Todos los días, en el coche, escucho MDR-Figaro en la radio. Es la única emisora de radio a mi alcance que me permite escuchar en 60 minutos Bruckner, María Joao, Miles Davis y Jaques Brel sin necesidad de mover el dial. Esta mañana, camino del trabajo, asistí a la presentación radiofónica de un libro escrito por un tal Hans-Joachim Maaz de la que aún no me he recuperado. El señor Maaz (un psicólogo de cierto prestigio en Alemania) se declaró defensor del «Permiso de paternidad/maternidad», una especie de carné de conducir para futuros padres. Sus argumentos fueron, fundamentalmente, tres:
- Los padres de hoy son incapaces de educar a los hijos. Han de aprender y el estado «certificar» que pueden hacerlo.
- Si existe un carné de conducir, o un título para ejercer una profesión, por qué no uno para demostrar que se puede ser padre/madre?
- La relación padres-hijos no es una relación sólo privada, es más bien una responsabilidad social.
Y el moderador asintiendo como si estuviese en una «magistral» de Brecht.
No pude menos que sonreir ladinamente al recordar las discusiones de estos dos últimos días con Judas, y las anteriores con quien sea, cuando no sólo de defender la libertad y responsabilidad individuales se trata, sino también de denunciar el intrusismo estatal y la aquiescencia de una mayoría con ello (eso que yo llamo ignorancia de la propia circunstancia).
Señores peligro! Aquí no se trata de «expertos» defendiendo diferentes formas de familia (por cierto, acertadísimo post de Linus al respecto), se trata de liberticidas estatistas intentando imponer un riguroso control a todo acto individual, incluso en el ámbito más sagrado: la familia. SU CASA. Avanzamos a pasos agigantados hacia la enajenación total del individuo vía socialización impuesta. Les dejo con el acertadísimo y mordaz comentario de (*), descripción perfecta del pensamiento profundo de cualquier estatista, consciente o inconsciente:
«… no amo la libertad, sólo jodo con ella, sólo me permito algún contacto furtivo con ella. Mi verdadera compañera, muy sosa pero muy comprensiva, a la cual difícilmente renunciaría, es la seguridad.»
Hola, hoy en día los padres han tomado más conciencia sobre la importancia de formar una familia. Colaboran más en los cuidados del bebé y se documentan sobre todo lo que su bebé puede requerir. pienso que la sociedad a cambiado y están cambiando los hábitos familiares debido a las separaciones y divorcios que llevan a una unión familiar diferente a la tradicional.
La inteligencia de nuestros progres no es que no tenga límites, es que no existe realidad alguna que no haya invadido o que renuncie a invadir y ella misma se ha convertido en la única cuestión última. ¡Y, además, pretende sustanciarse en diálogo! Un totalitarismo verdaderamente «metafísco», pero no se lo diga.
Ya nos sale pensamiento Alicia por las orejas, nos han llevado al país de Nunca Mais, un mundo de demiurgos estatistas que van a prohibir hasta los accidentes.
Como en aquel congreso de buenos camaradas estalinistas en el que, tras la pintura del mundo que iba a venir, «asolutamente» «perfeto», André Malraux preguntó: «¿Y si un camión atropella a un niño?». Se le contestó automáticamente que eso no podría ocurrir jamás en ese mundo.
Malraux, evidentemente un facha, sintió el escalofrío, se calló y se largó de allí. Es terrible que las cuestiones últimas sean tema de consigna y SMS.
OFF TOPIC.- Ha fallecido el autor de Flashman.