Y no es que lo diga yo, es que lo dice todo el mundo. Les cuento. Resulta que hace unos cuantos años, mucho antes de que la casa en la que vivo me perteneciese, mi vecino ya había ajardinado su parcela. Como quiera que las malas hierbas del terrenito en el que ahora se alza mi casa eran de una especie ciertamente agresiva, mi vecino, que de aquella – aún joven – consevaba un cierto espíritu emprendedor, se decidió a pasar la moto-cultivadora 10 cm dentro de la que no erea su parcela. Con evidentes resultados positivos en lo que a evitar la propagación de malas hierbas se refiere. Como quiera que pasaba el tiempo y el terrenito seguía sin vender, la mujer de mi vecino émpezó a colocar tulipanes en la franjita que su marido, con celo envidiable, roturaba cada año por marzo. El resultado: la parcela de los vecinos creció en 10 centímetros y a nadie le pareció inapropiado, pues era bueno el trabajo de los vecinos. Tanto es así, que cuando pasaron los del catastro a medir y hacer mapas, incluyeron, con toda lógica, los famosos 10 centímetros en su parcela.
Hete aquí que mucho mas tarde nos gustó el solar de las malas hierbas. Y lo compramos. Mi mujer, que es un lince, enseguida se dió cuenta de que al terreno le faltaba un trozo. Y lo reclamó a las autoridades pertinentes. Tras mucho tira y afloja y más de una discusión por encima de la valla, se decidió retornar parte de la franja al terreno original (digamos, geográficamente original) salvo los dos mazos de tulipanes que con tanto esmero y durante tantos años había cuidado la mujer del vecino. Listo. Todo solucionado.
Ja! Eso creen ustedes. A mi mujer se le ha ocurrido que justo donde están los tulipanes le gustaría poner unas matas de menta y otras hierbas aromáticas (para que yo cocine, no crean), con lo que ha reanudado las disputas, aún a sabiendas de que no tiene razón. Y ahí es donde mi vecino y su señora han empezado a dar muestras de haberse convertido, con el paso del tiempo, en un calzonazos él, en una despreocupada ella. Para evitar discutir con mi señora, sólo nos encontramos en presencia de terceros. Ya no mandan a la niña a jugar con los nuestros tan a menudo, pasando ésta de mostrar su comportamiento natural habitual a ser recelosa y muy cuidada de sus palabras (sobre todo en lo que se refiere a los tulipanes), casi modosa. El ya no rotura en marzo y ella sólo riega los tulipanes de noche. Como si les diera vergüenza cuidar lo que es suyo.
Lo que mi mujer no sabe es que la cosa tiene «truco». Ella está convencida de sus dotes disuasoras y su contundencia diplomática para recuperar los mazos de tulipanes, ignorante de que en realidad, lo que le pasa al vecino es que le pillé hace unos meses en un bar de la autopista con una «amiga» y, temeroso de que pueda sacarlo a la luz, prefiere no discutir con nosotros sobre lo que es suyo. No sea que luego yo vaya por ahí contando lo que se.
Ya les digo. Mi vecino se ha vuelto un calzonazos.
Pues quierido amigo has tenido mucha suerte. Porque yo ahora comprado tambien una parcelita para hacerme una casita. y…. DESCUBRO QUE TAMBIEN MI VECINO TIENE UN TROZO DE MI PARCELA!!!! Pero el con su sobervia que su hijita trabaja en el ayuntamiento esta convencido que yo no conseguire la licencia de obras y que el como vive alli hace 25 años , el tiene razon yo no.Y tampoco me queiere enseñar ningun documento solo se dirige con un plan de parcelacion del año 1978, el ultimo ha sido aprobado en en el año 2003 pero segun el este no es valido.Como soy extranjera el piensa que soy tonta y me puede tomar el pelo. Visite todas las oficinas donde esta el plan de parcelacion del año 2003 y en todos los planos se vee que el esta metido en mi parcela. Quiero una reunion por las buenas con el y el no quiere dice que reclame al el que me ha vendido la parcela que yo no tengo razon. que suerte la tuya amigo de encontrar este vecino en un bar de la carrtera…..
Numantinus, yo estoy contigo. ¡Esto es una fábula sobre Ceuta y Melilla! Los habitantes de estas ciudades ya pueden ir diciendo adiós a España, que antes de 2 años ya serán Marruecos.
lo que no sabe el marido del ‘puticlub’ es que su mujer cultiva los tulipanes para el vecino del otro lado de la casa…
Pues es una pena que no hubiera pillado usted en el bar a unos cuantos que yo me sé. No a los de los mil millones no, a los otros 😉
jejeje, muy bueno
Yo tengo un problema bastante parecido, éste algo más serio. Mis padres tienen una finca, una dehesa, son agricultores, bien. Pues resulta que los planos catastrales estaban mal hechos. Este año se ha cambiado el sistema por uno digital realizado con foto aérea. Poniendo el plano sobre la foto obviamente se observa como las lindes del plano no se corresponden con la realidad, no hay más q tener ojos y saber distinguir los colores y la pared de piedra existente… Pues bien el caso es que 5-10 ha, que no son 10 cm, catastralmente le pertenecen al vecino, aunq realmente sean mías, ya q la pared es bastante anterior al plano catastral mal realizado evidentemente. El vecino, cojo, con 95 años, sin descendientes y de la cofradía del puño no me niega q esos terrenos sean mios, «cada uno sabe lo q es suyo, ahí está la pared que hicieron nuestros abuelos». Sin embargo se niega a firmar nada en absoluto, como es menester para aclarar oficialmente el error. Podríamos pensar q simplemente es un cefalópodo normal como muchos q hay or ahí. Pero no, ese ser es algo más extraño, pues resulta que al igual que él me debe a mi esas ha, yo tb le debo otras que catastralmente me corresponden a mi pero q son suyas, y tb sé q hay más gente q le debe terrenos, pues las fotos aéras son consultables por internet.
Tal es la cefalopodía de este vecino que también se niega a firmar el que yo le devuelva esas tierras, «yo no firmo nada».
Y no es porque sea analfabeto, es que hay gente pa tó
Luis,
es que no entendéis de consenso y alianzas entre naciones. Entre los tulipanes se pueden plantar las matitas de hierbas aromáticas.
Tiene algo que ver esta fábula con lo de zETAp en Melilla???.
Pa mí, que sí!!
Yo, lógicamente, estaba con mis amigas (tengo dos) 🙂
Una francesa, muy tierna y muy falsa ella, y otra oriental, la dura, la del látigo, pero que nunca miente.
¿Y qué cojones hacías tú en ese «bar de autopista»? ¿Era de esos con tan bien iluminados?