Se acuerdan? El Tony y el Peppo. El guapo y el feo (Los enlaces está escogidos totalmente al azar). Salen a la pista cargados de instrumentos musicales. Basta su presencia para que las sonrisas se dibujen en el rostro de los presentes. Y no porque la imagen sea graciosa: todos saben lo que vendrá después. Los sonidos, lejos de dibujar una melodía en el aire, se transforman en ruidos insoportables. El del saxofón le da una bofetada al del clarinete. Risas. Los niños son, en su inmadurez, tremendamente crueles. Ríen. No necesitan entender más allá del bofetón.
No es el tipo de circo que me gusta. Prefiero el de la imagen que les traigo. Mírenla bien. Artistas de capacidades diferentes ponen sus talentos a disposición de una idea. Cada uno en lo suyo, y sin necesidad de tortas. Si se fijan en la hermosa amazona de bellas piernas, verán que al lado hay unas figuras desdibujadas en el azul del fondo. El pequeño soy yo. Apenas visible, pero contento de poder aportar su sombra en el espectáculo de cada día. No cobro, pero disfruto – a veces.
Sigan, sigan ustedes con las tortas. Pero dejen que les diga una cosa: ese tipo de circo ya no se lleva.
Uno ha de ir siempre por libre. Puaj, las camarillas de los camaradas.
Celebro que te gustara mi web de terrorismo. Gracias por el enlace. Igualmente, te enlazo.
Saludos, Luis
Chapeau.