El borrador del tripartito

1. Que Cataluña es una nación en el Estado español y que ha vivido en los últimos 25 años la primera etapa histórica larga y sin obstáculos de autonomía democrática y progreso.

Cataluña jamás ha sido una nación. Pero los catalanes tienen derecho a constituirse como tal. Dado que en estos momentos el territorio de la región catalana es parte de la Nación española, para alcanzar una secesión sería necesario abrir un proceso legal nuevo. Los españoles, únicos depositarios de la soberanía nacional, deberán decidir en referéndum si se les reconoce a los catalanes el derecho de secesión. De ser así (yo votaría que sí), la siguiente pregunta sería en lo referente a las compensaciones que la futura Nación catalana debería hacer efectivas a la Nación española en concepto de «deuda histórica». Me refiero tanto a los costes en infraestructuras como los beneficios obtenidos por Cataluña de las relaciones comerciales (libres de aranceles siempre) de siglos con España.

2. Que la Generalitat restablecida en 1931, nunca ha dejado de existir, en tierra propia o en el exilio, gracias a la tenacidad de nuestro pueblo y a la fidelidad de sus dirigentes.

Y a mí qué más me da.

3. Que Cataluña considera a España una nación de naciones y al Estado español un Estado de carácter federal.

El Estado Español es, mientras no lo decidan de otra manera sus ciudadanos – esto es, la opinión del tripartito, del PP, del PSOE, de los catalanes sólos, no me importa en absoluto – una Monarquía Parlamentaria.

4. Que en caso de conflicto entre el derecho general español y el particular catalán, se aplicará el principio de subsidiariedad.

Si se cumplen los requisitos previstos más arriba, esto es, la secesión de Cataluña, los conflictos a los que se refiere este punto serán tratados según lo establecido en el derecho internacional y los tratados que España y Cataluña tengan a bien firmar al respecto.

5. Que Cataluña ha sido y es una nación solidaria con los pueblos de España.

De lo que estamos muy agradecidos. Se olvidan los firmantes de la solidaridad de la Nación española para con sus conciudadanos. Solidaridad altruista y secular. Es de mal educados presumir de las gracias de uno, al tiempo que se ignoran las de los demás.

6. Que Cataluña ha desarrollado y se regirá por sistemas propios de regulación y prestación de servicios en los campos de la lengua, la cultura, el derecho civil y la organización territorial.

Cataluña, una vez culminado el proceso de secesión, podrá hacer lo que los catalanes quieran de ella. Faltaba más!

7. Que la tradición política democrática en Cataluña ha subrayado siempre la importancia del saber, de la educación y de la igualdad de derechos; y hoy, en especial, la igualdad entre hombre y mujer.

Hoy por hoy, la discriminación lingüística en Cataluña sólo deja pensar que este punto es el toque cómico del texto.

8. Que tanto con el mantenimiento de sistemas propios de derecho, será decisivo para los catalanes el acceso a los sistemas universales de comunicación, transporte, innovación y tecnología.

Aplíquese lo dicho al punto seis.

9. Que a través del Estado, Cataluña pertenece a la Unión Europea, con la que compartimos moneda y fronteras exteriores y progresivamente la fiscalidad y la defensa.

De eso nada, monadas! La Nación Catalana se someterá a un proceso de negociación con la UE (muy probablemente, tras el batacazo económico que la secesión conllevaría, también a un proceso de acercamiento económico) tras el cual será, o no, miembro de pleno derecho de la Unión. La Nación española no pagaría ni un duro para la protección de las fronteras de un país extranjero, menos en concepto de defensa general. Sobre temas fiscales, que discutan con los alemanes. Verán la risa que les da.

10. Que en el marco de la Unión Europea Cataluña ofrece su amistad y colaboración a las comunidades y regiones vecinas para formar una Eurorregión, útil para el progreso de los intereses comunes en el marco de sus competencias.

Me parece perfecto. Son gente maja. Eso sí, habrá que preguntar a los otros candidatos a formar parte de la «eurorregión».