Digo odiosas? No se. Después de leer el artículo del Washington Times dos veces, he de reconocer que Paul Belien tiene razón en muchas de las cosas que escribe. La democracia en la EU es una quimera:
In the late 1980s the USSR, Ronald Reagan’s "evil empire," imploded. America might soon be confronted with another evil empire. Tomorrow, Europe’s politicians meet in Brussels to discuss how they can revive the constitutional treaty, often called the European Constitution, a bloated blueprint (more than 160,000 words in its English version) for transforming the European Union (EU) into a superstate.
Exactly two years ago, this constitution was rejected in referendums in the Netherlands and France. This came as a blow to Brussels, the capital of Belgium and home to the European Commission, the unelected EU executive, and its army of 54,000 eurocrats, a bureaucracy molded in the worst centralist and authoritarian French and German traditions.
Soon after the referendums it became apparent that the European politicians intended to ignore the people’s verdict and proceed with their plans for constructing the superstate. During the past six months, German Chancellor Angela Merkel has been busy drafting a so-called amended treaty. This bypasses the need for public referendums on the new powers for Brussels, but retains the substance of the constitution — granting the EU substantial powers over its member states, such as the right to override national legislation and to impose a common foreign policy.
[…]
Liberty and democracy require limited governments, while supranationalism by definition tends toward unlimitedness. The former Soviet dissident Vladimir Bukovsky refers to the EU as the "EUSSR." He does so, he explains, because the former USSR and the EU share the same goal: the obliteration of nations. "The European Union, like the Soviet Union, cannot be democratized," he says. If the EU becomes a genuine state it is bound to be an evil empire, because there is no European nation.
[…]
By seeking to extinguish national loyalty, the EU also destroys freedom, accountability and democracy. The eurocracy aims to extinguish the old national loyalties of the European peoples, and put a cosmopolitan indifference in their place.
Es verdad eso, los ingleses hablan un idioma no muy diferente del navajo, o del utilizado en la «música rap» y ni ellos mismos soportan tanta ambigüedad, semántica, moral y de todo tipo.
Los alemanes son lo mejor de Europa, pero hay demasiada abstracción y elitismo en esas esbeltas cabecitas. Los griegos eran así y también tuvimos que superarlos.
Amén, con un matiz 🙂 … ya sabes que a mí, los cuerpos de poderes (centrales o periféricos), cuanto más pequeñitos mejor.
Los alemanes son más de fiar que su idioma. De todos modos, equívocos en alemán, pocos. Es lo bueno de las gramáticas complejas y los vocabularios ricos.
– Que sea federal, y se respete un cuerpo central de poderes digno, en cantidad y calidad, de un estado federal.
– Que sea federal de verdad, D. Luis, y que el reparto de competencias derive de una Norma Fundamental y no de necesidades tácticas parlamentarias.
– Que sea federal de verdad, por favor, y suponga una reversible descentralización del estado, no un irreversible traspaso de soberanía a ancestrales «unidades de destino en lo fiscal».
No me fío un pelo de los alemanes. La gramática es muy difícil.
Tres apuntes:
– Europa como eufemismo de francoalemania me vale.
– Los Alemanes se pasan el día jugando a «las autonomías» (ellos lo llaman por su nombre: República Federal) y no les va tan mal.
– Los polacos me son cada vez más simpáticos. No es fácil ver gente que sabe lo que quiere y lo dice.
Otra cualidad positiva de los polacos: muchos son merengues.
«Europa» es un avatar del hegemonismo francoalemán, lo que pasa es que de algún modo se prefirió una hegemonía socialburocrática a lo de la primera mitad del siglo XX. Evidentemente a ámbos países les interesa vérselas con estaditos fraccionarios en vez de con naciones enteras.
Si hace quicen añós los polacos hubiesen jugado a las autonomías, – ¡qué divertido! -, ahora habrían tragado como ZP, ni la habrían visto venir. Un estadito estadoespañolés dividido en diecisiete voluntades desavenidas signifca graves problemas económicos para todos, ya que el pastel se reparte en el paralelo 50, y allí seremos irrelevantes por muchos Labordetas y por muchas Marías Antonias Munar que nos busquemos aqui.
Y a todo esto, Sarkozy saca pecho por haber eliminado la referencia a la libre competencia en el futuro tratado:
http://www.corriere.it/Primo_Piano/Esteri/2007/06_Giugno/23/sarkozy_protezionista.shtm
No puedo creerme que los polacos sean un atajo de gañanes retrógrados porque los que yo he conocido, empezaban con cinco idiomas y de ahí para arriba.
Lo que pasa es que los españoles no nos atrevemos a aplicar la conocida máxima: «si no sabes quién es el «primo» en una mesa de negociación, entonces probablemente eres tú»:
La culpa es de los gemelos, claro. Un saludo.
Nadie podrá decir que soy un euroescéptico. Siemrpe me he declarado europeísta, demasiadas cosas nos unen con los vecinos del norte de los Pirineos. Pero de ahí a firmar en blanco el ingreso (o la premanencia) en una cosa que de democrática no tiene ni el nombre, va un trecho. Esto de la EU hay que repensarlo, y la mejor forma de hacerlo es dede fuera.
Del «amigo» Darío… mejor no hablamos.
Bueno, ya nos la han metido doblada. Y mi lenguaje es más civilizado que el del Darío Valcárcel O´Reilly que escribiendo una Tercera de ABC se permite llamar hijos de puta a los gobernantes democráticos de Polonia.
La unificación no es paso hacia una vida más libre y segura – ¿qué hace la UE y su cacareado FRONTEX para ayudarnos con las pateras? -, sino descenso a un ssolapado régimen despótico.
¿Y con Aznar o Rajoy..? Pues tal vez habría sido lo mismo, es 192 muertos demasiado tarde para preguntárselo. Pierde España, que se va convirtiendo en una provincia limítrofe, una moneda de cambio para jugar al apaciguamiento de los nuevos bárbaros.
O´Reilly ya saludó la entrega de Kosovo y la del Sahara, ¿por qué no la de Ceuta o las Canarias? ¿Ante quién responde O´Reilly y sus compadres, ante Dios y ante la Historia’