La entrada de Europa en la Segunda Guerra Mundial no sería comprensible sin revisar el “Appeasement” imperante en los años treinta. Así es como se llama a la estrategia de apaciguamiento con relación a Hitler y la alemania nazi que fue impulsada en los años 1933 al 1939 por los políticos británicos sobre todo. El «Appeasement» significa, desde un punto de vista puramente lingüístico, la satisfacción de las exigencias (justas o injustas) de la parte contraria, con el único fin de evitar conflictos.
Después de que las políticas antisemitas del Gobierno de Hitler provocasen una serie de reflexiones sobre un posible boicot a Alemania que nunca llegó a producirse, la gran coalición británica bajo el laborista James R. MacDonald y el tory Stanley Baldwin intentó delimitar los cauces de una acción política duradera y coherente en relación al Tercer Reich que resultaría nefanda para Europa. Para entender a los británicos, hemos de valorar varios factores convergentes en aquel momento: la convicción de que el tratado de Versalles de 1919 había sido injusto con Alemania y debía revisarse; el temor creciente a una guerra que parecía inevitable y el pacifismo radical del momento en Gran Bretaña, consecuencia de la reciente experiencia tras las cruentas batallas de la guerra del 1914. Además hemos de tener en cuenta la opinión de la mayoría de los politólogos de la época, según la cual la Alemania de Hitler era un magnífico muro para detener las ansias expansionistas de Stalin…
…Hoy estamos de nuevo ante un resurgir del Appeasement. Ante las amenazas del terrorismo islamista radical, de la agresiva diplomacia iraní y de los cada vez más soliviantados ánimos absolutistas y medievales que nos llegan desde oriente, no oímos más que juicios llenos de temor y calculada ambigüedad de contenidos. El Comisario de la UE Frattini declarando que Europa «no puede imponer su modelo a los musulmanes«. El Ministro de Relaciones Exteriores británico, Jack Straw, hablando sobre el abuso de la libertad de la prensa, pero sin mencionar para nada las amenazas de muerte vettidas desde sectores islámicos a los ciudadanos occidentales. Zapatero argumentando sobre el “respeto y la tolerancia mutuas”, comprendiendo la violencia desatada en las calles de Beirut, Damasco o Yemen. Todos parecen estar de acuerdo en acusar al Diario danés Jyllands-Posten por la difusión de sus caricaturas de Mahoma, una provocación irresponsable. ¿No les recuerda esto a nada?…
Les invito a leerlo entero en HispaLibertas.
…y es que parece que no aprendemos nunca.