Treinta años después de las primeras elecciones libres, tras la muerte del general Franco, la llamada «democracia» española ya no existe, tras haber sido cuidadosamente prostituida por los grandes poderes y transformada en una oligocracia donde los partidos políticos ocupan la cúspide y controlan casi la totalidad del poder.
Sigan leyendo sobre las miserias de nuestra democracia. A mí, desde luego, no me apetece el champán.