- El ser humano es un ente basado en el saldo placer-dolor.
- No es posible formular con sentido la sospecha de que sus actos estén encaminados a generar un saldo negativo.
- La percepción de placer y dolor es subjetiva.
- Cualquier lógica para calcular y/o definir percepciones es subjetiva.
- El libre precio (valor) de la acción humana es indicador cumulativo de las acciones pasadas y de las probables decisiones futuras. Permite al individuo una socialización calculada mediante el intercambio pacífico.
- Quien pretende imponer a los demás su particular percepción de felicidad mediante la manipulación del valor de los actos es un criminal.
3 comentarios
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Creo que el punto 5 es discutible en cuanto localista.
Su concepto de felicidad es otro, Clausius. Por eso lo de la subjetividad y la imposibilidad.
Las ideas que expongo van encaminadas a criminalizar la imposición de valores. No he entrado en comportamientos que puedan ser definidos (también con cierta subjetividad) como pathos. De todos modos, un pathos que exclusivamente afecta a su «dueño», no afecta para nada el saldo final de terceros.
No sé si lo he entendido bien, pero no estoy de acuerdo con eso. Hay personas autodestructivas y que hacen de eso su forma de ser, no persiguen la «felicidad», o su conceptro de felicidad es otro.