El lenguaje torticero o cómo los medios reinventan el «problema» vasco

No pocas veces he intentado desde esta ventana virtual llamar la atención sobre la manipulación del lenguaje y la intención de los manipuladores de transmitir un mensaje doctrinal determinado. De todos es conocido el uso equivocado y partidista del concepto "resistencia" para describir a los terroristas iraquíes y a nadie se le escapa cómo los más diversos grupos "revolucionarios" de la era moderna siempre han sabido combinar a la perfección un mensaje engañoso de "libertad" y el plomo de las balas o el olor a pólvora y carne quemada. Si exceptuamos las acciones pacíficas de Tianamén en China y, más recientemente, las protagonizadas por los birmanos frente a su tiranía particular, ningún "movimiento de liberación" de los últimos 60 años merece tal calificativo.

Si al concepto de "liberación" unimos el de "pueblo", las atrocidades propagandísticas y el uso intencionado del lenguaje para conseguir unos fínes expúreos (ocultar la verdad desagradable) se convierten en asunto cotidiano que, por repetido y manido, escapa de la capacidad de discernimiento del receptor menos avezado. Eso que Goebbels llamaba "die Massen".

Estamos asistiendo a un cambio en la "nomenclatura" nacionalista vasca que sólo puedo calificar de aterrador. Aterrador por cuanto que pretende ocultar la verdad (una banda de asesinos mata personas inocentes) desviando la atención con los mismos argumentos ya utilizados en su día por las dialécticas nazis y comunistas. Describir la "kale borroka" como "violencia política" revistiéndola así de un aura de legitimidad, cubriendo las vergüenzas del vandalismo y el desprecio a la ley es más propio de un medio de comunicación de la Alemania nazi que de la España de hoy. Lo mismo cabe decir cuando para describir la detención de unos delincuentes por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado, se recurre al eufemismo del "golpe contra el independentismo vasco". Acertadísima, por tanto, la valoración y crítica que realiza Addison desde su "La Frase Progre" a los comentarios de un presentador de informativos de la cadena autonómica ETB. Gravísima en este caso la distorsión del lenguaje, pues no se trata de un comentario que refleje una opinión, se trata de la lectura de una noticia.

Esta práctica, que viene resultando habitual en los medios vascos y en el lenguaje de sus políticos, queda perfectamente descrita y delimitada en sus calamitosas consecuencias en un libro de Christopher M. Hutton, "Linguistics and the Third Reich", disponible para todos gratis gracias a la maravilla de internet. Léanlo con calma y anímense a subsitituir en alguna de sus partes "alemán" por "vasco", "Alemania" por "Euskadi" y verán cómo la obra de Hutton sigue siendo de rabiosa actualidad.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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7 comentarios

  1. Estas agudas distinciones no puede aceptarlas la sangre indeleble que ha servido de tinta para volúmenes encuadernados en piel humana, sobre cuyos lomos pondrán cuño de oro a modo de remate lujoso para la encuadernación de tratados de pazzz. La biblioteca, así entendida, es la historia de la humanidad, cuyo promontorio más denigrante se llama Auschwitz. Torres más altas han caído. No hay nación asesina que cien años dure ni Cristo que los aguante. También caerá el telón sobre la triste historia de una generación de idiotas morales.

  2. Para mi, y para no entrar en discusiones de cuando un régimen es democrático o no (pocos lo serían), terrorismo es por propia definición, cuando se utiliza el terror y el asesinato de civiles, independientemente del régimen político.

    Durante la dictadura en España, y mientras ETA tenía objetivos militares o paramilitares (miembros de la fuerzas armadas y guardia civil), podría considerarse (ajustandose a la definición) que era una resistencia, movimiento de liberación, etc.

    A partir del momento en el que sus objetivos son hipercores, ciudadanos indefensos y cosas así, son terrorismo puro y duro.

    Esto también se aplica a la «resistencia» irakí, que no dudad en matar a decenas de compatriotas para cargarse a un solo militar de los EUA

    Saludos

  3. Cierto.

    Yo me lo miraba mas desde el punto de vista de que atacan una ocupacion militar por parte de un pais extranjero y de ella emana ese gobierno democratico. No se como de sencillo es para un iraqui diferenciar ese gobierno de la ocupacion militar.

    Aunque, como bien dices, una vez instaurado el sistema, los disidentes deberian poder organizarse y presentar una alternativa.

    Se me olvidaba: buen fin de semana!

  4. Ya… el problema es la historia nos dice que las fronteras entre democratico y dictatorial a veces son un poco difusas, verdad? Me refiero a la transicion de un regimen elegido democraticamente a uno dictatorial.

    En el caso de Irak, por ejemplo, admito que me cuesta decidir si los movimientos violentos son solo terroristas o si (algunos) tienen algo de legitimos…

  5. Si lo que se pretende es liberarse de un régimen ilegítimo y dictatorial, no cabe duda que el régimen los calificará de terroristas, el resto del mundo no. Si lo que pretenden es «liberarse» de un régimen legítimo y democrático para imponer el suyo, entonces sí.
    Luego está la variante militar. Pero… qué es la guerra hoy en día?

  6. Me abstraigo un poco del tema vasco y lanzo una pregunta mas de tipo general: todo «movimiento de liberacion» violento es, por definicion, terrorista?

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