Se han cansado de esperar. Ya no les valen las buenas palabras. A la vista de tantas promesas incumplidas, los mineros de las cuencas de León y Palencia saben que Rodríguez Zapatero no cumplirá tampoco sus compromisos con ellos.
No nos engañemos, los sindicatos canalizan la protesta, como siempre ha hecho la izquierda cuando de protestar contra sí mismo se trata. Los mineros pedían una movilización nacional, los «jefes» ya han decidido que sólo será en las dos provincias afectadas.
La Federación Minerometalúrgica de Castilla y León convocó ayer las dos jornadas de huelga anunciadas la semana pasada para los próximos días 19 y 20, aunque las movilizaciones sólo se producirán de momento en las cuencas de León y Palencia, y no a nivel nacional como se había anunciado inicialmente. Los delegados de este sindicato en la comunidad se reunieron ayer en León, con la asistencia del secretario regional, Pedro Monasterio, y del responsable provincial, Alberto González, para analizar la situación de estancamiento que en su opinión vive la negociación del próximo Plan del Carbón, y cumplir con el deseo de los trabajadores, «que insisten en que pasemos ya a la acción», según explicó González.
En otro frente – no nos engañemos ni nos dejemos engañar: si el estado reduce su presión impositiva, los transportistas tendrían menos problemas con el precio de los combustibles – se extienden los paros de los transportistas del norte de España:
LEON.— «Estamos en la misma situación que hace un año y hay que poner las cosas en su sitio». El presidente de Altradime, Rafael Sotorrío, expresaba de este modo que los transportistas leoneses se sumarán a la huelga indefinida del sector que ya tiene incidencia en parte de Galicia, Asturias y Cantabria.
Se espera un seguimiento masivo. La subida del gasóleo durante los últimos meses ha sido constante y no la han podido repercutir en los precios que cobran a los cargadores. «No han querido asumir un incremento de las tarifas», una petición que ronda el 14%.
Esta situación ha llegado a su punto de máxima tensión. Es posible que la mesa de negociación abierta durante el fin de semana pueda articular una posible solución que desconvocaría el paro. «Sería una alegría para todos pero hasta ahora lo que nos ofrecen no es nada», remarcó.
Si es que no falla, llega la izquierda al poder y comienzan las protestas de los trabajadores todos los días. Igual que con Felipe.