Programa "plátanos por petróleo"

Ese el plan que parece tener el Gobierno Zapatero para solucionar el conflicto petrolero con el primo de Juan Carlos.

El consejero de Economía y Hacienda del gobierno autonómico, José Carlos Mauricio, afirmó ayer que el Estado español mantiene paradas las autorizaciones de las prospecciones petrolíferas frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura por las «presiones» de Marruecos y propuso que Canarias y España renunciasen a las extracciones en las costas del Archipiélago a cambio de una compensación, aunque ello afectaría a los derechos de una futura Canarias independiente.

Según la versión que cuenta José Carlos Mauricio, es un «cuento como una casa» que Madrid no haya desbloqueado las autorizaciones, para retomar las prospecciones de Repsol frente a las costas canarias, porque aún la Comunidad Autónoma de Canarias no se ha pronunciado. El Gobierno español, agregó en un encuentro con periodistas, «las tiene paradas porque hay presiones de Marruecos». El consejero de Economía declaró que el Ministerio de Exteriores es «el que ha pedido que ese tema no se trate» en Consejo de Gobierno. El departamento de Miguel Angel Moratinos, recordó, negocia en la actualidad con el reino alauita temas vinculados con la inmigración, la cooperación y la energía.

El estancamiento del expediente de las prospecciones canarias es «un debate más con Marruecos que otra cosa», dijo Mauricio. Intentar llevar esta cuestión al Gobierno de Canarias, puntualizó, es «echar balones fuera» por parte de Madrid. «No tiene nada que ver con la expectativas» de un pronunciamiento del Ejecutivo y de las instituciones públicas y sociales canarias implicadas sino «con las políticas de Estado y de las negociaciones» con el país del rey Mohamed VI.

La presión marroquí para mantener paralizadas las prospecciones se fundamenta en el hecho de que el reino alauita quiere que las extracciones petrolíferas se hagan únicamente en su territorio y, tal y como aclaró, tiene «acuerdos con Repsol para que se hagan en su territorio y luego venderlo».

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