Para leer una tarde de sábado

Literario artículo de Oscar Molina para «Vistazo a la prensa».

Del Alférez Molina y Rubyo.
Tercio de Don Alonso de Zúñiga.
Posta Militar de Flandes.

Al Padre Abad Antonio Montero y Villaplana.
Convento de la Encarnación.
Villa y Corte de Madrid.

Breda, a trece de Septiembre de Mil Seiscientos y Cuarenta y Dos

Estimado y Reverendísimo Padre:

Aquí nos hallamos, en el sitio de Breda, que se está haciendo rogar más que un santo en Cuaresma. Y eso no es lo malo, Padre, que lo retorcido no está sino en el horizonte, cuando principien a atizar el frío, las heladas y esa lluvia que ya le relaté que no cae como manda la Ley de Dios, para abajo, sino de través, calando la osamenta y dejándote tal que un cristianado por inmersión. Pero como siempre le digo, a eso vinimos, Paternidad, a poner una pica en Flandes, y no marcharemos hasta que la industria que nos ocupa tenga honor satisfecho y cumplido finiquito. El verano no ha sido malo, aunque algún camarada de la cuadrilla ya me mira desde arriba. Pero bueno ya sabe Vuacé que aquí la parca se rifa todos los días y a nadie le causa pasmo que salga la niña bonita con tantas papeletas como en la mochila llevamos. Es el caso de Torrecilla, que en mala hora asomó la testa por la trinchera para que de un arcabuzazo se la dejaran como uva pisada, pero sin otro Tempranillo que la falta de confesión. Herido y maltrecho quedó en otro lance Ilundáin, el navarrico, y fuése para casa; así que uno que vuelve a do nunca le agradecerán tanta privanza. Siguen acá el buen Capitán Arteaga, el Sargento Ripoll y mi Calderón, que despacha herejes y baja versos con la misma mano, cosa que me asombra, pues no me dirá Vuesa Merced que no tiene miga que lo que mismo sirve para poner a alguno en senda a Pedro Botero, haga maravillas que se han de quedar en este Mundo.

De agradable lectura, al estilo del Capitán Alatriste.

Entero aquí:Vistazoalaprensa.com – Oscar Molina

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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