Una recomendable entrevista de Luis Alemany a Martin Amis publicada en La Crónica de León. Les dejo con un par de notas:
P: La otra noche cenaba con unos amigos, lectores españoles, y hablábamos de sus novelas. Al final, la conclusión de la conversación era que usted escribe sobre la maldad. ¿Está de acuerdo?
R: ¿La maldad? Supongo que sí. O sí, pero no todo el tiempo. En realidad, creo que siempre escribo sobre la naturaleza humana y sobre lo cruel que puede ser. De modo que crueldad es una palabra más precisa. Entiendo la maldad como algo distinto, como una fuerza al margen de la naturaleza humana ¿Sabe? La maldad es demasiado fuerte para escribir sobre ella directamente, demasiado fuerte y demasiado abstracta. Creo que nadie ha escrito buenas novelas sobre la maldad.
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P: ¿Por qué está tan enfadado con el papel del islam en el mundo?R: Porque hay gente que, en su nombre, me quiere matar; a mí, a mi gente, a lo que representamos… La racionalidad como forma de moralidad. Ha dicho usted enfadado y ésa es la palabra justa. No es prejuicio, ni odio, sino enfado ideológico. Me enfada la homofobia, la superstición, la marginación de la mujer, la intolerancia y la incultura…
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P: ¿Cómo se siente ante la palabra conservadurismo?R: Creo que se me achaca ese conservadurismo porque mi padre empezó siendo comunista y terminó por ser conservador.
P: Me refería al conservadurismo vital, no al político. Al sentimiento de que todos los cambios van a ser para peor.
R: Pensar que los buenos tiempos son cosa del pasado sería un fracaso personal. Y un suicidio creativo. Y un error. Piense que en la época de las cavernas, el arte consistía en manchar las paredes con mierda… De modo que, con todo, hemos ido a mejor.
No puedo estar más de acuerdo.
Tiene usted toda la razón en su título: el pensamiento, como el cagar, es libre. Y a veces el resultado es tan, tan similar…