Por denunciar la política de "control de natalidad" de los demócratas revolucionarios. Nos lo cuenta Fausta. Es escalofriante.
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Por denunciar la política de "control de natalidad" de los demócratas revolucionarios. Nos lo cuenta Fausta. Es escalofriante.
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Fausta, es que nunca sabremos bastante sobre la dictadura cubana. Y cuanto más sabemos, más horrorizados nos quedamos.
Gracias por el enlace.
Esto verdaderamente que da a relucir la actitud comunista respecto a la vida.
Mary O’Grady escribe Un sueño cubano “En 1998, cuando trabajaba en un hospital en La Habana, corrió el riesgo de involucrarse en un estudio clandestino sobre la administración de un medicamento llamado rivanol, que provocaba el aborto en casos de embarazo avanzado. La droga se utilizaba con frecuencia, especialmente en niñas de apenas 12 años, que, forzadas a dejar sus casas y padres para ir a trabajar a zonas rurales como parte de su educación, a menudo se “metían en problemas”.
El estudio concluyó que el rivanol resultaba muchas veces en partos de fetos que nacían vivos. Lo que ocurría a continuación horrorizaba a Biscet, quien después escribió que “se cortaba el cordón umbilical y que se dejaban a las criaturas sangrar hasta la muerte o se envolvían en papel para asfixiarlos”.
Como consecuencia de su oposición a estas prácticas abortivas, perdió su trabajo, su familia perdió su casa y el gobierno de Castro envió unos matones para que le pegaran una paliza.”
O sea, que las niñas violadas “en el campo” eran las madres de los bebés asesinados con el rivanol, el desangre y la asfixia.