La respuesta está en la Ley de Memoria Histórica, que reconoce a los maquis como «luchadores por la democracia». ¡Democracia! Ya ven ustedes de qué manera más tonta unos señores legisladores, probablemente bien pagados, pueden convertirse en lo que los viejos cronistas llamaban vulgares aduladores de un régimen que no alcanzan a ser más que admiradores fetichistas de su denominación; sectarios, no de una idea, sino de una palabra. ¡Y qué palabra! En boca de Churchill suena a civilización, pero en boca de Largo Caballero es… otra cosa. Por ejemplo:
-Declaro que hay que armarse y que la clase trabajadora no cumplirá con su deber si no se prepara para ello. Hecha esta preparación, habrá que esperar el momento psicológico que creamos oportuno para lanzarnos a la lucha. (Enero del 34)
-Es preciso transformar esta República burguesa en República socialista. (Enero del 35)
-Las elecciones no son más que una etapa de la conquista del poder y aceptamos su resultado tan sólo a beneficio de inventario. Si triunfa la izquierda, podemos actuar dentro de la legalidad con nuestros aliados, pero, si gana la derecha, tenemos que ir a la guerra civil. Deseo una República sin lucha de clases, pero para ello es necesario que desaparezca una de ellas. Esto no es una amenaza, es una advertencia. Les advierto que no hablamos por hablar, sino que cumplimos nuestra palabra. (Junio del 36)
Palabra de Largo Caballero, que por algo presumía de no diferenciarse en nada de los comunistas. Sólo Marañón, socio fundador de la República, vio que la razón auténtica de la lucha no era la democracia, sino únicamente ésta: «Defiendo a los rojos porque soy comunista» o «simpatizo con los nacionales porque soy anticomunista». Pero tuércele el cuello al cisne.
Ignacio Ruiz Quintano puso ayer el dedo sobre la llaga. De no ser por Luis Eslava, que me pasa el artículo por e-mail, no lo hubiese leído. Mi reflexión es la misma que hace unas semanas. Es la que llevo madurando desde que se propuso la cosa esta de la Ley de Memoria Histórica: se convierte un asesino fascista en demócrata por el mero hecho de luchar contra los asesinos comunistas? Se convierte un asesino socialista en demócrata por el mero hecho de luchar contra los asesinos fascistas? En la nuestra, una guerra civil entre dos bandos totalitarios, hay algún bando que merezca por ley ser llamado "demócrata"?
Recuerden: "… si gana la derecha, tenemos que ir a la guerra civil." Son esas las palabras de un demócrata?
Se puede ser de izquierdas y democrata. El Partido Socialista francés lo es sin lugar a duda. Le pregunta es si se puede ser de izquierdas, democrata y español ya que el PSOE de democrata tiene bien poco.
Buenas tardes, yo si tacharía a la izquierda de hoy de antidemocrata, lo viene demostrando durante años. Y como dice en su articulo hemos de recordar que la guerra civil en España se produjo precisamente porque la izquierda no fue demócrata y no permitió que la victoria electoral de la derecha se llevara a cabo.
Ahora como también dices en el articulo, la izquierda nos impone quienes son buenos y quienes son malos, en mi opinión en la España que vivimos hoy no existe un partido de izquierdas sino un régimen totalitario.
Saludos…
Estimado Jorge, no seré yo quien tache a la izquierda española de hoy de antidemócrata. No sería ni cierto ni justo. La izquierda dominante en España hoy(que no los izquierdistas en general) es sectaria, ignorante, buenista, intolerante y totalitaria. A los izquierdistas que la votan y no cumplen niguna de esas condiciones (que los hay) solo se les puede pedir reflexión. Ya lo están haciendo. A los otros, a los que comparten sectarismo, buenismo, ignorancia y totalitarismo sólo se les puede desear inspiración.
Ser demócrata es ser demócrata, se puede serlo desde la izquierda desde la derecha y dando bandazos, cada uno que lo haga como pueda.
Para mí desde la izquierda es más dificil, con la izquierda oficial española casi imposible, es mi opinión.