si establecemos una relación entre las condiciones (principles) cumplidas y las no cumplidas, podemos elevar ese valor hasta el 19%, lo que no parece mucho.
Según la teoría científica, apenas el 10% de las ideas son «buenas ideas» (o conocimientos realmente nuevos) Porcentaje que cuadra muy bien con la proporción de principios de pronóstico no violentados por el 4AR, (12,1%). Para calcular la probabilidad de error, debemos tener en cuenta tanto la frecuencia de «buenas ideas» (12,1%) como la validez científica de las mismas. Les recuerdo que el «Power» de una investigación científica se calcula, por lo general, con un 80%
Si calculamos sobre esa base (12,1%-80%-«muy probablemente») obtenemos una probabilidad de error del 47%. Ello significa que la probabilidad de que los pronósticos del IPCC en su 4AR sean acertados es de, como mucho, un 50%.
Si además tenemos en cuenta en nuestros cálculos el hecho de que el 4AR apenas cumple 17 de las 89 condiciones de pronóstico, la validez (el «Power») de la predicción se reduce hasta el 19,1%. El nuevo cálculo (12,1%-19,1%-90%) coloca la probabilidad de error en un 79%.
La probabilidad de que las «muy probables» predicciones del IPCC sean falsas es, por tanto, del 79,1%,
lo que deja en un 20,9% la probabilidad de que tengan razón.
No me parece realmente «muy probable».
Gracias a Georg, mi estadístico favorito, por las ayudas matemáticas.
Me alegra, Antonio, que te haya sido util.
Acabo de terminar de leer el documento. Muy bueno, gracias por la referencia y por el post
Caramba!
http://www.libertaddigital.com/noticias/kw/al_gore/cambio_climatico/co2/ipcc/kw/noticia_1276324252.html
Tout a fait ;P
Esa cerveza no la conozco. Me la apunto en la lista!
Je, una cosa es ser consciente de la propia ignorancia (sabio) que hacer alarde de ella, ya me entiendes 😛
No, a mí la que me va es la Köstritzer negra. Uno de esos descubrimientos que hice a este lado del muro.
Oiga, Don Luis, que yo me tomo mi ignorancia muy en serio y la mimo, la cuido y hasta me siento orgulloso de ella. No es cuestion de humildad, es cuestion de realismo y de conocer los limites de cada cual ;-P
No dejas de sorprenderme. Una charla de bar que vaya de lo apetecible que esta la de mas alla al calculo probabilistico de un escenario climatico debe ser, cuando menos, de lo mas excitante! Y, eso, aderezado, seguro, de una buena Hefeweizen, no?
Ignorante tu? jajajajaja, falso humilde! y vas que chutas… este Jordi, que bobadas dice los lunes.
Hombre, por lo general no son esos los temas de conversación, pero si salen, salen. Ya sabes, neurona que no ocupas, neurona que palma 😉
Eso sí, prefiero hablar de la putada de salir a la calle a fumar o de lo buena que está la de la mesa de allá. Todo muy normal, vaya 😀
Juer, Luis, hoy te has pasao. Me sale humo de la cabeza. Veo porcentajes y probabilidades por todas partes! «Other than that», bastante impresionante el calculo. A eso es a lo que te dedicas cuando te encuentras con los amigos en un bar? No se yo si me atreveria nunca a tomarme unas cervezas contigo…
Por otra parte, tengo la sensacion que lo de la climatologia esta entrando en una fase de lo mas interesante y divertida. Sigo sin tener nada claro en mi cabeza al respecto, pero que se puede esperar de un ignorante como yo?
Me dejo, me dejo 😀 (jajajajaja, con lo fácil que hubiese sido ahora un «si te dejas… en qué sentido?» :DDDD )
Ahora en serio: estoy esperando (casi deseando) que algún sesudo fiel de la religión climática le de la vuelta a mi vuelta. Es una invitación, sí. En sentido circular esta vez.
(Si te dejas) sabes al lado de quien vas a cenar el 23 de mayo ¿no? pues eso, lo que nos vamos a reir, don Luis… 😛
Quita, quita, Chesco, que no nos dejen. No nos metas en el saco de los Rappel’s, pofavor.
Mary, pues poco más o menos así surgió la idea de este post. Discutiendo con ese amigo sobre el significado de «very likely» me dice: «vamos a ver si es posible darle la vuelta», y en dos horas de estropiciar servilletas me mostró cuatro «vueltas». Al final nos quedamos con la más «seria» 😀
Luis,
además ese 20% es de futurología. Y que se use la futurología en ciencia me parece una tomadura de pelo. Sobre todo cuando se hace en temas con tantísimas variables muchas de ellas sin conocer. Es una asco que en biomedicina no nos dejen publicar artículos de futurología como a los climatólogos y adláteres del IPCC.
Un saludo
Hahahahaha…..!!!
Genial, don Luis. Cuando he leído el título he pensado «¿comparado con qué?» que es la típica pregunta que ayuda a repensar una respuesta cuando uno no tiene respuesta válida… y a continuación «¿en qué sentido?» que es la siguiente pregunta que uno hace en ese caso.
Tengo un amigo, al que no nombro para no desprestigiar, con quien jugaba a eso. Estábamos hablando en serio y cualquiera de los dos metía la coletilla «en qué sentido» y el otro tenía que dar la respuesta más ingeniosa que pudiera (sentido circular, sentido de las agujas del reloj, en sexto sentido…). Así como cuatro años… todavía cuando nos vemos de vez en cuando seguimos jugando… qué tontería ¿no?