Mucho se repite, y las experiencias lo confirman, que en las municipales el votante prima la proximidad del candidato y la gestión por encima de las siglas y de la ideología. Yo mismo, que resulta evidente que no soy de izquierdas, he votado en alguna ocasión remota al candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona. En parte por reconocer que, en tiempos de Maragall, la labor del Ayuntamiento fue importante y meritoria para dar a la ciudad un impulso espectacular, que financió el Estado, por supuesto, pero que se inició en la alcaldía. Y en parte también, porqué no admitirlo, para evitar la pesadilla de tener dos administraciones, la local y la autonómica, en manos de los nacionalistas de CiU. Ya ven que con el paso de los años la situación recuerda bastante aquello de Guatemala y Guatepeor, ya que ahora los barceloneses padecemos hasta tres administraciones tripartitas superpuestas, pero es que les hablo de hace más de 15 años. Eran otros tiempos.
Dicho lo cual, convendría que por una vez quienes no somos de izquierdas valorásemos la importancia de la situación nacional actual y nos dejásemos, si me permiten la expresión, de puñetas: votar al PSOE, al PSC, a ERC, a IU, al BNG, y hasta si me apuran a CiU o al PNV, es votar a Zapatero. Toda esa sopa de siglas apoya al actual presidente del gobierno en su temerario, por no decir demencial, discurrir por la senda de la mentira hacia el despeñadero final de un Estado en ruinas y en vías de disgregación. […]
Cada alcaldía que el PSOE conserve, y lo hará en muchos lugares gracias a coaliciones con cualquiera que no sea el PP, es un apunte que Zapatero colocará en el haber de sus apoyos. Tanta mentira no puede quedar difuminada por la gestión más o menos eficiente de un ayuntamiento. Este es el que llegó al poder a lomos del lema “España no se merece un gobierno que mienta”. Hay que mandarle a Zapatero un mensaje claro, a través de sus terminales municipales. Permítanme una grosería: hay que darle a Zapatero una patada en el culo de sus alcaldes.
Les recomiendo la lectura completa del texto de Antonio Jaumandreu en su «Los árboles y el bosque«
Nada, no tengas miedo: ladro pero no muerdo 😉
Que pensemos diferente en muchas cosas no tiene nada que ver con que respete tu forma de participar en mi blog. Y eso, hoy por hoy, es digno de estima.
No, soy de la escuela matemática, y encima un creído impresentable: somos cuatro gatos y no contamos (los ciudadanos conscientes – piensen desde la esquina que piensen -, digo)
Saludos.
Uy, uy, uy, la que se me viene encima… 😉 Pues entonces me espero a seguir la conversacion. Por cierto, gracias por lo de «estimado».
Hombre, digo yo que tu y gran parte de nosotros, no? A ver a quien le gusta ser un corderito al «servicio del poder».
Joe, Luis, en esto, eres de la escuela pesimista. Tu no te consideras un ciudadano consciente? No conoces realmente a ciudadanos conscientes? Savater no te parece un ciudadano consciente? Y fijate que no hablo de otros ciudadanos conscientes que no comparten tus lineas de pensamiento en algun que otro tema y que no por ello son menos conscientes.
Haberlos, haylos. Cada vez menos? Eso es otro tema.
Vaya, ya me enrolle mas de la cuenta… Un saludo.
Estimado Jordi, hoy no tendré apenas tiempo, pero te prometo responder a tu post antes del fin de semana 🙂
Mi problema (y tengo un serio problema, no creas) radica en que, si me dan a elegir entre feligreses obedientes y ciudadanos obedientes – me quieres explicar dónde estrán los ciudadanos conscientes de Savater?- prefiero ser eremita de sayo blanco.
Pues fíjate tú que yo al PP, hoy por hoy, lo veo como una alternativa más bien inexistente. Una cosa es que no esté de acuerdo en cómo está llevando el Gobierno el tema del terrorismo vasco y otra es que esté de acuerdo en cómo lo quiere llevar el PP… o en muchas otras cosas que el PP representa o ha representado. No me inspiran la más mínima confianza y me ha parecido muy inadecuado gran parte de su comportamiento hasta ahora. Ya que Fernando Savater está «de moda» estos días, le citaré para dar un ejemplo de que una cosa no tiene porqué llevar a la otra:
Además, lo siento, pero lo que pase con ETA o con el País Vasco no es lo que va a decidir mi voto. Hay cosas tanto (¡o más!) importantes que eso.
Ahora tenemos la oportunidad de castigarle por sus tropelías. ¿ La vamos a desaprovechar ?
Él no ha desaprovechado ni desaprovechará las oportunidades para castigarnos a nosotros con su política.
Se merece un varapalo y si no se lo damos nosotros no se lo dará nadie.
La abstención es un arma absolutamente ineficaz contra él. Ni siquiera le despeina. Se la suda completamente que te quedes en tu casa. Si no se lleva un buen varapalo se sentirá avalado para seguir haciendo lo mismo que ha hecho hasta ahora. Si no se lleva un buen varapalo tendremos que ver a Blanco y Rubalcaba sonrientes, satisfechos, eufóricos y presumiendo de que tienen el apoyo del pueblo. Si tampoco te convence la oposición vota a Ciutadans u otro partido. Si ganan y luego te defraudan castígales dentro de cuatro años; pero ahora es urgente pararle los pies a Zapatero y abrir la puerta de la regeneración del PSOE.
Jordi, tú mismo. Pero sí, las alternativas que presentas son la únicas válidas: Blanco – PP – «Otros» (je, menudo eufemismo de moda)
Pues nada, a votar en blanco… o este senyor esta pidiendo el voto al PP como unico salvador? Aunque siempre queda la posible alternativa de partidos nuevos…