– Hombre, Don XXXX, que alegría verle por aquí!
– Me han dicho que tiene algo para mí. Yo le traigo 1000 muertos.
– Bueno, vamos a promover un clima de distensión, no empecemos con el pasado.
– Pues espere, que pongo la pipa sobre la mesa, me está rompiendo un riñon.
– Qué le parece acercar los presos?
XXXX juguetea con su pipa sobre la mesa …
– También habíamos pensado en legalizar Batasuna …
… sigue jugueteando.
– Y, ya que estamos, podríamos también abrir una campaña contra los fascistas de derechas
… se rasca la nariz, ha dejado la pistola y se acomoda en la silla.
– Ocurre que estas cosas no se pueden hacer todas de la noche a la mañana
… entra un correveidile, le da una nota al chico de la gasolina. Tras leerla, vuelve a coger la pistola en la mano y dice:
– Me temo que nos hemos visto obligados a acelerar un poco el ritmo de negociación. Dénse una vuelta por Barajas.
– Pero, pero… es así como nos agradeceís el diálogo?
– Ya dije al principio a qué venía. Esto va muy lento.
– Pues rompemos la charla.
– Ya volverás.
Algunos meses más tarde …
– Se acercan las elecciones, si quereis obtener algo, no podemos permitir que la oposición gane la elecciones.
… XXXX se limita a jugar con la pistola sobre la mesa.
– Ocurre que tenemos que tener en cuenta diversas sensibilidades, y claro, durante la campaña hemos de enviar un mensaje más españolista. Pero no te preocupes, es sólo fachada. Eso sí, no sería bueno que usases la pipa estos meses.
– Del mismo modo que no sería bueno que no midieses tus palabras.
– Hombre, que estamos sentados en una mesa de diálogo!
… ahora es el correveidile oficial el que entra en la sala y entrega un papelito.
– Pero… habeis matado a dos guardias civiles!
– No nos habeis dado lo que queremos.
Se levanta, apunta a todos con la pistola y abandona la sala.
Que sencillo lo cuenta.
Simplemente genial. No se puede resumir el balance de estos últimos años de forma más clara y concisa. Y a pesar de todo todavía hay gente que dice creer en el diálogo con ETA y gente como Z que son capaces de darle a la bestia sus propias hijas con tal de seguir en el poder. ¡Qué asco, Dios!
Claramente una tragedia, Chesco.
Luis,
estoy dudando entre un sainete en dos actos o una tragedia.
Un saludo