En Red Liberal había un blog cargadito de mordiente, ácido y dureza intelectual. Laicista, individualista y provocador. Un buen día nos dijo que se iba. Y se fué. Y me dejó sin una de mis lecturas diarias.
Pero como soy un tío con suerte, el pasado 19 de enero me tocó la lotería bloguera (lo cierto es que llevo unas semanas en racha, como si un Hada hubiese entrado en mi vida y no tuviese otra cosa que hacer que concederme deseos – pánico me da, insaciable en todo como soy…) y mi admirado Happy Butcher retomó la pluma electrónica para deleitarme desde su Cocaina intelectual.
Les animo a darse una vuelta por ahí. Alguno se escandalizará, otros me agradecerán el consejo, pero todos disfrutarán de la inconfundible forma de escribir de Happy.
Happy Butcher, qué bueno que volviste!