En Alemania se está cociendo un nuevo partido a la izquierda del SPD. De la unión (prácticamente ya asegurada) de Die Linken (Los Izquierdistas) y WASG (Wahlalternative für Arbeit und soziale Gerechtigkeit – Alternativa electoral por el Trabajo y la Justicia social) nacerá en los próximos días un nuevo partido socialista alemán hijo de los residuos de la antigua DDR y los nostálgicos de la lucha de clases (o sea, un partido comunista).
Este fin de semana ha tenido lugar el Congreso Federal del FDP (Partido Liberal) y su líder Guido Westertwelle -que ha salido claramente reforzado- ha tenido una de esas frases que deberíamos tener todos siempre presentes. Le preguntaron por el nuevo partido de izquierdas y su más que probable slogan: por una democracia socialista. La respuesta es magnífica:
«Das ist eine Art vegetarischer Schlachthof.“ Fuente.
En español: «eso [la democracia socialista] es una especie de carnicería vegetariana.»
Más claro, el agua.
Wonka, lo segundo. Y no es un temor de Westerwelle. Es lo que se palpa en el ambiente y lo que dicen las encuestas. La política alemana se radicaliza. Frase del secretario general de la CSU: hemos de ocupar el espectro político de manera que no quede nada a la derechza del CDU. Toma frase! Luego la matizó (dijo que se refería a «nada legal»), pero ya era tarde.
Lo que no entiendo muy bien es por qué Westerwelle arremete contra el nuevo partido. Se supone que él compite por votos, más o menos, situados en el centro del espectro. ¿O es que cree que los desencantados del SPD van a migrar más fácilmente al partido de Gysi y Lafontaine que al FDP?