Vamos a combatir la islamofobia

La mejor forma de combatir la islamofobia es convertir el islám en algo amable. Y cómo se convierte al islám en algo amable? El Dr. Hamid (de quien ya habíamos reseñado un artículo de esos de lectura obligada) nos da la respuesta en el Wall Street Journal:

[…]

To bring an end to Islamophobia, we must employ a holistic approach that treats the core of the disease. It will not suffice to merely suppress the symptoms. It is imperative to adopt new Islamic teachings that do not allow killing apostates (Redda Law). Islamic authorities must provide mainstream Islamic books that forbid polygamy and beating women. Accepted Islamic doctrine should take a strong stand against slavery and the raping of female war prisoners, as happens in Darfur under the explicit canons of Shariah («Ma Malakat Aimanikum»). Muslims should teach, everywhere and universally, that a woman’s testimony in court counts as much as a man’s, that women should not be punished if they marry whom they please or dress as they wish.

[…]

Islamophobia could end when masses of Muslims demonstrate in the streets against videos displaying innocent people being beheaded with the same vigor we employ against airlines, Israel and cartoons of Muhammad. It might cease when Muslims unambiguously and publicly insist that Shariah law should have no binding legal status in free, democratic societies.

La islamofobia se terminará el día que los musulmanes salgan a la calle para protestar por cosas como esta.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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12 comentarios

  1. No hay que confundir términos. No es lo mismo la crítica a una ideología política antidemocrática, y discriminatoria que persigue ‘establecer las ley islámica’que odiar el islam y a los musulmanes. Todo los versículos del Corán, y las tradiciones del profeta quedarían en simple anécdota, tal como los de la Biblia, si no se utilizaran para justificar comportamientos y actitudes contra injustificables. El derecho a la vida, al trato digno, la conciencia y la libertad individual, la de expresión, y elección. Nadie con algo de sentido común, podría dudar en que la estrategia de los fundamentalistas se basa en justificar la intolerancia de su ideología política al partir de textos por muy sagrados que los consideren. Lo único que se busca es una subterfugio para expresar la intolerancia personal ante aquello que no comprendemos o nos gusta. No me convierto en anti-cristiano o judeófobo si critico a aquel que utiliza los textos de la Biblia en contra de los homosexuales, como tampoco me convierto en islamófobo por criticar a los que utilizan el Corán y la suna, o la shía, para justificar el trato cruel y discriminatorio contra otro ser humano.

  2. Uff, esto es algo muy compliado para mí. Es cierto que hay musulmanes como los que están luchando en Irán contra el amigo Ahmi. De 4 de las escuelas de esudio del corán 3 consideran que no puede ser interpretado. La última, la que lo permite es muy minoritaria.
    En términos cristianos, es como si las cuatro denominaciones cristianas fundamentales (católica, anglicana ortodoxa y protestante evangélica) estuvieran en contra de algo y sólo alguna iglesia muy minortaria estuiera a favor.
    l ainterpretación es fundamental porque si no se considera cada acto en su contexto, se sigue cortando brazos y piernas. Y pidiendo la jihad para todos.
    Yo soy bastante pesimista. Y después de ver el reportaje anterior aún lo soy más…

  3. Es que, Cerrajer y Crispal, creo que de eso se trata: de cambiar el Islam para evitar la islamofobia. Yo entendí el artículo en esa clave.

  4. El Islam no es una religión, es algo que abarca mucho más y que colisiona directamente con los principios en los que se fundamenta la Democracia.

    Si se llega a hacer compatible con la Democracia, entonces será otra cosa, pero nunca Islam.

  5. Esto en inglés se llama «wishful thinking». El Dr. Hamid peca de un optimismo entrañable. Qué más quisiéramos todos que se cumpliera su sueño, pero me temo que, una vez más, la realidad es tozuda.

  6. Casi siempre estoy de acuerdo con lo que escribes Luís pero en este caso discrepo por dos motivos (además de mi pesimismo innato):

    1. La religión Islámica en sí misma o es radical o no es Islam, es decir, está en su esencia todos aquellos aspectos que nos parecen antidemocráticos, y cambiar alguno de estos es igual de imposible que eliminar la naturaleza divina de Jesús para los cristianos o el pacto de Moisés con Yahvé para los judíos. Si niegas alguno automáticamente te cargas la religión entera, de ahí que a los musulmanes «moderados» sus líderes religiosos los tachen de apóstatas.

    2. Cuando una parte tiene que adaptarse a otra necesariamente es la más débil la que ha de adaptarse a la más fuerte, y en estos momentos los musulmanes perciben que su cultura es la fuerte, y no les falta razón, ya que su crecimiento demográfico es exponencial y frente a nuestro relativismo ellos mantienen sus valores y costumbres. Luego nos ganan en número y en fortaleza ideológica, así que ¿por qué adaptarse a nosotros? Un saludo.

  7. A lo que tendemos los seres humanos en cuanto grupo social, es a diferenciarnos de los demás cuanto podamos y despreciar a los diferentes.

    Y ello hasta el punto de que ciertas tribus de Nueva Guinea se realizan cortando las cabezas de las tribus vecinas.

    Hay que dialogar con ellas, claro.

  8. Miguel, tardarán más o menos. Pero no creo que los valores fundamentales de libertad, igualdad y respeto a la vida sean puramente occidentales. La esencia humana clama por ellos. Sólo la «razón» de los poderosos los convierte es derechos exclusivos de unos u otros. Y las «razones», ya lo sabes, cambian. Para eso está el aprendizaje.

  9. Yo no estoy tan seguro de que eso sea posible, ya que de hacerlo sería tanto como admitir que Mahoma se equivocó, e imagina las consecuencias que ello tendría para el islamismo. El Islam debería «meterse en un laboratorio» igual que se hace con los virus o las bacterias, y ser diseccionado y analizado hasta que lo entendamos perfectamente y sepamos como combatirlo.

    Mahoma les prometió que Roma acabaría siendo islámica, y en eso están. Pero esta guerra no se libra ni con tanques ni con tecnología, es una batalla puramente demográfica y ellos esto lo entendieron hace muchos años.

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