Hace unos días, uno de los lectores de esta casa me enviaba un e-mail enigmático. Se trataba de un enlace (éste) a un artículo de Nature en el que se recogían los trabajos de Rignot, Bamber y otros sobre mediciones satelitales del volumen de hielos en la antártida. Con su trabajo pretenden mostrar cómo el peligro de severos aumentos en el nivel de las aguas marinas debido a la licuación de hielos polares no sólo no ha desaparecido, sino que la supuesta acumulación de nieves en otras zonas del antártico no es en absoluto suficiente para compensar la pérdida generada por el calentamiento global.
Sin duda que las intenciones del remitente (y de ahí que la cosa fuera un tanto enigmática, tipo: y ahora qué dices?) no eran otras que las de «desmontar» la larga serie de artículos que he venido publicando respecto a la recuperación de masa helada en los polos. Siempre es mejor que a uno le arrojen papers al buzón de e-mail que piedras a la cabeza. Ocurre que los papers, en esto del cambio climático, los carga el diablo. Y ocurre que puede darse el caso «casual» en el que un grupo de investigadores se concentre en las mediciones por radar desde satélites, indirectas, y al mismo tiempo otro grupo se concentre en medir de verdad, in situ, lo que está pasando en el Polo Sur. Y si estos últimos publican los resultados de su trabajo, igual resulta que los datos obtenidos por medición directa no coinciden con los obtenidos por medición indirecta:
Hagan click sobre la imagen para ampliar. Lo que ven son los resultados resumidos del trabajo realizado por Thomas, E. R., G. J. Marshall y J. R. McConnel que se acaba de publicar en Geophysical Research Letters con el título «A doubling in snow accumulation in the western Antarctic Peninsula since 1850«. La línea punteada azul nos muestra la acumulación de nieve y hielo en la península del suroeste antártico. En rojo los datos para el Dyer Plateau, en negro para la James Ross Island y en verde para la base ITASE01_05 , en metros por equivalente de agua por año (mweq y-1) entre 1850 y 2006. La conclusión es la lógica:
So while we’ve heard recent reports about Antarctica losing ice, here we again find evidence to the contrary, and then some, at least in these locations. Not only is there no evidence of melting at the Gomez site, snow is accumulating there at an amazingly high rate. Clearly, this paper adds to the evidence that suggests that we simply, as of yet, do not have a firm grasp on the climate changes and their drivers that are effecting Antarctica, past, present, or, much less, future.
Referencias: Thomas, E. R., G. J. Marshall, and J. R. McConnell, 2008. A doubling in snow accumulation in the western Antarctic Peninsula since 1850. Geophysical Research Leters, 35, L01706, doi:10.1029/2007GL032529.
Otro lector y amigo, Maty, me enviaba hace dos días otro e-mail sobre el tema AGW. Este merece una respuesta más amplia y más documentada, pues Maty vuelve a insinuar lo que yo desde aquí afirmo: alguien miente. Efectivamente, Maty, alguien miente. Mejor dicho, no dice la verdad. No del todo.
Bsalsero, respuesta en tu blog 🙂
Luis, he tenido la mala idea de leer el aburrido documento de la UE que calcula los costes anuales sobre GNP del plan climático de la UE 2013-2020. Como sabes la propaganda de Clos y Narbona afirmó ayer que un coste del 0,6% del GNP es «asumible».
Tuve que tragarme un ladrillo aburrido para encontrar el cálculo para España, puesto que el 0,6% es una media UE-27.
¿El resultado?, en algunos casos hasta un 100% más (1,2% del GNP). Esta manía política generalizada de contar medias verdades a la ciudadanía es irritante.
Puedes ver el documento (inglés, pdf) aquí y mi comentario en mi blog.
saludos
¡No puede ser!. Pero si íbamos a achicharrarnos todos del CC… Increíble…
Gracias Balsero por las apreciaciones. Ocurre que comencé esto abusando de los adjetivos tipo «ciencia de play-station» y algún amigo me rogó que fuese algo más «serio». Por ello me ahorro muchas veces los calificativos si de científicos se trata 🙂
Los datos del equipo de Thomas son bastante concluyentes para desvirtuar por sí solos los «modelos» inventados de Rignot.
Luis, el equipo de Rignot realiza una comparación entre cantidades medidas (lo que dice el satélite sobre la línea de costa)y cantidades «estimadas» (lo que dice un «modelo» sobre la nieve acumulada en 2000-2004). El artículo ha recibido el apelativo de «ciencia de play-station».
Llamo tu atención sobre las barras de error y como, incluso aceptando sus «estimaciones», el resultado neto es que de 14 millones de km. cuadradados de superficie de la Antártida, el 80% de la superficie gana masa de nieve en el saldo final. Está en sus propias tablas.
Adicionalmente se ha reportado hace unos días la aparición de actividad volcánica en una de las zonas (Pine) en las que el equipo de Rignot detectaba un mayor flujo (pérdida) de los glaciares. :-). Debe venir en el NYT de ayer o de hoy la nota de prensa.
saludos