La prensa calla. Los blogs callan. Parece que Birmania hubiese dejado de existir. O que la Junta Militar se hubiese convertido, de la noche a la mañana, en una democracia liberal.
Claro, no hay disturbios, no hay carnaza para los medios sensacionalistas, ávidos de portadas espectaculares y de la suma de euros al final del día. Pero y nosotros? Los bloggers? Necesitamos sangre de monje para denunciar los desmanes de un régimen totalitario?
La represión continúa, no crean que esto ha llegado a su fin.
!!! Actulaización: Vorzheva no se olvida y nos relata sobre torturas inhumanas, cremaciones secretas y represión sin límites. Léanlo.
Yo también me decía (con “el corazón”) que el tema había “dejado de latir” y me resultaba “a pesar de la comprensión” un hecho terrible. Las denuncias de Vorsheva son todo un grito que seguro es de algunas gentes más a las que me sumo. Considero que hay que mantener vivo en el recuerdo de-cada-día hechos de crueldad como los que allí se producen y que no serán sino los que se filtran hasta nosotros. Porque todo instante debe ser allí un momento de dolor y humillación para un buen número de personas que han preferido protestar a costa de una posibilidad y de lo que les prometía caer en manos de los dictadores y de sus esbirros sádicos y bien pagados (por lo que saben hacer y hacen).
Todos esos gritos, heridas, muertes, son sin embargo más un signo que un hermano. Y sobre esto me gustaría reflexionar para que no nos creyeramos demasiado altruistas, por no decir, buenos.
Son signos para la prensa, signos para los actores que salieron a pedir el cese de la violencia, signos para los que escriben en los blogs, signos para mí… en cada caso con contenidos diferentes. En unos caos son utilizados para “cumplir con el deber de informar” MÁS ALLÁ DE QUE LO SIENTAN. En otros, se los eleva al rango de adalides de la libertad entendida de una manera específicamente ideológica: porque nadie ve la libertad como lo que no es, es decir, como REAL, sino como simbólica. Porque se apuesta a una libertad que es proyección de la que nosotros imaginamos.
Por otra parte, son signos en un mundo lleno de signos de los cuales ya hay más de los que no se habla que de los que se habla. Porque ya los birmanos hace tiempo que sepultaron a los sudaneces y estos a los timorenses, etc. y sólo por mencionar dos o tres de una cadena que se extiende hasta el confín de los tiempos.
Qué pasaría si viéramos a todas las víctimas por igual? Seríamos demasiado inocuos. Lo suyo es que cada bando se solidarice con los que cree del suyo, con los que cree que representan sus propias ideas de futuro. Y qué pasaría si viéramos los enfrentamientos como una lucha de partidos que usan TODOS a las masas para subir al poder (cierto que unos crueles y otros tolerantes)? Podríamos tomar partido sin más, valorar su martirologio?
No voy a responder aquí. Me quedo mientras pensando al respecto, y sufriendo por el dolor de tantos seres quebrados en sus vidas y en sus deseos de vivir.
Es difícil olvidarse cuando están pasando cosas tan graves y nadie hace nada. La ONU es menos útil que una mujer florero: al menos el señor que va con la mujer florero tiene una subida de moral ante la envidia de los de su alrededor. Pero lo que es la ONU, es que ni eso se puede decir de ella.
Todos esos millones gastados en nada… Y mientras allí la gente siendo torturada de esta forma.
De verdad, yo me desespero ante la impotencia que se siente… 🙁