Así es como interpreto yo varias de las declaraciones del Rey Abdalá de Jordania en la entrevista que se publica hoy en el diario ABC:
El problema se encuentra dentro del islam. El problema no es Jordania, o Estados Unidos, o Arabia Saudí. Tenemos un gran conflicto dentro del islam y lo que hemos de hacer es movilizar a la mayoría silenciosa para que dé un paso adelante y luchemos juntos contra el terrorismo. En julio se celebró en Ammán una conferencia de clérigos en la que se le dijo al mundo islámico: «Chicos, tenéis que tomar una decisión: ¿queréis que predomine la ideología «takfir» (acto de condenar a muerte a una persona por apóstata, uno de los pilares de las teorías salafista-yihadistas en que se basa Al Qaida), que apuesta por la violencia al estilo iraquí, u os sumáis a los musulmanes modernos que niegan que se pueda quitar la vida a inocentes en nombre del islam». Este es el problema que todos los países islámicos afrontan. Tras el ataque terrorista en la escuela de Beslán, en Rusia, muchos, delante de sus televisores, decían que era algo horrible. Pero quedarse en casa no es suficiente, hay que enfrentarse a esa gente y a los desafíos que nos plantean.
Renunciar a la ideología «takfir» no sería suficiente, pero sería un gran paso adelante. Eliminar la «agresividad justifacada» de la doctrina islámica sería un primer paso para entablar un diálogo sobre otras cuestiones de derechos humanos dentro del islam, a cuya defensa no podemos renunciar.
Pregunta: -¿Cómo deben combatir los países musulmanes esta ideología? ¿Sirve el modelo de la Alianza de Civilizaciones?
Respuesta: -Cada país en Oriente Próximo se enfrenta a la ideología «takfir». En las escuelas debe decirse claramente que no representa al islam. Pero este es un desafío que debe afrontarse a largo plazo. La vertiente financiera y militar de la guerra contra el terrorismo se desarrolla a corto plazo, pero el desafío educativo supera los 10 ó 15 años. Se trata no sólo de educar a los niños en las escuelas sino de entrar en las casas, de educar a la sociedad en su conjunto. Esto puede durar décadas. Durante mi estancia en Estados Unidos, los musulmanes querían construir una mezquita en Cincinatti y contactaron con nosotros para que les enviáramos algunos clérigos, pero no había presupuesto para ello. Seis meses después, esa preciosa mezquita cayó en manos de un imán «takfir». Entonces, los americanos pensaron que no era un problema suyo, pero ahora todo el mundo se da cuenta de que se trata de un problema internacional. No es sólo una lucha dentro del mundo islámico. Esta gente quiere utilizar la política para enfrentar a los musulmanes, pero también para debilitar a la familia islámica creando problemas entre Oriente y Occidente. Les sorprendería saber la cantidad de encuestas en Oriente Próximo en las que la gente dice que no cree que el 11-S fuera obra de Al Qaida, a pesar de que lo haya reivindicado.
A buen entendedor pocas palabras bastan: el Rey Abdalá no le presta demasiada atención a una «Alianza de Civilizaciones». Intuyo que, como yo, no ve sentido en tal menestra cultural. Pero lo que sí tiene claro es de dónde viene el peligro, la amenaza: los clérigos y creyentes takfir, los fundamentalistas intransigentes.
Es un rayo de luz, de esperanza: al islamismo liberticida y terrorista se le ha de combatir también desde el islam, desde el reconocimiento de los propios defectos y la asunción de valores universales.
¿Por qué Tariq Ramadán gusta a ZP?
Sorprende constatar como famosos tertulianos y directores de programas de radio líderes en audiencia genéricamente catalogables como de centro-derecha y generalmente bien informados (aunque faltos de auténticas categorías histórico-teológicas debido a su adscripción a cierto liberalismo conservador pero relativista y, por tanto, incapacitados para ser consecuentes en sus análisis dado que les falta la referencia al Magisterio católico en su plenitud), tengan difucultades a entender el porqué del deslumbramiento que sufre la progresía española hacia la figura del intelectual neo-fundamentalista Tariq Ramadán.
Me propongo con este breve artículo dar algunas pinceladas que expliquen las razones de tal extraño connubio.
Tariq Ramadán y las fundaciones, políticos, partidos, medios de comunicación, etc., reconducibles a la izquierda española tienen un objetivo en común. Ambos justifican el fundamentalismo islámico, incluido el violento, ya que se opondría al “imperialismo” y al “colonialismo” con el cual Occidente, desde las Cruzadas hasta la guerra en Iraq, durante siglos habría agredido al islam, y contra los cuales serían lícitas formas de reacción armada y de “insurgencia”.
Se trata de una retórica que nace entre las dos guerras mundiales, cuando un grupo de intelectuales islámicos tratan de insertarse en la corriente anti-colonialista, que ha sido desarrollada por nacionalistas árabes laicos y por fundamentalistas como Hassan al-Banna, fundador en Egipto de los Hermanos Musulmanes y abuelo de Tariq Ramadán. Jugando con los complejos de culpabilidad de Occidente y con la herencia de un anticlericalismo decimonónico que había demonizado las Cruzadas, esta retórica islámica ha cosechado un gran éxito que todavía perdura pero que es absolutamente falso (1).
Los teóricos del pensamiento anticolonialista definen al colonialismo como la ocupación, por parte de Estados que se presentan como portadores de una civilización superior, de territorios considerados culturalmente “inferiores”, a los cuales el colonialista impone – contra la voluntad de las poblaciones locales – su dirección política y su cultura (2). Ahora bien, si se define al colonialismo de esta manera nos sorprendería quizás descubrir que las mayores potencias coloniales no han sido ni Inglaterrra ni Francia, sino el califato islámico de los primeros siglos y el Imperio Otomano.
El islam de los primeros siglos ocupa militarmente enormes territorios cuyos habitantes no desean ser conquistados y cuya cultura y religión es completamente distinta: desde el norte de África casi toda cristiana desde la época de San Agustín hasta nuestra España y Sicilia. Más tarde, pocos musulmanes – que seguirán siendo una minoría – conquistan India, destruye el budismo y gobierna, de foma colonial, la mayoría hinduista. El Imperio Otomano ocupa a su vez inmensos territorios de antigua civilización cristiana, desde Hungría a Romanía y desde Grecia al Líbano. Mucho antes de las Cruzadas había en Oriente Medio prósperas comunidades cristianas, que habían sido privadas de sus derechos políticos por el avance del islam. Estas conquistas militares desmienten las tesis que el islam admite solamente la guerra defensiva. ¿Cómo se pueden considerar “defensivas” la ocupación de España, Sicilia, India y Grecia? (3)
La justificación que el pensamiento islámico da de todas estas conquistas es precisamente la clásica del colonialismo: el islam es la mejor de las civilizaciones (y la única verdadera religión), y conquistando a los infieles se les hace un favor aunque tarden en entenderlo. Algunos podrán argumentar que las conquistas musulmanas pertenecen a un pasado pretérito y que, en cambio, a partir del siglo XIX los musulmanes son las víctimas y no los protagonistas del colonialismo. Lo que ocurre es que el pensamiento islámico, a diferencia del occidental dispuesto a releer críticamente su pasado colonial, sigue exaltando y jaleando las conquistas militares del islam sin el menor viso de autocrítica. Antes bien, los fundamentalistas declaran abiertamente que la expansión del islam – y no solamente por medios pacíficos – tendrá que proseguir su camino una vez que ello sea posible militarmente (2).
Ahora bien, las razones antes apuntadas (y como hemos visto, totalmente falsas) no son las únicas que explican el interés de la progresía española (y no solamente española) hacia el nieto del fundador de los Hermanos Musulmanes, esto es, hacia Tariq Ramadán. Otra de las razones fundamentales guarda relación con su reconocido liderazgo de la corriente denominada “neofundamentalista”. Esta corriente reformula las ideas clásicas del fundamentalismo con términos sacados de la moderna izquierda europea antiglobalización, limando algunas asperezas y aplazando problemas delicados como los del trato que se debería dispensar a los apóstatas y a las mujeres “pecadoras”, a un futuro en el cual el islam habrá ganado su batalla (3).
Paradójicamente, el neofundamentalismo puede desempeñar la función positiva (en especial, en los países árabes) de vehicular fundamentalistas clásicos hacia posicionamientos algo menos intransigentes. También puede (especialmente entre los emigrantes en Occidente) vehicular musulmanes no fundamentalistas pero de ideas genéricamente de izquierdas hacia tesis típicas del fundamentalismo. En realidad, el neofundamentalismo es por definición ambiguo: condena algunas formas de terrorismo y de violación de los derechos humanos que tienen lugar en el mundo islámico, pero no siempre y no todas. Por ejemplo, no condena los ataques suicidas contra Israel de Hamas (en esto compartiendo la postura de muchas de las autoridades religiosas islámicas – dentro y fuera del mundo islámico – famosas por su “moderación”), y es acusado de “judeofobia” (como en Francia) ya que atribuye al mundo judío la voluntad y la capacidad de actuar en mancomún en una conspiración contra el islam (compartiendo una vez más éstas ideas no sólo y únicamente con las autoridades religiosas islámicas antes indicadas, sino también con muchos sectores de la izquierda y de cierto mundo cristiano – católico, protestante u ortodoxo – que dan por buenos textos como el de “Los Protocolos de los Sabios de Sión” (4), a todas luces falsos).
También se critica a Ramadán por decir cosas distintas según escriba en árabe, francés o inglés, y de jugar con las palabras, aunque no todos sus críticos tienen razón. Por ejemplo, el estudioso americano David Cook considera que Ramadán es el perfecto manipulador de la palabra yihad, cuando el mismo estudioso obvia que las fuentes que llaman “gran guerra santa” a la lucha espiritual y “pequeña” a la militar son de dudosa autenticidad, emergen sólo después de dos o cuatro siglos de la muerte de Mahoma y son citadas muy a menudo en textos de uso y consumo de occidentales y pocas veces en textos para el mundo árabe. Otro ejemplo lo tenemos en la tesis según la cual la guerra permitida por el islam es meramente “defensiva”. Esta tesis adquiere importancia a partir del siglo XIX, y de todos modos interpreta el adjetivo “defensiva” de una forma más bien amplia y ambigua (5).
En fin, nos encontramos ante un individuo que representa bien la ambigüedad y peligrosidad del fundamentalismo (ya sea “clásico” que “neo”) islámico en Occidente (y en especial en Europa) y que también nos permite entender mejor la extraña (pero comprensible y explicable) alianza islamo-social-comuno-mundialista imperante entre la progresía occidental.
Ángel Expósito Correa
(1) http://www.cesnur.org/2005/mi_11_30.htm
(2) ibídem
(3)http://www.cesnur.org/2005/mi_12_02.htm
(4) http://www.arbil.org/arbi-d83.htm
(5) http://www.cesnur.org/2005/mi_12_02.htm
Realmente, fue un experimento desafortundo. Cuando los industriales americanos necesitan petróleo, ordenan a sus políticos que invadan; cuando los industriales europeos necesitan petróleo, ordenan a sus políticos que se dejen invadir.
Los franceses se preguntan en qué se ahn equivocado. Igual que los ingleses. O que los suecos. O que los alemanes. O que los holandeses. Parece que no hay ningún modelo acertado.
Lo único que están haciendo mal es comprar paz con dinero (e inhibición de la justicia), porque cuando deje de haber dinero, dejará de haber paz.
En algún momento habrá que hacer a los señores musulmanes responsables de sus actos y a nuestros políticos de los suyos.
la eduación no va a sacarnos de ésta . No se engañen.
He añadido algunos puntos a las conclusiones del «experimento», entre otras agradeciendo a Luis I. Gómez su tolerancia y permisividad. No debe quedar en mi olvido.
01/12/2005
Los últimos acontecimientos aconsejan revisar las conclusiones provisionales.
1.- Es obligatorio mencionar la actitud imparcial y respetuosa con la libertad de expresión (amplia, sin duda) de los debatientes por parte del autor-propietario del blog, al que una redacción apresurada del resumen del experimento había olvidado mencionar.
2.- Se comprueba también que cuando se consigue, aun por medios no excesivamente elegantes, romper las barreras preexistentes es posible comenzar un proceso mutuo de comprensión. Probablemente ese proceso debe dejarse madurar un tiempo.
3.- El gasto energético y mental por parte del experimentador es considerable. Le hace también ser todavía más consciente de la gravedad de las circundatncias actuales y, por tanto, preguntarse muy seriamente sobre el destino que nos está reservado.
Es Allah el único que todo lo sabe.
Gracias Harturo.
El nombre, a su gusto, Jose, Omar o Jose/Omar.
Suerte.
De todas formas, no creo en la «integración» de los musulmanes con otras culturas, al menos no en el horizonte actual. Evidentemente, sigue habiendo de todo y con la humana libertad hay que contar. Ejemplos de musulmanes europeísimos hay, pero en general lo que se ve en enclaves alianzados como Graná es descorazonador. Demasiada pasta saudí, demasiadas parabólicas, demasiados parientes al otro lado del mar, demasiado atar en corto a las señoras y a sus hijas, la lengua, la mayor criminalidad…
Aclaro que tampoco creo en la «integración» de los chinos y no por eso me quita el sueño que la colonia china en Madrid haya aumentado un nosecuántos por ciento en un año. Si los señores chinos quieren juntarse para almorzar en su propia mesa de la cafetería, bien está; si le niegan al alquiler de un apartamento a un solicitante no chino, pues esta menos bien, pero pase; si establecen mediadores con funcionarios municipales, ya mosquea un poco, pero bueno. Los chinos se matan a trabajar (y a estudiar) y se apoyan unos a otros: en unos años es posible que constituyan la élite comercial de estepaís. Sin embargo sus actividades violentas o subversivas son mínimas. Hay crimen, claro está, pero no es un crimen con un subtexto de rencor étnico o religioso. En realidad, se suelen putear entre ellos.
A lo que voy es que en una sociedad des-integrada como la que va habiendo por aquí, los conflictos son inevitables y los acaban pagando los débiles. Como los españoles somos los viejitos del barrio, los débiles somos nosotros. Nos interesa minimizar los conflictos y mucho me temo, y se lo digo con absoluta candidez, que el más conflictivo, hoy por hoy, es el musulmán. Seguro que viajar en un vagón de metro de la Línea 6, a las doce de la noche, a solas con seis colombianos es una experiencia estresante, pero no me imagino un movimiento separatista colombiano en Andalucía en un futuro más o menos próximo.
Ya me iba y encuentro su mensaje.
Ante todo, acláreme cómo he de dirigirme a usted: José u Omar. Me es indiferente.
Le aseguro que no tengo el menor interés en ofenderle o en ofender a su familia y me disculpo por el disgusto que le haya podido producirr este intercambio. También le digo que las ideas y los sistemas de ideas, al igual que a usted, me pueden parecer válidos, discutibles o inaceptables. Y que no creo que la solución a los conflictos de intereses actuales (no hablo de polémicas históricas) consista en negar importancia a los propios intereses en beneficio de intereses ajenos.
Dicho esto, y si usted habla de buena fe, le dedico estas palabras con mis mejores deseos.
Probablemente deba añadir una cosa más.
Nada ofende más al prójimo que el que le den la razón como a los locos, arbitrariamente, por el solo hecho de que todo se puede decir, toda opinión sostener y toda religión profesar.
Es un comportamiento inmoral y generador de violencia este ejercicio de una “tolerancia” puramente formal, a la que no acompaña una aceptación personal ni una voluntad de comprender al otro (un pobre hombre) en su mundo y sus motivos.
Cuando se da esa aceptación pseudodemocrática a la vez que una altiva denegación de dignidad intelectual, de valor crítico y de real contemporaneidad, se está infligiendo una ofensa de tal calibre al prójimo que este queda sumido en un humillacion intelectual y moral perdurable.
Y termina reaccionando contra quien así lo humilló. Quien tenga oídos para oír, que oiga. Hasta otra.
Quiera Dios que el futuro sea mejor de lo que apunta. Un saludo.
Ahh, perdón, me olvidaba. Las conclusiones de mi «experimento» eran no optimistas, pero todo experimento científico está sometido a revisión constante.
@Harturo
De pequeño, a pesar de estudiar en colegios públicos, tuve religión católica obligatoria (problemas de no ser joven) y me acuerdo bien de la frase «poner la otra mejilla». Por tanto allá voy.
Le aseguro, Harturo, que otra vez de buena fe. No estoy en absoluto contento y estoy seguro de que usted, igual que yo, usa su cabeza para pensar.
Quizás podríamos empezar por reconocer errores y pedir disculpas. Yo, por ejemplo, no estoy contento con haberme definido «blanquito, de apellidos españoles». Sería más correcto simplemente «blanco, de …». Y tampoco estoy contento si de cualesquiera de mis palabras o actos usted se siente ofendido. Por tanto le ofrezco mis disculpas.
Por deshacer un posible mal entendido, si yo pienso que ud, en persona, no me va a decir «querido Omar blanquito de apellidos españoles» es por que le suponía educado y correcto en el trato personal, no por miedoso.
Y le invito a decir la última palabra.
Pero no solo es eso, es mucho más.
Antes no hubo ningún tipo de premeditación por mi parte. Es imposible que yo pueda haber previsto su respuesta. Además, la suya, dentro de nuestras diferencias, me parece una postura consecuente. Usted se reconoció de cierta manera, lo racionaliza, y sale a defender sus principios vehementemente. Además yo sé que sus principio «iniciales» son los mismos que los mios. Es decir y simplificando, usted está en contra de los asesinatos de inocentes, de las limpiezas étnico-religiosas, etc.
Me parece bastante peor la postura de los de que no diciéndose islamófobos, actúan como tales, no defendiendo mi derecho a expresarme sin recibir, digamos, insultos.
Por lo tanto ahora si que tengo un objetivo. Y lo digo: quiero que usted, dentro de X tiempo, cuando ya nos hayamos casi olvidado ud y yo, cuando un dia se encuentre con un plateamiento islamófobo (o cristianófobo, o germanófobo, o americanófobo, o judiófobo, o ateófobo) reaccione enfrentándose a él, aun no siendo usted musulmán ni judío ni alemán ni ateo.
Ahora mismo está ud pensando justificadamente algo como «vete a …», Correcto.
Yo me siento obligado moralmente a intentarlo, vuelvo a decir que en reconocimiento a sus principios profundos, no a los que creo irracionales.
Tres o cuatro puntos, nada más, fundamentales.
1. Simplificando mucho, la argumentación fundamental contra los musulmanes en Europa tiene dos aspectos:
– la no integración.
– el terrorismo, etc, etc, etc.
Hablaré en tercera persona a partir de ahora. Yo, pongamos, no tengo religión.
Al final esos dos factores terminan confluyendo. También simplificando: al no «integrarse» son fuente de terrorismo y como son fuente de terrrorismo no van a «integrarse».
Se podría expresar todo eso con un libro, pero no tenemos espacio. Además la palabra integración no me parece la más adecuada porque implica, a mi ver, una renuncia excesiva por uno de los lados. Pero seguiré usándola para entendernos.
2. Como esos factores se mezclan mis argumentos irán entremezclados.
Es imposible «integrarse» si cada vez que se intente opinar sobre algo, previamente ha de pedirse disculpas por múltiples actos posiblemente horrendos en los que uno no ha tenido arte ni parte.
Es imposible integrarse si incluso a mi, español, no se me admite opinar sin insultarme, sin ceñirse al objeto concreto del debate, si debo tener una lista geográfica de todos los posibles conflictos, si ante mi petición de textos se presentan tres (uno de dos lineas sin ningún contexto ni saber la pregunta) en un idioma que no es ni el nuestro ni uno de los usados por el sr T. Ramadan (francés, inglés o árabe). Un texto en italiano es, para empezar, una traducción de alguien.
Imagíne ud que para intervenir en un debate, dando argumentos, deba usted previamente reconocer su parte de culpa colectiva por ejemplo en la quema de herejes. O la nueva presidenta de Alemania comenzando todas sus cumbres europeas pidiendo perdón a Francia, a los judíos y a no se cuantos más. Sería aberrante, ¿no?. ¿Llegaríamos así a poder hablar?.
Mire, estos dias en un comentario muy crítico que yo hice contra un post favorable a la tortura, se me plantea si soy o no favorable a las torturas ejercidas por Saddam Hussein. ???. ¿Que locura es ésta?.
Antes de hablar debo llevar preparada la lista de todos los torturadores pasados y presentes del mundo árabe. Puede que me olvide de uno y ya estoy perdido.
¿Se le ha exigido a ud alguna vez algo asi?. ¿He demandado yo a alguien aquí que pida perdón por las cruzadas antes de hablar?.
3. Un resultado colateral de todo ésto es que resulta imposible que las arañas pequeñas e inofensivas se posicionen 100% contra la peluda. Queda un fondo perverso: «si por ser musulmanes no podemos opinar», «si somos despereciados y humillados por ello», que bonito es ver las caras de susto de los que me humillan cuando piensan en la araña peluda.
Creo que se entiende sin malinterpretarlo. Deberíamos intentar comprender el asunto globalmente.
La islamofobia, como cualquier fobia similar, produce una especie de parálisis mental que impide deducir las verdaderas soluciones a los problemas.
Impide darse cuenta de quienes son nuestros amigos dentro del campo «enemigo» e incluso tirar a dar contra ellos (por favor lea lo q realmente dice el sr T.R.).
La islamo fobia, como cualquier otra fobia similar, parece inicialmente una simple fobia contra ciertas ideas, lo que quizás no sea malo «per se», pero en la práctica se convierte en discriminación y cosas peores contra las personas. Porque son las personas las que «llevan a cuestas» las ideas. ¿Qué pasa si un dia tiene que juzgarme un juez islamófobo?.
Y para acabar, me justifico otra vez: estoy en contra de todo asesinato de inocentes, de toda tortura, de toda discriminación, de todo racismo y de toda fobia que implique a personas.
Si estamos de acuerdo en todo eso, todo lo demás es accesorio y discutible. Suya es la última palabra.
Cordialmente.
Su «experimento» es una demostración de mala fe admirable como entenderá cualquiera capaz de alguna ecuanimidad que haya seguido el enlace a este foro. Ya se ha retratado definitvamente, gracias. Me sigue trayendo al pairo.
Entiendo el francés, inglés, castellano, gallego, portugués y un poquitito de dariya. El italiano no es lo mio pero lo intentaré. Esta si es mi última traducción sin cobrar 😉
“Io non credo che un bambino di otto anni sia un militare. Questi atti sono in sé condannabili, cioè bisogna condannarli in sé. [Y ahora viene el pero] Ma quello che dico alla comunità internazionale è che sono contestualmente spiegabili. Che cosa significa? Voul dire che la comunità internazionale ha messo oggi i palestinesi in un tale situazione, dove li sta consegnando a una politica pppressiva, che ciò spiega, ma senza giustificare, che a un certo punto la gente dica: non abbiamo armi, non abbiamo niente e dunque non si può fare che questo. È contestualmente spiegabile, ma moralmente condannabile”
Yo no creo que un niño de ocho años sea un militar. Estos actos son en si condenables, [no se que] ¿condenarle en si?. Pero lo que yo digo a la comunidad internacional es que son contextualmente explicables. ¿Qué significa?. … decir que la comunidad internacional ha ¿puesto? hoy a los palestinos en una tal situación, que les está condenando a una política ¿presionante, opresiva?, lo que explica, pero sin justificar, que en un cierto momento la gente [los palestinos supongo] diga: no tenemos armas, no tenemos nada y no se puede hacer más que ésto. Es contextualmente explicable, pero moralmente condenable.
Lo firmo, y si fuese palestino diría lo que ellos. Igual que si hubiese sido judío en 1940 habría reaccionado igual contra los nazis.
“In Palestina, in Iraq, in Cecenia c’è una situazione di oppressione, repressione, dittatura. È legittimo per i musulmani resistere al fascismo che uccide innocenti. Ma l’assassinio e il sequestro di civili sono mezzi illegitimi di resistenza legitima”
—> Esta ya está traducida y creo que quedó clara.
“Nel voler imporre l’ingiustizia si producono delle bombe umane a esplosiones ritardata, il sui sacrificio trova giustificazione nei decenni di sofferenza accumulata e nella colpevole passività internazionale”
«…….si producimos bombas humanas de explosión retardada, su sacrificio encuentra justificación en los decenios de sufrimiento acumulada y en la culpable pasividad internacional.»
—> yo veo que explica en donde encuentran los suicidas su (de ellos) justificación. De ningún modo lo justifica él. Es como si yo digo que los nazis se justificaron en el tratado de versalles.
Salam y, evidentemente lo del experimento se me ocurrió después. Hablé las primeras veces con total buena fé. Pero si alguien me llama malnacido y ningún liberal dice nada en mi defensa, me veo mal.
No me voy a molestar por tan burdo experimento (?). Ahora bien, no acepto ciertas manipulaciones. En mi respuesta, había tres textos en italiano y usted sólo ha traducido uno. Le ofrezco la traducción de otro: “Cuando se quiere imponer la injusticia, se producen bombas humanas de explosión retardada. Su sacrificio encuentra justificación en los decenios de sufrimirneto acumulado y en la culpable pasividad de la comunidad internacional».
¿Justifica o no justifica Tariq Ramadán los atentados suicidas?
Tienen ustedes aquí el resultado del experimento.
Disculpas por el ancho de banda ocupado.
Bueno, primero los literalismos:
1.- ¿Conoce la expresión «celo religioso»? Significa devoción extrema al cumplimiento de la tarea asignada, al puesto del que no es lícito desertar (y menos si comes de ello). No significa que haya rosarios o chakras o amuletos de por medio. Y sí, soy cristiano.
2.- No por decir «Alá» serían malos ni yo he afirmado que repitan «Alá» compulsivamente. Lo que le estaba diciendo es que esos señores, muy numerosos, sólo se rigen por preceptos culturales islámicos, que cualquier otra fuente de autoridad la desdeñan. Y también hemos tenido marroquíes apalizados por compatriotas.
Dice José/Omar (¿Así le gusta?)
Yo no soy nadie, nadie lo es para juzgar si álguien es correcto musulmán.
Bueno, pues yo sí me siento cualificado para decidir si un concreto individuo es buen ciudadano de esta monorquía constitucional, si me ofrece evidencias en un sentido u otro. Y no tergiverse, que no lo estoy diciendo de usted.
Desde luego, si ustedes, musulmanes, se inhiben ante la tarea de denunciar los excesos de sus correligionarios, si ustedes no impugnan la interpretación que ellos hacen de sus fuentes sagradas, a nosotros no nos van a hace ningún caso. Y si no hay más espranza que esa, miraremos por nuestra seguridad desde la ley.
Finalmente,
No se dirigiría así a mi en persona, lo se.
Pues mire, se pasa miedo en mi trabajo, pero a gente más grande que usted y que yo le he cantado las cuarenta cuando lo creí mi obligación: liberales, cristianos, chinos o alienígenas, no hago distingos.
Si es usted tan hombre, y tan macho, haga por denunciar a los islamistas que nadan como peces abisales dentro de sus comunidades. Entiendo que le asuste. Y en Sudán hay oro, hay petróleo, hay tráfico de esclavos, hay limpieza étnica, hay Hermanos Musulmanes, hay financiación saudí, y sobre todo hay muchos, muchísimos infieles, animistas, cristianos o simplemente desdichados. Van DOS MILLONES de muertos. ¿Acaso no somos los infieles personas? Piense en ello cuando recuerde a los 3,000 palestinos muertos y los 1,000 israelíes muertos.
A ver entonces. Con permiso, mi última aportación. No quiero de ningún modo eternizar.
Sobre el sr. Harturo: Yo me he dirigido a él educadamente (lo he intentado al menos) y de acuerdo a su firma en los mensajes (Harturo) a pesar de que su argumentación no tenía nada que ver con lo hablado en el post original (Abd-Allah de Jordania, T. Ramadán). El se ha dirigido repetidamente a mi de un modo irrespetuoso, desde su superioridad, obviando conscientemente lo que pone mi firma. No se dirigiría así a mi en persona, lo se. Y después nos dice que él es religioso y que los marroquís son muy malos porque hablan de Allah. Dejémonos de tonterías, por favor.
No he hecho ninguna ironía con el tema Sudán. He intentado hacer una analogía. La acusación hacia los musulmanes es la de intentar acabar con la democracia y/o civilización occidental. Puedo poner otro ejemplo: todos nos hemos horrorizado con las matanzas en Ruanda entre hutus y tutsies (creo que se decía así). Esas matanzas tendrán un origen étnico, tribal quizas diferentes religiones… Repito que todos nos hemos horrorizado pero nadie temió por la democracia europea. En toda la parte sur de Africa ese tipo de situaciones ha sido contínua. Me parece que en Sudán el asunto clave es el oro. Todo el mundo debe concocer que en ese pais de gente tan pobre hay mucho oro. El oro siempre cegó al ser humano.
Cualquiera podría recordar aquí las innumerables matanzas comentidas a lo largo de la historia en nombre del cristianismo o catolicismo. O la postura del misionero, o los abusos a los menores en los colegios católicos estadounidenses y no solo allí (también aquí, si). Yo he sido respetuoso y no había mencionado esas cosas. Intentaba dialogar seriamente.
Por último, sobre T. Ramadán, repito que sus textos son públicos, en mi página hay alguno y enlaces a otros. Las cosas que dice en relación al concepto de resistencia legítima (Palestina o Iraq o Chechenia) son las mismas que dicen las encíclicas de los Papas católicos o el propio catecismo respecto al concepto «guerra justa». Practicamente lo mismo.
http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=171&capitulo=1567
«2309 Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a ésta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:
– Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.
– Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.
– Que se reúnan las condiciones serias de éxito.
– Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición. «
http://www.interrogantes.net/includes/documento.php?IdDoc=40&IdSec=14
«n°. 2265 (sobre derecho y deber de legitima defensa que tienen los responsables de la vida de otros, como lo es la autoridad legitirna respecto a la sociedad civi): se insertan varias frases que figuraban antes en el párrafo 2266, para mayor claridad.
«La legítima defensa puede ser no solamente un derecho, sino un deber grave, para el que es responsable de la vida de otro, del bien común de la familia o de la sociedad».
«La legítima defensa puede ser no solamente un derecho, sino un deber grave, para el que es responsable de la vida de otros. {La defensa del bien común [-] exige colocar al agresor en la situación de no poder causar perjuicio. Por este motivo}, {los que tienen autoridad {legítima} tienen también el derecho de rechazar, incluso con el uso de las armas, a los agresores de la sociedad civil confiada a su responsabilidad».}»
Yo no soy nadie, nadie lo es, para juzgar si alguien es o no un correcto musulmán. Yo solo sé que incluso en una resistencia legítima a la opresión, no se puede atentar contra los inocentes y no combatientes. El Islam me dice eso. Punto. Cada persona toma sus propias decisiones.
Siento muchísimo haber comprobado experimentalmente que probablemente no hay nada que hacer. Que, castizo dicho, «no hay peor sordo que el que no quiere oir». (ni leer añado)
Si el autor del post, y los que piensan como él, creen que las opiniones de un reyezuelo como el jordano, o cualquier otro dictador del mismo estilo, son las que van a solucionar la situación, siento decepcionarles. No es por ahí el camino. El camino es a través de la gente, de «nosotros» y «ellos».
Salam.
Me parece muy bien. Sólo una aclaración: el «venenoso batiburrillo ideológico altomedieval» del cual he hablado es el conjunto de opiniones políticas de mi vecina. Estoy seguro de que habrá maneras liberales de adherirse a la enseñanza de Mahoma, que no sean incompatbles con la Declaración Universal de Derechos Humanos y la constitución española, pero planteao tres preguntas:
– ¿Son hegemónicas o no?
– ¿Por qué entonces firmaron los países de mayoría musulmana una «Declaración islámica de derechos humanos», basada exclusivamente en las fuentes sagradas de esa religión? (por lo visto el nuevo presidente iraní ya ha afirmado que la Declaración Universal del 48 constituye una agresión al Islam ni más ni menos)
– ¿Por qué me tiene que tranquilizar el que los simpatizantes yihadistas sean una minoría del 30 o del 10% del total? Bastó un 15% de venados de extrema izquierda y la helada indiferencia de muchos católicos piadosos para meter a cientos de miles de vascos inocentes en la senda del exilio…
@Harturo:
Yo no soy su querido nada.
Bien, alguien que no insulta y da un argumento. Ahora no tengo mucho tiempo, pero veamos el final citado en italiano:
«“In Palestina, in Iraq, in Cecenia c’è una situazione di oppressione, repressione, dittatura. È legittimo per i musulmani resistere al fascismo che uccide innocenti. Ma l’assassinio e il sequestro di civili sono mezzi illegitimi di resistenza legitima”. A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Yo entiendo lo siguiente, corríjame si me equivoco:
«En Palestina, en Iraqu, en Chechenia hay una situación de opresión, represión, dictadura. Es legítimo para los musulmanes resistir al fascismo que ¿mata? inocentes. Pero el asesinato y el secuestro de civiles son medios ilegítimos de resistencia legítima»
(tengo la duda de si «uccide» significa mata o algo similar)
Creo que está clarísimo, y es que no puede decir otra cosa porque lo dice asi el Corán. Es legítima la resistencia a la ocupación o a la opresión o a la dictadura, pero esa resistencia legítima no puede usar medios ilegítimos como serían el asesinato y secuestro de civiles (los niños son civiles, creo).
Está más que clarísimo. Eso mismo dicho por un Nicaraguense o Salvadoreño en su momento sería considerado lo más normal del mundo.
La parte de Israel la podemos discutir cuando quiera. No se si será fascista pero ocupa ilegalmente tierras palestinas. Y mire las cuentas de muertos en los últimos 10 años. Mas de 4 veces palestinos que israelo-judíos (hay israelo-arabes o como quiera decirlo). Por Dios, como puede hablar de niños muertos. Es que no han visto nada??. No somos personas??.
Siento q sea tarde para mi ahora, pero hablar es bueno, rebuznar no.
No había leído la referencia que Omar hace a Sudán. Si la hubiese leído no se me hubiese ocurrido contestar a tan malnacido. Reafirmo la última frase de Harturo. Váyase al infierno.
Un saludo, Harturo.
A ver, José. Fui yo quien hice referencia a Ramadán y me suena que usted es de la misma cuerda: ciertos actos son explicables, ciertos actos son actos de legítima defensa, bla, bla, bla. Dejando a un lado que Ramadán es de esos que dice una cosa en francés y otra en árabe, veamos algunas de las declaraciones de Ramadán.
En la revista italiana Panorama de 23 de Septiembre de 2004 y citado por Magdi Allam dice Tariq Ramadán: «Io non credo che un bambino di otto anni sia un militare. Questi atti sono in sé condannabili, cioè bisogna condannarli in sé. [Y ahora viene el pero] Ma quello che dico alla comunità internazionale è che sono contestualmente spiegabili. Che cosa significa? Voul dire che la comunità internazionale ha messo oggi i palestinesi in un tale situazione, dove li sta consegnando a una politica pppressiva, che ciò spiega, ma senza giustificare, che a un certo punto la gente dica: non abbiamo armi, non abbiamo niente e dunque non si può fare che questo. È contestualmente spiegabile, ma moralmente condannabile». En español, la diferencia entre justificable y exdplicable no es grande. De hecho, en la entrevista citada la periodista le vuelve a preguntar: «¿Sostener que el asesinato de niños israelíes es «contextualmente explicable» es una condena clara?» A mí, sinceramente no me lo parece. Es el típico discurso que hace recaer la culpa no en el que asesina, sino en las circunstancias. Una justificación del terrorismo, se quiera ver o no. En la misma entrevista, dice Ramadán: «In Palestina, in Iraq, in Cecenia c’è una situazione di oppressione, repressione, dittatura. È legittimo per i musulmani resistere al fascismo che uccide innocenti. Ma l’assassinio e il sequestro di civili sono mezzi illegitimi di resistenza legitima». A buen entendedor, pocas palabras bastan. Los terroristas suicidas palestinos, los que se dedican a poner coches bomba en Irak se pasan, pero la causa es justificada (repárese en el uso de la palabra fascismo; ¿es fascista Israel? ¿son fascistas las fuerzas internacionales en Irak?). Todo eso me suena bastante: es la típica retórica de los nacionalistas vascos que me conozco al dedillo. Nuestros chicotes tal vez se pasan de vez en cuando, pero son nuestros chicos y no hacen sino reaccionar. Y ya estoy harto: de ellos y de gente como Ramadán, del discurso que afirma que el terrorismo islámico es reactivo. No, no y mil veces no.
Item más. Esto dice Ramadán en un libro publicado en Italia con el nombre «Intirvista sull’Islam»: «Nel voler imporre l’ingiustizia si producono delle bombe umane a esplosiones ritardata, il sui sacrificio trova giustificazione nei decenni di sofferenza accumulata e nella colpevole passività internazionale». Más claro, agua.
Y más sobre Italia, realidad bien conocida por Magdi Allam. El principal valedor de Ramadán en ese país es un tal Piccardo (italiano convertido) que preside el UCOII y que está detrás de los imanes de varias mezquitas italianas en las que no sólo se predica el odio, sino que se reclutan yihadistas. En esos personajes, cercanos a los Hermanos Musulmanes, es en los que se apoya el propio Ramadán. Nada extraño si se sabe de los orígenes de Ramadán que, por mucho que él diga lo contrario, forma parte de la citada organización de origen egipcio. Todos sabemos que esa organización prescribe, si es necesario negar la pertenencia a la organización. A otro perro con ese hueso, José.
Mire querido Omar blanquito de apellidos españoles.
Mi fobia al Islám se basa en la amarga experiencia de países de todo el mundo y sobre todo, muy especialmente, europeos. Países donde la tercera y la cuarta generación de musulmanes, habiendo sido subsidiados más de lo que yo lo he sido en mi vida, todavía rechaza valores y derechos humanos que son fundamentales en esta parte del mundo, no así en buena parte de la comunidad islámica a la que usted se ha adherido.
Si un diez por ciento de esos correligionarios suyos tan asustados o si un diez por ciento de los hijos de ustedes, tan cultos y tan sufridos, albergasen la voluntad de imponernos sus valores a todos los demás que tenemos la suerte o la desgracia de vivir aquí, voluntad que se registra en todas, toditas las naciones de Europa que albergan amplias comunidades islámicas, aunque a usted eso no le vaya ni le venga, los demás vamos a pasarlo muy mal; por lo tanto, estaríamos locos si priorizásemos la inmigración de países de mayoría musulmana.
Como usted de argumentos va flojito, está la soberbia del elegido y poco más, no le contesto; voy a contar algo mío no a usted, Omar, a quien lea esto: Además de haber tragado bastante en voluntariados en el barrio de Entrevías de Madrid, a una edad en que podría haber estado haciendo otras cosas algo menos estresantes, y además de atender con celo, éste sí, religioso, a clientela de su confesión religiosa a cambio de nada, ya que se hacen acreedores a tal derecho sólo con estar empadronados aquí, tengo un vecino. Este vecino mío procede de un país de próximo oriente y es musulmán. Y el que baja a cuidarle, soy yo; el que habla con él de sus cosas de viejos soy yo; el que acompaña a su mujer a funerales, soy yo. Y se preguntará por qué no se responsabilizan sus hijos de él: pues porque están en la cárcel, por agredir a un polícía. Eran niños idénticos a mí, salvo por un pequeño detalle. Su madre, a la que acompaño a los funerales, es española y cristiana. Sus opiniones jurídicas y políticas se sitúan más allá de lo aberrante, aunque a usted le encantaría. Eso es lo que me asusta y mientras esté en mi mamo evitaré que se difunda semejante venenoso batiburrillo ideológico altomedieval por toda España. Por cada musulmán que entiende las rglas del juego democrático hay cuatro, especialmente los magrebíes, que sólo entienden la palabra «Alá». Y no conozco un compañero de trabajo que no me dé la razón y no se equivoque, lo peor de Madrid nos lo chupamos nosotros, sé cuanto hay que saber de colombianos o rumanos, pero la realidad es ésa.
Por lo demás me trae al pairo que ironice sobre mí, pero si ironiza sobre Sudán usted es un malnacido. Váyase al infierno.
Bueno, el punto clave del asunto lo ha dicho ud mismo.
Más bien me considero islamófobo
Era sabido pero asi no perdemos el tiempo. Sería, por ambas partes, una tontería.
Cuando uno mismo asume ser portador de una enfermedad ya ha dado (dicen) el primer paso. Yo me pregunto, en su caso particular, primer paso ¿hacia dónde?.
Como le expliqué (el que ud tenga cosas en contra de alguien no debería cegarle para saber leer), yo, por blanquito, no tengo demasiado miedo, solo dije eso:
«Soy blanquito, de apellidos españoles y si no me muevo mucho no corro peligro directo»
Puedo haber estado hoy mismo a su lado con total tranquilidad. Por cierto, ¿cómo distingue ud a los musulmanes de las personas?.
Cualquier fobia, bien sabido es, se trata de una enfermedad, de origen físico o puramente mental. No puedo ayudarle en su caso pues no soy psiquiatra. Le será fácil dar con uno. Creo que la lobotomía ya no se usa por lo que el trago sería indoloro. Solamente hablar.
Le contaré como me libré yo de mi aracnofobia.
Conocerá ud bien los síntomas: necesidad imperiosa de su desaparición, al menos la de nuestra proximidad; irrepimible ansia de pisoteo/aplastamiento; atenta vigilia y sensación de peligro si nos dormimos; temor reverencial a la gran araña peluda, lo que impide el correcto funcionamiento del cerebro.
Primero me dí cuenta de que son muchas, diferentes, esparcidas por todo el mundo y dificilmente modificables por puro voluntarismo. No es un gran comienzo, ya sé.
A continuación, y eso me dolió, me dí cuenta que a ellas les importa un pepino mi fobia. Quizás alguna cercana me haya padecido, pero es triste perder mi tiempo con las arañas y que ellas pasen de mi. Eso me hizo sentir un poco ridículo.
Ya estaba decidido a, simplemente, ignorarlas cuando me acordé de la peluda. Esa ciertamente tiene su peligro pero la ecología enseña que a veces eliminar a los débiles simplemente hace crecer en fuerza, número y peligro a una especie.
Mi comentario aquí era para el dueño de ésta página al que veía como poseedor de cierta perspectiva (un rayo de esperanza, titulaba). Me quedo con las ganas de conocer su opinión al respecto. Yo, por principio, no elijo a mis enemigos (ellos se sobran para la tarea) sino que intento elegir a mis amigos.
Me quedo, en cuanto a ud, con la extrañeza de no saberle en plena cruzada, por Iraq o esas tierras, o Sudán, que vaya situación para poner de ejemplo, como si Bush temiese el peligro haitiano.
Supongo que tiene que dolerle bastante a ud que su araña tiene los mismos derechos que ud, paga los impuestos igual que ud, tiene un voto igual que ud, pero carece de odio, no tiene amo, y puede vivir aquí a pesar de los «liberales» como ud.
«¿Y no será usted quien rechaza su cultura de origen?»
Lo de cultura, referido a ud, supongo debe tomarse en sentido puramente antropologico, por lo que le dejaré con ella, todita para ud.
Felices sueños.
Querido Omar blanquito de apellidos españoles.(¿¿Oiga, y qué tiene en contra de los blancos??)
Ni racista ni xenófobo; aquí, en un área de una manzana, tenemos chinos, angoleños, bolivianos, brasileños, americanas de intercambio e hindúes, entre otros grupos nacionales, para repartir. Más bien me considero islamófobo. ¿Es el Islam una raza? ¿O es sociedad, religión, y Estado a la vez? LA colonización por parte del Islam de esta parte del mundo NOS plantea un conflicto de intereses A TODOS LOS DEMÁS.
A mi me resulta muy fácil, siendo español, entender sus razonamientos, el origen de ellos, la múltitud de circunstancias que los hacen posibles.
¿Y no será usted quien rechaza su cultura de origen? No me interesa, francamente.
No me asustan personalmente…
Ni falta que hace. A mí sí. Y no proyecte.
Además de los ejemplos que usted pueda poner sobre musulmanes atacantes…
No. Póngalos usted y demuestre que le afecta en algo el tema (después de todo es posible que en algún momento también vayan por usted sus presuntos correligionarios). O que le interesa la otra cara de su fé. ¿Sabe lo que es la «negación»? La OTAN bombardeó en defensa de los musulmanes, usted contésteme a esto: ¿Quién decapita monjes budistas, Fuerza Nueva? ¿Quien está limpiando el Sudán? ¿Dónde estan las fronteras en paz con tierras del Islam?
@Harturo:
¿Qué me cuenta a mi de Marruecos?. ¿No he hablado yo de promover la democracia en los paises árabes?
Todos los paises del sur del Mediterráneo son dictaduras. Todos. Y sostenidas por EEUU y Europa.
¿A quién beneficia eso?.
Firmo ahora mismo todo lo q diga Lmrabet sobre los derechos humanos en Marruecos.
Mi opinión al respecto
¿porqué su frase «NO NOS CUENTE CUENTOS»?. ¿Es ud. representante de algún grupo o es acaso un plural mayestático?.
Sigue sin haber ningún texto que apoye sus opiniones sobre el sr T. Ramadan.
Dicen que dijo… Eso no vale, lo siento. Lo de «amado» lo pasaremos por alto.
Interesante, en cambio, la parte de:
«Y, si, si, muy bonito lo de Bosnia. ¿Se le ocurre, José, algun ejemplo ACTUAL donde sean los musulmanes los que ataquen y sean todos los demás, cristianos, ateos, budistas los que sufran? ¿Tienen ustedes alguna frontera en paz? ¿Cómo es que la culpa es siemrpe de los demás?»
Primero, mis fronteras son las mismas que las de ud., soy español. Y tengo los mismos derechos que ud. Fronteras en tensión hay por todas partes y se trataría más bien de acabar con eso, no de fomentarlo.
Segundo: la culpa no es de los demás. Todos tienen su parte. (precisamente la tesis del sr Ramadan, si ud se dignase a leer).
Tercero: lo de Bosnia no es bonito, es un genocidio.
Cuarto: no he oido su respuesta sobre las resoluciones de la ONU y Palestina.
Quinto: Además de los ejemplos que usted pueda poner sobre musulmanes atacantes, no me negará que en Iraq los atacantes, al menos Bush, lo hace en nombre de su visión del cristianismo. Sin hablar de las armas químicas, al fin halladas.
«Para que siga sufriendo, le dejo…»
Gracias. Guarde sus deseos para sus enemigos.
Permítame una reflexión: A mi edad ya se de sobra que si no se quiere oir algo no hay nada que hacer, salvo rezar.
A mi me resulta muy fácil, siendo español, entender sus razonamientos, el origen de ellos, la múltitud de circunstancias que los hacen posibles. No me asustan personalmente. Soy blanquito, de apellidos españoles y si no me muevo mucho no corro peligro directo. Pero otros si, quizás mi mujer o mis descendientes (doble peligro respecto al que ud corre: terroristas de fuera y racistas de dentro).
Si yo fuera uds, me preocuparía muy mucho de comprender el porqué de mis «enemigos», asi me sería mucho más fácil «combatir» el problema. No pueden uds. pretender que más de 1000 millones de personas cambién de religión por puro voluntarismo. Uds. mismos, por tanto, deberían de ser lo suficientemente inteligentes para no torpedear las iniciativas positivas que pueden acercar y calmar, para contrarrestar a los síntomas de racismo existentes, para mostar a esa gente que vive en el error que los valores de la sociedad democrática son para todos (no solo para los elegidos). Y el camino actual va más bien en dirección contraria.
Le repito el final de mi primer comentario.
«Esa presunción de superioridad es seguramente parecida a la de los yihadistas respecto a occidente, piénselo por favor. Esa presunción es la misma a la de los nazis respecto a los judios. Al final, discúlpeme, son ese tipo de actitudes las que dan argumentos a los racistas o xenófobos aquí y a los yihadistas allí.»
Feliz dia.
Ya somos mayorcitos para que nos digan lo que debemos pensar. La presencia de grandes masas de musulmanes magrebés, asiáticos o esteeuropeos en España, además de generaradora de conflictos por la elevada criminalidad que arrastran, desde luego superior a la de, por ejemplo, los ecuatorianos, por su alta conflictividad laboral, por su misoginia militante, por su arrogancia religiosa, por su recurso ocasional al asesinato de masas, amenaza, desde supuestos estrictamente «democrático», valores como:
– La emnacipación de la mujer (también la de la mujer musulmana).
– la libertad de conciencia (también la de los musulmanes que decidan pasar del sacrosanto libro del sujeto ése) o de hacer proselitismo, tan fomentado en Marruecos o en Tunez.
– La separación entre preceptiva religiosa y legalidad civil.
– La articulación jurídica y la defensa judicail de todo lo anterior.
NO NOS CUENTE CUENTOS. Existe algo llamado «Declaración islámica de derechos Humanos». Hay versiones en árabe en inglés y curiosamente la versión en inglés solía omitir algunos asctos poco conciliables con la Declaración UNIVERSAL de Derechos Humanos: le pasaba lo que a su amado T. Ramadan.
¿Qué fuerzas políticas son hegemónicas en Marruecos ahora y por qué me interesa trasplantarlas a España?
Y, si, si, muy bonito lo de Bosnia. ¿Se le ocurre, José, algun ejemplo ACTUAL donde sean los musulmanes los que ataquen y sean todos los demás, cristianos, ateos, budistas los que sufran? ¿Tienen ustedes alguna frontera en paz? ¿Cómo es que la culpa es siemrpe de los demás?
¿Sólo ha venido a defender a un islamista de doble lengua como Ramadan?
Y me parece muy mal la que se organizó en Bosnia; aquí se ha defendido a los saharauis, a los cristianos perseguidos y a los judíos en general frente a las caricias d la «Alianza de Civilizaciones»; la pregunta es quién está salvando a los serbios kosovares de la limpieza étnica ahora.
Para que siga sufriendo, le dejo otro racista xenófobo y no sé cuantas cosas más:
Sufra, sufra:
LD (EFE) En una rueda de prensa celebrada antes de pronunciar una conferencia en el Club Diario de Mallorca —convocada por Alternativa Esquerra Unida-Els Verds—, el periodista marroquí Ali Lmrabet, ha rechazado la actitud que mantiene el Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en sus relaciones con Marruecos. Además, dijo que es una «farsa» y «eslogan electoral» la «Alianza de Civilizaciones».
El periodista censuró el comportamiento de algunos responsables del Gabinete español a los que acusó de decir en público «lo contrario» de lo que mantienen en privado y criticó a Rodríguez Zapatero por afirmar que «las libertades en Marruecos se afianzan». De hecho, destacó que «no hay ningún país árabe democrático».
Para Lmrabet, la propuesta de una Alianza de Civilizaciones, cuya primera reunión del Grupo de Alto Nivel que trabaja en su constitución se celebrará del domingo al martes en Mallorca, queda desvirtuada por la invitación a países no democráticos, lo que, en su opinión, reduce la propuesta a «una alianza con gente no civilizada», en referencia, según precisó, a los gobernantes y no a los pueblos.
En su país, dijo, a pesar de que «existe alguna libertad de expresión», ésta no se extiende a tres temas prohibidos: la autodeterminación del Sáhara, la monarquía y la religión. «Marruecos sigue siendo una monarquía teocrática y feudal», añadió el periodista, que fue encarcelado por la Justicia de su país por el contenido de la publicaciones satíricas que dirigía y que fue indultado tras una huelga de hambre, que tuvo gran repercusión internacional.
A pesar de este adverso contexto para la consecución de las libertades en su país, Lmrabet expresó su esperanza de volver algún día a Marruecos para fundar una nueva revista y el deseo de que este régimen se convierta en democrático en el futuro, para lo que reclamó la ayuda internacional.
La «agresividad justificada» que tan mal le parece es a veces «legítima defensa» perfectamente asumida en la democracia liberal. Lo que no parece muy democrático, y por tanto un mal ejemplo para esos millones de musulmanes despreciadores de los derechos humanos (dado que según usted siguen una religión que por principio es contraria a ellos), es la «agresividad injustificada» de los EEUU y sus incondicionales en Europa sobre Iraq, ahora Siria e Iran, y todo lo que haga falta antes y después.
Quizás si los demócrata-liberales europeos adoptaran una política no discriminatoria, respetuosa con los derechos humanos de los musulmanes europeos, promotora de la democracia en los paises árabes cercana a nosotros, dejaran de ver y comentar con ese tono de superioridad que les dá el creerse en posesión de la verdad absoluta, e intentasen comprender al «otro» las cosas mejorarían.
Estoy seguro de que dadas sus convicciones democráticas, habrá usted estado en cabeza de la brillante campaña emprendida por los paises europeos para salvar a Bosnia del genocidio, en su momento.
Estoy también seguro de que ha luchado usted fervientemente por el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas sobre Palestina.
La política del miedo puede destruir mucho antes a las democracias occidentales que todos los yihadistas juntos. Porque la democracia se acaba cuando se acaba la libertad y el respeto a los derechos humanos, aquí también. Y ya tenemos los vuelos de la tortura aquí.
En cuanto a su mención sobre Tariq Ramadan son, espero, muestra de insuficiente conocimiento, como puede comprobar cualquiera en la página web del mismo. http://www.tariqramadan.com . Lo que usted lea allí es lo que hay. Y hay muchísimo. Cite usted un párrafo, con su contexto, que apoye su afirmación. Algo dicho por él, no por otra persona.
La ligereza con que despacha usted la presunta heterodoxia de ciertos planteamientos sobre la interpretación de ciertos textos es una clara muestra de la visión de «superioridad» con la que aborda usted una cultura tan respetable como la suya propia.
Al igual que esa frase desde lo alto:
«Yo soy de los que cree que muchos preceptos coránicos desafían…»
¿Qué sabe usted con detalle de los preceptos coránicos?. ¿Conoce usted el árabe?. ¿Está usted seguro de todo lo que ha leido?.
Esa presunción de superioridad es seguramente parecida a la de los yihadistas respecto a occidente, piénselo por favor. Esa presunción es la misma a la de los nazis respecto a los judios. Al final, discúlpeme, son ese tipo de actitudes las que dan argumentos a los racistas o xenófobos aquí y a los yihadistas allí.
Cordialmente.
Las civilizaciones no conviven porque no existen.
Las civilizaciones se han convertido un burdo comodín intelectual para explicarlo todo, igual que los marxistas lo reducían todo a la lucha de clases o los freudianos a la entrepierna.
La violencia de los países árabes no responde a esos esquemas. No puede ser «choque de civilizaciones» una violencia que entrenta a árabes con kurdos o bereberes, a argelinos contra marroquíes, a turcos contra sirios, a maronitas contra greco ortodoxos…
Ni siquiera sigue esos esquemas el terrorismo islamista. Los primeros apóstatas a los que mata son los representantes del Islam tradicional o de las cofradías. Los primeros en la linea de frenta contra los islamistas están en los países musulmanes. Occidente tiene que enfrentarse a la amenaza del terrorismo nihilista que le llega de rebote. Pero no puede explicarlo con la teoría del choque de civilizacines.
Nasser, ahí radica el problema, a mi modo de ver: las civilizaciones no chocan, aparecen y son substituidas por otras, ya sea por superioridad propia de la una, o manu militari. Lo de la convivencia no existe.
No me refería a los EE.UU. Son de los pocos países que creen seriamente en la democracia en los países musulmanes, y se han arriesgado para ponerla en práctica.
Me refería a los discursos que oímos en España, y a la eterna perorata del choque de civilizaciones.
Ya, Nasser. Pero no estamos sólo ante una amenaza de islamistas a islamistas. Yo también me siento amenazado. Y eso no debemos olvidarlo.
Basta leer los discursos de Bush o de Condoleeza Rice para darse
cuenta de que la visión de la administración USA nada tiene que
ver con lo que nos cuenta Nasser: jamás han dicho que los
musulmanes estén incapacitados para la democracia. Su discurso,
simplificándolo, es del siguiente tenor: TODOS los seres humanos
aspiran a la libertad y la batalla es una batalla por la
democracia.
Por otro lado, si bien es cierto que se debe dar una batalla
contra el terrorismo dentro del mundo musulmán y algunos la dan
(pienso en Magdi Allam, periodista italiano cuyo libro Jihad in
Italia me tiene ocupado en estos momentos), sería ridículo pensar
que esto nada tiene que ver con Occidente, pues buena parte de los
islamistas y algunos supuestos musulmanes moderados (la Unión de
Comunidades y Organizaciones Islámicas Italianas o Tariq Ramadán)
justifican la jihad y, con ella los atentados terroristas suicidas
en Israel e Irak y algunos, con todo el descaro del mundo, la
justifican en todo Occidente. Que para muchos musulmanes no exista
un conflicto de civilizaciones (lo que sí existe es un discurso
victimista que culpa a Occidente de todos los males del mundo
musulmán), no quiere decir que para los terroristas islámicos no
exista. Basta leerlos para darse cuenta de que su guerra es una
guerra contra Occidente y, también es cierto, contra los que ellos
consideran apóstatas. En definitiva, creo que la lucha contra el
terrorismo de matriz islámica es una lucha de la que Occidente, y
en particular Europa si es que quiere, no puede desligarse y
pensar que es un conflicto intra-musulmán. En buena medida, los
terroristas islámicos y sus compañeros de viaje predicadores del
odio utilizan las facilidades de las sociedades abiertas para
campar a sus anchas y no lo podemos consentir.
En los últimos tiempos, se ven algunos movimientos esperanzadores
aunque yo no me fiaría: Pakistán establece contactos informales
con Israel, los irakíes y los palestinos celebran elecciones con
masiva participación, musulmanes italianos rompen el cerco y se
manifiestan en Roma en apoyo del Estado de Israel, parejas
jordanas que desafían el terrorismo y siguen con las celebraciones
de sus bodas… ¿Pequeñas gotas en el océano? No lo sé. Lo que sí
sé es que si nosotros, occidentales, no somos capaces de
rearmarnos moral e ideológicamente, vamos directos al suicidio y
con nosotros arrastraríamos a los pocos que en el mundo musulmán
se atreven a desafiar el status quo.
Yo soy de los que cree que muchos preceptos coránicos desafían de
forma abierta la idea de democracia liberal que tenemos en
Occidente, pero también sé que existen movimientos e individuos en
el mundo musulmán cuya interpretación del Corán y los hadits ,
seguramente heterodoxa, no entraría en conflicto con la democracia
liberal. Me temo, sin embargo, que estas corrientes son claramente
minoritarias.
Pero fíjate bien en el planteamiento que hace. Presenta el terrorismo como un conflicto dentro del Islam, que enfrenta a musulmanes.
La cuadrilla neocon presenta una versión totalmente distinta. Encuadran el problema en un conflito entre unas supuestas civilizaciones islámica y occidental.Y pretenden que los musulmanes están incapacitados para la democracia.