Gracias al blog panafreedom me entero (aunque con retraso, todo hay que decirlo) del «austero» verano que el líder de la izquierda alemana, Oscar Lafontaine, ha pasado en Mallorca. Pero seguro que sus electores del pasado domingo no se habían enterado. O quizás sí. A lo mejor el proletariado alemán considera que sus líderes tienen derecho a vivir como reyes. ¡Vete tú a saber!
Speaking In Silver: De esta clase de hipócritas hay muchos en Política
No dejen de acudir a ese blog, porque allí encontrarán los enlaces necesarios para comprender en toda su magnitud lo mal que vive el pobre de Lafontaine.
Viva la revolusión!
Que las derechas critiquen que alguien de izquierdas pueda tener fortuna y disfrute de placeres «burgueses» demuestra dos cosas: a) que no han jamás entendido qué significa ser de izquierdas y no se han preocupado por ello y b) que tácitamente reconocen como verdadero lo que ya San Ambrosio en el s. IV afirmaba (y antes que él algunos más): detrás de toda fortuna hay una injusticia (robo, creo que decía en realidad) o, más reciente, el Manilito de Mafalda: para amasar una fortuna hay que hacer harina a los demás.
Con todo respeto, claro.
Que dicen de la corrupción de la élites Europeas destapa en Alemania, de la Iglesia, toditos neo liberales, y del imperio desplomándose: ejercito, sistema financiero, políticos y de los medios de prensa sin credibilidad. Que les queda. Los días están contados, pura entropia.
Gracias, CBH. Lamento decirle que no comparto casi ninguna de las que he leído en su blog.
Saludos liberales.
Muy interesantes las opiniones de su blog.
Un saludo desde la Patria
Yo tenía un tío socialista que hará unos 15 años tenía un libro de Lafontaine en su finca de verano. Creo que era «La sociedad del futuro». Una tarde le eché un vistazo. Me parecía que todo lo que había escrito en sus páginas era auténtica bazofia. Ya no se trata de si era de izquierdas, medio-marxiano o antiliberal; es que era tal colección de disparates, que no me quedó más remedio que decirle a mi tío que Lafontaine era una auténtica basura; y que cómo podía leer eso.
Supongo que ahora no escribiría tanta tontería. Su «aburguesamiento», como ha puesto de manifiesto este post, la desaparición del «socialismo real», así como -supongo- el autoconvencimiento de que el sistema demoliberal ha triunfado, le haría pensarse dos veces lo que escribe.