Leemos en el diario ABC:
El año 2008 será globalmente algo más frío que los últimos, pero aún así seguirá entrando en la clasificación de los diez más cálidos registrados desde el inicio de las mediciones meteorológicas, en 1850.
El récord prometido para el 2007 se ha quedado en nada. Y ya nos están advirtiendo que en 2008 tampoco habrá aumento de temperaturas. Pero no se alarmen! El Calentamiento Global Antropogénico no se ha detenido, ni mucho menos:
El estudio apunta a que las temperaturas medias globales de este año estarán 0,37 grados centígrados por encima de la media 1961-1990, situada en los 14 grados, pero será el año más frío desde 2000.
… «El hecho de que 2008 sea más frío que ninguno de los últimos siete años no significa que haya desaparecido el calentamiento global», ha explicado Phil Jones, director de investigación sobre clima de la UAO. «Lo que importa es la tasa subyacente de calentamiento -el periodo 2001-2007, con una media de 0,44 grados centígrados sobre la media 1961-1990 y ésta era 0,21 grados superior a la media del periodo 1991-2000», ha aclarado.
Un alivio!
Permítanme que ponga en solfa la dudosa calidad científica de lo que acaban de leer. En primer lugar se ignora por completo el hecho innegable de que las temperaturas medidas durante el período 2000-2007 destrozan todas las previsiones del IPPC II y, de paso, convierten en irrisorio todo el trabajo (rebatido ya lo estaba) de Mann. El período 1980-98 experimentó un rápido calentamiento: la temperatura media global se incrementó un total de unos 0.5° C (la concentración de CO2 creció desde los 340 ppm a los 370 ppm). Pero desde 1999 no han podido medirse más aumentos en esa media global (mientras tanto, la concentración de CO2 ha pasado de 370 ppm a los 380 ppm actuales). Esto significa que la temperatura global actual es 0.3° C menor que la predicha por los modelos que defienden el AGW. El amigo Jones, en lugar de dejar a las claras que la curva ha dejado de ascender, nos cuenta lo obvio: como no se ha producido un enfríamiento repentino en los últimos 10 años, la temperatura se ha estabilizado en un valor de anomalía superior a la media 1961-1990. Y nos habla de la «tasa subyacente de calentamiento» que no es tal, pues el «calentamiento» no es acumulable de un año para otro.
Pero lo mejor lo deja para el final. No hay aumento de temperaturas (o sea, no hay calentamiento en los últimos años y no lo habrá este año tampoco) pero eso no importa, pues tenemos un culpable:
«Fenómenos como ‘El Niño’ y ‘La Niña’ tienen una influencia significativa en la temperatura de la superficie global y la potencia de ‘La Niña’ influirá para limitar las temperaturas en 2008», ha indicado Chris Folland, del Centro de Hadley de la Oficina Meteorológica. ‘La Niña’ de este año es la más fuerte desde 1999 o 2000.
El 2009 será «El Niño», el 2010 una anomalía inesperada, el 2011 un volcán que pasaba por allí, el 2012 … No se cómo no les cae la cara de vergüenza.
Si mi abuelo -que en paz descanse- viese en qué se ha convertido su querido Abc de toda la vida, se nos echaba a llorar.
El ABC y La Razón, y El Mundo, y El País, y el de más allá. Son todos, Luís. No hay un medio de los, llamémosle así, convencionales que no se hayan subido al carro del fin del mundo. En tu lista de excusas, como la del volcán que pasaba por allí, has olvidado los complots de la CIA dirigida por el trío de Las Azores.
Aunque sé que la gente que pasa por aquí es muy leída y muy escribida y que por tanto ya conocerán la historia, no me resisto a contar que allá por el 1880 un tal Elbert James profetizaba toda clase de catástrofes debidas a la actividad del genero humano y su crecimiento. Entre otros desastres alertaba de que de seguir la población creciendo de aquella manera, se necesitarían tal número de caballerías que el estiercol producida por estas solo en USA y en veinte años llenaría tres veces el Cañón del Colorado. Otra entrañable predicción fue la de las terribles inundaciones originadas por la desaparición de los castores, al ponerse de moda los gorros hechos con la piel de estos animalejos.
Pero a la que yo entrego la palma, es aquella según la cual la cera para velas escasearía y la humanidad no podría alumbrarse.
La moraleja es que si el AGW tuviese realmente fundamento, que creo que no lo tiene, lo que olvidan los profetas del fin del mundo es que no tenemos ni idea de qué artilugios usarán nuestros nietos, mucho menos los tataranietos. Si a mis abuelos les hubiese hablado de teléfonos móviles, de internet, de energía nuclear y de MP3 me hubiesen dejado sin merienda hasta que se me pasase la fiebre. Seguro.