No es “EpC” lo que este país necesita. Lo que necesitamos es “E” de educación. Educación social, política, democrática. Y la primera lección debería estar dedicada al respeto. Respeto por uno mismo, sin perder de vista todo aquello de lo que somos capaces y evitar así la propia bajeza. Respeto por el de enfrente, con quien apenas compartimos nada pero sin cuya ayuda tampoco seríamos capaces de contruir nada. Respeto por la ley, que es la que nos hemos puesto para poder trabajar juntos en esa tarea de construcción social.
A mí no me extraña que quienes desde el “establishment de progreso centrífugo” alentaron, aplaudieron e incluso protagonizaron actos de mofa y escarnio, gravísimos insultos incluídos, en los últimos 5 años pretendan hoy subirse al pedestal de los mancillados. Es lo que tiene la visceralidad irracional: impide ver la realidad y, lo que es peor, ver el simio que subyace en cada grito proferido, cada piedra arrojada, cada amenaza proclamada. Ocurre que la irracionalidad y la visceralidad no son exclusivas de la progresía. Enfrente existe el otro totalitarismo, también vociferante y vergonzante, también simiesco en su proceder e ignorante de su propia miseria. Son los que ayer, incapaces de mostrar respeto por los muertos, intentaron ensañarse con los vivos. El recuerdo a las víctimas apenas les duró dos segundos, el pudor diez, luego nos mostraron que son tal para cual.
Es una farsa. La manifestación de esta tarde es una gran mentira. El Gobierno de una Nación convoca a su pueblo pero su Presidente, máximo representante, no estará. Es una trampa. Pero yo iría. Yo iría porque tengo mis razones:
- necesito decirle a ETA que no vencerán
- necesito decirle al mundo que la violencia, el asesinato, jamás es argumento en democracia
- necesito decirle al mundo que soy demócrata al lado de todos los demócratas
- necesito decirle a quienes me insultaron que no me importa, que tengo rostro y estoy ahí
- necesito decirle a quienes malgobernaron que su malgobierno también es el mío
- necesito decirle a quienes desprecian al Foro de Ermua o la AVT que sin ellos no hay unidad
- necesito decirle a la AVT y el Foro de Ermua que es un error no acudir, pues ellos son los verdaderos representantes de las víctimas de ETA
- necesito mostrar a los “negociadores” que estarían a mi lado, que permanezco atento a lo que hacen, cumpliendo mi labor de notario soberano, con mi papeleta de voto en la mano
pero sobre todo, necesito denunciar la división, la profunda llaga que ETA, con la inestimable ayuda de los “negociadores” ha conseguido abrir en la sociedad española. Jamás antes ETA fué tan fuerte como hoy. Ha logrado trazar una línea de sangre entre los españoles: de un lado los autoproclamados “demócratas de toda la vida”, cobardes incapaces de hacer cumplir las leyes, dispuestos a negociar hasta la propia existencia; de otro lado los “fascistas”, convencidos de que la ley es lo único que nos separa del simio, el garante de la unidad – esa unidad tan cacareada de pronto por los otros, olvidando cordones sanitarios y tinelles – la defensa de la democracia. Y cada bando tiene sus gorilas, sus insultadores, sus matones. Al final, la mayoría no somos más que comparsas, la claque de uno u otro bando. Y yo no soy palmero de nadie.
Es una farsa, un acto que apenas tendrá validez durante el tiempo que dure, pero yo acudiría con mi camiseta de la AVT y mi pancarta de “ETA NO, preguntemos a los vascos” aún sabiendo que me podrían llover las injurias de los palmeros de ambos lados.
Lo unico cierto son los muertos, el resto es manipulación, confusión.
La esclarecedora web: http://www.democracia76-04.com relata puntualmente cómo y porqué ETA cesó en sus asesinatos. Aporta hechos y datos policiales, judiciales, politicos, etc.
Documenta sobre otros hechos de máxima trascendencia democratica. No tiene desperdicio, leida detenidamente.
Clausius, no podemos dejarles solos para que nos echen en cara que ellos son los “verdaderos demócratas” No lo son.
Pues sí, yo puedo comprender e incluso compartir todo lo que dices, pero ya está bien, yo me quedaría en casa. Y si rebuscas por artículos míos del pasado de situaciones similares, verás que siempre he dicho que en estos temas hay que apoyar al Gobierno de turno sin fisuras y fomentar la unidad. De hecho ya he escrito hoy que el Gobierno tendría todo mi apoyo si mostrara hechos inequívocos de sus intenciones. Como no ha sido así, como esta historia ya nos la conocemos, no veo la razón de ir a una manifestación convocada por el Gobierno a la que no irán ni el Presidente ni gran parte de este.
¿Que al final habrá división? Pues será porque nos la hemos buscado y porque la sociedad española se la merece.