… ¿dónde vas tú tan bonito? A la era de mi abuela. Pim, Pam fuera.
Hmmm, no, otra vez. Pito, pito … huy! hola estimado lector! me pilla usted en pleno proceso de toma de decisiones. Me dice el ministro Alonso -no sabía que ese señor leyese este blog, que seguro que lo hace pues, cómo va a generalizar tan zafiamente todo un Señor Ministro!- que no puedo poner en tela de juicio la monarquía española. Pero no se aclara al colocarme en el cajón de sastre demagógico oportuno, así que me da a elegir: o me meto en el de la exterma derecha o en el de la extrema izquierda. Como lo dice el ministro, me cogí la manta y me fuí a ver los dos cajones. Por si uno de los dos era más cómodo que el otro. Me sorprendió lo igualitos que son en todo menos en el color del papel que protege la madera del fondo de cajón: uno es rojo y el otro negro. Como que no me veo en ninguno de los dos. Pero como lo dice el menistro, que es el que sabe, me he puesto a cantar los pitos.
Y es que ser republicano está prohibido en este país. El día menos pensado sale una foto mía quemando un retrato del Rey en las Ramblas. O no. Tal vez se pueda ser republicano desde la legalidad? Noooo, decir que esta monarquía es una vergüenza, que las monarquías como institución no caben en un país democrático moderno y pedir la desaparición de la misma es exactamente igual (pero igual, igual, oiga) que quemar la foto del Rey en público o colgar un muñeco del balcón. Pues no sé a que esperan para cambiar el Código Penal prohibiendo escribir o manifestarse de forma no violenta contra el Rey. Después de todo, eso era lo que había hasta hace no mucho, verdad?
Cosas de los privilegiados, cunas, "Gracias de Dios" y herencias y tal. Joder con el Partido Socialista!
La monarquía evidentemente tiene los días contados, pero creo que salvo que hagan algo verdaderamente escandaloso aun llegará el príncipe a ser coronado. A ver lo que acaba pasando.