Es un reto. Sólo por venir de quien viene me siento a escribir estas líneas. Sin idea preconcebida, pues no se me da nada bien lo de seguir guiones.
Hace unas semanas cursa por la blogocosa una especie de meme, un intento de buscar y dar consejo sobre las buenas artes del blogger. Lady Vorzheva, seguro que presa de la misma ansiedad que me ahoga a mí desde que recibí su invitación, le dió unas cuantas vueltas a su cabeza en busca de tres nombres a los que pasar tamaña empresa. A quién demonios le paso yo ahora esto de los "Consejos para ser buen blogger"? Ella, como buena blogger que es, no tuvo ningún problema en darnos tres consejos de oro, para mayor disfrute de quienes leen su blog y pretenden escribir uno. Lo de los tres nombres seguro que le costó más. Y lo de incluirme a mí, pues no termino de entenderlo. Ahora es cuando pongo cara de en-menudo-lío-me-has-metido y digo "grrracias".
Yo si que tengo problemas serios con la cosa esta, pues no me considero un buen blogger. Me encuentro a gusto en la categoría de perpetrador de blog. Contándole alguno de mis defectos favoritos, espero darles pistas sobre aquello que no deben hacer para ser un buen blogger:
1. Pierdo fácilmente la clama. Cierto es que de un tiempo a esta parte se me da mejor el tema del autocontrol. Pero no es demasiado difícil provocar mi indignación, aunque sólo dure cuatro frases o cuatro minutos. Si lo que pretenden es comunicar una opinión y discutir con otros sobre ella, lo mejor es dejar las emocionalidades en casa, delante del televisor. No se las lleven al ordenador, y menos a su blog. Un "buen blog" es aquel en el que todos los lectores se sienten, cuando menos, no atacados. Créanme, es posible defender las propias ideas sin necesidad de pasarle por los morros al contrario lo equivocado que creemos está. Por supuesto, nada de insultos. Esas cosas que me han leído a mí del tipo "Zapatero fuma porros" o "eres un imbécil" … déjenlas para cuando se miren al espejo. No hagan como yo, si lo que quieren es un buen blog.
2. Perpetro entradas sin ton ni son en afán informador. Para las noticias, señores bloggers y aprendices de tales, están los periódicos. Otra cosa es que se enteren de algo que no sabe nadie, o que no sale recogido en la prensa nacional (ya sea de papel o virtual). Pero no agobien al seguidor de agregadores con cincuenta noticias que ya han visto diez veces en el mismo día. Ya se que es imposible leer todos los blogs de la propia cuerda, pero no pierdan nunca un detalle de vista: queda muy feo manosear un tema ya tocado por otros dos o tres bloggers. Comenten allí si el tema les interesa. Por cierto, comentar … un buen blogger ha de ser también un buen comentarista de blogs. La magia de este invento radica precisamente en eso: alguien escribe algo y los demás podemos participar de la discusión que ese alguien inicia con su idea. Yo apenas si tengo tiempo para comentar en el mío, no vean lo cuesta arriba que se me hace comentar en los de los demás. Pero lo intento.
3. Las prisas son la madre de las erratas ortográficas. Y en DE las encontrarán a decenas (bueno, a lo mejor ya no tantas, que yo también soy "mejorable") Parto de la base de que me dirijo a personas capaces de utilizar con respeto y corrección su propio idioma. Si es usted analfabeto y tiene problemas con "ahí hay un haya que dice ay!" y además no sabe que las hayas no pueden decir nada, déjenlo. Ni lo intenten. Un blog es un lugar público de lectura. Ya saben: repasar, releer. El buen uso del idioma tiene dos ventajas indiscutibles: permite que los demás entiendan lo que queremos decir y convierte la lectura en algo agradable. Incluso si se está en total desacuerdo con lo leído.
Y, como no todo iban a ser consejos desde la autocrítica, les dejo con una recomendación final, un ruego encarecido casi: no mientan. La honestidad es uno de los principales valores del buen blogger. Es el único arma de que dispone para ganar credibilidad. Antes de escribir indague en su interior en busca de aquello que le pueda incomodar. Si encuentra algo, no lo escriba. Y si lo escribe, diga que le incomoda, aunque no sepa muy bien por qué. Si las frases no son suyas, no tema en citar al autor. No siempre es fácil encontrar las palabras adecuadas para expresar los propios pensamientos. Citar bien es también un arte. Pero sobre todo, repito, no mienta. No se mienta usted a sí mismo y no nos mienta a los demás.
Y ahora llega lo más difícil: elegir a tres "sabios" de la blogocosa que se animen (esa es otra, lo más probable es que pasen de memes y tal) y nos den algún consejo más -tal vez alguno que realmente sirva para algo- sobre cómo ser un buen blogger. No me duelen prendas. A los tres les considero buenos bloggers: Rubén, Daniel, Maty. Hacednos el favor de atender esta memez y ayudadnos un poco a ser mejores bloggers. Gracias.
Un blog no consiste en una kilométrica trabazón silogística ni en larguísimos circunloquios, sino en pequeños sobresaltos. Su textura no es la de una túnica inconsútil, más bien tiende a asemejarse a un pantalón vaquero de cuando tenías dieciséis años, cosido y recosido con piezas o añadidos superpuestos.
Cosa distinta cabe decir del pijama de los niños pequeños, tanto más de una pieza cuanto más cerca de los orígenes. Pero, si adultecido o adulterado, también indefectiblemente cebolláceo.
Tendrá que realizar muchísimas indagaciones quien quiera averiguar cuál fue el color primigenio de su propia textura. En realidad no basta con saber, hay que sentirse querido, dejarse querer o ponerse a querer.
Como viera San Agustín, la medida del amor es amar sin medida. La capacidad de conocer es una regresión múltiple que no pasa de descubrir las opciones por las que hay que apostar más fuerte,
Todos vamos de analíticos y creativos, intentando merecer y distinguirnos, pero al final vamos a parar en lo de siempre: en la afirmación de que es mejor el amor que la indiferencia o el odio, unida a la sospecha de que ese amor algo tiene que ver con lo que suceda luego, y esto aun si a veces el personal se inhiba al decirlo o incluso lo dice mientras pretende encaminarse al centro de la tierra escalando un volcán en Islandia.
Luis: Me gusta. No sólo hay que mejorar si no corregir los defectos. 😀
(*): “Vale, sí es cierto que se liga, pero tú a lo tuyo“. Totalmente de acuerdo… Si eres blogger político/ de noticias o como queramos llamarlo, se está en Internet para reflexionar sobre la actualidad. Si quieres ligar, no es lo oportuno…
1. No tomarse demasiado en serio.- No coincidimos con nosotros mismos, pero tampoco con el juicio de los demás sobre nosotros; a menudo nos avergonzaríamos de nuestras mejores acciones si la gente conociera los móviles que las desencadenan.
Otras veces, al contrario, nos enorgulleceríamos por lo que se nos censura sin conocimiento de causa.
Aún más lejos: ¿por qué avergonzarse ni presumir de nada si nada sabemos?
Todo presenta una faceta cómica y, cuando ésta falta, entonces dramática.
2. Saber proustificar.- En el doble sentido de ser amable con los parroquianos y de ensimismarse en la memoria. A veces el presente hace descubrir el pasado. Trae un hijo al mundo y ya verás cuántas cosas entiendes de tu padre. De niño cada hombre toma parte en los recuerdos de sus abuelos; de viejo, toma parte en las esperanzas de sus nietos: la nostalgia no es verdadera nostalgia. El fracaso sí que es fracaso, desgraciadamente.
3. Perseverar.- quien se cansa tiene derecho a cansarse, pero no a ser considerado de vanguardia. Hay personas que luchan un día y son buenas; otras que luchan un año y son mejores; hay quienes luchan varios años, un montón de años, y son muy buenas; pero hay algunos que nunca han desistido, y son imprescindibles.
La cosa funciona al revés: es cuando no dedicas tiempo a la causa que terminas perdiendo la esperanza. En todo caso, el esperar se malograría sin la paciencia del “mientras tanto”.
Reflexividad, prudencia, no precipitación. Posiciones moderadas y ecuánimes en juicios y apreciaciones. lo contrario es la persona histérica, el cochero de la diligencia perseguida por los indios que sólo maneja – y destempladamente – un ramal del carro mientras dispara a todo lo que se mueve…
4. Realismo.- Hay dos maneras de negarse a ver la realidad: una la de sufrir y desesperarse por todo; otra, la de no despeinarse bajo ninguna circunstancia.
5. Ser cariñoso con los personajes de actualidad.- En determinadas circunstancias surge a veces en el bloguero un sentimiento de victimación: son proclives a ese sentimiento quienes perciben que su labor, sus preocupaciones o sus impuestos no son bien entendidos, valorados, prestigiados.
Quien se siente mal tratado, injustamente “opinado”, “victimado” en definitiva, adopta a su vez actitudes victimadoras: externaliza, se cisca en la democracia, culpa a las circunstancias, renuncia a asumir responsabilidades, incluso tiende a separarse del entorno…y hasta es posible que inconscientemente proyecto sobre los políticos tal victimismo en forma de desinterés por ellos.
La inseguridad podría también reflejarse en un deseo de poder sobre ellos, unido a la necesidad de tener todo absolutamente bien controlado. Si prevé que algo escapa a su control, tenderá a inhibirlo.
Y todo eso va lesionando la confianza del político, que, creanlo o no, se lee estas cosas y duda si creérselas..
6. Fumar en pipa.- Sin prisa ni pausa. No sofocar la crítica con la hipercrítica. Ya que no cambiaremos nunca, procuremos al menos cambiar de discurso. Aunque mejor sería intentar cambios más radicales: el fracaso ajeno es frustrante; el propio es entretenido.
La crítica consolida al adversario, así que hay que hacerla a la gallega, atreverse a ensayar la palabra nueva, aunque cueste más.
¿Buscas ejercer la crítica? Perfecto, adelante, pero siente la redondez de la tierra bajo cada paso. Y calma, hay mucho tajo, siempre tendremos corrutos y heterodosos con nosotros.
7. No te creerse el personaje.- Con eso está dicho todo. Es falso que en internet se ligue o se gane dinero.
8. Vale, sí es cierto que se liga, pero tú a lo tuyo.