Slate publica una serie muy interesante de extractos del último libro de Christopher Hitchens God is not great«.
Cada vez que leo obras de este tipo llego a la misma conclusión: no es la idea de Dios la culpable de nada, si no el mal uso que de ella hacen los hombres para asegurarse privilegios y poder. Tal vez por eso no me declare ateo al tiempo que abomino de toda iglesia que intenta imponer por la fuerza «su verdad».
Is God Great?, is religion necessary?, son preguntas súper interesantes, pero mas allá de tratar de probar o mas bien la imposibilidad de probar la existencia de Dios, o de un Creador, o debatir lo positivo o negativo de la infinidad de religiones que aparecieron, se desarrollaron y perecieron en el mas profundos de los olvidos, durante siglos y siglos, nosotros los humanos, necesitamos sin duda alguna, algo mas que lo material, y necesitamos aferrarnos a nuestras creencias, que generalmente son infantiles, son bastante ignorantes, y muy superficiales.
Como se dice por ahí, tener una Idea requiere coraje, requiere convicción, y requiere algo de genuino para considerarse como tal, una Idea no es solo una ocurrencia del montón, es algo que requiere algo de esencia.
Es hasta paradójico, nos maravillamos de que el ser humano puede llegar a descubrir o descifrar las Leyes del Universo que nos gobiernan, sean de la física, de la química, de la propia mecánica cuantiíta, que es de verdad el unico MILAGRO así con mayúscula que es comprobable e incuestionable, pero de allí, y en nuestra miopía, con un cerebro maravilloso pero limitado en tamaño, limitado en su masa, y muy limitado en salud, damos un salto cuantico, y como ya descubrimos algunas leyes que nos gobiernan y la ley de evolución de Darwin, entonces concluimos, la evolución debe explicarlo todo, pareciera que el Creador no se entero de la evolución y de que Darwin también la descubrió.
En pocas palabras, que es mas fácil concluir, que la existencia del universo obedece a un «modelo» evolutivo el cual se comporta así al azar, sin principio y sin fin, que evoluciona también al azar «secula seculorem» , o por lo contrario, que podría existir alguna razón o algún modelo al que obedece la existencia del universo, y sobretodo de Seres Humanos o Seres Iluminados que pueblan este o estos Universos.
Si la pregunta resultara negativa, no hace falta romperse demasiado la cabeza, pero es muy difícil de digerir, pero si es positiva, entonces nos seguiremos rompiendo la cabeza, con las turbulencias incorporadas de las religiones de turno, de los teólogos, de los filósofos, y de algunas ratas en las que se han transformado algunos seres humanos.
Como siempre es mas fácil descubrir los yerros, los defectos, etc, de cualquier orden humano o divino, pero es mucho mas difícil descubrir las virtudes, nuestras y de lo que nos rodea, y de verdad que debe haber alguna virtud en la posibilidad de nuestra sola existencia y nuestro paso por el planeta tierra, asi como simples observadores o actores, disfrazados de seres humanos, pensantes y sensibles.
El miedo o el terror es como el hambre, el que no ha tenido hambre no sabe de que se esta hablando, el hambre es similar al oxigeno, sin oxigeno no hay existencia, sin hambre no hay sed de investigar, de descubrir, de descifrar, porque solo materia, o hay algo mas???
Cuando no descubrimos o no entendemos entonces inventamos, pero los inventos pueden ser pura fantasía, pero el Universo que nos rodea es mucho mas concreto que la fantasía.
«En mi mensaje no he hablado sobre la existencia de Dios»
No, caballero, pero el resto sí. Y era una respuesta al conjunto de comentarios. Si se ha dado por aludido alguna razón tendrá. Por cierto, ¿qué opina? ¿Existe o cree que existe? Y viceversa.
No digo que te equivoques: yo sólo pongo un caso para plantearnos si semejante afirmación es sostenible (familia: único núcleo estable, además si se le da el marchamo de elemento de lógica liberal inalterable…: yo creo que los liberales no se meten en las relaciones privadas de las personas… así que, qué difícil es saber lo que es familia y lo que no)
Nos introduce otro elemento perverso: pensar que todas las familias, por el hecho de serlo, son capaces de transmitir valores (se entiende que positivos, no sabemos cuáles). Muchas veces se les ha planteado a los antidivorcistas si les parece bien que la gente crezca con un matrimonio a gritos: pedazo de familia.
¿Anarquista? Yo no renuncio al sector público, digo que debe ser limitado. Lo de los límites es de una complejidad extremada. Hay anarquistas capitalistas como todo el mundo sabemos. Me pega más libertario.
La ecuación era mía y, en mi línea, es una «provocacion» para afirmaciones contundentes como las aquí expresadas. Ya me dice usted que no y yo me alegro mucho: es lo contrario a otras personas que suelen plantear axiomas parecidos, aunque no se crea.
Lo de la arrogancia vamos a dejarlo en que hay quien se hace el ofendido, porque esta es casa ajena y las cosas personales no le interesan a nadie: vayamos a las ideas.
¿Utilidad de la religión? ¿A dónde queremos llegar? A falta de respustas, ensayemos algunas:
a) es útil, por tanto necesaria, puede que por tanto obligatoria. No convence: como se trata de la libertad da igual si es util.
b) es útil, así que no se intente erradicarla (eso es comunismo y como se ha visto, generalmente un fracaso, aunque no tanto en las prácticas privadas de los dogmas): no hay que intentar erradicarla porque no sea útil, sino porque es una opción individual (es decir, libertad).
c) el paralelismo entre estado de bienestar y secularización me parece muy vistoso, pero salvo que me dé alguna evidencia que correlacione la causa efecto entre ambos fenómenos, el resto es un brindis al sol. Sobre todo teniendo en cuenta las doctrinas económicas de las iglesias: ahí lo tiene, la iglesia católica no renuncia a los ingresos del estado. En España musulmanes y judíos también la piden. Los protestantes, caramba, no.
d) ¿secularización? ¿neutralidad del estado frente a las confesiones religiosas? Conviene precisar conceptos: ¿la vida secular no es una manifestación de la libertad de los individuos que no se ven sometidos a la doctrina de la iglesia? Esto en el siglo XIX se empezó a llamar librepensador. Y, claro, eran masones y, curiosamente, liberales.
Es menos familia un grupo él+él+niño/-a que un grupo ella+ella+niño/-a; o que un grupo ella+él+niño/-a; o un grupo él+niño/-a; o un grupo ella+niño/-a? No, verdad?
Eso en lo que se refiere a lo que yo llamo familia.
No me cabe tampoco la menor duda de que crecer observando (o sea, viendo y aprehendiendo) la puesta en práctica de ciertos principios morales (se supone que es eso lo que ocurre en una familia=grupo mínimo social) es más ventajoso que hacerlo «observando» (o sea, obedeciendo) las normas de un horfelinato. O también me equivoco en esto, Berlin?
Berlin Smith:
1.- Su arrogancia se la guarda usted en casa.
2.- En mi mensaje no he hablado sobre la existencia de Dios.
3.- Las preguntas que yo me hago tienen que ver con la, llamémosla así, utilidad de la religión en la vida social, no con la existencia o no de Dios. ¿Sería bueno extirpar la religión de la sociedad? ¿Son las sociedades más libres cuanto menos religiosas? Esas preguntas se pueden responder afimativamente o no y, para ello, no necesariamente entran en juego las creencias o no creencias de cada uno.
4.- Que el proceso de secularización europeo ha sido paralelo al crecimiento desorbitado del estado del bienestar es un hecho. Mi pregunta era genuina, es decir, no tengo respuesta a la relación que hay entre ambos procesos, si es que existe. Es cierto que mis preguntas posteriores pueden dar lugar a pensar que tengo una respuesta clara, pero no es así. Sigo sin tener respuesta.
5.- «Esto de liberalismo=familia (¿católica, por supuesto?)=moral (¿católica, por supuesto?) = nación (¿católica por supuesto?) a mí me da mucho que pensar. ¿Será que el que no es liberal soy yo?»
Yo no ando por ahí etiquetando al personal y agradecería que no se hiciese lo mismo conmigo.
La ecuación esa te la inventas tu? 😛 Te paso la mía:
liberalismo=individualismo=compromiso=familia(o tutor)=grupo social voluntario
Está claro que no eres liberal, eres un anarquista! 😀
«Para un liberal como yo (otros no sé qué opinarán) la única célula capaz de una educación moral es la familia.»
¿Y si aparece un liberal, como yo, que le parece que esa afirmación no tiene fundamento? O sí, porque en lo que seguro en que no estamos de acuerdo es en qué es una familia, concepto difuso y cambiante según la antropología de cada pueblo, civilización, o como se quiera llamar.
Pero es que semejante afirmación impide que una persona en un colegio de huérfanos tenga educación moral. Aserto que todavía podemos enredar más diciendo que educación moral existe siempre, la cuestión es si coincide con la mía.
Más divertido: esto me lleva a considerar la pretensión de la religiones de llevar la enseñanza religiosa a la escuela como idiota o absurda: si sólo la familia da educación moral, que la hagan en casa y problema resuelto, ¿no?
Esto de liberalismo=familia (¿católica, por supuesto?)=moral (¿católica, por supuesto?) = nación (¿católica por supuesto?) a mí me da mucho que pensar. ¿Será que el que no es liberal soy yo?
Me encanta como se intenta justificar, buscar la demostración de dios a toda costa a pesar de que no hay evidencias de ninguna clase, por supuesto. Es como si algo se zarandeara, como si lo lógico es demostrar que no existe cuando el problema es el inverso. Siglos de filosofía! Y aquí seguimos.
Pero allá cada uno con lo que crea. Mientras no me obligue a pensar como él o a vivir con sus dogmas, que cada uno resuelva su ignorancia como quiera. Si eso ateísmo militante…
Eso de Europa y la secularización y las coincidencias es como las mentiras, las estadísticas y el consumo de pollo per cápita. Qué esfuerzo en encontrarse justificaciones para que exista, no vaya a ser que entonces mis valores sean absurdos. ¿No basta con elegir unos valores y ser consecuente con ellos? Ah, que eso es racionalidad. ¿Necesita usted que dios le diga «no matarás» o lo puede decir cualquiera y podemos debatir si es o no es un buen principio moral para aceptar? Y luego usted decide, señor mío, porque por mucho dios que exista con sus leyes hay gente a la que le da por matar y me temo que temen más la ley de los vivos que la de la eternidad.
Habrá veces, si decidimos por nosotros mismos, en que dios se lleve un corte. Lo malo es que no lo vamos a saber.
Estimado More, voy a darme por aludido.
No he olvidado el subtítulo, simplemente me pareció obvio. Obvio en el sentido de que no cabe otro subtítulo en una obra que defiende los principios del ateísmo mediante una dialéctica claramente provocativa.
Una cosa he de dejar clara de principio: para mí, la institucionalización de cualquier inquietud humana conduce inexorablemente a la perversión de los objetivos primarios de aquella inquietud. Ello es así pues, para institucionalizar algo, han de alcanzarse conceptos – consensuados, matizando contenidos – válidos para un número cuanto más alto de personas mejor. De lo contrario no sería una institución. Esto es aplicable a la fe y a las ideas.
Efectivamente, no es casualidad. Pero no es la secularización el factor que define tu axioma. Son la populización y el colectivismo los verdaderos pastos de los que se alimenta el monstruo estado. No olvides que la democracia cristiana es cómplice casi siempre, en muchos casos responsable mayoritaria de la hiperestatalización que describes.
El tema de los referentes es más peliagudo. Si lo observamos desde el punto de vista individual, no debería haber ningún problema: todos somos conscientes, en algún momento de nuestras vidas, de nuestra propia transcendencia. La violación, mejor dicho, la usurpación de ese sentimiento por parte de un colectivo (ecologistas, nutricionistas, «democrátas», colectivistas, …) hasta conseguir la enajenación del individuo termina matando esa capacidad de consciencia. Yo me siento liberal y secularista, pero nadie podrá decir de mí que soy anticlerical. Sólo criticaré al clero cuando pretenda que acepte “su verdad” como “la verdad”. Y todas las religiones tienen clero.
La única autoridad es la que se desprende del respeto profundo por la vida y la libertad de los individuos. Cualquier acto “libre” encaminado a recortar mi libertad o mi vida (o la de cualquier otro) pierde de facto su autoridad.
Para un liberal como yo (otros no sé qué opinarán) la única célula capaz de una educación moral es la familia.
Es curioso que olvides el subtítulo del libro de Hitchens: «How religion poisons everything». Así, sin matices. Con dos cojo… Hay que ser pretencioso, vive Dios. Si cambiamos religión por Cristianismo, lo suscribiría ZP. Por cierto, estos profesionales del ateísmo militante puede que consigan efectos distintos a los que se proponen. Y lo digo por experiencia. Ya se sabe: los caminos del Señor son inextricables.
Dejando a un lado las cuestiones teológicas, yo tengo varias preguntas que lanzar a cierto tipo de liberal:
* El desproporcionado crecimiento del Estado en Europa coincide con la secularización de la misma. ¿Pura coincidencia?
* La mayor parte de los seres humanos buscan referentes morales en los que apoyarse. Si desaparece completamente Dios del panorama y con él, en esta España nuestra, el completo silencio de la «auctoritas» de la Iglesia que, dicho sea de paso muchos le otorgamos no por su poder, sino por su origen, ¿qué referentes se buscarán como alternativa? ¿No estamos ante una de las raíces de la sacralización de la democracia, es decir, la opinión de la mayoría como criterio moral? ¿Del poder político como única (y en mi caso más que discutible) autoridad? ¿No estarán ciertos liberales con su anticlericalismo feroz contribuyendo al estatismo?
* ¿Es normal que los mismos que se escandalizan porque la Iglesia no apoye algunos de los escritos de Jon Sobrino, les parezca maravillosa la educación para la ciudadanía? ¿No coinciden, al menos en parte, aquellos que querrían desterrar la religión con los que prefieren que la educación moral corra a cargo del Estado y no de las familias?
El progresadísimo Freud de la interpretación de los sueños sabía “como a priori” qué tenía que leerse en ellos, y se creía asistido de una razón infalible, zapateresca, para justificar su teoría; esta seguridad autoritaria e impositiva en materia doctrinal y aun lexical es lo más parecido a la intolerancia, incluso en el lenguaje empleado, de feministas, socialistas y laicistas militantes.
¿Fue eso “el mal del siglo”? Lo malo es que el siglo se ha acabado ya, y el vigésimo primero nos coge a contrapiè.
El libérrimo y desamparado enfrentase del hombre de cada uno, a la realidad, y determinar qué sea, en qué consista principalmente y cómo sea, cuáles sean sus límites, su naturaleza y su poder condicionante de todo cuanto hay, se halla fuera de toda potestad, magisterio universitario o poder político y sólo depende del modo de hallarse en realidad y de “estar en el mundo” muy en concreto de cada hombre, o de cada generación, grupo social, pueblo, etc.
Por ejemplo, a un obrero “regularizado” a los cincuenta y dos quizá no resulte fácil explicarle que la realidad primordial pudiera ser un padre providente, o a un pijazo del Upper West Side neoyorquino, bien instalado y con 200 tipos de café y 600 de cerveza a la vuelta de la esquina, que el riesgo o el “arrojamiento”, o sea, el estado de hallarse caído e indefenso en un mundo hostil sea la manifestación más genuina y básica de la realidad humana. Tiempo al tiempo.
Querido H. la magia de la que yo hablo no mata, ni permite matar en su nombre. Repito, «… el mal uso que de ella hacen los hombres para asegurarse privilegios y poder»
El del PP? no dirá nada coherente, creo.
A mí me gustaría saber que dirá el secretario de estudios del PP, ese Lasalle que se casó con una diputada del PSC, cuando lleguen estos problemas. Seguramente, liberalísmo él, recomendará la discriminación positiva de los musulmanes, pero será necesario que relativice aún más sus racionales convicciones para que su partido y su país no desaparezcan. Pura magia, o triste sentido común.
Es lo que yo llamo «fe en mi propia transcendencia». Necesito unos minutos diarios de galope a lomos de la curiosidad desbocada, en busca de una ilusión que más que ilusión es esperanza. Algunos lo llaman Dios.
Es magia pura y te permite vivir los pequeños sueños de cada día.
Aunque Dios no «sirve» para nada, tampoco para comfort interno de nadie, es un hecho que la inquietud revolucionaria se ha nutrido a lo largo de la historia de expectativas y esperanzas de cambiar radicalmente una sociedad, y que tales esperanzas sólo pueden fundamentarse en concepciones de ultimidad, escatológicas.
Si a la gente se la lleva a la convicción de que no hay más cera que la que arde, es decir, que la realidad se acaba allí donde el alcance de la vista termina y el corazón deja de latir, entonces sus expectativas se achatan terriblemente, se pierde toda esperanza de más y la ciudadanía se centra en conseguir lo máximo, pero lo máximo que puedan dar las cosas. Y éstas ya se sabe lo que dan de sí; desde esta perspectiva ni siquiera se puede pedir seriamente que los gobernantes sean probos y justos, leed lo que le cuentan a V.N. Naipaul sus amiguitos pakistaníes…
Si todo, todo se limita al escenario presente de intercambio económico y consumo, entonces prevalece más el ser aprovechado, el disfrute, el “sálvese quien pueda”, aquí y ahora, sin demasiadas exigencias de una conciencia del todo transparente ante sí misma…le llamaban «hipocritud».
Claro, esos medios materiales de ir siendo «fe…», sí, «feliz», a plazos son tan poca cosa y con ellos se puede manipular la capacidad de ilusión de los bichos humanos tan fácilmente, que, caramba, con hacer accesible – sea a muy duras penas – el minipiso, el mobiliario, un abono transportes y una gran profusión cambiante y barata de prendas de vestir coquetonas, maquillajes, etc. dejamos a la gente tan tranquila.
Y es que, en contra del leninismo, la religión en sí no ha sido el opio del pueblo; la religión entendida como narcosala o unidad de dolor sí puede serlo, pero no hablo de esa religión sino de la fe.
La fe escatológica, no la beata y avizoradora de OVNIs, es el revulsivo del pueblo y sólo matando la fe, haciendo que el pueblo se conforme con lo que hay en el cubo de la basura de LIDL o de Marks & Spencer, y teniendo la picardía de cobrárselo – bien que entrampándolos de por vida, garantizando así su quietud – en forma de productos bonitos, baratos y caducos, se puede amortajar naciones.
Berlin,
¿es que te parece poco el confort interno como tu dices?. Ese es el único que queda en muchas ocasiones cuando los otros son superfluos o faltan del todo.
Un saludo
Culpable no sé si es culpable… la cuestión es si tiene sentido más allá del confort interno de cada uno. O si, contra toda lógica, es más probable que exista que que no exista. Y lo de las iglesias es correcto, ya sabes: todos hablan de él, pero ninguno asegura haberle dado la mano.