No es extraño comprobar cómo quienes son y han sido aclamados como héroes por los regímenes comunistas o nazis terminen sus días en una cárcel democrática acusados de genocidio. Es consecuencia normal de la dinámica "educadora" fascista (ya sea el fascismo de derechas o de izquierdas): cuando no se puede (y no se puede) doblegar la voluntad de todos, terminan por eliminar a quienes no piensan como el partido. Menos mal que a todo cerdo le llega su San Martín:
Estonian Arnold Meri, 88, has been charged with genocide for participating in the preparations of the deportation to Siberia of Estonian citizens from the island of Hiiumaa in March 1949.
More than 20,000 civilians were deported from Estonia to Siberia and other parts of the Soviet Union between March 25th and 27th, 1949. The purpose was to intimidate the rural population and to accelerate the collectivisation of Estonian agriculture.
Arnold Meri, the cousin of former President of Estonia, Lennart Meri, is alleged to have been in charge of the deportations on Hiiumaa.…
Russia still remembers Arnold Meri as a war hero, and he was invited to Moscow in May when the country celebrated its victory over Nazi Germany in World War II.
Arnold Meri is the 15th Estonian to be charged in connection with the deportations of 1949 since Estonia regained its independence.
Gracias Chesco (corresponsal de esta casa en el báltico 😛 ) por el chivatazo. Aparecerá la noticia en alguno de los diarios o informativos del régimen zapateril?
Lo normal hoy en día es la Ley del Talión a la que falta el lenguaje y la realidad del perdón. Nadie quiere ser reconocido como culpable, porque entonces no se le perdonaría la culpa, así que uno se busca un psiquiatra o funda una plataforma de un solo hombre que diga que en adelante, aquello está bien, o que no tema, que los malos son los otros, o que no hay mal ni bien porque cada uno es como es y seis, media docena; o que son las estructuras o la globalización o el polen de las gramíneas o el irresistible influjo de la luna o los triglicéridos o los árbitros lo que está detrás de una racha de mala suerte, y a correr.
Como no se reconoce el mal, y como una vez reconocido no se le suele perdonar, se le rehúye. Dicho de otro modo, no hay memoria del dolor, no hay memoria del sufrir, no hay memoria de nada, porque en general, no hay perspectivas de perdonar.
El hombre de nuestros días permanece anclado con obstinación en el fondo de la tradición precristiana que desde el bebedor de cicuta en adelante acostumbra a identificar la maldad con el mero error de cálculo, con la fiebre, la varicela y el exceso de estupefacientes. No, miren ustedes, el hombre es malo por propio merecimiento, es muy malo, malísimo, hasta el punto de que produce vergüenza ajena, y lo viene siendo hace ya un tiempecito aunque ustedes culpen al cristianismo de sus propios defectos. Ya les despabilarán.
De nada Luis,
noticia triste por recordar atroces tiempos pasados.
Deportadas 20000 personas en 2-3 días como castigo por no dejarse colectivizar. Y esto en «tiempos de paz».Durante la guerra muchos más fueron deportados.
Luego hay que leer lo se vió publicado hace unos meses. El gobierno de Estonia trasladó la estatua al soldado «liberador» ruso que estaba en Tallinn, a un cementerio.
La que lió la prensa de algunos paises contra el gobierno de Estonia.
Triste recordar estas cosas, pero es mejor que olvidarlas.
Un saludo
Gracias por la reseña, Prime. Yo me quedo con esta fase:
Un verdad incontestable.
Y mientras tanto, en el Financial Times de hoy:
Spain must exorcise the demons of the Francoist era
(…)
They need a modern right, which sees Spain as a common endeavour – and is not fighting a rearguard action against the Enlightenment.
http://www.ft.com/cms/s/0/b1dc0102-51da-11dc-8779-0000779fd2ac.html