Continúa la serie iniciada en el post anterior. El caso es hacer valer los intereses de todos. Los de los veganos también. Al fin y al cabo, terminarán ganándonos la batalla a los carnívoros. Les cuento.
Acabo de leer en el diario Die Welt, que los verdaderos monstruos responsables de la catátrofe climática son los ordenadores. Como lo leen. Para los escépticos dejo el titular en alemán y así lo traducen en Altavista: «Computer sind die wahren Klimakiller» o lo que es lo mismo: los computadores son los verdaderos asesinos del clima. Luego no me digan que semejante titular no es propaganda pura y que yo desde mi blog debo respetar todas las normas del buen hacer periodístico, dejarme de falacias y ajustarme a los hechos sin editorializar nada. Me da la risa. El redactor de Die Welt justifica tal afirmación en el hecho (cierto, no lo dudo) de que para fabricar un ordenador medio de unos 24 kilos de peso con pantalla son necesarios 240 kilos de materiales químicos y combustibles. Infinitamente mucho más que lo necesario para construir, por ejemplo, un coche o un frigorífico. Encima, y debido a la relativa corta vida de los materiales informáticos, se calcula que en el mundo hay repartidos unos 40 millones de toneladas de basura electrónica. Lo pueden leer (ya les digo, Altavista traduce medianamente bien si primero pasan el texto al francés y luego del francés al castellano) todo aquí.
Más de uno pensará: ya está, ya tenemos nuestro sambenito! Pues no.
Se acuerdan del vegano del post anterior? Ése, ése tenía razón! Lean conmigo:
According to a new report published by the United Nations Food and Agriculture Organization, the livestock sector generates more greenhouse gas emissions as measured in CO2 equivalent – 18 percent – than transport. It is also a major source of land and water degradation.
Says Henning Steinfeld, Chief of FAO’s Livestock Information and Policy Branch and senior author of the report: “Livestock are one of the most significant contributors to today’s most serious environmental problems. Urgent action is required to remedy the situation.”
With increased prosperity, people are consuming more meat and dairy products every year. Global meat production is projected to more than double from 229 million tonnes in 1999/2001 to 465 million tonnes in 2050, while milk output is set to climb from 580 to 1043 million tonnes.
Así que nada de concentrar los esfuerzos en la prohibición de la circulación de vehículos. Todos de manifestación ante las hamburgueserías y carnicerías. Boicot total a los restaurantes que vendan chuletones! No se alarmen, es broma. Las «soluciones» son mucho menos traumáticas:
Land degradation – controlling access and removing obstacles to mobility on common pastures. Use of soil conservation methods and silvopastoralism, together with controlled livestock exclusion from sensitive areas; payment schemes for environmental services in livestock-based land use to help reduce and reverse land degradation.
Atmosphere and climate – increasing the efficiency of livestock production and feed crop agriculture. Improving animals’ diets to reduce enteric fermentation and consequent methane emissions, and setting up biogas plant initiatives to recycle manure.
Water – improving the efficiency of irrigation systems. Introducing full-cost pricing for water together with taxes to discourage large-scale livestock concentration close to cities.
Sa han fijado en el detalle? Exacto: no hay prohibiciones. Se proponen técnicas renovadas de mantenimiento del vacuno, mejor aprovechamiento de suelos y ganado. Pero. Peeeroooo: taxes. Impuestos. Pasta. Dinero, vamos. Adivinan quien terminará pagando la factura? Eso es: el consumidor. Señores, me resulta inaudita la enorme capacidad que tenemos los humanos para ignorar nuestras propias debilidades. Comemos carne, nos gusta la carne. Y si no podemos pagar la de la carnicería, ya se encargará alguien de montar un mercado negro de carnes semipodridas. O no tan descompuestas como las de la carnicería (que algo tendrán que hacer productores, mayoristas y minoristas para mantener rentable el negocio sin acudir a precios que nos conviertan a todos en veganos). O un mercado exclusivo de carnes de primera calidad, eso sí, sólo para los más ricos. Con lo bien que suenan las medidas propuestas con sólo retirar del texto la palabra «taxes»!
Voy a prepararme unas chuletitas de tofu con berenjenas….