Este país se está convirtiendo en una broma de mal gusto. Mejor dicho: los políticos de este país ya no sienten vergüenza y se manifiestan como lo que son: prepotentes, mentirosos, inmovilistas, chantajistas, pesebristas, mafiosos, …. hay muy pocas excepciones.
Galería del disparate
Luis I. Gómez
Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.
HdZP, pues que te meterían en la cárcel. Pero no te preocupes, ellos no irán a chirona, que eso de «todos somos iguales ante la ley» es una barbaridad liberal-fascista. en el socialismo sólo van a la cárcel los que no son como ellos. Ellos son más iguales que nadie, ya sabes. Y luego está lo de «automedicación política», tan bien descrito más arriba por (*), y que contribuye al amodorramiento general.
¿Que pasará cuando la ciudadanía empiece a no cumplir la Ley, por ejemplo la fiscal?. Un saludo.
¿Salen malas los gobiernos porque han sido elegidas por malos electores o son malos los electores porque padecen malos gobiernos?
Sería imposible lo uno sin lo otro.
Una gobernación perversa produce hábitos de dependencia: presidencialismo, paternalismo, milagrería cuatrienal, jerarquismo termítico, servilismo ante el number güan, resignación y conformismo, ritualismo en los aniversarios oficiales y en los informes públicos, pactos entreguistas de alto nivel con poderes extranacionales a espaldas de la plebe, conductas complacientes y alcahuetas con la prensa que, una vez crea el mito, lo protege tanto que fomenta su indisciplina e irresponsabilidad, influentismo, demasiadas zonas vips, demasiadas placas especiales y recomendaciones, ataques de selbst-importancia ante subordinados, transgresiones de reglamentos (“más vale pedir perdón que pedir permiso”), continuas violaciones c(pr)ostitucionales, el fenómeno del tapado, nuevo mandamás que sale misteriosamente de un cónclave de amiguetes auto-sacralizado, extorsión de jueces que venden la justicia, prepotencia, comisiones, embustes a los medios, el peculado o sustracción ilícita de fondos por parte de quienes los manejan, la burocracia que se come el presupuesto y un laaaargo etc.
`“Corrutos” somos todos´ , se ha escrito hasta en las bardas de las casas con no poco cinismo, pero de hecho ahí están los llaveros, las croquetas, las mordidas, los fraudes fiscales, los que cobran sin trabajar, el soborno – pagar al corruto también es corrución -, el nepotismo, la “estorsión”, la patada debajo de la mesa, la colusión del sindicato y la patronal, la explotación del recién llegado, la demagogia, la infidelidad, la fanfarronería, la impuntualidad, el miedo a decir no, la envidia o enanismo de quien busca todos los recursos para atacar a quien sobresale de la común mediocridad, el despilfarro (“yo pago la cena a todos”), la búsqueda de “puestitos” sin pena ni gloria, el messenger, la hora de comer…
Y nos quedamos en la zona de los peccata minuta… Cada x tiempo se monta una cruzada «anticorruto» y, agraviados, creemos: “Esto ya se acabó, la corrución es cosa del pasado”. En realidad, para hacer resplandecer la verdad con independencia no hace falta que vengan el Guerrero del Antifaz ni Elliot Ness, hace falta una masa crítica de españoles que sean buenass personas, es decir, seres humanos buenos, en el buen sentido de la palabra buenos, o sea, serios, agudos, imparciales y un poco friquis. Si me ponen a L. Vorzheva en el lote, tan contento.